Traducido por Herijo
Editado por Ayanami
— ¿Acaso creías que eras el único experimento exitoso? Soy el otro humano nacido de la investigación sobre el Antiguo.
Azuza estaba completamente sin palabras, después de la bomba que dejó caer. Tsukiharu sonrió con satisfacción por el aspecto en su rostro.
—Se supone deberían tratarme diferente a ti, ¿sabes? Contrario a las órdenes de capturarte cuando te encuentren, tienen órdenes de matarme a primera vista.
— ¿Por qué?
—Simplemente, porque poseo el cuerpo del Antiguo y sangre humana, soy lo opuesto a ti, quien posee la sangre del Antiguo.
—Es mentira, lo que dices…
—Es la verdad. Todavía tengo diecisiete al igual que tú. Supongo que podrías decir que tengo otros tres años más antes de mi despertar. Y justo al despertar como vampiro, perderé mi cordura. Me convertiré en un F. Bueno, realmente, es el resultado obvio. Mezclaron sangre humana para circular por el cuerpo del Antiguo. No tengo ni una gota de sangre vampírica dentro de mí que pueda salvarme —Tsukiharu explicó de forma despreocupada, en un tono que sonaba igual que el de alguien chismeando sobre un acontecimiento del vecindario. Sin embargo, no había ninguna emoción en sus palabras.
—A este paso, me convertiré en el monstruo enloquecido más fuerte con el cuerpo del Antiguo. Esa es la razón por la que me quieren muerto. No quiero morir ni perder mi cordura. Por lo que, lo único que necesito es la sangre del Antiguo que fluye por tus venas. ¿Entiendes mi situación? Podría seguir hablando más, pero, en palabras simples, tú determinas mi destino.
—No hay pruebas de que lo que dices es verdad —Azuza, finalmente, exprimió esas palabras. Sería una realidad terrible si lo que dijo fuera verdad, pero no hay ninguna garantía de que sea cierto.
—Si lo que necesitas es una prueba te la daré —Dijo Tsukiharu, levantando su mano derecha. Una flama azulada surgió de ella. La llama del tamaño de una pelota de béisbol flotó sobre su mano.
—No es como si hubiera despertado como un vampiro aun, pero como ya tengo diecisiete puedo hacer cosas como está. A diferencia de cómo los humanos sólo se convierten en adultos en su vigésimo cumpleaños, los vampiros no despiertan repentinamente. Los cambios son graduales con el tiempo. Hay veces en las que siento una profunda sed picando en el fondo de mi garganta. Realmente, lo odio.
Azuza recordó lo que Kyouya le había dicho. —Tenía solo trece años y aún no había despertado como vampiro, pero mi mano derecha atravesó su corazón.
A los trece años, Kyouya había despertado sus poderes lo suficiente como para pasar su puño a través del pecho de alguien. Azuza no tenía idea de si todo lo que Tsukiharu dijo era verdad, pero estaba convencida de que era un humano a punto de convertirse en vampiro.
—Digamos que te creo… ¿Qué es lo que quieres de mí? Dijiste que quieres mi sangre, pero ¿a qué te refieres exactamente?
—De hecho, es bastante simple. Todo lo que tienes que hacer es proveerme con tu sangre periódicamente.
— ¿Eso es todo?
—No. También quiero que me dejes estudiar tu cuerpo. Dudo que mi cuerpo esté satisfecho con solo ser provisto con tu sangre de forma externa una vez que despierte como vampiro, por lo que, necesito hacer que mi cuerpo recree la sangre del Antiguo naturalmente.
En otras palabras, quería a Azuza como una herramienta para preservar su cordura. El ceño fruncido de Azuza se hizo aún más profundo.
— ¿No te agrada la idea? Pero no difiere en nada con la posición que tienes en la Asamblea Akai. ¿No eras un espécimen de estudio confinada en esa mansión? Yo te atesorare más que nadie. No te tratare como un conejillo de indias. Considero que solo eso es suficiente para decir cuál es la mejor opción —Sonrió Tsukiharu, mientras tomaba la mano de Azuza.
—Estas confundida después de oír todas esas cosas de la Asamblea Aoi. Comamos, Azuza. He preparado comida que pensé podría gustarte. Podemos tomarnos nuestro tiempo y conversar sobre eso durante la cena. ¿Bien?
—No me toques.
—Deberías obedecerme…de esa forma no habría sangre derramada en vano —Tsukiharu apretó fuertemente la mano de Azuza cuando ella trató de zafarse. Tocó sus mejillas de forma afectiva, mientras el rostro de Azuza se deformaba por dolor.
—Deberías rendirte…más bien, no tienes otra opción más que rendirte. Quiero decir, no hay forma de que dejes mi lado de ahora en adelante. Los vampiros akai nunca vendrán a rescatarte. Incluso si supieran dónde estás, con el Demonio rojo en el estado en que quedó, no hay forma de que intente atacarnos.
— ¿Sabes cómo se encuentra Kyouya en este momento? ¿Se encuentra bien? —Azuza se acercó, presionando a Tsukiharu por una respuesta.
Quería saber qué había pasado después de que perdió la conciencia. La última vez que vio a Kyouya, estaba peleando con una manada de animales salvajes, mientras trataba de proteger a Ichy. Ella sabía que la mayor parte de la sangre que cubría su saco no era de él, pero la sangre brotando de su abdomen lo era. Alguien tan fuerte como Kyouya no moriría fácilmente, pero, aun así, estaba preocupada por su bienestar.
Tsukiharu removió su mano de la mortalmente pálida cara de Azuza y cubrió su ojo derecho con ella. —Actualmente, tengo un familiar volando sobre ellos. Todavía no tengo la fuerza suficiente para hacer algo más que compartir nuestra visión, pero he obtenido la idea general de la situación.
— ¡Dime qué está pasando! —Azuza suplicó desesperadamente.
Tsukiharu la observó desde el rabillo de su ojo, curvando sus labios en entretenimiento —Comamos juntos, Azuza y entonces te lo diré.
Azuza no tenía más opción que asentir de mala gana.