Dinero de consolación – Capítulo 58: El gerente de la tienda

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


¿Estaría bien que se convirtieran en pareja?

Mientras me encontraba absorta en mis pensamientos, Mya intentaba acercarse aún más al rostro de Michael. Este, al darse cuenta de sus intenciones, rápidamente agarró el rostro de Mya con su mano libre.

Me preguntaba si estaba bien que tratara a una chica de esa forma.

—Se dice que las mujeres de la raza de las bestias serán felices si logran emparejarse con un hombre más fuerte que ellas —dijo alegremente el joven Schnei mientras se paraba a mi lado.

— ¡Oh! En ese caso, Rudy es más fuerte que yo.

— ¡Pero el príncipe Rudnik no quiere convertirse en mi pareja! ¡Sin embargo, por ti estoy dispuesta a convertirme en una gata doméstica!

¿Acababa de usar un tono felino para decir esa segunda oración? No podía evitar querer preguntarle a Mya después de escuchar una voz tan melosa provenir de ella.

—No me interesa ninguna gata doméstica ni nada. ¡Me niego a aceptar a una gata callejera que trató de clavarle sus garras a mi señorita!

— ¡Oh! ¡Ya no puedo aguantarlo más!

Mya era realmente hermosa. Podría decirse que era una belleza exótica. ¿Cómo podría disgustarle que semejante mujer se le colgara del cuello?

—Además, también me gustaría atarte con una cuerda. ¿Me de-ja-rí-as?

Esa era claramente una invitación seductora. Pasaré por alto el hecho de que Su Alteza desviara la mirada mientras lucía totalmente incómodo.

— ¡Discúlpame, gatita! ¡Pero siento decirte que no me interesa ser atado por ti!

Después de ver la expresión insatisfecha de Mya, Michael se volteó hacia mí mientras sonreía.

— ¡La única persona que quisiera que me atara es mi señorita! De ser posible, me gustaría pedirle que, en vez de una cuerda, usara una cadena.

Mya se sorprendió al escuchar las especificaciones de Michael.

— ¡Sólo quiero que me aten, pateen y que se paren encima de mí, si es mi señorita quien lo hace!

Volví a entrar a la tienda para hablarle a uno de los otros empleados.

—Llama al señor Olga.

—Lo haré ahora mismo.

El señor Olga era la mejor contramedida para lidiar con Michael, cuando éste se ponía a decir cosas pervertidas delante de la tienda.

El señor Olga salió rápidamente una vez el empleado fue a hablarle.

—Lo siento terriblemente. Me lo llevaré inmediatamente.

Con una velocidad imparable, el señor Olga amarró a Michael con una soga.

¿De dónde habrá sacado esa cuerda?

El señor Olga le dio una patada en el estómago a Michael para después voltearse y lanzarle una sonrisa radiante a las aturdidas personas a su alrededor.

—Michael, estás perjudicando el negocio. Si realmente quieres tanto ser atado, estoy dispuesto a hacerlo y encadenarte.

— ¡Quiero ser atado por mi señorita! ¡¿Quién tendría tan mal gusto como para querer ser atado por un anciano?! ¡Señorita, sálveme!

— ¡¿Crees que dejaría que la señorita se ensuciara las manos haciendo tal cosa?!

El señor Olga cargó a Michael sobre sus hombros y se volteó para mirarme con una sonrisa.

—Estoy terriblemente apenado por haber desperdiciado su tiempo. Por favor, deje que los demás empleados se encarguen de atender a los clientes.

—Oh, bien.

— ¡Ah! Y, además, recién me fue informado que la princesa Lanfa del reino Lao Fan vino a visitar la tienda.

Cuando estaba a punto de entrar después de escuchar esas palabras, alguien me tomó del hombro y esa persona resultó ser Su Alteza.

—  ¿Ya has olvidado lo que Lanfa te hizo? ¿Qué necesidad hay de que te reúnas con ella?

Hace tiempo, cuando la princesa Lanfa había visto a Michael, quien mantenía una relación amistosa con Su Alteza, esa se puso celosa y decidió increparlo. Al final, yo había terminado siendo golpeada al intentar proteger a Michael. [1]

Pero, ¿qué tenía eso que ver con esto?

—La princesa Lanfa se ha arrepentido por sus actuar y se disculpó apropiadamente conmigo.

— ¿Cuándo fue eso?

—Sucedió después de que Su Alteza decidiera viajar al reino de las bestias sin informarme primero.

Pude oír como Su Alteza jadeaba.

—Rudy, no deberías actuar así con tu prometida, ¿sabes?

— ¡Eso fue por el incidente de tu secuestro!

El joven Schnei se escondió detrás de mí después de ese arrebato.

—En todo caso, no deberíamos dejar esperando por mucho tiempo a la princesa del reino vecino, así que entremos primero, ¿bien?

Con la renuencia de Su Alteza, los tres regresamos al interior de la tienda.


[1] Increpar: Reprender a una persona con dureza.

Kavaalin
¿Vieron eso? ¿Lo vieron? Mya es definitivamente la pareja perfecta para Michael, si hasta comparten filias~

11 respuestas a “Dinero de consolación – Capítulo 58: El gerente de la tienda”

  1. Parece que muchos venimos del manga.

    Es genial estar al corriente, pero no es genial ver qué no se a actualizado desde noviembre.

    Gracias al Reino de kovel por traducir está novela ligera.

    1. siento que los capitulos son cada ves mas cortos. pestañeo y ya termino dejandote un gusto a poco como que la historia no avansara….gracias por el capitulo

  2. awww, cada vez se vuelve mas dulce, como si le pusieran mas azucar a cada cap xD que genial que sigan con la novela, ya que el manga esta a luces de traducirse xD

    pd: me encantan los comentarios del statt kovel, reflejan mis pensamientos jajajaja

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