Cenicienta – Capítulo 4: Volker: ¿Estuvo bien devolverlo?

Traducida por Den

Editada por Sakuya


Cuando llegamos al carruaje, noté el escudo de armas. Así que, en mis brazos, debo estar sosteniendo a la hija de Castley. Miré al hada en mis brazos, si mal no recuerdo, estaba comprometida con el heredero del Duque de Cajés. Pero no fue algo a lo que especialmente presté atención.

Manteniendo mi rostro neutral, la acosté en el asiento del carruaje. Gimió un poco pero no mostró signos de despertarse.

Me volví a la doncella, que hizo una profunda reverencia.

—Muchas gracias por su amabilidad, Sir, me disculpo por nuestra descortesía. Milady es Fredericka Castley, hija del Vizconde Frederick Castley. Yo soy Marie. ¿Puedo saber su nombre?

—No hay necesidad de gratitud. Soy Volker Brennan, oficial de seguridad del baile. Por favor, haz que tu señora descanse rápidamente.

Marie murmuró un gracias y subió al carruaje.

Me acerqué a los guardias e hice que escoltaran el carruaje hasta que estuviera en los terrenos Castley.

— ¿Son ladrones? —preguntó uno de los guardias. Miré al idiota y rápidamente corrigió su postura.

Volví a hacer mis rondas en el baile, pero noté que el ambiente era extraño. Normalmente se suponía que era brillante y refrescante, pero había tensión en el aire y se sentía como una reunión secreta en vez de un baile. Estaban todos los complementos de un baile animado; la orquesta tocaba, los sirvientes estaban ocupados mientras corrían con bebidas y aperitivos, había muchos jóvenes deambulando, pero solo unas pocas parejas bailaban, en cambio, muchos de los invitados del baile estaban agrupados hablando, pero no parecía que se estuvieran divirtiendo.

Llamé a uno de los guardias del salón de baile. El joven saludó.

En un tono bajo, le pedí un informe.

—Empezaré: Hace veinte minutos, Eugene Cajés asistió al baile con una joven que era una plebeya y que no había sido invitada. Declaró que cancelaba su compromiso con la Señorita Fredericka Castley. Ella aceptó y dejó el baile. Después de eso, todos han estado chismorreando. Eso es todo, Su Excelencia.

— ¿Es cierto?

La idea de que algo así le ocurrió a ella públicamente, me puso más hosco de lo que esperaba. Pero no me importaban esas cosas.

—Lo vi con mis propios ojos y oí todo con estos oídos. No estoy mintiendo.

—Ya veo. Vuelve a tu puesto.

Mientras caminaba, mis puños estaban apretados fuertemente y mis pasos eran largos y furibundos. El compromiso de la Señorita Fredericka fue roto. Lo aceptó y dejó el baile. Qué duro debió haber sido para ella ser humillada en público de esa manera. Mi cabeza se sentía caliente.

Había escuchado que Lord Eugene tenía un carácter principesco, y tenía una reputación de no ser arrogante, lo cual le había conseguido la admiración de las jóvenes de la Sociedad. Pero cuando la Señorita Fredericka vio a su prometido escoltar a otra persona al baile, debió de haberse sentido lastimada.

Enterró el dolor en lo más profundo y huyó sin llorar. De repente recordé el pañuelo que tenía en mi bolsillo y la opresión en mi corazón cesó. Me pregunto por qué.

Era difícil imaginar que se había desmayado solo porque se había topado conmigo, supongo que debería conocerla. Pero, el caso de la Señorita Fredericka era realmente extraño.

A pesar de que no sabía acerca de su situación, desearía haber hecho más por ella.

Seguramente la delicada Fredericka estaría en cama por un tiempo. Me preguntaba si debería enviarle flores o una carta o visitarla. Escuché una voz detrás de mí y mis pensamientos fueron interrumpidos.

Conscientemente puse a la Señorita Fredericka en el fondo de mi mente.

El baile continuó hasta muy tarde. Pero todos regresaron a sus hogares en un ambiente apagado, pensativos. Observé a los jóvenes marcharse inexpresivos.

Recordé los ojos de la Señorita Fredericka, y pensé que quería ver ese brillante resplandor verde.

♦ ♦ ♦

—Bienvenido de nuevo, milord —mi mayordomo me saludó con una reverencia cuando entré en casa. Recibió mi abrigo y mi bolso y caminó conmigo mientras regresaba a mis aposentos. Cuando entré en la habitación y me quité el abrigo, recordé el objeto en mi bolsillo. El pañuelo perdido de Fredericka. Me preguntaba si debería devolvérselo con flores. Busqué en mi bolsillo distraídamente y le entregué el objeto al mayordomo.

—Zazie, por favor lávalo.

Mi mayordomo se congeló ante el objeto que tenía en mi mano. Luego, carraspeó y preguntó: — ¿Señor, realmente le gustaría que lo lave? —su mirada se fijó en el objeto que le ofrecí.

Miré su expresión preocupada y observé el pañuelo. No era un pañuelo; era la ropa interior de una dama. Nada más que cintas de seda rosa pálido y encajes.

Pude sentir cómo el calor crecía en mi rostro mientras me sonrojaba.

—No, eso no es —dije en un poco de pánico.

—Señor, ¿qué significa esto? ¿Por qué tiene la ropa interior de una dama en su bolsillo? ¿La cogió usted mismo…? No… ¡De ninguna manera!

Extendí mi mano tratando de calmarlo.

—No sé lo que estás pensando, pero es diferente —cogí la ropa interior de nuevo y busqué en mis bolsillos otra vez; solo había la ropa interior. No podía entenderlo.

Se suponía que era el pañuelo que la Señorita Fredericka dejó caer, es probable que no lo haya visto con claridad, pero reconozco el tamaño y el color. Nadie podría haberse acercado sigilosamente a mí y haber cambiado el pañuelo por ropa interior, a menos de que sean mágicas.

Así que…

¡¿Había recogido la ropa interior desde el principio?!

¿Cómo?

No importaba cuánto lo pensara, no lo sabía.

¿Qué hago?

—Señor, no se avergüence. Puede darme la ropa interior.

Solté el aire que estaba conteniendo y le entregué a Xavier el embarazoso objeto.

♦ ♦ ♦

Después de un baño, estaba tomando un trago y hablando con Zazie — en serio Xavier — sobre el objeto que había recuperado. Decidimos que era de la Señorita Fredericka.

—Noté que una de las cuerdas se rompió, por lo tanto, se habrá caído.

Eso significa… Me cubrí el rostro con la mano.

—Eso significa que…

—Significa que la Señorita Fredericka la estaba usando cuando se encontró con ella —anunció Zazie.

¿Cómo podía decir cosas tan embarazosas con esa seriedad?

A pesar de mi edad, no he salido con muchas mujeres. Pero tengo mucha confianza en mis experiencias. Aunque, no creo que ninguna mujer haya usado ropa interior para llamar mi atención.

—Estará avergonzada cuando le regresemos esto —dije.

—Sí.

—Pero ¿no sería bueno guardar silencio al respecto?

—Tal vez.

— ¿Deberíamos deshacernos de esto?

—En el caso de que sea un objeto atesorado, no sé si podamos hacernos responsables.

—No deseo eso. Incluso si la lava una doncella, a la señorita le puede parecer repugnante que un hombre haya visto su ropa interior.

—Y con la cancelación del compromiso, podría desconfiar de los hombres —añadió Xavier en silencio.

—Pero debe de haber notado la pérdida de su ropa interior, por lo que estoy seguro de que sería un asunto preocupante para una joven.

Suspiré.

—Es probable.

Parecía que la Señorita Fredericka me conocía, y también le dije mi nombre a su doncella. Puede que ya piense que sé algo sobre su ropa interior faltante.

—Xavier, visitaré a la Señorita Fredericka mañana. Prepara algunas flores y haz que la doncella lave esto y lo envuelva.

Me sentí mal al tocarlo directamente ahora que sabía que no era un pañuelo, así que lo puse en mi pañuelo y se lo entregué a Zazie. Lo tomó sin decir palabra y salió de mi habitación.

21 respuestas a “Cenicienta – Capítulo 4: Volker: ¿Estuvo bien devolverlo?”

  1. Tuve que callar mi risa porque era todos estaban durmiendo, me mate de la risa cuando descubrió que el pañuelo no era un pañuelo exactamente, jajajajajajajajajaja 😂😂😂😂😂😂😂😂😂

  2. Jajaja pobre a él también le tocó pasar vergüenza y yo decía: q no saque el “pañuelo” accidentalmente en público” 😱😱😱 pero afortunadamente llegó a salvo?? a las manos del mayordomo 😓😓😓 jajajajajaja 😂😂😂😂
    Gracias por la droga 😆😆😆

  3. Que verguenza, pobre Fredericka! Se morira de la verguenza! No hay forma sutil para regresar algo asi, ni como algo casual:
    “Hola soy el que te rescato ayer cuando te desmayaste, espero te encuentres bien. Por cierto se te cayo tu ropa interior, no te preocupes no la olfatee!”
    Esto va hacer divertido. Muero por leer el siguiente cap.
    Muchas gracias por su trabajo!

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