Barra de Progreso de la Muerte – Capítulo 103: Entrenamiento de Campo

Traducido por BeeMiracle

Editado por Ayanami

El tiempo pasó imperceptiblemente; antes de que Shi Jin se diera cuenta, el entrenamiento militar estaba llegando a su fin. Ahora que no estaba atormentado por pesadillas, su condición mejoró con cada día que pasaba, y muy rápidamente, su desempeño superó al de cualquier otro cadete. Finalmente, varios instructores lo recomendaron como el abanderado principal del desfile de cadetes de este año.

—¡El abanderado principal! —Liu Yong suspiró con envidia. —Durante el desfile y la inspección final, el abanderado principal capta la mayor parte de la atención. Yo también quiero ser uno.

Shi Jin guardó las charreteras especiales, los guantes y otros artículos para el abanderado que le dieron, y lo miró de reojo.

—Los abanderados entrenan una hora más todos los días. ¿Estás seguro que quieres ser uno?

La envidia desapareció instantáneamente de la mente de Liu Yong, y sacudió la cabeza asustado.

—¡No, definitivamente no! Tenemos entrenamiento de campo en unos días; necesito guardar mis fuerzas para entonces. Deshonraré a nuestro equipo si no puedo aguantar hasta el final.

Luo Donghao suspiró con pesar.

—Es una lástima que no podamos hacer equipo esta vez o podríamos ir con Shi Jin.

—Es mejor que no podamos, yo no mantendría su velocidad de todos modos. —Liu Yong negó con la cabeza con más fuerza e incluso se alejó más de Shi Jin.

Shi Jin lo miró con impotencia. No podía entender de dónde venía esta reverencia, sintió que necesitaba asegurarle a Liu Yong que él era solo una persona normal. Pero justo cuando abrió la boca, Xiang Aoting, a quien habían llamado antes, regresó y le hizo señas para que se acercara.

—El instructor me llama, tengo que irme —se excusó, levantándose y caminando hacia Xiang Aoting.

Liu Yong suspiró de nuevo y comentó: —Al instructor realmente le gusta Shi Jin.

Luo Donghao bajó la cabeza y contó las hormigas, fingiendo que no escuchó nada.

Los hermanos se alejaron un poco de la multitud. De espaldas a los cadetes, Xiang Aoting dijo en voz baja: —Se ha decidido el lugar para el campamento y el entrenamiento de campo: es una montaña cerca de la base. Le dije a Lian Jun dónde estaba; él podría venir.

Shi Jin lo miró con los ojos muy abiertos por la emoción.

Xiang Aoting empujó apresuradamente la cabeza del adolescente hacia un poco abajo para evitar que se viera su expresión.

—Relajate un poco, ¿quieres…? —Dijo con cierta impotencia. —Habrá una carrera durante el entrenamiento de campo; tendrás que correr a la cima de la montaña, encontrar una pequeña bandera allí y llevarla de regreso al punto de partida. La primera persona que baje obtendrá puntos extra. Si quieres obtener el primer lugar en el entrenamiento militar, no puedes dejarlo pasar.

—Entonces, Lian Jun… —Shi Jin comenzó expectante.

—Se quedará en la cabaña del guardabosques por un tiempo. La cabaña está en la ladera, a cierta distancia de la carretera principal cuesta arriba. Llevará algún tiempo llegar y regresar, así que debes tener cuidado de no demorarte demasiado —advirtió Xiang Aoting. Un poco perdido al ver a Shi Jin tan emocionado, se palmeó la cabeza y dijo: —El entrenamiento militar universitario ocurre solo una vez. Espero que puedas aprender a disfrutarlo y pasar un buen rato.

Sorprendido, Shi Jin lo miró. Bajo la mirada cálida y paciente de su hermano, su entusiasmo se calmó un poco. De repente, abrazó a Xiang Aoting con fuerza y ​​dijo con seriedad: —Ya lo he pasado bien. Gracias, cuarto hermano.

Prestarle en secreto un teléfono móvil y concertar una reunión con Lian Jun durante el entrenamiento, Xiang Aoting lo hizo a pesar de violar sus propios principios, solo para hacer feliz a Shi Jin. El afecto devoto como este era demasiado raro, ¿cómo podría no apreciarlo?

El abrazo aturdió a Xiang Aoting por un momento. Después de que volvió a sus sentidos, le devolvió el abrazo gentilmente a Shi Jin. —Somos hermanos, ¿por qué estás siendo tan educado?

Su abrazo fue breve y no duró mucho, pero el ojo de águila de Luo Donghao aún lo captó. Jadeó en estado de shock, soltando un grito reflexivo que atrajo la atención de todos los compañeros de equipo cercanos.

—¿Qué pasa? —Liu Yong lo miró preocupado y levantó la mano para tocar su frente. —Gritaste como un cerdo atrapado, ¿te poseyó un fantasma o algo así?

Por el rabillo del ojo, Luo Donghao vio que Shi Jin y Xiang Aoting se separaron, y dejó escapar un suspiro de alivio, con el corazón cansado. —¿Qué fantasma? ¿Qué diablos te enseñaron en la escuela? Me estaba aclarando la garganta, me picaba un poco —dijo, apartando la mano de Liu Yong.

Molesto, Liu Yong le dio un empujón.

Después de que el entrenamiento terminó por la noche, Luo Donghao buscó a Shi Jin. —Shi Jin, eh, tú y el instructor deberían prestar más atención. El cadete y el instructor… juntos, no es… Si lo haces demasiado obvio, la gente hablará.

Shi Jin lo miró sin comprender. —¿Qué fue esa última parte? —Preguntó, confundido. —No pude entender una palabra de lo que dijiste después de toser. “El instructor” ¿qué?

Pero como lo vio Luo Donghao, Shi Jin todavía persistía en hacerse el tonto. Ansioso, dejó de andar por las ramas: —Somos amigos, así que vine especialmente para recordarte que deberías tratar de controlarte, ¿sabes? Cuando abrazaste al instructor por la tarde, había mucha gente alrededor.

—Ah, entonces lo viste. —Finalmente, al darse cuenta de lo que había estado hablando Luo Donghao, Shi Jin explicó, avergonzado: —Sí, tienes razón. Estaba tan feliz en ese momento que se me olvidó que alguien podría vernos. Gracias por recordarme, tendré más cuidado en el futuro. Necesito recibir entrenamiento adicional ahora. ¡Hasta luego!

Recogió el equipo del abanderado y fue a buscar a Xiang Aoting.

Luo Donghao lo vio irse. Escuchó la alegría y la expectativa en sus palabras, y su corazón se llenó de desesperación. Esta reacción… Parecía que Shi Jin estaba decidido a reunirse con el instructor, sin importar las consecuencias.

Qué desastre… Luo Donghao oró para que el entrenamiento militar terminara lo antes posible. A juzgar por el estado de Shi Jin, tal vez, no podría controlar las hormonas de su joven adulto y trataría de hacerle algo al instructor aquí mismo en la base…

Shi Jin estaba realmente feliz y emocionado, pero esto tenía muy poco que ver con Xiang Aoting y mucho con Lian Jun. Después de que terminó el entrenamiento adicional de una hora, sus ojos se fijaron en el bolsillo de Xiang Aoting: había un dispositivo para contactar a Lian Jun, ¡allí!

Xiang Aoting comprendió instantáneamente el significado de su mirada. Ahogó un suspiro y miró a su hermano menor con el ceño fruncido, enfatizando: —Le enviaré un mensaje por ti. No tienes permitido tocar el teléfono.

Shi Jin asintió con la cabeza como un pollo picoteando arroz y se llevó el brazo al pecho como para demostrar que no lo tocaría en absoluto.

Se sentaron uno frente al otro. Xiang Aoting notó la postura sentada y “bien educada” de Shi Jin, y la imagen de un cachorro moviendo frenéticamente la cola pasó por su mente de repente. Un poco abatido, sacó su teléfono, encontró el número de Lian Jun y eligió redactar un mensaje nuevo.

—¿Por qué no llamas directamente? No tocaré el teléfono, puedes ponerlo en el altavoz y dejarme escucharte a ti y a Lian Jun hablar. —Con una pulgada, Shi Jin pidió descaradamente una milla.

¿De qué podrían tener que hablar un soldado en servicio activo y el líder de una organización del hampa[1]?

Xiang Aoting lo miró, sintiéndose bastante reacio. Aun así, salió de la interfaz de mensajes y eligió Llamar. Lian Jun respondió casi en unos segundos e, ignorando el hecho de que la llamada provenía del número de Xiang Aoting, dijo: {¿Shi Jin?}

—¡Sí, soy yo! —Shi Jin inmediatamente se inclinó más cerca del teléfono. Después de una mirada de advertencia de Xiang Aoting, se alejó como si nada hubiera pasado y bajó la cabeza para enderezar las borlas de las charreteras del abanderado. —No soy más que una voz de fondo, ignórame. Ustedes hablan, yo solo escucharé —dijo hacia el suelo.

La voz de Lian Jun inmediatamente se volvió más reservada. {¿Está Xiang Aoting allí?}

—Lo estoy —respondió Xiang Aoting. Miró la cabeza baja de Shi Jin y dijo, forzando a su corazón a endurecerse: —Tienes dos minutos. Es casi el toque de queda, Shi Jin tiene que volver al dormitorio para lavarse y descansar.

Las orejas de Shi Jin se ladearon y volvió a levantar la cabeza.

Lian Jun guardó silencio por un momento y luego dijo: {Gracias.}

Y así, se pudo ver una escena extraña en el campo de entrenamiento: un instructor parecía estar hablando por teléfono, pero su boca no se movía; un cadete a su lado parecía estar esperando que el instructor terminara la llamada, pero su boca seguía moviéndose.

Dos minutos fueron demasiado cortos. Shi Jin apenas preguntó sobre las comidas y el descanso de Lian Jun, y se acabó el tiempo. De mala gana, le dijo buenas noches a Lian Jun, suspirando tristemente mientras veía a Xiang Aoting colgar.

Una vez más, había pasado el breve momento de felicidad que se había robado.

—¿Te gusta tanto? —Xiang Aoting preguntó abruptamente, guardando su teléfono móvil.

Shi Jin lo miró; al ver que su hermano hizo esta pregunta en serio, respondió con seriedad también. —Sí. Quiero pasar mi vida con él. Cuarto hermano, Lian Jun es realmente bueno. Espero que se lleven bien.

Xiang Aoting no respondió. Se inclinó para ayudar a Shi Jin a recoger sus cosas, y sólo habló una vez que salieron del campo de entrenamiento: —¿Por qué él?

Shi Jin caminó a su lado con las manos vacías.

—No hay ninguna razón para que te guste alguien. Cuando me di cuenta, ya estaba enamorado de él y, afortunadamente, él también me ama. Cuarto Hermano, todos ustedes están en contra de Lian Jun; él no eligió el camino en el que está por su propia cuenta, sino que se vio obligado a hacerlo. En su puesto, no tiene la libertad de actuar como le gustaría y no tiene elección en muchas cosas. De hecho, preferiría ser una persona común que el líder de una organización del hampa.

Xiang Aoting bajó la mirada, considerando las palabras de Shi Jin.

Shi Jin continuó: —Es muy bueno y me trata bien. Cuando lo conocí por primera vez, estaba en un estado lamentable: era indigente, gordo, inútil y no sabía hacer nada. Incluso cacé furtivamente faisanes en su huerto. Aun así, no me despreció. Después de enterarse de mi situación, me acogió, me dio comida, ropa, trabajo, buscó a alguien que me enseñara y me dejó acompañarlo a donde fuera. No tenía la intención de seguir estudiando. Quería esperar a que mi vida se estabilizara y luego ir a una universidad para adultos o algo así. Pero él no estuvo de acuerdo; me convenció de que estudiara de varias maneras, me organizó profesores, me hizo participar en el examen de ingreso a la universidad y me ayudó a inscribirme en la escuela. Cuando le dije que quería ir a la academia de policía, Gua Uno y los demás lo desaprobaron, él fue el único que me apoyó… Cuarto Hermano, sin él, no habría un yo ahora. Fue él quien no me dejó descarriarme y me empujó por el camino correcto.

No sería exagerado decir que fue Lian Jun quien recogió el desorden que era la vida de Shi Jin después del renacimiento, lo desenredó y, poco a poco, lo tejió en lo que era ahora, ayudándolo a encontrar su propio lugar en este mundo.

—Él es muy importante para mí —enfatizó Shi Jin, su tono era firme. —Quiero pasar el resto de mi vida con él.

—Xiao Jin. —De repente, Xiang Aoting dejó de caminar y preguntó: —¿Eres feliz ahora?

Shi Jin lo miró y respondió, entrecerrando los ojos con una sonrisa: —Si me prestas tu teléfono para que pueda hacer una videollamada con Lian Jun, sería aún más feliz.

“Aún más feliz”, ¿entonces ya eres feliz?

—Eso es bueno. —Xiang Aoting levantó una mano y tocó el cabello de Shi Jin, con una expresión de aceptación resignada. —Confiaré en tu juicio… pero una videollamada es imposible. Ahora vuelve, lávate y duerme.

La sonrisa en el rostro de Shi Jin se desvaneció en un instante. Inexpresivo, tomó sus pertenencias de la mano de Xiang Aoting, le dio las buenas noches y se alejó.

Xiang Aoting se quedó en su lugar, viéndolo irse. Indigente, gordo, inútil, sin saber hacer nada… Después de mucho tiempo, dejó escapar un profundo suspiro. Qué clase de hermanos mayores habían sido todos…

♦ ♦ ♦

Después de que se anunció la fecha del campamento y el entrenamiento de campo, los compañeros de escuadrón de Shi Jin descubrieron que el “monstruo” mostraba un entusiasmo casi fanático por él, molestando al instructor con preguntas todos los días.

—¿Es masoquista? ¿Por qué diablos está esperando esta tortura? —Liu Yong se obligó a salir.

Luo Donghao miró a Shi Jin hablando con Xiang Aoting sobre el entrenamiento de campo, “monopolizándolo descaradamente”, y dijo en un tono pesado: —No lo puedes entiendes, el entrenamiento de campo no es importante, pero prepararse para el entrenamiento de campo sí lo es.

—¿De qué estás hablando? —Liu Yong lo miró, frunció el ceño, luego le tocó la frente con preocupación. —Realmente fuiste poseído por un fantasma. No te preocupes, lo expulsaré. Escuché que escupir puede…

Luo Donghao le dio una palmada en la mano y lo presionó contra el suelo, deteniendo sus tonterías.

♦ ♦ ♦

Pronto llegó el día del entrenamiento de campo. Shi Jin fue el primero en levantarse y correr al campo. Completamente equipado con el equipo militar que se les entregó a los cadetes, esperó con impaciencia a que terminara la asamblea de media hora y luego caminó con entusiasmo hacia el lugar de entrenamiento de campo con el resto de su escuadrón. Así es, caminó; esta vez, no había autobús para viajar; ¡los cadetes tenían que cubrir toda la distancia a pie!

—Bienvenido al infierno —pronunció Liu Yong, con los ojos vacíos.

Shi Jin, por otro lado, irradiaba vigor.

—La montaña no está lejos de la base —dijo emocionado. —¡Vamos, mueve las piernas! ¡Vamos a divertirnos un poco!

Divertido… Liu Yong se atragantó. Giró la cabeza lejos de Shi Jin, temiendo que se le rompiera un vaso sanguíneo si seguía mirándolo.

La marcha a la montaña era, en sí misma, un ejercicio que los cadetes debían realizar como parte de su entrenamiento, y además iba acompañada de otros ejercicios. Debido a esto, les tomó tres horas llegar a su destino, a pesar de que la montaña estaba a una distancia relativamente corta. Todos se sentaron en el suelo en el lugar de reunión indicado por el instructor y comieron unas raciones secas para llenar sus estómagos. Después de un breve descanso, llegó el punto culminante del entrenamiento de campo: ¡la carrera de montaña!

—Hay tres caminos en la montaña, pueden elegir cuál quieren tomar. La hora de salida es la 1:00 p.m.; a los que no hayan vuelto aquí con la bandera antes de las 3:00 p.m. se le deducirán los créditos y tendrá que recuperarlos mediante entrenamiento adicional —Xiang Aoting les explicó las reglas, luego le pasó a cada cadete una copia del mapa de ruta. —Son las 12:30 p.m. tienen media hora para prepararse. Si se encuentran con un accidente, deben enviar una señal para comunicarse con el instructor más cercano, no traten de ser valientes y resistir. Durante la competencia, no se les permite formar un equipo o ayudar a otra persona a obtener una bandera; deben completar la tarea de forma independiente, ¿entendido?

—¡Sí, señor! —Gritaron los cadetes. Después de recibir el mapa, lo desplegaron rápidamente y le echaron un vistazo.

Las tres rutas tenían diferentes niveles de dificultad. La ruta 1, la más cercana al lugar de reunión, era la más fácil, pero también la más tortuosa y, como tal, la más lenta. La ruta 2 era un camino antiguo, que fue utilizado cuando la montaña había tenido habitantes, pero ahora está abandonado; no se desvía, pero tampoco estaba en buenas condiciones. La ruta 3 era un camino apenas perceptible; conducía directamente a la cima de la montaña, pero era difícil de atravesar e incluso es un poco peligroso.

Consciente de sus limitaciones, Liu Yong decidió tomar la Ruta 1. —¿Cuál estás tomando? —Le preguntó a Luo Donghao.

—Número 2. Tengo buena resistencia, pero poca agilidad, la Ruta 3 es una subida demasiado empinada para mí. —Luo Donghao también fue sensato. Miró a Shi Jin, queriendo preguntarle sobre su elección, sólo para descubrir que Shi Jin ya se había puesto su equipo y se puso de pie, aparentemente en camino.

Desconcertado, gritó: —Espera, ¿a dónde vas?

Sin detenerse, Shi Jin miró hacia atrás por encima del hombro y señaló el lado izquierdo de la colina.

—Al punto de partida de la Ruta 3 —volvió a decir. —Me quedo con esa, parece que tiene las mejores vistas. —Cuando terminó de hablar, ya estaba a más de diez metros de distancia y desapareció de la vista un momento después.

Liu Yong se quedó boquiabierto tras él, estupefacto. —¿”Las mejores vistas”? ¿Para qué diablos cree que está aquí?

—Para entrenar, ¿qué más? No es posible que sea para tener citas, ¿verdad? —Luo Donghao también se quedó un poco sin palabras. Miró a Xiang Aoting, que estaba viendo a Shi Jin irse, y exhaló un suspiro.

Shi Jin salió corriendo del punto de partida en el segundo en que sonaron los disparos que anunciaban el inicio de la carrera. Corrió por el sendero de la montaña, medio corriendo y medio trepando, y pronto desapareció en el bosque.

Sus movimientos conmocionaron a los cadetes que también eligieron esta ruta. Uno de ellos no pudo evitar probar el método de escalada de Shi Jin y terminó cayendo miserablemente.

Levantándose, gruñó enojado. —¡No me dejes encontrar a la persona que difundió esos rumores, o lo mataré! “Joven maestro malcriado”, ¡mi culo!

Los demás repitieron silenciosamente sus palabras. Con cuidado, subieron por el sendero, sin atreverse a apresurarse como Shi Jin.

♦ ♦ ♦

Shi Jin corrió tan rápido como pudo, corriendo hacia la cima de la montaña con todas sus fuerzas. Sin detenerse, agarró una pequeña bandera sujeta a un árbol y luego corrió en dirección a la cabaña del guardabosques. Más rápido, más rápido: cuanto más rápido corras ahora, más tiempo podrás quedarte con Lian Jun.

¡Finalmente! Su cabello se había empapado de sudor cuando, por fin, la cabaña apareció a la vista. Sus ojos se iluminaron. Se metió apresuradamente la bandera en la mochila que llevaba a la espalda, corrió hacia la puerta y la abrió, gritando alegremente: —¡Lian Jun!

Lian Jun, que estaba hojeando documentos en su tablet, apenas escuchó a alguien correr afuera cuando la puerta, no muy lejos frente a él, se abrió de golpe. Antes de que sus ojos pudieran adaptarse al cambio en la intensidad de la luz, un cuerpo sudoroso se precipitó hacia él.

—¡Ah!

Shi Jin no acertó en el ángulo; como resultado, se golpeó la cabeza con la silla de ruedas de Lian Jun y gritó de dolor.

Lian Jun arrojó apresuradamente la tablet a un lado y extendió la mano para tocar la cabeza de Shi Jin, frunciendo el ceño con preocupación. —¿Dónde te golpeaste? ¿Hay sangre? Déjame ver.

Shi Jin lo miró e instantáneamente olvidó el dolor. Tiró a Lian Jun en sus brazos y lo abrazó con fuerza, frotándolo, casi como si estuviera amasando.

—¡De verdad viniste! El camino cuesta arriba está en pésimas condiciones, ¿cómo llegaste aquí? ¿Cuándo llegaste? ¿Has comido bien el almuerzo? ¿Y la siesta? ¿Dormiste una siesta después del almuerzo?

Lian Jun se sintió como si lo hubiera atrapado un oso sobreexcitado. Diversión, dolor y ternura mezclándose en su pecho, le devolvió el abrazo, acariciando suavemente la espalda de Shi Jin.

—Tomé otro camino, reparado. Gua Uno y Gua Dos me acompañaron. Almorcé, pero no eché una siesta, tomaré una más tarde —respondió, mirando a Gua Uno, que hacía guardia en la esquina.

Las palabras eran innecesarias: Gua Uno se levantó silenciosamente y salió por la puerta. Intercambió miradas silenciosas con Gua Dos, que estaba mirando afuera, y tomó una posición en la que pudieran vigilar la cabaña desde ambos lados.

En el interior, Shi Jin escuchó a Lian Jun, respondiendo “uh-huh”, “uh-huh”. Sintiendo que la silla de ruedas realmente se interponía en su camino, sacó a Lian Jun y lo hizo sentarse en la cama estrecha que el guardabosques podía usar para descansar, y luego lo abrazó nuevamente.

—Déjame echar un vistazo a tu cabeza primero —dijo Lian Jun, abrazándolo con un brazo y alejándose un poco. Al ver un golpe en la frente de Shi Jin, frunció el ceño. —¿Duele? —Preguntó, tocándolo ligeramente.

Shi Jin negó con la cabeza, mirándolo con ojos brillantes. De repente, se inclinó hacia adelante y lo besó.

Solo se había estado esforzando; estaba cubierto de sudor, su cabello corto estaba desordenado y briznas de hierba se le pegaban al cuerpo aquí y allá. Su piel estaba más oscura que antes y sus músculos eran más firmes. Llevaba una camiseta verde oliva, pantalones de camuflaje y un par de botas militares.

Este era un Shi Jin que Lian Jun nunca antes había visto, fuerte y guapo y rezumando testosterona.

Distraído, Lian Jun dejó que Shi Jin tomara la iniciativa y fue empujado en la litera mientras se besaban.

Estaba rodeado por el olor de Shi Jin y sintió los rápidos latidos de su corazón, fue abrazado con tanta fuerza que fue casi doloroso. Abrió los ojos y vio a Shi Jin besarlo con entusiasmo, y el lugar en su corazón que se sintió vacío durante demasiado tiempo finalmente se llenó de nuevo. Acarició la parte posterior de la cabeza de Shi Jin y cerró los ojos, cediendo.

Su respiración se volvió pesada gradualmente. Justo cuando Lian Jun estaba a punto de retomar la iniciativa, Shi Jin se apartó de repente y se bajó de la cama. Sacó una botella de agua de su mochila, le quitó la tapa y se la vertió en la cabeza, jadeando.

—¿Qué estás haciendo? —Lian Jun se sentó, arregló su túnica algo desordenada y se movió para acercarse a Shi Jin.

—No, no te acerques a mí por ahora —rápidamente, Shi Jin levantó una mano para detenerlo. Se secó el agua de la cara, sintiéndose un poco abatido. —No puedo quedarme aquí por mucho tiempo. Quiero pasar este precioso tiempo hablando contigo en lugar de desperdiciarlo. Solo siéntate y no te muevas mientras me calmo, ¿de acuerdo?

Los ojos de Lian Jun recorrieron a Shi Jin medio agachado, medio en cuclillas, desde cierta parte oculta de su cuerpo hasta la botella de agua que tenía en la mano. Su corazón se conmovió un poco; sin embargo, no lo mostró en su rostro, solo dijo con consideración: —Está bien, no iré. Pero siéntate bien, no descansarás si sigues agachado.

Shi Jin simplemente se dejó caer en el suelo. Miró a Lian Jun sentado en la cama, con la ropa desordenada y los labios rojos y ligeramente hinchados, y gimió. Levantó la botella de agua para darse otra ducha fría y luego apretó con fuerza el cuello de la botella en su frente.

Una sacudida de dolor agudo recorrió su cuerpo, reprimiendo ligeramente sus otros impulsos físicos.

Lian Jun se levantó y corrió, luego apartó la mano de Shi Jin. —No hagas cosas estúpidas, —dijo con el ceño fruncido.

Shi Jin tomó su mano. —¿Quién te hizo lucir tan bien? —Se quejó, mirándolo. —Estoy en una edad en la que mis hormonas están enfurecidas; si no me distraigo de alguna manera, me temo que podría devorarte ahora.

Como decía el refrán, “La ausencia hace crecer el cariño”. Agregue a esto el hecho de que el cuerpo que tenía ahora era joven y excitable, y las cosas podrían salirse de control fácilmente si no tenían cuidado.

Nada podría ser tan reconfortante como el deseo directo de tu amante por ti. Las francas palabras de Shi Jin disiparon todas las preocupaciones y ansiedades que surgían, ocasionalmente, en el corazón de Lian Jun durante la ausencia del joven. Acariciando el cabello completamente empapado de Shi Jin, bromeó: —¿Cómo es que nunca supe que eres tan falto de principios?

—¿No es todo culpa tuya? —Shi Jin no evitó su mano, solo lo miró y advirtió de manera poco convincente: —Deja de burlarte de mí, soy muy peligroso en este momento.

—También soy muy peligroso en este momento. —Lian Jun se inclinó y lo besó en la frente, murmurando: —Shi Jin, creo que la forma en que me extrañas es exactamente la misma en la que yo te extraño.

Mientras el cálido aliento acariciaba su rostro, Shi Jin apretó los ojos con fuerza. Tiró a Lian Jun hacia abajo y se mordió el labio, gruñendo: —¡Te dije que no me tomes el pelo!

Lian Jun sonrió y lo tomó en sus brazos, sin importarle si el agua en el cuerpo de Shi Jin mojaría su ropa.

—Shi Jin, lamento un poco haberte dejado elegir una academia de policía. —Esta separación fue muy difícil de soportar.

Frunciendo los labios, Shi Jin lo abrazó, enterrando su rostro en su pecho.


[1]Hampa significa: Los clanes que componen el hampa se organizan en una estructura vertical. Hay jefes o líderes que dan las órdenes, y subordinados que deben obedecer. Esto hace que se produzcan luchas por el poder, ya que quienes se encuentran en el sector inferior de la estructura pretenden ascender y llegar a tener el mando

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