Traducido por Selena
Editado por Ayanami
Cuando escucharon a Yun Yan gritar alarmada, todos respiraron repentinamente. ¡Uno tras otro, se retiraron de la habitación de Yun Qian Meng y se apresuraron a irrumpir en la habitación de Yun Ruo Xue!
En ese momento, solo vieron, que la puerta estaba abierta de par en par. Mirando desde afuera, bajo la deslumbrante luz de las velas, se vio a un joven, profundamente dormido en la cama desordenada. Su tez estaba sonrojada, la parte inferior de su cuerpo estaba cubierta peligrosamente, con solo una colcha de brocado rojo brillante, mientras que la parte superior de su cuerpo estaba abiertamente expuesta, sin siquiera la mitad de una prenda de vestir. La mirada de todos se volvió repentinamente hacia Yun Ruo Xue… Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 38: La desesperación de la segunda señorita”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
Las tres se habían puesto sus velos de muselina cuando bajaron del carruaje. Yun Qian Zhou salió contento; sin embargo, debido a los velos, no pudo decir quién era con la que soñaba. Su expresión se hundió de inmediato, mientras buscaba la manera de ir y quitar los velos de las tres hermanas, pero los guardias del xiangfu ya se habían adelantado para bloquear el camino de Yuan Qian Zhuo.
—¡Señorita Yun, soy yo! ¡Soy Yuan Qing Zhou! ¿No me recuerda? —Esta vez, Yuan Qing Zhou no había traído muchos guardias con él. Al ver que había demasiados sirvientes del xiangfu, no se atrevió a hacer mucho escándalo; por lo que, solo pudo quedarse en su lugar y llamarla. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 37: Atrapando a un extraño dentro de la habitación”
Traducido por Selena
Editado por Ayanami
Al tercer día, todos en el xiangfu estaban, bajo el liderazgo de Yun Xuan Zhi, despidiendo a Yun Qian Meng y sus hermanas en la gran entrada…
—Primera Señorita, esta concubina ha preparado tres carruajes, uno para cada señorita. ¡De esta manera, los asientos también serán más espaciosos! —La concubina Liu, luego de instruir a cada una de las sirvientas mayores para que trasladaran todos los implementos diarios necesarios a los carruajes, ¡le sonrió a Yun Qian Meng y le informó! Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 36: Partiendo a la ciudad Su para recibir a la abuela”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
Un carruaje había sido preparado desde temprano en la entrada del xiangfu. Yun Qian Meng bajó de la silla de manos y se dirigió al carruaje. En realidad, Na mama quería ir al fu en un asiento menos lujoso, pero no pudo resistirse a la amable invitación de Mi mama y, con una disculpa, se sentó en el carruaje.
En el camino, Yun Qian Meng le preguntó sobre la señora mayor y la salud de los demás. Na mama sonrió y le respondió las preguntas una por una. La distancia entre los dos Fu no era grande, a lo mucho, habían pasado 10 minutos cuando llegaron a la residencia de la familia Guo. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 35: Buscando ayuda de Fu Guo Gong Fu”
Traducido por Selena
Editado por Ayanami
Cuando todos los demás se fueron, la ira que Yun Ruo Xue había estado reprimiendo con fuerza, finalmente, estalló. Ella tomó una taza de té de la mesa y la golpeó violentamente contra el suelo; la taza de té de jade amatista de primer nivel se rompió en pedazos al instante…
—Mamá, ¿viste a esa puta barata? ¡Claramente, está tratando de arrastrarme bajo el agua! Después de que ella habló, incluso si fingiera estar enferma para no ir, ¡papá seguramente no lo permitiría! ¿No dijiste que, está vez, te encargarías de ella? ¡Pero mira la expresión arrogante que tiene! —Mientras hablaba, Yun Ruo Xue extendió las manos para recoger un pequeño jarrón esmaltado con grabados de una cigüeña bendecida, esbozada en oro, del estante de ocho capas, y lo arrojó violentamente al suelo… Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 34: Arrastrando a Ruo Xue en el viaje”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
Se dijo que Yuan Qing Zhou, en realidad, no se fue, sino que se ocultó en una esquina, dejando que los guardias siguieran el carruaje en secreto.
El carruaje pasó primero por el xiangfu. Yun Qian Meng se despidió de Ji Shu Yu y, de inmediato, se encontró con Mi mama quien estaba inclinada. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 33: ¡Su yiniang está embarazada!”
Traducido por Selena
Editado por Ayanami
—¡Vengan, atrapen a esa chica que se atreve a chocar con el carruaje del amo y golpéenla hasta la muerte! —¡Yun Qian Meng, que apenas había logrado ayudar a Ji Shu Yu a levantarse del suelo, se alarmó, cuando escuchó la voz aguda del eunuco Qian gritar desde el exterior! Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 32: Yuan Qing Zhou”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
Pero ¿cómo podía la mama que estaba detrás de ellos atreverse a dejar que Chu Fei Yang abrazara a la pequeña princesa? Después de todo, no importa que tan joven era la princesa, Chu Fei Yang todavía era un extraño. El contacto directo entre hombres y mujeres era limitado; por lo que ¡no podía ignorar esas costumbres!
La humilde mama se paró delante de ellos. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 31: El príncipe y el ministro discuten en el palacio”
Traducido por Selena
Editado por Ayanami
Cuando escuchó la señal de la Emperatriz Viuda, Yun Qian Meng se sorprendió por dentro. Su mirada se volvió hacia la consorte Yuan De, que estaba radiante, con una sonrisa de oreja a oreja, y luego presentó sus respetos una vez más, diciendo débilmente, —¡Esta Yatou saluda a la Concubina Imperial!
—Está bien, ¡levántate! —Una voz clara y fría cayó sobre su cabeza. Sin esperar a que Yun Qian Meng se levantara completamente, la consorte imperial Yuan De comenzó a hablar de nuevo —hermana mayor, esta yatou realmente creció bastante bien. ¡Su apariencia podría superarnos! Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 30: Demasiados giros y vueltas”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
Una vez más, Su Qing y Yun Ruo Xue fueron castigadas y, aunque ambas se hayan sorprendido por el intento de robo del medallón de oro, está vez, ambas parecían haber aprendido a ser más obedientes; a decir verdad, ni siquiera ponían un pie fuera de sus habitaciones.
Después de todo, Su Qing envió gente para buscar al sacerdote taoísta Yi Zhen. Incluso si saltaba al río, temía no poder deshacerse de los recelos[1]. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 29: Reunión de la nobleza en el palacio”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
—¿¡Qué es todo este escándalo!? ¡Ten cuidado de no asustar a xiaojie! —Mi mama vio que el cabello de Qian mama se había desarreglado por correr; además, notó que ella la empujaba mientras intentaba respirar con urgencia, frunció el ceño y la regañó en voz baja.
—¡Nubi reconoce su error! Aun así, da xiaojie, ¡ese taoísta Yi Zhen es tan atroz para querer robar el medallón de oro! —Incluso si había sido regañada por Mi mama, Qian mama siguió informándole lo que acababa de ver —¡Xiangye lo atrapó con las manos en la masa durante el ritual, cuando se le cayó de las mangas! Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 28: El plan de Su yiniang se arruina”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
Sin embargo, Yun Qian Meng parecía tratar el asunto como si no tuviera nada que ver con ella. Solo sus ojos tranquilos, que eran como la calma del agua, irradiaban frialdad, lo que causó que el sacerdote taoísta bajara su cabeza con culpa.
—No tiene sentido, ¿¡cómo puede da xiaojie ser un espíritu demoniaco!? ¡Fuiste requerido para salvar a una persona! ¿¡Cómo puedes dañar la reputación de da xiaojie sólo así!? —Cuando Su Qing notó la actitud tranquila de Yun Qian Meng, su corazón, antes rebosante de alegría, comenzó a vacilar. Sin esperar a que Yun Xuan Zhi reaccionara, tomó la iniciativa para hablar, dando por hecho que Yun Qian Meng era el espíritu maligno. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 27: Ejecutando al sacerdote taoísta falso”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
—Xiaojie, el Feng He Yuan de Su yiniang ha estado ocupado desde muy temprano esta mañana —Mu Chun le informó a Yun Qian Meng acerca de todo lo que vio mientras le servía el desayuno—. Parece que, en realidad, Wang mama fue quien se encargó de invitar a un sacerdote taoísta excepcionalmente preparado. En este momento, están discutiendo los problemas de xiaojie con el xiangye en el salón.
—Xiaojie, Su yiniang en verdad es impaciente. Ni siquiera pudo quedarse quieta por media noche —después de haber acomodado la vajilla, Mi mama expresó con preocupación, mientras la acompañaba hasta la mesa. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 26: El demonio se esconde en Qi Luo Yuan”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
Aun así, las palabras ya habían salido de su boca. Incluso si quería retractarse, por el miedo, le era imposible. Por lo que, su única opción era continuar.
—Por lo que he visto, temo que no haya opción…sin embargo, el invitar a un fuerte sacerdote taoísta para realizarle un exorcismo a xiaojie y deshacerse del espíritu demoniaco, juzgo que, de esta manera, xiaojie mejorará.
Ahora que Su Qing oía al médico decir lo que ella quería, planeaba reafirmar sus palabras, sin embargo, su velocidad no podía compararse con la de Yun Qian Meng, quien le arrebató la oportunidad de hablar. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 25: El médico y el sacerdote taoísta están listos para la batalla”
Traducido por Moux
Editado por Ayanami
El corazón de todos, se detuvo, Su Qing se volteó y corrió hasta la habitación mientras lloraba.
—Xue’er… ¿Qué pasó? —Dijo con una voz llena de aflicción— ¿Cómo puede mamá sobrevivir así?
Cuando las cortinas fueron abiertas, se pudo ver, como algunos sirvientes sostenían a Yun Ruo Xue. Su apariencia era muy diferente a la usual. Su cabello, el cual siempre está muy bien peinado, en este momento, está esparcido sobre sus hombros; sus mejillas, antes sonrosadas están pálidas y frías; incluso sus ojos, los cuales heredó de Su Qing, están inyectados de sangre y, al ver a Yun Qian Meng, los abrió por completo.
Sus manos, que eran detenidas por una sirvienta, se extendían con fuerza a un lado, apuntando con todos los dedos hacia Yun Qian Meng. Seguí leyendo “Princesa Consorte Chu – Capítulo 24: El comienzo de la enfermedad de la segunda señorita”