Dinero de consolación – Capítulo 59: Lanfa, la princesa del reino vecino

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


Dejé al joven Schnei y a Mya con los empleados de la tienda y me dirigí hacia la habitación de huéspedes donde me esperaba la princesa Lanfa. Llamé a la puerta y esperé a que me dieran permiso para entrar. Después de unos segundos, esta se abrió y pude ver como se asomaba la cabeza de la princesa Lanfa. Parecía que la había abierto ella misma. Esto era un comportamiento impensable.

—Julia, te estaba esperando.

Mirándola ahora, con esa sonrisa tan cándida en su rostro, no parecía la misma persona que había planeado mi secuestro. Al ver a Su Alteza detrás de mí, su rostro se tornó pálido y cerró de golpe la puerta de la habitación.

—Su Alteza, ¿podría dejar de intimidarla?

—No la estoy intimidando.

Fulminé con la mirada a Su Alteza y volví a abrir la puerta. La princesa Lanfa estaba tratando de esconderse detrás del sofá.

—Princesa, ya está todo bien. Le dije a Su Alteza que no la intimidara.

La princesa Lanfa salió de detrás del sofá e hizo una reverencia hacia Su Alteza.

—Yo, de verdad lo siento muchísimo por mi comportamiento anterior.

Su Alteza me dirigió una mirada atónita.

— ¿Quién es ella?

—Es la princesa Lanfa.

—Lanfa nunca se disculparía.

Al escuchar sus palabras la princesa Lanfa se dirigió a Su Alteza.

—He reflexionado profundamente sobre mi actuar.

Su Alteza parecía aún más atónito.

—Julia me mostró un hermoso libro ilustrado donde describían el desenlace de una bella dama. Príncipe Rudnik, sabe que existen incontables personas condenadas a la ejecución sin oportunidades de clemencia o de mostrar arrepentimiento, ¿verdad? Cambié mi forma de pensar después de leer ese libro.

Después de servir el té preparado por el señor Olga, decidí preguntarle el motivo de su visita.

—Así que, princesa Lanfa. ¿Qué la trae por aquí?

—Vine para agradecerle.

La princesa Lanfa se sentó en el sofá y comenzó a beber su té.

— ¿Para agradecerme?

—Sí, a agradecerle. Después de haber fallado en comprometerme con el príncipe Rudnik me sentía como si hubiera perdido mi lugar en mi reino. Pero leer ese libro fue como recibir una epifanía… Cambié mi forma de pensar y ahora soy capaz de tratar a mis sirvientes como las personas que son, lo cual ha mejorado nuestra relación.

—Eso es bueno.

La princesa Lanfa soltó una risilla.

—También escribió en su carta, haga las cosas que la hagan feliz, cualquiera estaría disgustado si lo forzaran a hacer algo que no le gusta. Por eso comencé a hacerlo y, ¡las personas a mi alrededor se sorprendieron tanto que comenzaron a preocuparse por mi salud mental! ¡Después de que el príncipe Rudnik me rechazara me sentí como si mi corazón hubiera sido liberado! Y por eso me gustaría disculparme por todo el desastre que causé anteriormente.

Es desolador que uno pierda su lugar en su reino. Es por eso que tomé medidas para evitarlo. Aunque sólo le di un consejo.

—Además, quiero agradecerle muchísimo por su mediación en mi compromiso con el rey de las islas del sur.

Así es, había estado actuando como intermediaria para encontrar a una Familia Real que se ajustara a la princesa Lanfa. Bueno, fue bastante fácil con mis conexiones.

—También quisiera consultarle sobre un asunto —La princesa Lanfa hizo una expresión seria y corrigió su postura—. En estos momentos existen dos candidatos para posible sucesor a la corona en el reino de Lao Fang, mi hermano y el segundo príncipe, Inzu.

Al parecer las facciones del primer príncipe Yufa y la facción de su medio hermano, el segundo príncipe Inzu eran las más poderosas del reino de Lao Fang.

De acuerdo con la princesa Lanfa, el príncipe Yufa estaba centrando sus esfuerzos en el negocio de la minería, el fuerte de la economía de su reino, pero el príncipe Inzu se opone a esto.

La minería es un trabajo sumamente peligroso. Podía acarrear consecuencias como lesiones graves e incluso la muerte. No obstante, parece ser que el príncipe Yufa goza de una gran aprobación entre los mineros por frecuentemente conducir inspecciones presencialmente para reforzar la seguridad en el lugar.

Por otro lado, el príncipe Inzu ha estado ganando favor exclamando que él no desea que la gente trabaje en un campo tan peligroso. Sin embargo, ¿cómo podría subsistir la gente del reino una vez perdieran su trabajo?

Si realmente piensas en el bienestar de las personas, entonces la mejor opción era el príncipe Yufa quien se enfocaba en continuamente mejorar sus condiciones de trabajo.

—No es que crea que mi hermano vaya a perder. Sin embargo yo no poseo el poder como para ayudarlo, ni siquiera pude asegurar mi casamiento con el príncipe Rudnik. Por eso le pido que le brinde su ayuda.

La princesa Lanfa realmente amaba a su hermano.

—Estaré más que feliz de ayudar en todo lo que pueda.

La princes Lanfa sonrió al escuchar mis palabras.

—En realidad me gustaría que se casara con mi hermano… ¡Príncipe Rudnik, por favor no me mire así!

Cuando miré a Su Alteza, este giró su cabeza rápidamente.

—Me siento realmente aliviada con saber que está dispuesta a prestarle su ayuda a mi hermano —dijo la princesa Lanfa mientras bebía del ahora frío té—. De hecho, tengo agendado un encuentro con el rey de las islas del sur y no importa lo viejo o feo que sea, juro que haré que quede totalmente prendado de mí.

Una fugaz sonrisa se formó en los labios de la princesa Lanfa. Decidí llamar inmediatamente al señor Olga.

— ¿Investigó al rey de las islas del sur?

—Lo hice.

—Bien, ¿tiene alguna descripción de cómo luce?

— ¿Qué tal si se lo dibujo?

El señor Olga tomó lápiz y papel y comenzó a dibujar. El boceto era tan detallado que podría considerarse un retrato. El hombre dibujado era hermoso y lucía fuerte y recio.

—Acaba de cumplir treinta años. Es un atractivo rey de cabello rubio y piel morena. Al parecer en las islas del sur se practica la poligamia, así que aunque el rey todavía no posea ninguna esposa es probable que en un futuro obtenga algunas más después de casarse con la princesa Lanfa.

La princesa Lanfa abrazó el retrato dibujado por el señor Olga.

— ¡No tengo ningún problema con eso! Mi padre también posee un montón de concubinas. Julia, te estoy muy agradecida por haber hecho tanto por mí a pesar de ser incapaz de devolvérselo.

Solté una risita mientras tomaba ambas manos de la princesa Lanfa.

—Princesa Lanfa, ¿por qué dice que no será capaz de devolverme el favor? ¿No se convertirá en el puente para que la casa del conde Knocker sea capaz de importar las exóticas frutas, telas, vestidos y accesorios exclusivos de las islas del sur?

La princesa Lanfa comenzó a pestañear repetidamente.

—Sin importar lo que diga, lo importante es su felicidad. La estaré animando.

Motivada por mis palabras, la princesa Lanfa se dirigió hacia el puerto sumamente contenta.

Después de que esta se fuera, Su Alteza suspiró profundamente y dijo:

— ¿Eres una domadora de bestias o algo así?

—No, soy su prometida.

Después de escuchar mi respuesta, Su Alteza soltó una risita afligida.


Kavaalin
Algo que se me olvidó mencionar en el capítulo anterior es que en la light novel (nosotros traducimos la web novel) agregan una parte donde secuestran a Julia a pedido de Lanfa. Por si se habían confundido con la declaración de Rudnik en el capítulo anterior. ewe

3 respuestas a “Dinero de consolación – Capítulo 59: Lanfa, la princesa del reino vecino”

  1. Me gustaría saber si alguien sabe donde puedo leer la light novel, me encanta esta novela y me gustaría leer las partes que la web novel no trata.
    Muchas gracias por traducirla 😍

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