Crié a un dragón negro – Capítulo 35: La misteriosa muerte de la bruja

Traducido por Den

Editado por Hime


—¿Por qué se ve más pequeño el dragón? —Kyle se acercó al niño, examinando su apariencia.

—Mu dijo que si seguía creciendo yo estaría más cansada, así que decidió mantener su apariencia de bebé. Gracias a él, hoy voy a vivir. —Explicó Noah mientras sorbía su sopa.

—Me alegra oírlo. Deberías vivir una vida normal: levantarte a tiempo, comer a la hora y dormir puntualmente. Estas tres cosas no son tan difíciles…

—Sir, ¿sabe lo que es peor para un paciente?

Kyle frunció el ceño, esperando su respuesta. Noah lo apuntó con una cuchara y entrecerró los ojos.

—Dar la lata.

El investigador guardó silencio.

—Especialmente cuando están comiendo. —añadió.

Leonard simplemente le dio la espalda, ignorándola por completo como si ya no mereciera su atención. Noah lo observó mientras desaparecía en el salón murmurando algo por lo bajo.

Kyle se detuvo, mirando alrededor de la habitación. Después de un momento de silencio, comenzó a limpiar el desorden esparcido por el suelo.

—Cierre las cortinas, Sir. Oh, por favor, cierre la ventana también. No puedo permitirme un ladrón. —gritó Noah desde la cocina.

—No soy tu mayordomo. No me digas qué hacer. —No obstante, a pesar de sus quejas, Kyle acató sus peticiones. Había una contradicción entre sus palabras y acciones.

Noah echó un vistazo al investigador y pensó: ¿Tal vez está haciendo todo lo que le digo porque lloré…? Debería llorar más. Esbozó una sonrisa traviesa.

La bruja vació su cuenco, saboreando cada sorbo y sonrió al pensar en más comidas preparadas por Kyle.

Pero al parecer sus lujos terminarían ese mismo día.

—Voy a volver a la capital.

Noah dejó de mirar el té que él le había preparado antes. Frente a ella estaba el investigador, con las piernas cruzadas y sus ojos violetas fijos en el periódico que agarraba en una mano.

—Como has sido excluida de la lista de sospechosos, investigaremos a los siguientes. Si atrapamos al criminal, sabremos quién hizo primero la impronta con el dragón. Te informaré una vez que lo encuentre, mientras tanto… —La miró y añadió:— Quédate aquí.

—¿Quedarme?

—¿Lo sabes? Si desapareces, ¿esa maldita mujer regresará? —preguntó él, su mirada era tan fría como el hielo. Parecía no lamentar la muerte de Eleonora. Después de todo, cinco años persiguiendo a un mismo culpable habrían hecho a cualquiera odiarlo.

Noah se encogió de hombros, pensando que no era asunto suyo. Se sumió en sus pensamientos y apoyó la barbilla en su palma. Ahora que lo pensaba, había una causa fundamental para todo lo que había tenido lugar. El caos y la confusión nacieron cuando la historia se desvió de la trama original, y todo comenzó con la misteriosa muerte de Eleonora Asil.

¿Por qué y cómo murió la infame bruja Eleonora?

—Si su muerte no es suicidio, es asesinato. Regresaremos e investigaremos por separado: ¿quién mató a esa mujer y por qué motivo? —dijo el investigador, cerrando el periódico.

—Hmm…

—Sería mejor no usar magia en la medida de lo posible. Es una recomendación.

Noah miró fijamente a sus ojos violetas.

—¿No tengo que acompañarte?

—¿A dónde irías con ese cuerpo? —le preguntó él de nuevo. En su cabeza, ella debía ser una causa perdida.

—Así que de todos modos irás a la capital… —murmuró suavemente Noah, asintiendo con la cabeza.

—Sí.

Ella suspiró, acariciando con tristeza los dedos sobre el cuenco vacío. Pero de repente se le ocurrió algo.

—Sir, hoy iré al centro, así que vayamos juntos. —Sonrió.

—¿Por qué?

—Es parte de la investigación —resopló y soltó una carcajada como una loca mientras aventajaba al investigador. Pero, entre risas, no pasó por alto en lo más mínimo el tic en los ojos de Kyle.

Noah había aprendido mucho sobre él bajo su cuidado: el hombre sombrío adicto al trabajo ni siquiera cedería a pesar de las innumerables persuasiones… A menos que se dieran razones lógicas. En otras palabras, si una persona simplemente mencionaba que aquello estaba relacionado con la investigación, él accedería.

Efectivamente, Kyle aceptó, pero con una mirada de gran disgusto.

—Prepárate y sal.

—Vaya, qué investigador más amable.

—No te acompañaré por amabilidad. Ve arriba ahora mismo. ¿Te tomará otro mes prepararte? —Estaba completamente irritado.

Noah se levantó de su asiento, riendo y cargó a Mu en sus brazos. Cuando estaba a punto de dirigirse a su habitación para cambiarse de ropa, dijo con indiferencia:

—Llámame Noah.

—¿Perdón? —Kyle dejó de alisar el mantel arrugado.

Ella fingió indiferencia.

—Me llamaste por mi nombre ayer, pero me preguntaba por qué no lo he escuchado hoy. Dime Noah. También es un apodo para Eleonora… Nora, Noah, ¿qué? Bueno, de todos modos, es Noah. —divagó, perdiendo la compostura. Luego tosió en un intento de ocultar su vergüenza.

De repente, Kyle se levantó y cogió a Muell en sus brazos.

Hombre, eso es raro. 

—Me vestiré y estaré lista en cinco minutos —Noah corrió a su habitación. A mitad de camino, miró hacia atrás y vio a Leonard limpiando la taza que había usado. Y de pronto, escuchó algo que la hizo sonreír levemente.

—No desorganice la habitación, señorita Noah. Si la vuelve a convertir en la guarida de un goblin, no la limpiaré.

Oh, cielos, ¿por qué no me respondió de inmediato? 

Den
Estaba procesando la información XD

—¿Crees que solo hago un desastre allá donde voy…? —murmuró ella. A pesar del tono de voz hosco del investigador, era agradable que dos personas la llamaran por su verdadero nombre. Uno de ellos no era humano, pero ¿y eso qué?

Poco después, entró enormemente satisfecha a su habitación.

5 respuestas a “Crié a un dragón negro – Capítulo 35: La misteriosa muerte de la bruja”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido