Traducido por Akatsuki
Editado por Ayanami
Corregido por Meli
Jiang Li comenzó a actuar de manera extraña: regresaba tarde, no me decía qué hacía, ni dónde estaba y siempre se veía cansado. Incluso se negó a que le llevara el almuerzo, argumentó que estaba muy ocupado y solo sería problemático.
Nunca lo había visto tan ocupado antes. Preocupada por su actitud, le conté mi incomodidad a He Zi.
—Es claro que está teniendo una aventura —respondió de inmediato.
—No… —Temblé y casi me caí de la silla—. Aunque Jiang Li ocasionalmente me molesta, no es una persona que haría algo como eso.
—Xiao-Guan, no me digas que nunca lo has pensado. Así es la naturaleza de los hombres. Sería mejor vigilarlo de cerca.
—¿Cómo? —Me rasqué la cabeza.
Ni siquiera me dejaba llevarle el almuerzo. ¿Cómo podría vigilarlo?
Me desanimé.
—Vigílalo en casa unos días y si sucede algo inusual, infórmame de inmediato. Te diré qué hacer.
Asentí con la cabeza, no podía negarme, pero ¿cómo iba a espiarlo? ¡Me había convertido en una pervertida!
—Si él es capaz de hacerlo… —He Zi entrecerró los ojos—. ¡Decapitaré a la zorra y castraré a tu hombre!
Sudé frío, ¿por qué estaba obsesionada con la castración?
Hice lo que me dijo y unos días después, cuando olí la ropa de Jiang Li sentí el aroma de un perfume que no era mío y no pude contenerme más, llamé a He Zi para que me aconsejara en persona.
—Guan Xiao Yan, si lo dejas pasar, otros tomarán ventaja.
—Entonces… —Me toqué la oreja—. ¿Qué debería hacer?
—Contrata a un detective privado y ponte en contacto con la otra mujer.
—No importa. —Suspiré—. Yo misma lo investigaré.
Me entristecía que otros supieran de mi asunto, incluso si se trataba de un detective privado.
—No te preocupes. —Me dio una palmadita en el hombro—. Solo recuerda, no dejes que descubra que lo estás espiando.
Asentí solemnemente, me abrazó y frotó mi espalda, yo quería llorar.
♦ ♦ ♦
Bajo los rayos de la puesta de sol de primavera, vestida como hippie y con unas gafas de sol, vigilé de cerca el edificio XQ. Los guardias de seguridad, ubicados en la puerta, estaban atentos a mí, me veían con desprecio, era probable que quisieran que me marchara, pero no tenían una razón para echarme.
¡Por favor, dejen de mirarme! Solo estoy aquí para espiar a mi esposo.
Fingiendo que nada estaba mal, me acerqué un poco y miré mi reloj.
Jiang Li ya debería estar saliendo del trabajo, ¿verdad?
Fui a una esquina de la calle para tomar un taxi y esperar en él, luego vi un BMW pasar lentamente. Entonces, el taxista pisó alegremente el acelerador y comenzamos a seguirlo.
Aunque no recordaba el modelo de BMW, sí su número de matrícula.
Detrás de él, lo llamé al celular:
—¿A qué hora volverás?
—Ya te dije. Llegaré un poco tarde, —respondió con amabilidad—. ¿Por qué…? ¿Me extrañas?
—¿Sigues en el trabajo?
—Tengo algunas cosas que resolver antes de regresar. Cena primero, no tienes que esperarme.
—¿Qué quieres cenar?
—Cualquier cosa que cocines estará bien para mí. No te preocupes.
—Oh.
—Guan Xiao Yan.
—¿Sí?
—¿Me extrañas? —No contesté—. Guan Xiao Yan, te extraño.
—Mmm… Jiang Li, estoy cocinando. Dejaré de hablar. —Corté la llamada.
Me recosté en el asiento, mientras miraba al auto blanco que estaba no muy lejos de nosotros esperando la luz verde.
Dijo que me extrañaba…
De repente, me sentí como una tonta, Jiang Li estaba ocupado con el trabajo, ¿cómo podía molestarlo así?
Cerré los ojos al recordar aquel perfume.
Olvidado, la verdad se revelará pronto.
Era mejor seguirlo para aclarar ese malentendido. Estaba dispuesta a creer lo que viera con mis propios ojos.
El auto se estacionó afuera de un restaurante italiano muy elegante. Pagué la tarifa del taxi y estaba a punto de bajar, cuando vi a una mujer acercarse a Jiang Li. Caminaron juntos hacia el restaurante.
Mi corazón casi se detuvo y mi mente se quedó en blanco.
Jiang Li y una mujer… ¡Una mujer…! Jiang Li, él, ¿estaba saliendo con otra mujer?
Mi cuerpo comenzó a sentir frío y toda mí fuerza me abandonó.
—Ey, ¿estás bien? —me preguntó el taxista, lo miré—. ¿Quieres ir a otro lugar?
Entré en pánico y salí del taxi. Cerré la puerta con un golpe fuerte. Él me vio con compasión antes de irse.
El sol ya se había ocultado y en la oscuridad de la noche, me sentí más sola que nunca, observé a una amorosa pareja que salía del restaurante.
Respiré hondo y entré al lugar, me lamenté por haberlo hecho. Reconocí la voz y la risa de la mujer con la que estaba Jiang Li. Las palabras que alguna vez me dejo resonaron en mi mente:
«Hermana Xiao Yan, eres muy amable conmigo.»
«Guan Xiao Yan, Yu Zi Fei no es adecuado para ti.»
«Ya que somos amigas, ¿por qué no me dejas tener a Yu Zi Fei?»
Miré con amargura a Xue Hong, ella podía verme desde su asiento. Sonrió por algo que dijo Jiang Li.
Viendo la espalda de él, sentí que una enorme piedra presionaba mi pecho, dificultándome respirar. Apreté el celular que llevaba en la mano.
Él me dijo que estaba ocupado, que me echaba de menos. ¿A quién le dijo todo eso? ¿En quién estaba pensando?
Le envié un mensaje:
«Jiang Li, ¿qué estás haciendo?»
«Estoy ocupado. Sé buena, pronto llegaré a casa para acompañarte.»
Desesperada, cerré los ojos y me alejé del restaurante.
No había caminado mucho, cuando mi celular vibró. Una leve esperanza surgió, sin embargo, el remitente era una serie de números desconocidos.
«Jiang Li ya no te quiere. Por tu propio bien, sería mejor que lo dejes.»
Mi corazón se hundió. En mi mente apareció la imagen de su rostro seductor, brillante y coqueto. Mis manos temblaron cuando le contesté:
«¿Quién eres?»
«Ya lo sabes, ¿por qué preguntas?»
Me quedé mirando el mensaje durante mucho tiempo e hice una pregunta irrelevante.
«¿Cómo sabes mi número?»
«De quién más, de tu querido esposo.»
Me dolió la cabeza como si hubiera sido golpeada con algo pesado. Me pellizqué la mejilla para calmarme.
«Le pediré una explicación clara de esto.»
«Como quieras. De todos modos, solo será una humillación para ti.»
«Zorra, furcia, puta…»
Liberé toda mi ira contenida. Respiré hondo y lancé el celular sin preocuparme.
Mi mundo quedó en calma.
Estaba a punto de irme cuando escuché mi celular vibrar. Dudé antes de recuperar el celular que me había comprado Jiang Li. Abrí el mensaje:
«Perdiste en manos de una zorra, furcia, puta.»
Sujeté con fuerza el celular y en cuclillas, junto a la carretera, comencé a llorar.
Nooo… Espero que no sea asi. Sera una cena de trabajo, pero no deberia de esconderselo… pobrecita me da mucha rabia.
Que rabia, no se que hubiera hecho en esa situación, tal vez tomar una foto y enviarla al propio JL y pedir explicaciones.
Ni beneficio de duda le daría, tendrá que hacer muchos méritos si es que no le fue infiel… porque SI la engañó y le mintió.
Muchas gracias por el capítulo
Estoy de acuerdo. Igual si le estaba diciendo mentiras
No puedo creerlo de seguro la zorra esa esta jugando con ella. Jiang li no es ese tipo de hombre. Gracias por el capitulazooo.