Las jóvenes miraron sospechosamente a su alrededor.
—Esto, esto, ¿qué diablos es esto…?
¡Ahora comencemos el juego!
—¡Guau!
—¡Kyaaa…! Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Epílogo – Capítulo 22”
Las jóvenes miraron sospechosamente a su alrededor.
—Esto, esto, ¿qué diablos es esto…?
¡Ahora comencemos el juego!
—¡Guau!
—¡Kyaaa…! Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Epílogo – Capítulo 22”
Bajo la luz de la luna, su sonrisa parecía más afilada que nunca. Después de eso, Lucas desapareció ante mis ojos en un instante.
—¿Princesa?
Con un sentimiento indescriptible, miré el asiento vacío donde solo quedaba la luz de la luna. Lily me llamó preocupada, pero, lamentablemente, no pude prestarle atención. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Epílogo – Capítulo 21”
Hace sólo unos días, Tang Feng había hablado de Ge Chen con Chen Ming Xu. Inesperadamente, hoy se encontró con Ge Chen.
Después de que el presentador lo mencionase, Tang Feng volvió y buscó algunas noticias. Al principio pensó que sólo eran cotilleos ordinarios, pero cuando buscó, encontró muchas fotos de Ge Chen bebiendo con gente en varias fiestas. Algunas eran claramente íntimas, ya que estaba sentado en el regazo de un hombre en las fotos y la mano del hombre estaba obviamente en el trasero de Ge Chen. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 4: Mayor Zhang”
Tang Feng comprende ahora cómo se formó la personalidad de Charles. Con una madre tan carismática, no era de extrañar que resulte ser todo un personaje.
—Wow, te ves tan lindo. ¿Este año has cumplido dieciséis?
Cuando el actor entró en el salón con las frutas lavadas y cortadas, vio a Linda, con las uñas pintadas de color melocotón, sentada con las piernas cruzadas en el sofá. Se inclinó ligeramente hacia el pequeño demonio, el cual estaba sentado erguido, tocándole de vez en cuando la barbilla. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 3: La nuera”
Vaya, estoy en un verdadero lío.
Entrar en la habitación de un hombre que estaba perfectamente sano, golpearlo, cerrarle los ojos a la fuerza y acostarlo en la cama… No es algo de lo que pueda presumir.
Aunque, objetivamente hablando, siempre he sido un desastre frente a Ian. Ya había hecho cosas peores, así que esto no era nada nuevo para mí.
—¡No me malinterpretes! Seguí leyendo “Dejaré de ser la rival del protagonista – Capítulo 17”
Ser capaz de luchar y ser instructor de artes marciales no es lo mismo. Por eso, cuando Tang Feng vio a Lu Tian Chen frente a él, se preocupó un poco. Pero después de que su jefe demostrara una hermosa y llamativa técnica de abanico, se dio cuenta de que lo había subestimado: Lu Tian Chen tenía mucho más talento del que había imaginado.
—Vaya, siempre pensé que los abanicos eran sólo objetos decorativos que gustaban a las mujeres. No sabía que pudieran ser tan elegantes y geniales —comentó el actor. En cierto modo, su forma de pensar seguía siendo como la de algunos occidentales, al menos en ámbitos desconocidos. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 2: Sé mi nuera”
Después de correr varios kilómetros, Zhao Lingfeng por fin dejó al doctor Bai, tomó una camioneta que aún funcionaba y condujo hacia la dirección opuesta de Suzhou.
Por la noche, los zombis estaban más activos que durante el día, eran más veloces y más fuertes. Con el doctor Bai a su lado, Zhao Lingfeng evitó viajar de noche y, al notar que estaba oscureciendo, paró al borde del camino. Mientras acababa con los zombis cercanos, se refugiaron en una juguetería. Seguí leyendo “Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 9: Capítulo 6 (2)”
Poco después, mientras seguía trabajando perezosamente en la decodificación del pacto, María y Cyrus regresaron, acompañados de Ginger, nuestra compañera de primer año.
—Eh, Ginger, ¿qué haces aquí?
Confundida, me pregunté por qué habían traído de vuelta a Ginger después de ir a ver cómo estaba Fray. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 12 – Capítulo 3: Guardias (2)”
Leslie hizo un gesto con la mano hacia Ian, se levantó de un salto y abrazó a Annabelle, que yacía sobre el caballo negro. Luego, miró a su hijo, quien la observaba con una expresión de incredulidad.
—¿No vamos a seguir cada uno por su lado?
A pesar de que hacía tiempo que había dejado de empuñar una espada, su fuerza permanecía intacta. Con facilidad, tomó a Annabelle en sus brazos y entró en la mansión. Seguí leyendo “Dejaré de ser la rival del protagonista – Capítulo 14”
Cerdina se quedó sin palabras. Sus ojos temblaron, demacrados por días sin descanso. Forzó una sonrisa, pero las comisuras de sus labios apenas lograron alzarse, luciendo más una mueca. En especial, cuando tenía los ojos inyectados en sangre, haciendo que aquella sonrisa luciera extraña. Sus dedos, manchados y pegajosos con recortes de césped, acariciaron lentamente el rostro de Blain. Y cuando por fin habló, su voz temblorosa reveló astucia.
—Eso es imposible, Blain. El amor no es una emoción tan oscura como la que sientes… —Tomó aire antes de continuar—. No estás enamorado. Solo quieres poseerla. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 75: Pensamientos esperanzadores”
Foro de cine nacional norteamericano
Título: ¿Por qué la próxima película planeada de la saga de héroes es «El hijo del cielo»?
Contenido: Entiendo por qué la productora quiere lanzar «El hijo del cielo». El mercado cinematográfico chino está creciendo y Hollywood le está prestando atención. Pero, sinceramente, teniendo en cuenta la mísera cuota de China, ¿cuánto puede aportar a la taquilla mundial? Así que realmente no entiendo por qué están impulsando «El hijo del cielo». Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 1: Hola, entrenador”
Emilia se encontraba visiblemente impactada ante la intensidad tanto de la mirada como de la voz de Stephania. Su postura, reminiscente de un conejo acorralado, probablemente se debía al enérgico abordaje de Stephania. Sin embargo, dadas las circunstancias, Emilia ocupaba una posición social significativamente superior, minimizando cualquier motivo de preocupación real.
Retrocedí un paso, capturando instantáneamente la atención de ambas hacia mí. Ese simple gesto pareció bastar para que Emilia captara el mensaje. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 248: Concurso de acompañantes (2)”
Ishakan escuchó en silencio y luego sacudió su tabaco, tirando las cenizas en la bandeja en la mesita de noche.
—Le mencioné ese tema recientemente —dijo en voz baja—. Tuvo una reacción intensa. Su pequeño cuerpo se estremeció de dolor, ni siquiera podía gritar…
Ishakan guardó silencio, abrazando a la princesa. Reprimió sus emociones, habló de nuevo, con voz tranquila y serena: Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 74: Divulgación”
Después de que Zhao Lingfeng se marchó, varias personas llamaron a la puerta de Zhou Yunsheng, pero él se mantuvo en silencio sosteniendo su arma. Eran curiosos comunes o espías de otras bases. Estos últimos querían contactarlo para persuadirlo de que les uniera y se fuera con ellos.
Para Lei Chuan y Guo Zerui, el doctor Bai era más que prescindible, pero para otros era un tesoro invaluable; la persona con más posibilidades de desarrollar una vacuna contra el virus zombi. Seguí leyendo “Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 9: Capítulo 6 (1)”
—La cabeza… duele… —Tang Feng respiró hondo, sintiendo que la presión de su pecho se liberaba por fin, pero sentía la cabeza como si la hubiera atropellado un tanque.
Con los ojos aún cerrados, se acurrucó en la cama, incómodo. Anoche, parecía haber bebido bastante con el director y el equipo por excitación. Recordaba vagamente a Xiao Yu y al pequeño demonio que le llevaban de vuelta, pero nada más allá de eso. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 63: El final perfecto”