Sirviente a Madre – Capítulo 4: El mago que carece de sentido común (1)

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami


Sin embargo, momentos después, la sensación conmovedora del picnic, fue destruida abruptamente.

Esto sucedió, poco después, cuando Milis y Amdo-san regresaron a la mansión para informar.

Leonard-sama cubrió la parte superior de mi cuerpo y, de repente, se produjo un gran estallido, acompañado de un fuerte temblor.

— ¿Están bien? ¿Están lastimada?

—Estoy bien…

— ¡Waaaaa!

No es de extrañar que ella esté llorando de miedo, estaba durmiendo, cuando sucedió todo esto. Por ahora, recuperé el equilibrio y le di unas palmaditas a Jill, que lloraba fuertemente, en la espalda. Esa nube de polvo, ¿Que sucedió?

—Le-o-na-rd…

Uwaa, ¿Qué pasa con esa voz enojada que parece salir desde el mismo infierno? ¡Es aterrador!

Cuando me moví, para acomodar a Jill en mis brazos, me di cuenta de que Leonard-sama me está abrazando.

Ah~ es tan cálido. Aunque sus brazos son delgados, son confiables, que me esté abrazando así, definitivamente, me da una sensación de… ¡No, no, no! Por lo general, no tengo tales pensamientos. Es solo que, en este momento, estamos en un estado de alerta. ¡Cálmate Lily!

Mientras luchaba conmigo misma, la voz de un hombre que gritaba con ira, provenía de más allá de la nube de polvo.

— ¡¿No dije que lo necesito para mañana?! ¡¿Por qué te tomaste el día libre?!

—Los ajustes están terminados.

—Así es, los ajustes están… ¿Están listos?

Con un sonido atónito, ante las palabras de Leonard-sama, la nube de polvo se disipó. Un hombre, de la misma edad que Leonard-sama, se encuentra de pie, donde estaba la nube de polvo. Además, tiene un traje similar al suyo. Su cabello parece sucio, posiblemente, sea debido al polvo. Su semblante, de aspecto machista, parecía más el de un caballero que un mago.

En cualquier caso, dado que vino hasta aquí, debe ser por algún negocio importante que no puede ser retrasado.

—Sid.

—Cómo lo ordene.

Inmediatamente después, de responder a Leonard-sama, Sid-san desapareció en las sombras. No mucho después, regresó con una caja cuadrada en la mano, se la entregó al hombre y le dijo: —Por favor, revíselo.

El hombre abrió la caja que recibió de Sid-san. Al revisar el contenido, su expresión se volvió seria.

—O-oh…en realidad, lo terminaste.

—Leonard-sama, ¿Trabajaste en eso?

—Nn. Lo deje sobre la mesa, pero no parece que lo haya notado.

—Deberías haberme avisado. De lo contrario, ¿Cómo podría haberlo encontrarlo si solo lo dejas por ahí arbitrariamente?

—Ya veo…por eso estás aquí.

Espera, ¿No le avisaste? No pienses que esto ha terminado. Al menos, deberías decirle una palabra. Es importante la comunicación.

—… ¿Por qué está llorando esa niña?

Antes de darme cuenta, el hombre nos estaba mirando.

—Willem, cuando rompiste la barrera, creaste un fuerte sonido.

Cuando escuché la voz de Leonard-sama cerca, levanté la mirada y descubrí que nos estaba abrazando con preocupación, sus ojos dorados se cerraron… ¡Espera, estás demasiado cerca, demasiado!

—Está bien. Sólo está llorando por lo que hizo, ya que dormía cuando llegó y causó ese ruido aterrador. Jill, tranquila…nos tienes a Leonard-sama y a mí. No hay nada que temer.

*PON PON* Mientras se aferraba a mí, le daba palmaditas en la espalda para calmarla. Extendiendo su mano hacia Leonard-sama, ella lo llamó.

—Otou-san…

—Está bien. Estoy aquí.

Al ver que Jill lloraba mucho, Leonard-sama le sonrió tiernamente. Está bien que haga eso pero, mientras tenga a Jill entre mis brazos Leonard-sama seguirá apegándose a mí. ¡Quiero llorar! ¡Que alguien me salve! Realmente, no tengo resistencia contra él. ¡Me está rompiendo el corazón!

— ¿Otou-san?

Una leve expresión de curiosidad, se podía ver en el rostro del hombre.

— ¿No has oído que adopte a Jill?

—No he oído de eso… ¿Pero tú? ¿Un padre?

— ¿Te resulta extraño?

La mano que acarició la cabeza de Jill, estaba llena de afecto por ella. Si, después de haber visto esto, él aún pensara que es extraño, entonces, ese tipo estaría siendo demasiado perverso. Bien, bien… parece que Jill se ha calmado.

— ¿Te sientes mejor?

—Nn. Okaa-san, gracias por abrazarme.

Aunque había rastros de lágrimas sobre su rostro, sonrió ligeramente. Parece que no volverá a llorar. En el momento en que suspiré aliviada, aquel hombre, habló con una voz histérica.

— ¿¡Qué!? Leonard, ¿Estás casado? ¿Desde cuándo?

Hah~ ¿Esto de nuevo? Me preguntó cómo va a responder Leonard-sama. Quiero decir, al final, ¿Qué sucederá?

— ¿Por qué eres tan reservado? ¡Deberías habernos dicho que estás casado! Pudimos haber traído regalos.

—No estoy casado.

— ¿Hah? ¿Pero esa niña los acaba de llamar Otou-san y Okaa-san? ¿Eso no significa que son pareja?

—No. Lily es sólo una sirvienta.

Oh, no le está mintiendo. Entonces, debería estar bien, para mí, tratarlo de la misma manera.

—Para empezar, ¿Por qué tenemos que estar casados para ser padres?

—Por qué…tú…

—Incluso si no lo estamos, podemos formar una familia y ser padres. ¿Estoy mal? ¿No es eso suficiente? Si no es así, dime qué tengo que hacer.

Mientras lo atacaba con palabras, el tono de Leonard-sama se llenó, cada vez más, con ira. ¡Espera! ¡Leonard-sama! ¡Detente!

—Leonard-sama, por favor, cálmate. Está bien.

—Pero, Lily, yo…

—Lo entiendo. Sé muy bien por qué necesitabas una madre para Jill y, como no eres bueno con las mujeres. Por eso estoy aquí.

Al igual que Jill, le di unas palmaditas en la espalda a Leonard-sama, incluso si fue solo un poco, vi que sus hombros se relajaron.

En serio, Leonard-sama. Estas muy nervioso. Además, ¿No notaste las cejas de…? Hmm, espera ¿Por qué se está riendo?

—Realmente, parecen una pareja. Lo siento, me disculpo con los dos.

— ¿Eh?

—Sabía que ustedes dos no están casados. Sin embargo, no pensé que alguien, sin motivos ocultos, estaría de acuerdo con la absurda propuesta de Leonard.

—…Ah.

En otras palabras, sospechaste de mí y me estabas probando.

—Anteriormente, hubo muchas mujeres que invadieron y destruyeron nuestro lugar de trabajo. Estaba perplejo por eso.

—Estabas preocupado por Leonard-sama, ¿Verdad?

—Bueno, es mi amigo.

Incluso si eludía mi pregunta al apartar su mirada, sus orejas enrojecidas lo exponían. Seguramente, lo trató como una persona adulta, sin abordar directamente lo que señalé.

—Permíteme aclarar las cosas. Me han sucedido, muchas cosas, en el pasado. No tengo interés en casarme o enamorarme. Sin embargo, me gustan los niños, así que fui feliz cuando escuché la propuesta Leonard-sama.

Sonreí alegremente, cuando aquel hombre parecía perplejo ante mis palabras.

—Estoy muy feliz con nuestra relación actual, y no me importa pasar el resto de mi vida así. Pero, si llega el día en que Leonard-sama conozca a alguien que ama, con mucho gusto, le entregaré las riendas.

—Oi, ¿No sería eso simplemente separarse?

¿Separar? Si, eso es correcto. Realmente, me entiendes. Sólo deseo la felicidad de Leonard-sama, y odiaría estar en su camino.

—Okaa-san, ¿Irás a alguna parte?

—Mientras Leonard-sama me necesite, estaré a tu lado. Incluso si ya no fuera necesaria, siempre seré tu madre, Jill. Eso nunca cambiará.

— ¡No! ¡No quiero que te vayas nunca!

Ah, la hice llorar. Lo siento, Jill. No puedo prometer quedarme a tu lado para siempre.

Ya he devuelto mis palabras con ‘él’. Por eso, ya no puedo hacerte más promesas.

—Ah~ …lo siento.

—No, todo está bien.

Mientras consolaba a una sollozante Jill, le sonreí al hombre y a Leonard-sama como disculpa, ya que ambos me miraban con expresiones preocupadas.

Después, un nuevo huésped rompió está delicada situación.

—Willem-sempai, vas a tener que escribir otra disculpa.

—Geh, el ruidoso ya está aquí.

Mirando hacia la voz juvenil que descendió en el jardín, apareció… ¿¡Un grifo!?

Estoy segura de que eso, es lo que es. Un grifo es un animal que tiene la cabeza y las alas de un águila, y su cuerpo es el de un halcón…hmm, ¿O era el cuerpo de un caballo?

Los grifos son criaturas míticas, relativamente famosas. En mi vida anterior, solían aparecer con mucha frecuencia en las novelas de fantasía que leía. Es tan elegante y fascinante~ Al menos, tengo que acariciarlo una vez.

Desmontando ágilmente al grifo, un joven muchacho apareció.

— ¡Honestamente, he estado considerando el hecho de que, constantemente, tengo que limpiar tu desorden en cada lugar al que vas! En primer lugar, ¿por qué tenías que romper la barrera de Mariel-dono por la fuerza? ¿Cuántas capas crees que había?

—Aaa~ Aaa~ No puedo escucharte~

— ¡Detonar maná para destruir una barrera es suicida! ¡Si no fueras más fuerte que un soldado promedio, podrías haber muerto, senpai! ¿Lo entiendes?

—No puedo escuchar- ¡Agh! ¡Duele, duele! ¡Deja de tirar mi oreja!

— ¡Escucha lo que te digo!

WoW, ¿Cómo debería decirlo? Es como mirar a un padre junto a su hijo irracional…excepto que los roles están invertidos.

—Willem, Cedric, tranquilos.

— ¡Ah! Lo siento, Mariel-dono. ¿Mi senpai te estaba causando…problemas?

El muchacho se disculpó apresuradamente, mientras miraba hacia aquí cuando, de repente, se puso rígido. ¿Qué es lo que está viendo? ¿Por qué está así? Ah.

Una respuesta en “Sirviente a Madre – Capítulo 4: El mago que carece de sentido común (1)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido