Barra de Progreso de la Muerte – Capítulo 68: Batalla relámpago

Traducido por BeeMiracle

Editado por Ayanami


Después de dos días de negociaciones, Zuo Yang y Meng La establecieron el lugar de reunión en un pequeño hospital privado en la ciudad C del país T.

Ambos, Nueve Águilas y Gunfire tenían fuerzas ubicadas en la ciudad C, así que no tenían miedo de que la otra parte se volviera hostil de un momento a otro. Compraron el hospital juntos, después de negociarlo. No había tenido (el hospital) ningún contacto con ellos previamente, así que esto evitaba que fuera una trampa. Incluso estaba en una buena ubicación, cerca de la autopista y rodeado de espacios abiertos, ideal para notar si alguien se acercaba. Todo esto hacía al hospital difícil de atacar, pero bueno para escapar.

—De hecho, es un buen lugar. —Luego de leer el mapa ambiental del hospital, Gua Dos lo evaluó objetivamente. Preguntando a Lian Jun, —Jun Shao, esto no es adecuado para un ataque abierto. ¿Deberíamos plantar personas en las tropas de Zuo Yang?

Lian Jun negó con la cabeza. —No, Zuo Yang es rastrero, no estaría cómodo enviando a ninguno de nosotros con él Está vez, nuestro objetivo es salvar a la gente del Viejo Fantasma, no tenemos que esperar a que Meng La entre el hospital, en cuanto nos aseguremos de que los tiene, los recuperaremos a la fuerza.

Gua Dos asistió al entenderlo.

—Deja que Gua Tres siga atacando a las fuerzas secretas de Gunfire y llama de vuelta a Gua Cinco y Gua Uno. —Lian Jun prosiguió. —Excepto Gua Tres, todos ustedes síganme al país T. Está vez, iremos al territorio, casi por completo, de Nueve Águilas y Gundire. Aún si nuestra operación es exitosa o no, es probable que nos lleguen ataques de ambos lados, así que debemos ser especialmente cuidadosos.

Shi Jin dejó su tablet y lo miró al instante.

—Tú te quedarás, Gua Nueve te acompañará. —Lian Jun parecía saber lo que diría Shi Jin antes de que éste abriera la boca.

Shi Jin frunció el ceño. —No me hace sentir mejor.

—Quiero que te quedes. No es porque quiera protegerte, sino porque te necesito defendiendo la base. Meng La es escurridizo y cauteloso, le gusta hacer planes y tácticas con muchas capas. Tenga o no sus sospechas contra la cooperación con Zuo Yang, después de saber la importancia que tienes para mí, lo más probable es que haya hecho un plan alternativo para llegar a ti. Si Gunfire termina viniendo aquí, con mi ausencia y la de Gua Dos tendrás que tomar las riendas, defenderte del ataque y protegerte. —Lian Jun explicó con seriedad. —Esta es la primera misión que te voy a dejar para probar que puedes estar a cargo. Esta vez no tendrás a nadie en quien apoyarte, toda nuestra gente del hospital estará bajo tus órdenes y serás responsable de la seguridad de todos. Tendrás que ser más cuidadoso de lo que jamás has sido. ¿Lo puedes hacer?

Con Lian Jun explicando tanto, Shi Jin suprimió su deseo de acompañarlo al país T, aún sabiendo que la situación que describía tenía pocas posibilidades de realizarse, aceptó.

—Sí, cuidaré la base y haré lo mejor para proteger a todos.

—Uhm, confío en ti. —Lian Jun tomó su mano, y su ceño fruncido se relajó un poco.

♦ ♦ ♦

Esa misma noche, Zuo Yang y Meng La se trasladaron a tiempo, decidieron encontrarse en el lobby del hospital privado a las ocho de la mañana en tres días. Si alguno de los dos no llegaba a esa hora, significa que alguien se había echado para atrás en la alianza y serían enemigos abiertamente.

Durante estos tres días, los miembros establecidos en la ciudad C de Gunfire y Nueve Águilas vaciaron el hospital, convirtiéndolo en una base temporal con todo lo necesario para la cooperación, esperando la llegada de sus líderes.

Al mismo tiempo, hubo mucho movimiento en algunos escondites de Gunfire que Phantom estaba supervisando. Algunos de los escondites sacaron gente de noche, pero como lo hicieron en varias camionetas no se podía saber cual tenía a los rehenes. Preocupado de que algún movimiento en falso alertará a los enemigos, solo pudo suprimir su impaciencia y se abstuvo de atacar.

Después de obtener estas noticias, Lian Jun tampoco se quedó quieto y llamó para que alguien llevara su equipaje, listo para partir al país T esa misma tarde. Meng La era demasiado astuto para dejarse robar tan fácil (los rehenes) y parecía que no había otra forma que esperar cerca del punto de reunión.

Shi Jin estaba en clases. Escuchando que Lian Jun estaba a punto de partir, se disculpó con el Sr. Feng y se apresuró hasta la oficina del doctor que Lian Jun estaba usando como estudio temporal.

—¿Ya te vas? —Las palabras salieron de su boca al momento en que entró al estudio.

Lian Jun estaba a media llamada con Gua Siete acerca de la distribución del personal, pero terminó la llamada al ver a Shi Jin. Sacando su silla de detrás del escritorio y tomando la mano del joven preguntó.

—¿Gua Dos te dijo?

—Sí, cuando fue por tus maletas. —Shi Jin se puso en cuclillas, con sus manos en el regazo de Lian Jun. Su corazón latía con fuerza y en su boca había cientos de cosas de las que quería hablar y decir, pero en ese momento ninguna se podía salir.

Ahora mismo, más que una empalagosa despedida, lo que quería era tomar a Lian Jun y encerrarlo en algún lugar para que nunca se fuera.

En este momento entendió porque Lian Jun siempre lo protegía, incluso inconscientemente, era muy difícil mandar a un ser querido lejos cuando todo lo que querías era tenerlo cerca, a salvo, de manera que pudieras llegar a él con solo estirar la mano.

Lian Jun tocó el ceño fruncido del adolescente, y se inclinó hacia él.

—Shi Jin.

Shi Jin miró hacia arriba y no pudo evitar estirar sus brazos y abrazarlo. La posición era incómoda, pero no quería soltarlo por nada.

—Me apresurare a volver. —Lian Jun lo consoló, acariciando su espalda. —He estado demasiado ocupado últimamente. No he podido verte tanto como quisiera, o acompañado por un largo tiempo… Shi Jin, te extraño mucho.

De alguna manera, Shi Jin inmediatamente supo a qué se refería.

Aunque han estado juntos por las circunstancias, no han estado realmente juntos, porque han pasado muchas cosas, sus nervios estaban estresados 24/7, sin un momento de relajación. Necesitaban un tiempo solo para ellos dos, para poder disfrutar de ellos mismos.

—Vuelve sano y salvo. —Con su corazón pesado, Shi Jin lo besó, lo apretó con sus brazos y dijo. —Cuando acabemos aquí, tomarás un buen descanso y te harás un chequeo médico completo. ¿Te acuerdas de la apuesta en el barco? Este es mi pedido, me diste tu palabra de que harías lo que yo quisiera, lo vas a cumplir, ¿verdad?

Lian Jun tocó su cabeza. —Lo prometo.

♦ ♦ ♦

Después de una breve despedida, Shi Jin despidió personalmente a Lian Jun al auto y lo vió irse.

Shi Jin se quedó viendo al auto hasta que desapareció en la oscuridad. Luego se palmeó las mejillas para animarse y regresó al hospital, llamando a Gua Nueve. Una vez que tuvo una copia de la distribución de personal en el hospital, no perdió tiempo y comenzó a familiarizarse con él.

Dado que permanecer en el hospital para proteger la retaguardia es la tarea que Lian Jun le entregó, aún si ésta es una excusa para que Lian Jun lo deje en el hospital, debe tomarlo en serio y terminarlo bien.

♦ ♦ ♦

Esa noche, los líderes de Annihilation, Phantom, Nueve Águilas y Gunfire salieron de distintos lugares con el mismo destino.

La noche pasó sin incidentes. Shi Jin despertó temprano. Primero, tuvo una corta conversación con Lian Jun para confirmar que todo estuviera bien, luego llamó a uno de los oficiales de enlace que los acompañaban y le pidió que moviera a toda la gente que todavía vive en las instalaciones gubernamentales del país L al hospital en secreto.

—¿Movernos al hospital? —El oficial no terminaba de comprender la situación.

—Sí, así el protegerlos será más sencillo. —Shi Jin replicó. —Ahora que Lian Jun no está aquí, su seguridad es mi responsabilidad. Además, quiero que contactes al gobierno del país L y les pidas que estén atentos por gente o vehículos sospechosos que entren a la capital en los próximos tres días.

El oficial conocía la relación entre Lian Jin y Shi Jin, por lo que no le sorprendía que Shi Jin estuviera a cargo en la ausencia de Lian Jun, pero le costaba tomar con seriedad las órdenes y habilidad, considerando su edad, así que contestó educadamente.

—Un asunto como el de movernos al hospital tiene que discutirse con el Sr. Lian primero. Te ayudaré a comentarle a las autoridades del país L sobre tu solicitud. Te informaré en caso de que haya noticias.

Shi Jin esperaba esta clase de respuesta, por lo que solo contestó: —De acuerdo, espero su llamada.

Diez minutos después, el funcionario llamó y dijo que haría los arreglos para que todos vivieran en el hospital, además, ayudaría por completo a coordinar el lado oficial del país L, prestando atención a personas y vehículos sospechosos, su actitud dió un giro de 180 grados.

A Shi Jin le dio gracia su comportamiento y le agradeció su apoyo, luego le mandó un mensaje a Lian Jun adulándolo y solo obtuvo de respuesta un “Estudia y come propiamente”. Feliz, acomodó rápidamente a la gente para que recibiera a los que iban a llegar.

En la tarde, los enlaces oficiales se reunieron con su equipo y en autos en cubierto, por pedido de Shi Jin, se movieron al hospital.

Todo el mundo estaba perplejo por las medidas preventivas de Shi Jin, sintiendo que era algo excesivo. Incluso lo consideraban como que un niño estaba sobrepasando su autoridad y que Lian Jun lo estaba consintiendo. Después de todo, el campo de batalla principal será en el país T, nada cerca de la capital del país L, donde se encontraban, y su residencia estaba protegida por los oficiales del país L. Esta operación de “transferencia de protección” era arrogante, simple y sencilla.

Shi Jin fingió no darse cuenta de la recepción de sus acciones ante los demás, y una vez que llegaron envió a otra gente al edificio de la residencia principal, creando la ilusión de que ellos todavía se encontraban ahí. Sus acciones fueron tan meticulosas que ni los guardias oficiales del país L notaron el cambio.

Los oficiales temían que Shi Jin se sobrepasara. Querían hablar con él, persuadirlo y tratar de calmarlo, pero no se atrevían. Parecía que debido a su relación, Lian Jun lo apoyaría sin importar lo absurdo que fuera. Y así, solo podían sufrir en silencio.

Por otro lado, Lian Jun hizo una llamada a Zuo Yang y Meng La después de responder al mensaje de Shi Jin. Le indicó que le preguntara a Meng La sobre los rehenes y que tomara un video para confirmar que no era una trampa, y que igual le mostrara que Long Shi se encontraba en sus manos. El líder de Gunfire aceptó la solicitud.

El Viejo Fantasma se colocó frente a la pantalla, viendo las figuras cansadas y poco cuidadas de sus compañeros atrapados, en la parte trasera de una van, con manos y pies atados. Emocionado y preocupado, contó con cuidado el número de cabezas que se podían ver y confirmó.

—Son todos, ¡el número es correcto! No se ven nada bien, el bastardo de Meng La de seguro los torturó.

—No festejes antes de tiempo. Fíjate bien, realmente son ellos, ¿no son otra gente posando como ellos?

Los ojos del Viejo Fantasma nunca se movieron de la pantalla. Volvió a ver a las personas en el vídeo y confirmó. —Son ellos. ¡Nunca los confundiría!

El corazón de Lian Jun se sintió liberado, le envió una señal de confirmación a Zuo Yang y comenzó a organizar el rescate sin dudar.

♦ ♦ ♦

Shi Jin se sentó en forma de mariposa sobre la cama del hospital. Fei Yujing, viéndose claramente infeliz, se sentó en una silla frente a él.

—No puedes quitarme mi libertad —dijo Fei Yujing entre dientes, su voz era dura.

—No te la estoy quitando —refutó Shi Jin. —Solo espero que puedas mover el trabajo que tengas fuera del edificio por unos días, o que, si tienes que salir, regreses antes del anochecer.

El semblante de Fei Yujing se oscureció aún más. —Estás mandando alguien a supervisarme.

—Estoy mandando a alguien para protegerte, Señor “Soy un abogado famoso”. Eres demasiado conocido, ¿qué pasaría si Gunfire te considera un objetivo? Sabes que es un momento complicado, trata de soportarlo por unos días nada más.

Fei Yujing miró a Shi Jin en silencio, con un aire frío saliendo de él.

No había nada más que pudiera hacer. Decidiendo ser generoso, le ofreció un vaso de leche, diciendo.

—Ten. Mientras más rápido te duermas más pronto será mañana.

Fei Yujing le lanzó una mirada afilada. Se levantó, queriendo irse, pero antes alcanzó a ver el contenido de la tablet que se encontraba por ahí, mostrando lo que parecía ser tarea de la escuela. Se detuvo y miró a Shi Jin.

Shi Jin, que estaba a punto de retirar su mano estirada, al ver a su hermano darse la vuelta se lo volvió a ofrecer. —La leche te ayuda a dormir, hay una investigación sobre eso. Gua Nueve me trajo este vaso de leche caliente hace un rato, por lo que ahora debería estar perfectamente tibia…

Fei Yujing se dió la vuelta y se fue.

—Pero qué genio… —Shi Jin dijo entre dientes, llevándose el vaso a sus labios y tomando la leche en el mismo.

♦ ♦ ♦

En el transcurso del día siguiente, casi no hubo movimiento de ninguna de las partes.

Lian Jun preparó una emboscada cerca del hospital privado en la ciudad C. Ordenaría el ataque en cuanto Meng La y su gente se acercaran.

El tiempo avanzaba con lentitud hasta la tarde. Para buena noticia de Lian Jun, Zuo Yang le comunicó que, en efecto, Meng La tenía a los rehenes consigo.

Todos se preparaban para la reunión de las 8:00 am el día siguiente. Shi Jin estaba tan ansioso que no pudo ni dormir, su mente estaba tan tensa que no podía calmarse. Sentía como si la noche se alargara con cada respiro y se volvía cada vez más eterna.

La noche pasó de esa manera, llegando a las seis de la mañana.

Shi Jin, que no había pegado ojo, se levantó, baño y vistió. Luego, puso su teléfono y su tablet junto a él, esperando noticias de Lian Jun.

♦ ♦ ♦

País T. Alrededor de las 7:00 am. 

Tres vehículos pasaron los bordes de la ciudad C, dirigiéndose al hospital privado por diferentes rutas.

Gua Dos, que estaba a cargo de revisar el perímetro, frunció el ceño ante el reporte. Se giró a Lian Jun.

—Como se esperaba, Meng La es muy precavido, dividió a su equipo en tres y se acercaron a la misma distancia y velocidad al hospital. No podemos determinar en qué camioneta está él.

Lian Jun tocó con sus dedos el reposabrazos de su silla. —Mantente vigilando, no actúes precipitadamente y asegúrate de que Zuo Yang no haga estupideces. Esperaremos hasta que Meng La y los rehenes aparezcan.

Gua Dos asintió y contactó a Zuo Yang.

A las 7:50, los tres equipos llegaron al hospital

Zuo Yang había estado esperando desde hace rato, recargado en una van. Cuando vio a las tres camionetas acercarde juntas, resopló con desdén, se volteó y abrió la puerta de la van, dejando ver a un Long Shi atado e incapacitado. Sacó un arma y le apuntó a Long Shi, luego miró hacia los vehículos de Gunfire que los tenían casi acorralados y levantó la voz.

—Termina con tus truquitos Meng La, baja y muéstrame la gente del Viejo Fantasma, o disparo aquí y ahora.

Tan pronto como Zuo Yang se movió, los demás miembros de Nueve Águilas, tanto los que habían llegado al hospital días antes como los que lo habían acompañado ese día, todos apuntaron a Gunfire.

De la misma manera, Gunfire le apuntó a Nueve Águilas.

—Zuo Yang, esta es nuestra primera reunión real. ¿Así es como recibes a tus aliados? —Una voz salió del carro de la izquierda, y un hombre con una barba tupida salió del vehículo. De la misma forma que Zuo Yang, abrió la puerta de otra van, exponiendo a la gente atada dentro, se volteó a mirar al líder de Nueve Águilas.

—Te dije que era sincero acerca de nuestra colaboración.

El Viejo Fantasma se levantó emocionado.

Lian Jun hizo un gesto para sujetarlo, usó un telescopio para determinar la situación del rehén, y luego contactó a Gua Uno acerca de la emboscada, para asegurarse de que todo estaba bien, dijo:

—Hazlo.

Al segundo siguiente, similar al sonido de los fuegos artificiales, varias granadas de humo cayeron repentinamente sobre el espacio abierto frente al hospital, y pronto, el humo se elevó y todo quedó envuelto por dentro.

Los miembros de Nueve Águilas se retiraron al ver las granadas, desapareciendo rápidamente tras unos escudos y refugios que habían preparado de antemano. Para cuando la gente de Gunfire quiso reaccionar y tratar de cubrirse, fueron atrapados en un mar de balas en todas direcciones.

Una bala voló, pasando el humo y justo al centro de la frente de Meng La en el momento en que se giraba para cubrirse dentro del carro. El cuerpo del hombre se sacudió, con una expresión de shock, calculó, ira y resistencia por siempre marcados en su rostro.

En un segundo, el lado de Gunfire se volvió caótico. Gua Uno, con algunos subordinados, tomó ventaja de la confusión y se aproximaron a los rehenes. Eliminaron a los enemigos en un par de movimientos, Gua Uno se acomodó en el copiloto, prendiendo el carro, salir de reversa y disparar hacia el campo de batalla.

Zuo Yang los siguió poco después. Sin embargo, en cuanto estuvieron fuera del rango de la zona de peligro, cambió direcciones y aceleró, desapareciendo de la vista.

Después de ver esto, Gua Dos rió en voz alta. —Zuo Yang es tan dos caras que casi le llega a la estupidez.

Lian Jun le marcó a Zuo Yang.

Zuo Yang respondió, su tono era increíblemente arrogante. —Gracias por ayudarme a deshacerme de Meng La, de verdad me sacaba de quicio. Oh, y para decirte la verdad, en realidad sí tengo una muestra extra del veneno, pero no te preocupes, después de que obligue a Long Shi a crear el antídoto te prometo que salvaré a tu amado… por el precio justo cabe decir. Recuerda preparar algo que me guste, el precio del antídoto no será barato. La ciudad C es territorio de Nueve Águilas, así que ni intentes perseguirme, pero para que no digas que no te doy una oportunidad no te perseguiré cuando te retires después de terminar con Gunfire. No te tardes mucho, puesto que no garantizaré tu vida.

—No voy a perseguirte —contrario a las expectativas de Zuo Yan, la voz de Lian Jun no sonaba ni desesperada ni ardiendo de ira, sino en perfecta calma. —Para sincerarme también, tu subordinado nunca le dio a Shi Jin, no está envenenado. Disfruta lo que queda de tu libertad. Nos veremos en el campo de juego. —Corto la llamada, dejando a medias a Zuo Yang cuyo tono había cambiado drásticamente.

Su teléfono comenzó a sonar como loco, pero Lian Jun lo ignoró y miró a Gua Dos.

—Hazlo rápido.

Con buen humor, Gua Dos aceptó las órdenes y fue a ayudar a Gua Uno. Media hora después, la batalla terminó. Todos los miembros sobrevivientes de Gunfire, así como los de Nueve Águilas, que no habían logrado escapar, fueron atados como dumplings.

El Viejo Fantasma abrazó a sus hermanos rescatados, llorando como un niño. Lian Jun movió su silla hacia donde se encontraba el cuerpo de Meng La. En el momento en que iba a pedir que limpiarán, notó un pequeño detalle. En ninguna de las manos de Meng La había callos por usar armas de fuego.

Frunciendo el ceño, se acercó aún más al cuerpo y pellizco los músculos del hombre.

Gua Dos notó sus movimientos. —Jun-shao, ¿pasa algo?

El rostro de Lian Jun se oscureció aún más. Cuando terminó de sentir los músculos, miró con atención el rostro del cuerpo y dijo con una voz grave.

—Este hombre tiene brazos flácidos y carece de callos en las manos. No es Meng La, es un doble.

—¡¿Qué?! —El semblante de Gua Dos cambió y se agachó a examinar el cuerpo.

♦ ♦ ♦

En el hospital de la capital del país L, Shi Jin se encontraba mirando con atención la pantalla de su tablet y su teléfono, que habían estado en silencio desde la tarde del día anterior, y dejó salir un bostezo involuntario.

【¿Por qué no duermes un rato? Te despertaré si hay noticias.】sugirió Xiao Si amablemente.

Shi Jin se restregó la cara con la mano en una negación silenciosa. Se levantó, apunto de irse a refrescar la cara al baño cuando su expresión cambió bruscamente.

【JinJin.】El tono de Xiao Si también cambió.

—Lo sé. —Shi Jin vio con atención la barra de progreso, que había llegado a 600 en un instante, se inclinó para tomar el teléfono de la cama y lo silenció. Apagó la tablet y la pusó bajo las almohadas. Después de eso, llamó a Gua Nueve y salió, dirigiéndose a la sala común que compartían Fei Yujing y los demás.

—¿Qué pasa? —Gua Nueve preguntó al instante.

Mientras observaba la situación del hospital, Sji Jin contestó.

—No he tenido noticias de Jun-shao todavía, estoy algo preocupado. Si no estás ocupado ¿Puedes venir a hacerme compañía?

—Claro. —Gua Nueve contestó. —Estoy en la cocina. ¿Qué quieres desayunar? Te lo llevo de paso.

—Trae lo que quieras, no soy quisquilloso. —Shi Jin respondió. Mientras hablaban se dió cuenta de que Fei Yujing salía del comedor compartido dirigiéndose, en traje y con maletín, a la salida. Rápidamente, cortó la conversación y corrió para alcanzar el brazo de su hermano. —¿Vas a salir? No es saludable saltarse el desayuno, no deberías hacerlo. ¿Ya se levantó la Sra. Wen? Hay que desayunar todos juntos.

Fei Yujing frunció el ceño y se sacudió la mano de Shi Jin.

—No tengo el hábito de desayunar.

—Mentira, te vi comer el otro día. —Shi Jin lo agarró de nuevo. Vió a Wen Baozhu salir de otro pasillo y levantó la voz. —¡Buenos días Sra. Wen! ¿Le gustaría desayunar con nosotros?

La abogada Wen tenía un carácter amable. Con Fei Yujing también ahí, tenía menos razones para negarse. —Está bien, desayunemos todos juntos.

Shi Jin se los llevó cerca de su habitación. En el camino llamó a Gua Nueve de nuevo, pidiéndole que trajera a los demás oficiales consigo. Todos se juntarían para desayunar.

Una respuesta en “Barra de Progreso de la Muerte – Capítulo 68: Batalla relámpago”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido