Traducido por Herijo
Editado por Dea
Posteriormente, se decidió que se realizarían demostraciones de los productos de salud y belleza en Signora de manera periódica.
Parece que el equipo de entrenamiento muscular ayudaría con las mismas, teniendo a George como su líder.
Solicitaron ser los primeros en probar los nuevos productos como pago por el trabajo a medio tiempo.
Estos amigos obsesionados con el entrenamiento muscular que George me presentó eran un grupo diverso, habiendo jóvenes desde delgados y con una musculatura definida hasta chicos duros, del tipo macho.
O más bien, ¿quiénes son estos amigos?
Podía entender que conociera a los miembros de la orden de caballeros, pero ¿cómo es que conoció al pescador o al carpintero?
George es un noble importante, pero sus relaciones personales son un misterio.
También incluí al abuelo Bob dentro del grupo.
—¡Hola, señor Bob! ¡Soy Rikki, el carpintero! ¡Un gusto conocerlo!
—El placer es mío.
—”El placer es mío”… ¡Jajaja, eres una persona interesante!
Trató de imitar el acento de Bob.
El señor Rikki era un carpintero super alto.
Medía aproximadamente dos metros, con un pecho grande y fornido.
Su piel morena y su camiseta blanca deslumbraban.
Tenía planeado hacer que ambos demostraran el uso del tubo de entrenamiento el día de hoy.
El que había preparado era extremadamente grueso.
—Esto se llama tubo de entrenamiento. Solo tienen que realizar los ejercicios que les indique con él. ¡Es simple! Y no será necesario cambiar de posición.
—Esto es…
—Es bastante sencillo.
—¡Mmm!
No deberías tomarlo a la ligera. El abuelo Bob tiene una fuerza sobrehumana debido al ejercicio que hace a diario con la jardinería.
—Esto es fácil en comparación a aplastar bambúes.
¿Aplastar bambúes…?
¿Qué hace él normalmente?
¿Por qué necesita hacer eso?
—Señorita, ¿no tiene un tubo más pesado?
—¿Eh? Sí, aquí tiene.
—Esto es más fácil si lo comparamos con romper ladrillos
—Ah…
—Señorita, ¿tendrá uno más grueso?
—Oh…
Sus miradas se encontraron y se sintió como si volaran chispas.
¡Qué pasión!
♦♦♦
Bajo la luz del sol de la mañana, sus cuerpos varoniles y de mediana edad vibraban.
Alrededor de estos dos individuos en estado de trance, se formó una multitud de otros hombres de mediana edad.
Aunque así no es como se usa el tubo de entrenamiento…
—Oigan, pueden utilizar más de uno para cambiar el peso. Haciendo eso lograrán…
—¡Usaré tres juntos!
—¡Yo cuatro!
Y así fue como nuestra reserva de tubos de entrenamiento se terminó…