Cenicienta – Capítulo 33: El mundo está desinhibido

Traducida por Den

Editada por Sakuya


Padre presentó nuestra solicitud de matrimonio. Originalmente, quería ir con Volker, pero parece que la Cámara era bastante difícil. Dicho esto, fue aprobada de acuerdo con el procedimiento.

Creo que me he vuelto más como una novia. Al reunirme con Volker más seguido, me he acostumbrado a besarnos y al contacto físico. No sé qué hacen otros novios, pero no hay comparación con mi tiempo con Eugene.

♦♦♦

Recibí una carta de condena del Príncipe Stephan porque no había ido a jugar. Rápidamente me dirigí al Palacio y me disculpé. ¡Stephan era un verdadero tsundere!

Según sus ayudantes, quería a alguien con quien charlar libremente mientras era su hora del té.

Por lo que era una experiencia innovadora ir al Palacio y decir: “He venido a jugar”. Pero la otra parte es la realeza, es difícil ajustarse. Será mejor simular un aire refinado.

Como es un royal-sama difícil, hoy traigo de regalos una tarta de manzana rústica y unos pastelitos de confiteros de renombre y de moda.

El Príncipe Heredero tenía un paladar dulce así que teníamos muchos tentempiés dulces a la hora del té.

Estaba muy ocupado, por lo que teníamos nuestros encuentros durante su hora del té de la tarde.

Me dirijo al lugar designado. Hoy era en una terraza frente a los jardines traseros. De camino, pasé por un patio apartado, escuché una voz familiar.

¿Volker?

Fui a un pilar que rodeaba el camino y vi a Volker apoyado contra una pared. Era inusual para mí verlo mientras estaba en el Palacio. Estaba a punto de acercarme y saludarlo, cuando me di cuenta de que no estaba solo.

Había alguien más; alguien que no conocía.

El hombre tenía una cola larga de cabello castaño en la espalda. Se reía. ¿Es una historia divertida? La voz de Volker era baja.

Aunque era impropio de mí, me acerqué.

— ¿Estás comprometido, pero no has tenido sexo? ¿Estás dudando porque Fredericka es joven?

¿Sexo…?

—No… pero, estoy preocupado porque es muy pequeña.

Deben ser amigos.

—Bueno, no puedes evitar el dolor la primera vez, pero estará bien la próxima vez.

Bueno, esto parece ser sobre el llamado desflorar.

Me pregunto sobre eso. ¡Creo que cometí un error de juicio al venir aquí! Debería haber llamado su atención, pero ¡soy muy tímida!

—No quiero lastimar a Fredericka por mi placer. —dijo pateando el césped petulantemente en un suspiro. Era la primera vez que lo veía comportarse así.

—Solo deja que se acostumbre a ello y a ti. Sabes, dedos y lengua, o puedes usar perfumes o cremas. —dijo el amigo de Volker moviendo los dedos. Parecía bastante obsceno. ¡¿Qué hago?!

—No creo que sea capaz de soportarlo. Probablemente perderé la cabeza. —murmuró Volker. Parecía muy nervioso. ¡Era tan lindo!

—Solo deja que pierda la cabeza. Hazla tener un orgasmo dos o tres veces, estará bien.

¡Esta persona es muy molesta! ¡Demasiado extrema!

—Oh, no lo sé… —comenzó a decir Volker cuando alguien lo llamó desde lejos. —Estoy en camino. —respondió. Probablemente estaba en un descanso del entrenamiento o algo así.

Se volvió hacia su amigo y le dijo:

—No más tiempo, me tengo que ir. Hablaremos más tarde.

Se marchó.

Respiré. No sabía que los hombres hablaban sobre cosas como esta. Coloqué mis manos en mis mejillas para enfriarlas cuando una voz dijo:

—Hola, un placer conocerte.

— ¡Oh mi…!

—La cabeza de Volker está llena de ti, por lo que no se dio cuenta. No te escuchó…

Su amigo se apoyó contra la pared frente a mi escondite.

No llevaba uniforme.

—Soy Darryl Breslin, el general de Occidente. —dijo, presentándose y extendiendo la mano. Parecía bastante amable para ser un soldado.

Me preguntaba si está bien estrecharle la mano, pero sería grosero no tomar la mano ofrecida.

—Fredericka Castley.

—Lo siento si te hice sentir incómoda. —dijo.

Puse mi mano en la suya. Mi mano es muy pequeña, pensé.

—No me sentí incómoda, pero creo que Volker-sama estaría avergonzado si supiera que estaba aquí. —respondí con una risa.

El general Breslin también se rio. Parecía agradable. Volker parece tener buenos amigos.

— ¡Bien, debes hacer lo mejor que puedas! —dijo sonriendo.

Uhhh, ¿por qué?

7 respuestas a “Cenicienta – Capítulo 33: El mundo está desinhibido”

  1. Me pregunto si se supone q debe hacer lo mejor resistiendo al avance o incitando el avance 🤔🤔🤔 q difícil pregunta 😀😀😀
    Gracias por la droga 😆😆😆

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