Amada Villana – Capítulo 9: La Amada Villana se confunde “¡Oh dios mío…!”

—Presidente, volveremos a nuestras clases ahora.

—Volveré al final del día.

Al decir esto, el tesorero y el secretario salieron. Al parecer, algunos alumnos de segundo año, incluyendo a Yuris, el secretario y el tesorero, fueron llamados al salón de profesores por alguna razón.

Tal vez sea acerca del futuro del Consejo Estudiantil.

Aunque la propuesta había llegado originalmente a Yuris, él lo rechazó porque debía cuidar de Yukina.

Estaba infeliz cuando dijo que prefería cuidarme que trabajar en el Consejo, pero cuando pensé que el Yuris de la historia original tampoco participaba, pude controlar mi enojo. Bueno, aunque en el juego fue Yukina quien se interpuso también.

—Entonces, ¿qué fue lo que pasó?

Me olvidaré de estas cosas por el momento, y volveré al tema original de una vez.

—Bueno, pensé que fue mi culpa que Lilith no conociera a Rigel, así que fui a comprobarlo. Porque es mi responsabilidad.

¡¿Eso es todo lo que dirás al respecto?!

Yukina le lanzó una mirada hosca, pero fue incapaz de comprender la razón. Desde el punto de vista de Wiz, ella también era responsable, pero como no serviría de nada aunque se lo dijera, se quedó callado.

Estoy acostumbrado a ello, suspiró Wiz, y le dio un sorbo al té.

Desde su visión periférica, pudo ver a la muchacha recibiendo el té del vicepresidente, y la escuchó agradecerle. Desde donde estaba sólo podía ver la espalda de Shion, pero le fue fácil predecir que su rostro usualmente estoico debía estar relajado.

—Hey, Yukina, tú eres mi prometida, ¿verdad?

—¿Eh…? Ah, es verdad.

Casi me había olvidado de eso.

—Dejando eso de lado… ¿eh?

Eso…  

Mientras sus palabras atravesaban el corazón de Wiz, Yukina hizo un sonido al recordar algo de repente.

Por alguna razón, alternó la mirada entre Shion, Wiz y el reloj antes de hablar.

—Hablando de eso… ¿No es Shion otro objetivo?

Siguiendo la historia, su evento sucedía durante el receso para almorzar.

Es decir, ahora.

Si no me equivoco, Lilith visita el cuarto del Consejo Estudiantil porque tiene algunos documentos que entregar.

Por supuesto, Yukina Delufes no se encontraba ahí. Sudor frío bajó por la frente de Yukina, a la vez que se ponía pálida y tiesa.

—¿Yukina? ¿Qué objetivos…? ¡¿Q-Qué sucedió?!

—¡H-Hey! ¡Yukina!

Esto es un desastre… No, una catástrofe. Aunque en el caso de Rigel estuvo cerca, ¿no es un fin del juego directo esta vez? Yukina no estaba en el salón del Consejo Estudiantil durante el evento.

No, para ser más precisos, en el juego original, Wiz odiaba a Yukina y no podía entrar al salón del Consejo. Ella se había olvidado por completo de esto por sus visitas frecuentes durante los últimos dos años.

Más bien, Shion también debería odiarme. Lo había olvidado por completo.Como era de esperar, en lugar del final bueno, parece que estamos progresando hacia el malo. Estoy muerta. Eso es todo.

Así, mientras Yukina caía en confusión en base a sus nuevos descubrimientos, un sonido llegó desde la puerta.

—Lo lamento, soy Lilith, una estudiante transferida. Tengo unos documentos….

En ese momento Yukina se movió con rapidez y sin desperdiciar movimientos, y corrió hacia Shion y Wiz.

Se levantó del sofá, y saltando por encima de una mesa para crear un atajo, se dirigió hacia el largo escritorio del presidente. Con tranquilidad, se ocultó debajo, y miró a los otros dos.

—¡Es Lilith! ¡Por favor, no le digan que suelo visitar al Consejo!

—Eh…

—¡Si lo cuentan, los maldeciré durante muchas generaciones!

—¿Eh…?

Diciendo esto, se escondió bajo el escritorio.

Sabiendo que ellos no dirían nada, el escondite de Yukina se completó.

Una vez más, alguien golpeó la puerta.

—Disculpen…

—Ah, pasa.

De esa forma, el evento de Shion comenzó de manera bastante peculiar.

♦ ♦ ♦

—Discúlpenme…

Del otro lado de la puerta, Lilith giraba el pomo de la puerta, y con un empujón, la abrió mientras intentaba calmar el temblor de sus manos. La razón de sus nervios era que se reuniría con el Consejo Estudiantil, quienes tenían la mayor autoridad sobre la escuela, según los rumores.

Al parecer, alguien se había olvidado de llevar los documentos que debían entregarse al Consejo Estudiantil el día de hoy. “Alguien”, siendo un profesor llamado Nokuxia. Él dijo que le estaba dando la oportunidad a Lilith de conocer y saludar al Consejo, pero eso era definitivamente una mentira.. Su voz estaba temblando de risa cuando la llamó.

—Entonces, ¿por qué no hacerlo lo más pronto posible? —le dijo. Él debía atender a una discusión importante sobre el futuro del consejo con otros profesores, por lo que no podía hacerlo.

A decir verdad, estaba un poco molesta, pero como parecía urgente, no tuvo más remedio que ir a entregar los documentos por su cuenta.

De acuerdo a su amiga de la infancia Nash, el Consejo Estudiantil sólo elegía estudiantes de alto nivel que poseían altos valores y talentos excepcionales. Empezando con el presidente, el príncipe Wilentz, luego estaba el vicepresidente e hijo de un duque, el secretario, hijo del marqués, y el tesorero cuya familia poseía la misma autoridad que un marqués. Todos decían que lucían impresionantes.

En el momento en que escuchó sobre el primer príncipe, el corazón de Lilith se estremeció. Lo había conocido por primera vez en la azotea. Cabello negro brillante, y ojos claros que reflejaban por completo su ser. Labios carnosos, y un cuerpo flexible. Una voz suave que no era ni amigable ni represiva, sino simplemente indiferente, diciendo su nombre. Lilith no pudo evitar pensar que sus ojos tranquilos y su voz eran muy hermosos.

Ella tenía una habilidad especial que nunca le habló a nadie, y que funcionaba de manera diferente dependiendo de la persona.

Podía ver colores en las voces humanas. Para ser precisos, sabía qué sentimientos se escondían en las palabras, sin importar cuánto intentaran ocultarlo. Debido a ello, desde pequeña reconocía cuándo lo que decían con una sonrisa en realidad era algo sospechoso. Por eso, era muy sensible a las emociones de las personas.

Aún así, incluso con ese poder, no sentía nada de Wilentz. No, eso tampoco era cierto. Le habló como si solo fuera una chica que se encontró en la azotea. Nada más y nada menos.

Aunque parecía algo obvio, mostrar lo que uno pensaba con exactitud era raro. Por eso Lilith pensaba que Wiz era hermoso…

Tal vez esto es lo que llaman amor a primera vista, pensó.

Hablando de rarezas, también conoció a un chico misterioso en la biblioteca cuando se perdió. Una persona que era tan delicada como una chica y con ojos medios cerrados, tan hermoso que parecía un ángel. Su voz sonaba aburrida y molesta, y no parecía muy interesado en ella. Después de preguntarle varias veces, consiguió que le dijera el camino, pero incluso eso le molestó.

De camino a los dormitorios, se encontró con un joven de cabello azul, y un profesor que solo decía palabras dulces para ocultarse, pero sintió en las voces de ambos que tenían sentimientos por otra persona.

Y esa persona ocupa gran parte de sus pensamientos.

La persona que la impresionó tanto como Wiz fue la señorita Yukina.

Una estudiante con un rostro espléndido a quien el joven con voz azul acompañaba como su sirviente. Supuso que se trataba de la hija de un aristócrata importante.

Su voz se disculpaba por sus palabras, mientras le decía que despreciaba a los plebeyos. Parecía ser honesta, la forma en que actuaba como si odiara a los plebeyos era muy buena. Al igual que la manera en que ocultó sus emociones. Debido a que Lilith había bajado la guardia, fue incapaz de entender las emociones ocultas detrás de las palabras de Yukina.

Fue increíblemente frustrante.

Si la vuelvo a ver, quiero volverme su amiga a toda costa. Si es ella, seguramente tendré una vida escolar divertida.

De forma diferente a Wiz, Yukina atrajo la atención de Lilith.

Cuando regresó a la realidad después de hacer su evaluación, dio un paso dentro y su mirada atrapó el sofá blanco. Estaba colocado de forma que rodeara la mesa cuadrada, parecía muy mullido, y estuvo tentada a sentarse.

Sin embargo, recordó su tarea y desvió la mirada.

Entonces lo siguiente que le llamó la atención fueron los dos jóvenes de la oficina. Uno era un joven apuesto que llevaba gafas, y el otro era alguien con quien se iba a reunir por segunda vez, Wilentz.

—V-Vine a entregar esto.

Incapaz de verlos a los ojos, desvió la mirada deliberadamente y les presentó los documentos.

Puedo imaginar con facilidad que mis mejillas están rojas, pensó ella.

♦ ♦ ♦

Autor: ¿No pasó demasiado tiempo hasta que abriste la puerta? ¿Cuán nerviosa estabas?

Lilith: Estaba escapando de la realidad… Me dijeron que el Consejo Estudiantil era absoluto, así que mi tensión estaba en su punto más alto.

Autor: El Consejo Estudiantil es una configuración natural en los juegos otomes, así que… Por cierto, ¿lo sabían? Aunque Wiz habló un montón, el evento es Shion.

Shion: …

Wiz: ¡¿Shion?! ¡Espera un minuto! ¡Eso duele!