Juro que no volveré a acosarte – Capítulo 4: Indiferente es sinónimo de bienestar

Traducido por Devany

Editado por Shiro


Después de unos minutos caminando llegaron a una esquina del patio de la escuela. No les fue difícil encontrar un lugar tranquilo ya que la edificación en la que estudiaban era enorme comparada con la poca cantidad de estudiantes que albergaba.

El patio de la academia estaba bellamente decorado con una fuente y gran variedad de parterres con flores, haciéndolo lucir como el sorprendente jardín de una residencia privada.

Lo mejor de esto era que los estudiantes pocas veces pasaban por ahí. Se podían escuchar algunas voces a lo lejos, pero no eran lo suficientemente claras como para comprenderlas. En otras palabras, nadie podría escuchar su conversación.

—Supongo que aquí debería estar bien.

—Perdón, yo estaba…

—Está bien. Estabas preocupado por mí, ¿no?

—Sí…

Verlo fruncir el ceño de esa manera era probablemente la razón por la que Violette lo veía como su hermanito. No importaba cuánto había crecido, Yulan seguía siendo Yulan. Tal vez debido a esto ella lo veía más pequeño de lo que en verdad era.

Después de notar la preocupación de él por ella, se sintió incapaz de quejarse o reprenderlo por su comportamiento. Después de todo, no podía culparlo por preocuparse.

—En realidad, los rumores que has oído son todos ciertos. No sé los detalles, pero… es verdad que tengo una nueva madre y una hermana pequeña.

—Así que… ¿la estudiante transferida es tu hermana pequeña…?

—Sí.

—Oh… ya veo.

Aunque Yulan no dijera nada, Violette podía entender su sentir detrás de su expresión amarga y repentina voz baja. Quizás él se había enterado por medio su padre acerca del reciente fallecimiento de la madre de ella.

Después de todo, como amigo de la infancia, era capaz de notar cualquier pequeño cambio en el corazón de ella, cambios que ni siquiera su propio padre podía notar. Él sabía que para Violette, la cual era la persona más cercana a su madre, podría ser especialmente difícil. Aun si eran amigos de diferentes casas, no podía evitar sentirse angustiado por la distorsionada relación que se había generado entre madre e hija. Era obvio que esto no sería un proceso fácil.

Lamentablemente no podía hacer mucho al respecto,  puesto que tomar concubinas y volverse a casar era considerado algo legal y perfectamente normal. Así que, preocupado por que sus padres abandonaran a Violette, Yulan se apresuró a llegar a la clase de los estudiantes de último año.

Bueno, incluso para él, siendo quien más entendía a Violette, había cosas que no podía saber.

—Gracias por preocuparte por mí, Yulan —dijo mientras sonreía suavemente y tomaba las ásperas manos de él. El tiempo había hecho mella en su persona, ahora le era imposible envolver una sola mano de Yulan a menos que utilizara ambas manos—. Estoy bien. No es que los rumores sean inofensivos pero, en comparación a mí, mi hermanastra lo tendrá más difícil.

Hacía poco que la casa Vahan había conseguido una segunda esposa, no sólo eso, Violette también consiguió hermanastra, no era difícil adivinar lo que pasaría después, y claramente no sería algo agradable.

El frío trato hacia Violette podría decirse que era soportable, no siendo más que incómodo, pero dicho trato se volvió lamentable cuando llegó al punto en que ésta no recibía ni un poco de simpatía cuando más lo necesitaba.

Pero si teníamos que decir quién sufrirá más por estos rumores, en lugar de Violette sería Maryjun. Los estudiantes podían entender la naturaleza de los adultos, pero su pureza aún permanecía, y eso era lo que hacía que las adolescentes fueran tan misteriosas.

Aunque preferiría no involucrarse, no podía evitar sentirse apenada y tener la necesidad de pedirle ayuda a Yulan, quien compartía clases con ella. Violette creía que después de unos días, los rumores se habrían calmado. Sin embargo ella era una de las pocas personas con visión objetiva respecto al asunto, al final todo dependerá del sesgo de la gente.

—Así que, es verdad…

Para Yulan, quien estaba muy preocupado por que Violette estuviera sufriendo, la simple sonrisa de ella era capaz de tranquilizarlo. No parecía que se estuviese forzando a sí misma, pero aún era difícil saber qué era lo que estaba pensando.

Ahora que la situación se había aclarado, Yulan creía que de nada sirvió el que se preocupara. Aun así, parecía que Violette había tenido algo en mente todo este tiempo. No podía evitar pensar que lucía diferente de como normalmente era… En cierto sentido su predicción era correcta, pero ni en sus más locos sueños él adivinaría que su amiga de la infancia, quien se encontraba frente a su persona, en el pasado estuvo encarcelada.

Era imposible manipular el tiempo, pero si era la obra del Dios, entonces nada sería imposible en primer lugar.

—Si Vio está bien, entonces me alegro.

Desde el principio, le era imposible adivinar la verdadera razón de su malestar. Así que Yulan sabía que era inútil seguir pensando en ello, lo único que importaba era que Violette estuviera bien, y como parecía estarlo, no había nada de qué preocuparse… Ella le devolvió a su vez la sonrisa, feliz de ver que al fin mostraba una expresión de alivio. No era su intención hacer que su amigo de la infancia se preocupara.

—Volvamos. De seguro han de estar esperándonos.

—Ah… Siento haberle quitado su tiempo. Me pregunto si estarán preocupados.

—Hehee, ¿deberíamos disculparnos juntos?

—Seguro.

Ya habían pasado unos veinte minutos desde que la escuela había terminado, normalmente a esta hora ya estarían subiendo a sus carruajes y atravesando las puertas de la institución. No había muchos casos en los que se les pidiera a los estudiantes que ayudaran después de clases, así que rara vez había gente que se quedara hasta tarde.

Aunque fueran sólo ellos dos, no era correcto hacer esperar a los conductores como jóvenes nobles que eran. Si había una cita importante, el simple retraso de veinte minutos les traería problemas. Puede que no hubiera ninguna queja hacia el empleador debido a que no agendaron ningún evento importante, pero era mejor ser considerados y disculparse.

Al final, ni Yulan ni Violette fueron regañados. Sin embargo, debido a todo lo que recientemente había pasado, ella se sintió un poco incómoda cuando se le preguntó cómo le había ido en la escuela y si había habido algún problema el día de hoy durante el camino a su casa. Debido a esto, como no se le ocurrió nada bueno qué decir, sólo respondió:

—Estuvo bien.

Tan pronto como llegó a casa, inmediatamente pidió que le llevaran la cena a su habitación.

3 respuestas a “Juro que no volveré a acosarte – Capítulo 4: Indiferente es sinónimo de bienestar”

  1. Ok, ya sabía de la existencia del manga pero hace poco descubrí la novela así que decidí leer la novela primero y quiero saber, ¿quién es el ml?

  2. Pero que chulería de parte de Yulan, es todo un amor, preocupado así por Violette. Por lo que veo la novela es un poco diferente al manga, pero esta igual de linda.

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