Diario de Observación – Capitulo 9.2: Bertia 15 años (1)

Traducido por Kiara

Editado por Raine


¿Acaba de decir algo que no tiene relevancia para la charla anterior…?

Tal vez simplemente no pude entenderla. Si utilizo todas mis fuerzas para interpretar, podría entender que Bertia es la culpable de todo. No, probablemente no soy el único que tiene ese pensamiento.

Miré a los estudiantes que los rodean y están inclinando sus cabezas, enviando miradas dudosas a la baronesa Heronia.

El pájaro que estaba posado en su hombro, vuela y trata de liberar algunos atributos mágicos ligeros para lavarles el cerebro a todos. Notando esto, Kuro agitó su cola para impedirlo con magia de elementos oscuros.

En medio de la creciente ira hacia la baronesa Heronia, lady Silica y lady Cynthia se pararon frente a Bertia para protegerla.

—Basta con tus excusas —dijeron al unísono.

Incluso con las miradas agudas de la galería, la baronesa Heronia sigue actuando como una víctima como si no notara la atmósfera.

Que clase de broma es ésta…

—Por favor, esperen un segundo. —Un sonido fresco resonó claramente entre los suspiros. Todas las miradas fueron hacia Bertia. Enderezando su espalda y con la actitud de un noble altivo y prepotente, Bertia caminó hacia el frente. Después de enviar una mirada aguda la baronesa Heronia, miró a su alrededor como para tomar control de los alrededores.

Los fans de Bertia la miraron con nerviosismo preocupados por ella, mientras ella misma tenía esa cara de satisfacción como si estuviera orgullosa de hacerlo bien.

Ahora, ¿qué pasará?

Retrocedí los pasos que tomé y decidí mirar la situación un poco más. Por supuesto, sólo me interesa lo que Bertia hará después de esto.

Si las cosas se empiezan a ir de lado, sólo necesito intervenir.

—Señorita Bertia, ¿quieres infligir más dolor hacia mí?

Para alguien que parece asustada, sus ojos son muy provocativos. La baronesa Heronia realmente no es adecuada para ser una actriz. Incluso cuando necesitaba actuar como una damisela en apuros, seguía mirando a Bertia con ira y arrogancia. Al verla, no puedo sentir ni la más mínima necesidad de protegerla.

—Mi Dios… qué grosero de tu parte hablar con lady Bertia de esa forma.

—¿No son ustedes los que están molestando y haciéndolo más difícil para Bertia-sama?

Cuando parece que el conflicto entre la baronesa Heronia y el grupo de apoyo de Bertia se está calentando, Bertia gritó:

—¡¡Deténganse!! —Sintiéndose apartada cuando era su “tiempo de brillar”, Bertia con lágrimas en los ojos, soltó: —¡Escuchen lo que estoy diciendo! ¡No me gusta que me ignoren!

Ante la imagen de Bertia suplicando desde el fondo de su corazón, la joven noble que la apoya se disculpó y enderezó su postura para escuchar correctamente.

Cuando el centro de atención se dirigió hacia Bertia, la baronesa Heronia murmuró con una cara de disgusto:

—A pesar de que se supone que soy la heroína…

Por supuesto, no pude oír lo que dice la baronesa Heronia, sino que utilicé la lectura de labios para interpretar lo que ella estaba diciendo.

—¡Heronia-sama es mi presa! Por eso no dejaré que nadie interfiera. ¡La intimidación tampoco es buena! Me ocuparé de ello yo misma porque hacerlo sigilosamente desde atrás es lo que haría una flor de tercera clase. ¡Si quieres hacerlo, debes hacerlo frente a frente! Eso es lo que yo llamaría una flor de primera clase.

—¿Cómo puedes…?

—¡Como se esperaba de Bertia-sama!

—Es tan audaz e inteligente.

—¿Eh?

—Entiendo: no importa lo que te hagan, si tomas represalias furtivamente, sólo eres una dama de tercera clase.

—¿Eh…?

—Además, no es digno dejarse cegar por la ira y la envidia, que son sentimientos tan desagradables. No puedo creer que elegí enfrentarme así a ella, es tan…

—No, me refiero a…

—Incluso cuando le hizo pasar por momentos difíciles, pensar que prefiere enfrentarse a nosotras para protegerla de esta situación tan desbalanceada de “todas contra una”. Qué dama tan misericordiosa…

Cuando la baronesa Heronia pensó que las cosas finalmente saldrían a su manera por la abierta declaración de guerra de Bertia, por alguna razón, las damas nobles comenzaron a alabarla en vez de criticarla. Y Bertia, que actuó como una villana de primera clase, está confundida con el repentino aumento de popularidad.

Interesante, que divertido.

No esperaba menos de mi prometida.

—Espera un segundo, algo está mal con este desarrollo. ¿No es éste el momento donde todos me tienen lástima y me protegen? —La totalmente aislada baronesa Heronia gritó furiosa de ira.

Pienso que es imposible conseguir compasión cuando estás rodeado de enemigos y solo en territorio hostil y después de que has atacado al general rival. De verdad no creo que nadie te escuche incluso cuando le digas a todos “Lo ataqué porque es una mala persona”, “Soy la víctima aquí” o “Compadécete de mí, soy lamentable”.

En el momento en que fracasó en convertirse en la víctima perfecta, fue el momento en el que plan de la baronesa Heronia se derrumbó. Y la mejor manera de salir de esta situación completamente desventajosa sería escapar rápidamente.

Tal vez, si un miembro de la realeza fuera a echarle una mano, ella quizás podría obtener un empate pero, comenzando conmigo quien se supone que no debería estar aquí, y terminando con Shaun, quien la ve como un enemigo, sería imposible darle una mano.

Por lo tanto, la única opción que le queda es escapar, pero ella no tomó esa decisión. Sin disimular su furia, miró a Bertia…

—En primer lugar, todo es tu culpa. Si estás tratando de ser un villana, ¡actúa tan mal como una villana! ¿Por qué diablos te uniste a las damas rivales y te hiciste popular? Además de eso, también ayudaste a las otras nobles rivales a juntarse con los objetivos conquistables, mientras tú… tú… ¡almorzabas felizmente con el príncipe Cecil! ¡Realmente no has hecho nada más que causar problemas para mí!

—¿Eh? Pero hice mi parte correctamente con el príncipe Cecil…

—Para empezar, lo sabes ¿cierto? Excluyendo a los otros objetivos conquistables, tu precioso príncipe Cecil no será feliz a menos que esté emparejado conmigo. ¡Sólo yo puedo salvar al príncipe Cecil! ¡Una villana como tú solo podría hacerle sufrir! Si lo entiendes, entonces no te interpongas más en mi camino.

—Aah…

Como si estuvieran hablando en otro idioma, las personas a su alrededor permanecieron en silencio, tratando de descifrar las palabras de la baronesa Heronia pero, la única que entiende, Bertia, no puede expresar una respuesta y se mordió los labios con una expresión triste.

Bertia siempre quiso que me involucrara con la heroína para “obtener mi felicidad”. Siempre sentí que Bertia poseía sentimientos hacia mí, así que incluso si se trata del “escenario de un juego otome”, no podía entender cómo me seguía recomendando a su rival de amor.

Ya que no me atrae la “heroína”, ella debería emparejarla con los otros objetivos capturables y seguir siendo mi novia pero, por lo que he escuchado de la baronesa Heronia, desconocido para mí, parece que hay una razón por la que debo estar conectado con ella.

¿Es esa razón también establecida por el juego de Otome?

Sin embargo, por la forma en que han procedido las cosas hasta ahora, ¿no significa que el destino puede cambiarse?

Bertia siempre dice que se trata de “la fuerza del destino” y que renunciaría a las cosas fácilmente, pero a mí me parece que esta “fuerza del destino” no está funcionando.

Tratándose de mí, ¿no habría una manera de resistir?

Apresuradamente detuve mis pensamientos que se habían vuelto locos sin darme cuenta. Ahora no es el momento de tener pensamientos ociosos.

Agarrando su vestido con fuerza, Bertia no puede soportar más los ataques de la baronesa Heronia. Como no entienden nada, el séquito de Bertia no puede ayudarla y siguen mirando a la baronesa Heronia.

—Sólo eres alguien que sirve como papel tapiz en este juego otome, una villana de tercera categoría que no puede ser un rival. Si no eres feliz, entonces todos serán felices. Si no renuncias a este papel que te has construido, el príncipe Cecil nunca podrá ser feliz. Su felicidad será tomada por ti. Nunca me sustituirás, quiero decir, después de todo, soy la “chica predestinada” —sin dejarse intimidar por la mirada de los demás, la baronesa Heronia espetó.

Para todos los que no saben lo que significan las palabras “juego otome”, todo esto es sólo una divagación de una persona demente. Pero no es el mismo caso para Bertia, que todavía permanece en silencio.

—…Entiendo. —Bertia apretó los dientes lo más fuerte que pudo y murmuró eso con lágrimas cayendo de sus ojos.

Probablemente no hay nadie que haya oído eso.

No puedo explicar lo furioso que estoy cuando lo escuché. No puedo mirar esto por más tiempo. Me gustaría observar a Bertia, pero no quiero verla así. Necesito abrazarla ahora y decirle que todo va a estar bien.

Antes de que mi cabeza comenzara a trabajar, mis piernas se habían movido. Pero antes de que lo hiciera, hubo alguien más rápido que yo.

Incapaz de soportar los sufrimientos de Bertia por más tiempo, su espíritu Kuro se paró frente a Bertia y aulló con todo su cabello de punta.

Las personas normales sólo verían a una joven doncella vestida de sirvienta, parada frente a su ama para protegerla, pero para alguien que puede ver a los espíritus como yo, es una situación realmente peligrosa.

Alrededor de Kuro, hay un trueno negro crepitando alocadamente hasta el punto en el que no sería ninguna sorpresa si se estrellara contra la baronesa Heronia. El entorno también se siente pesado y hay una sensación de estática en el aire que te eriza la piel. La única salvación es que ésto es sólo una advertencia.  Normalmente, Kuro siempre está en calma y justo ahora sólo se está limitando a mirar a la baronesa Heronia. Esa inusual dualidad hace que la baronesa se sobresalte pero no se asuste. Estoy seguro de que ella no puede ver a los espíritus y por eso no sabe que está en grave peligro. En cambio, su espíritu está en desorden y trata de protegerla, pero la diferencia de poder entre ellos es demasiado visible.

—Zeno, te dejo a Kuro.

—Como ordene, Su Alteza.

Acelerando mis pasos, corrí al lado de Bertia mientras Zeno liberó algo de su poder y contuvo la magia de Kuro.

—Bertia… Bertia… ¡¡Tia!!

Reaccionando a mi voz, Bertia levantó la cabeza.

Mi figura es visible en sus ojos llorosos e inquietos. Al ver su semblante, lo noté: contrario a su estado habitual en el que me habla sobre sus planes para romper nuestro compromiso, ella tiene miedo de que la culpe por estar aquí. Sentí una brecha en su actitud actual, que teme ser odiada por mí, a la que usualmente usa para intentar romper el compromiso. Esa es la sensación que estoy percibiendo de ella.

—Cecil-sama…

Debería abrazarla… No, ciertamente es una mala idea delante de todos. Tome su mano, la que todavía está agarrando el dobladillo de su falda y le sonreí suavemente, indicándole que todo va a estar bien.

—Tia, estaba preocupado porque no apareciste a la hora acordada. ¿Qué sucedió?

Le envié una mirada a Kuro quien, en brazos de Zeno, tenía una mirada que decía “Bien, se acabaron las amenazas”.

Ah… entonces Kuro notó que había estado observando de cerca.

—Erm… no…

—Príncipe Cecil, sin darme cuenta, parece que hice enojar a Bertia-sama y luego…

Que desagradable.

Esta es la primera vez que he estado tan enojado.

—No sé quién eres y de dónde vienes, pero no te estoy hablando. Además, no me toques como quieras. Puede que no lo sepas pero pertenezco a la realeza. Si no mantienes los más mínimos modales conmigo, en el peor de los casos, serás acusada de lesa majestad[1]. —dije mientras sonreía y ella rápidamente me soltó la mano y le lanzó una mirada fulminante a Bertia.

Para proteger a Bertia de la mirada de la baronesa Heronia, me abrí paso, bloqueando su punto de visión y sosteniendo el tembloroso hombro de Bertia.

Abrazarla frente a todos podría ser malo, sin embargo, sostener su hombro para acompañarla no debe representar un problema.

Puede ser mi imaginación, pero la mirada de la doncella de Bertia parece triste.

—Lady Cynthia, lady Silica, tengo una cita para almorzar con lady Bertia, ¿puedo llevármela ahora? —confirmo mi voluntad a las dos seguidoras de Bertia. Ellas me responden con una sonrisa brillante.

—Cecil-sama, esto no es bueno. La heroína está aquí. Debes proteger a la heroína. Si no lo haces, no serás feliz —con una mirada conflictiva, Bertia dijo con una voz menos enérgica que la que solía escuchar.

La silencié con una sonrisa.

—Más que eso, lo importante ahora es tener algo de comer. Dejemos el lugar. De esa manera, este lugar estará tranquilo y no habrá nadie que te lastime. No quiero dejarte aquí. —le sonreí a Bertia, aunque mi voz naturalmente se ha vuelto más profunda. Podía escuchar un suspiro por los alrededores y el sonido de la baronesa Heronia apretando los dientes, pero los ignoré a todos y seguí mirando a la inquieta Bertia. —Lo siento, Bertia. Incluso si te desanimas, ahora no tengo ganas de jugar tu “Juego”.

Sin entender lo que quiero decir, me lleve a Bertia, dejando atrás a la confundida multitud. Tan pronto como salimos del jardín, cambié de tema y susurré en los oídos de Bertia.

—Ah, por cierto, compré algunos recuerdos. Aunque no sé si se adapten a tu gusto.

Finalmente ella dejó escapar una sonrisa.

—¡¿Hay bocadillos?!

—Sólo compré cosas que se pueden guardar por unos días.

—Wow, lo esperaré.

Le di unas palmaditas a la cabeza de Bertia.

Detrás, la doncella está tosiendo violentamente y Kuro, quien sigue detenida por Zeno, golpea mi espalda con su cola como si dijera “No permito más que ésto”.

—Su Alteza Cecil…

—¿Qué? —Agudicé mi mirada, indicando que no quiero escuchar nada sobre la “heroína”, el “escenario” o el “juego otome”.

Me pregunté qué iría a decir pero, notando mi mirada, ella cerró brevemente la boca y sonrió.

—Bienvenido, he estado esperando ansiosamente su regreso.

—Estoy de vuelta, Bertia, he estado esperando verte de nuevo. —Respondí a su expresión con una de mis habituales sonrisas, sintiendo que toda la tensión ha abandonado mi cuerpo.


[1]. Lesa Majestad: Lesa majestad es un delito genérico de orden público, inherente a las génesis de la civilización y a sus ciudadanos, que puede ser considerado tanto como una ofensa o como un crimen en contra de un estado, análogamente, el rey o el emperador.

6 respuestas a “Diario de Observación – Capitulo 9.2: Bertia 15 años (1)”

  1. Este es uno de mis capitulos favoritos. Aunque me duele imaginar a Bertia llorar, me alegra que se haya visto la cara de la heroina. Por lo que parece, también es una reencarnada, esperemos que pague.

  2. Porque haces eso a la querida Bertia, imaginamdola llorar me parte el corazón, y sin duda la felicidad del príncipe Cecil solo se encuentra al lado de Bertia. Un día de estos heroina tu pagaras por esto

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