Elección Absoluta – Capítulo 130: Gemido intoxicado

Cuando Shi Xiaobai terminó de beberse el vaso de vino tinto de un trago, abrió de inmediato los ojos.

Hisith sonrió encantado en su mente mientras empezaba a llenarse de expectación. Estaba deseando que Shi Xiaobai se agarrara el cuello de dolor mientras gritaba y se retorcía en el suelo. A continuación, revelaría la verdad de que “las tres copas de vino tinto estaban envenenadas”, lo que provocaría que Shi Xiaobai rugiera diciendo que era “injusto”. Al final, Shi Xiaobai sufriría un colapso físico como mental por el doble revés experimentado. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 130: Gemido intoxicado”

Dinero de consolación – Capítulo 82: Mi persona más preciada

[POV Vanette]

Me enamoré de una persona pequeña… Quería reírme de mí misma, porque aunque hiciera todo lo posible, este amor nunca se haría realidad… Al principio, genuinamente pensé eso.

Después de todo, él ya amaba a una cierta persona pequeña, no había forma de que funcionara… Pero aún así, quería estar lo más cerca posible de él. Seguí leyendo “Dinero de consolación – Capítulo 82: Mi persona más preciada”

¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 37: La señorita, aprendiz de maestro (3)

Tras regresar a la capital real, se separaron de la Bruja como siempre, y Cordelia preguntó a Gille y a Vernoux.

—¿Tienen un poco de tiempo ahora?

—¿De qué se trata?

—Me gustaría hablar con ustedes de algo. Seguí leyendo “¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 37: La señorita, aprendiz de maestro (3)”

¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 37: La señorita, aprendiz de maestro (2)

Esa noche, Cordelia le explicó todo eso a Elvis. Pero él no aceptó de inmediato y frunció el ceño.

—Me enteré de que ibas a visitar el asilo de pobres, y te pregunté qué ganarías con ello. Pero, ¿no querías estudiar las hierbas?

Elvis no habló de los pros y los contras de enseñar en el asilo de pobres. Por otro lado, no podía negar que esto era diferente del propósito que tenía cuando había visitado a la bruja por primera vez. Seguí leyendo “¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 37: La señorita, aprendiz de maestro (2)”

Un día me convertí en una princesa – Capítulo 142

Jennette caminó sin rumbo por el Palacio Esmeralda, evitando las miradas de los sirvientes. Finalmente se dio cuenta de que había estado deambulando durante demasiado tiempo.

Sí… No importa lo cercanos que seamos, no puedo saber todo lo que hay que saber sobre él.

Jennette caminó sin rumbo, evitando la mirada de los sirvientes en el Palacio Esmeralda. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 142”

Bebé tirana – Capítulo 30: ¡No periés! (¡No peleéis!)

—Aidan.

Una voz grave resonó en la sala.

Inclinado sobre una rodilla, Aidan levantó la cabeza. En sus ojos escarlatas se reflejaba un hombre sentado en lo alto de un trono: Veron Arthur Deblica. Su larga cabellera púrpura le llegaba hasta el cuello. Parecía que los rumores de que el emperador loco de Deblin se pasaba el día encerrado en su laboratorio, saltándose las comidas y dejándose crecer el pelo, eran ciertos. Un par de ojos amatistas miraban con atención a Aidan; eran realmente de un perverso tono púrpura. Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 30: ¡No periés! (¡No peleéis!)”

El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 87

—¿Eli? Mi querida hija, date prisa y ayúdame…

El marqués movió los dedos, indicándole que viniera a ayudarle a levantarse. Ella no acudió. Escondió con cuidado su pelo y su cara en la capa y se volvió para correr.

—¡Eli! Seguí leyendo “El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 87”

Emperatriz Abandonada – Capítulo 12: El problema con la sociedad… (2)

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Estaba desayunando con mi padre cuando Alan apareció con una pila de invitaciones y me las entregó. Aunque habían llegado invitaciones dirigidas a mí desde que debuté en la ceremonia de mayoría de edad del príncipe heredero, nunca habían sido tantas como hoy. Seguí leyendo “Emperatriz Abandonada – Capítulo 12: El problema con la sociedad… (2)”

Elección Absoluta – Capítulo 129: Persona recta a pesar de ser duro de palabras

Cuando Shi Xioabai parpadeó, indicó que había “pedido su ropa interior” preocupado por la seguridad de Hisith.

Las pupilas se contrajeron mientras una mirada de violencia destellaba en ellas. Entrecerró los ojos en una rendija mientras un aura fría irradiaba de su cuerpo. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 129: Persona recta a pesar de ser duro de palabras”

Dinero de consolación – Capítulo 81: Necesitamos más aliados

Después de retirarnos de la oficina de su alteza,  Liren,  Vanette y yo decidimos replantear nuestra estrategia mientras tomábamos té.

—Ma es un enemigo fuerte —comentó  Liren.

—¿Es siquiera posible hacer que me mire de forma romántica…? —preguntó  Vanette. Seguí leyendo “Dinero de consolación – Capítulo 81: Necesitamos más aliados”

¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 135: Él y la bruja

—Pues sí.

Admitiéndolo con facilidad, la bruja se encogió de hombros. Por supuesto, me había dado cuenta de que estaba observando mi reacción. Le seguí la corriente a tales palabras.

—Quería ver cómo es la cosa real. Pero, es mejor de lo que esperaba. Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 135: Él y la bruja”

¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 134: El encuentro de ella y él

—Todavía no es de noche, sin embargo, volveremos pronto al castillo.

Habiendo comido de forma apresurada curry, salimos de la tienda. Pienso en ofrecer un agradecimiento apropiado a Lars más tarde por seguir mirándonos con una mirada tibia desde el principio hasta el final. Dado que fuimos los primeros clientes durante la reapertura de la tarde, todavía no está especialmente oscuro. Pero, como he podido visitar todos los lugares que quería, estoy bastante satisfecho.

—Sí, está bien… ¿Eh? Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 134: El encuentro de ella y él”

¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 133: La observación del comerciante

Ese día cuando salí a preparar la apertura de la tarde como siempre, me encontré con una persona inusual en la fila.

—¿Eh? Si no es la Maestra. ¿Por qué haces esa cola? Podrías venir detrás como siempre.

Maestra… No, quizás sería más fácil de entender si dijera la hija del Duque Vivoir. Ella era la gran benefactora que salvó mi tienda que había sido aplastada por el acoso de cierto barón con su propia receta original. Con su posición social, ahora visitaba este lugar una vez en una luna azul, pero todavía todos los miembros del personal la adoraban. Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 133: La observación del comerciante”

¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 132: Ella y su infructuoso esfuerzo (2)

A pesar de que el hombre que estaba frente a mí me llamaba maestra, me esforcé de manera vergonzosa. Desvié la mirada en una dirección distinta y pronuncié una frase que incluso a mí me pareció artificiosa.

—N-no, ¿quién podría ser? Parece que me has confundido con alguien…

—¿Qué estás diciendo? No me has visitado en este último tiempo para nada… Déjate de tonterías y entra ya. Estás molestando al otro huésped… ¿Nn? ¿Tienes un acompañante? Seguí leyendo “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 132: Ella y su infructuoso esfuerzo (2)”

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