Contrato con un vampiro – Capítulo 14: Excursión

Traducido por Herijo

Editado por Ayanami


—Oh. ¿Qué tenemos aquí? ¿Podría ser que estas emocionado, Kyou? Después de todo vas a una cita con Azuza.

Tsubaru tenía una mirada presumida mientras observaba a Kyouya vestirse en una de las habitaciones de la mansión. Kyouya se sorprendió momentáneamente por su silenciosa entrada, pero la expresión, rápidamente, desapareció de su rostro.

Kyouya dio un golpe de karate a la cara de Tsubaru.

— ¿Por qué no intentas por lo menos, saludar como una persona normal? —Lo regañó con una mueca en su rostro.

Tsubaru sobó su nariz, aparentemente, seguía de buen humor. —Eres un imbécil por golpearme de la nada. Eso dolió.

—Esa era la intención. No digas algo obvio.

—Parece que te has acostumbrado a la vida aquí. Has estado por una semana. ¿Cómo ha sido? ¿Te llevas bien con la señorita Azuza?

La pregunta de Tsubaru le recordó lo ocurrido hace una semana.

Después de que Azuza confrontara a Akashy y ganara la libertad de Shingi, Kyouya la escoltó de vuelta a la mansión para encontrar a Ichy y Tsubaru, quienes estaban en pánico debido a su desaparición.

Les explicaron todo lo ocurrido, seguido por Kyouya informándoles que, a partir de ese momento, también era responsable de resguardar a Azuza, a lo que Ichy bramó en disgusto— ¿En qué está pensando el maestro Akashy poniendo a un hombre como el guardaespaldas principal de una mujer joven?

Aun podía recordar el desprecio en su voz vívidamente.

— ¿Cómo va todo? —Repitió Tsubaru— ¿Se están llevando bien?

Kyouya dudó antes de contestar —Sí…Sin problemas

♦ ♦ ♦

—Kyouya es formidable —Murmuró Azuza en reflexión. Su cara se veía cansada en el espejo. Ichy se sentó en una silla detrás de ella, sus labios estaban fruncidos con insatisfacción.

— ¿Si quiera hay alguna razón para que tú y esa persona, poco simpática, necesiten llevarse bien en primer lugar?

—Preferiría estar en términos amistosos con él que no estarlo. Estamos atrapados todo el día, todos los días juntos. Lo sabes ¿no?

—Lo sé, pero aun así…

Kyouya estuvo con ella en todo momento durante la semana pasada. Siempre estaban juntos, desde que se levanta en la mañana hasta que se mete a la cama por la noche, las únicas excepciones son cuando se baña o duerme. Apenas había conversación entre ellos.

Incluso si comenzaba una plática con Kyouya, él nunca la continuaría o intentaría comenzar una. Simplemente, la cuida en silencio mientras ella trotaba, horneaba, limpiaba, o hacia cualquier otra cosa. Esa era la situación entre ellos. Difícilmente se podía decir que estuvieran llevándose bien.

— ¡Simplemente, me observa de forma estoica y en silencio durante las 24 horas del día, los siete días de la semana! ¿Podrías aguantarlo, Ichy?

—Cuando lo pones de esa forma, la situación, ciertamente, suena insoportable.

— ¿Verdad? Sería diferente si pudiera tener una conversación con él como lo hago contigo…realmente, si no hago algo sobre esto pronto, me hará un agujero en el estómago.

Entre más agonizante era el tiempo que pasaba con Kyouya, más se sentía como el paraíso el tiempo que está con Ichy o durmiendo. En parte porque ambas son mujeres, lo que hacía más fácil mantener una conversación. Ahora se tratan más como amigas que como guardia y prisionero.

—Desearía estar contigo durante el día, pero el Maestro Akashy lo decidió de otra manera…

—Gracias Ichy. ¡Planeo hacer mi mejor esfuerzo para poner fin a esta situación! ¡Espero tu apoyo!

Azuza levantó los puños en el aire para darse ánimos. Estaba llena de motivación. — ¡Llamé a mi plan “La épica estrategia para conversar con Kyouya”!

— ¿Exactamente, qué planeas hacer? Oh ya veo. Considerando todas las cosas, saltaste a las medidas drásticas. No puedo creer que saldrás con Kyouya

— ¡Debería encontrar algo para platicar si existe un cambio de ambiente! ¡Además, también quería visitar el pueblo!

Azuza recordaba la mirada en el rostro de Kyouya cuando le preguntó si la acompañaría al pueblo. Acordó ir a pesar de que su rostro decía que detestaba la idea. Ella tenía el pensamiento de que Kyouya, en su interior, la tenía categorizada como una mujer molesta. Eso no le gustaba.

— ¡Es momento de quitar la etiqueta de mujer molesta!

— ¿Qué se supone que quiere decir eso? —Preguntó Ichy con una sonrisa irónica. De pronto, el aura a su alrededor cambió a una mucho más seria encarando a Azuza —No tratare de detenerte si es algo que ya decidiste y para lo que el Maestro Akashy ya dio su permiso, pero no puedo recomendar que vayas al pueblo con Kyouya.

— ¿Por qué?

—Puede que termines con malas memorias del día de hoy. Por favor, se cuidadosa.

— ¿Malas memorias?

—Oh, Kyouya está aquí —Dijo Ichy, cortando la conversación.

La puerta de la habitación se abrió revelando a Tsubaru. Tras él venía Kyouya, sus ojos eran negros en lugar de rojos,

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