—Para, para, para. ¿Estás actuando en una película? —Tang Feng empujó la frente de Lu Tian Chen con la palma de su mano—. No seas tan emocional, como si nunca me hubieras tocado antes. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 17: Botón de pausa”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 16: Charla padre-hijo
Sonó el timbre y Tang Feng fue a abrir la puerta. El pequeño demonio estaba fuera.
—¿Qué pasa? —preguntó Tang Feng.
—¿Dónde está tu oso? —se burló el asesino. Cada vez que venía a buscarlo, Charles estaba presente, como si temiera que se lleven al actor. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 16: Charla padre-hijo”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 15: La boda interrumpida
La melodía de la música reverberó en sus oídos y, mientras giraban, el mundo se sintió de pronto distante.
—Esto es un poco loco, Charles.
Con las mejillas doliéndole de tanto sonreír, Tang Feng suspiró, rodeando con sus brazos los fuertes hombros del hombre, apoyando suavemente su cabeza en el hombro de Charles. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 15: La boda interrumpida”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 14: Compromiso
Alguien les había enviado una invitación. Probablemente porque el mayor Zhang estaba demasiado avergonzado para aparecer, el personal del hotel entregó la invitación junto con el desayuno mientras Tang Feng permanecía acurrucado en la manta, negándose a moverse. Charles recibió la invitación. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 14: Compromiso”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 13: Impulso ocasional
—Cariño, mira lo que he encontrado —Charles irrumpió en el cuarto de baño con una palmada de su gran mano, ignorando que Tang Feng estaba remojándose desnudo en la bañera viendo una película y que ya le había advertido anteriormente que no lo molestara mientras se bañaba.
O Charles lo había olvidado, o estaba demasiado excitado por algo. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 13: Impulso ocasional”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 12: Sondeo
Entre ellos había gente que Tang Feng reconocía, como el mayor Zhang, el cual le sonreía y saludaba desde lejos, y Lu Tian Chen, quien caminaba al frente con un rostro típicamente inexpresivo. Sin embargo, sus ojos mostraron un atisbo de sorpresa al encontrarse con la mirada del actor. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 12: Sondeo”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 11: Qué coincidencia
A la mañana siguiente, el coche hacia Lushan llegó puntual a la entrada del hotel. El grupo, preparado y ligero de equipaje, se dirigió escaleras abajo. Por una vez, Charles no llevaba su traje habitual, sino ropa cómoda e informal, con una gorra de béisbol y gafas de sol, que le hacían parecer un modelo de un anuncio del Oeste. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 11: Qué coincidencia”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 10: Viaje
La vida parecía haberse calmado y estabilizado. Lu Tian Chen seguía sin aparecer; era como si se hubiera esfumado por completo, sin darle a Tang Feng ni un solo vistazo, ni siquiera una llamada o un mensaje de texto. De vez en cuando, el actor le preguntaba a Xiao Yu dónde había ido. Ella respondía que no lo sabía, que se había ido al extranjero por negocios. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 10: Viaje”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 9: El paisaje en los ojos, la persona en el corazón
—Bebé… hmm… —Charles, en un movimiento habitual, se dio la vuelta y alargó la mano para abrazar al hombre que dormía a su lado. Pero lo único que encontró fue un espacio vacío, una brisa fresca rozando su brazo. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 9: El paisaje en los ojos, la persona en el corazón”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 8: Te amo
—¿Sólo cien mil? Eso es apenas es suficiente para una comida para mí —El señor Song no quiso quedarse atrás. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 8: Te amo”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 7: Galería
A la mañana siguiente, Tang Feng se dirigió a la empresa para entrenar como de costumbre. Cuando entró en el gimnasio, se encontró con un nuevo entrenador, quien le saludó cordialmente.
Fiel a su palabra, Lu Tian Chen siempre cumplía. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 7: Galería”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 6: Dejar ir
—Déjame abrazarte un poco más… —Lu Tian Chen murmuró—: No sabes cuánto te he echado de menos estos días. Viéndote tan feliz cada día, no puedo evitar preguntarme si significo algo para ti. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 6: Dejar ir”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 5: Asuntos del corazón
—Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos —Tang Feng no explicó su «amnesia», charlando casualmente—: ¿También estás aquí para comer? Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 5: Asuntos del corazón”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 4: Mayor Zhang
Hace sólo unos días, Tang Feng había hablado de Ge Chen con Chen Ming Xu. Inesperadamente, hoy se encontró con Ge Chen.
Después de que el presentador lo mencionase, Tang Feng volvió y buscó algunas noticias. Al principio pensó que sólo eran cotilleos ordinarios, pero cuando buscó, encontró muchas fotos de Ge Chen bebiendo con gente en varias fiestas. Algunas eran claramente íntimas, ya que estaba sentado en el regazo de un hombre en las fotos y la mano del hombre estaba obviamente en el trasero de Ge Chen. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 4: Mayor Zhang”
Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 3: La nuera
Tang Feng comprende ahora cómo se formó la personalidad de Charles. Con una madre tan carismática, no era de extrañar que resulte ser todo un personaje.
—Wow, te ves tan lindo. ¿Este año has cumplido dieciséis?
Cuando el actor entró en el salón con las frutas lavadas y cortadas, vio a Linda, con las uñas pintadas de color melocotón, sentada con las piernas cruzadas en el sofá. Se inclinó ligeramente hacia el pequeño demonio, el cual estaba sentado erguido, tocándole de vez en cuando la barbilla. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 4 – Capítulo 3: La nuera”
