Dinero de consolación – Capítulo 81: Necesitamos más aliados

Traducido por Herijo

Editado por YukiroSaori


Después de retirarnos de la oficina de su alteza,  Liren,  Vanette y yo decidimos replantear nuestra estrategia mientras tomábamos té.

—Ma es un enemigo fuerte —comentó  Liren.

—¿Es siquiera posible hacer que me mire de forma romántica…? —preguntó  Vanette.

Eso no está bien. Si la actitud derrotista de Vanette hace que  Liren también se rinda, entonces no tendremos ninguna posibilidad de éxito.

Para resolver este problema, lo que necesitamos es…

—Más aliados —les dije a ambas—. Solo nosotras tres no podremos lograrlo. Busquemos ayuda.

Ni Liren, ni Vanette, se opusieron a la idea, así que fuimos al segundo piso de mi tienda, Aliad.

Y, por supuesto, le pedí a la gerente de mi tienda, Olga, que no dejara que Michael nos viera durante la reunión.

Cuando entramos al segundo piso del edificio, los ojos de  Liren se iluminaron.

—¡Oh, si no es Mathilda!

—¡Liren! ¡Hace tanto tiempo que no te veo! —respondió Mathilda.

Me sorprendió un poco que se conocieran, pero luego recordé que Mathilda era la niñera de su alteza, por lo que no debería ser extraño que conociera a la persona que lo bendijo.

—¿Estás familiarizada con mi maestra? —preguntó Julie Banach a Liren.

—Lamento su falta de cortesía —dijo Mathilda, obligandole inmediatamente a bajar la cabeza.

—¡No me importa! En lugar de preocuparnos por eso, permíteme presentarte a mi hija, Vanette —respondió  Liren.

—¿¡La hija de  Liren!? ¡Qué maravilloso! Mi nombre es Mathilda, es un placer conocerte —dijo haciendo una reverencia

—Mathilda, nos gustaría pedirte ayuda en lo que respecta a la vida amorosa de  Vanette —le pedí.

Mathilda sonrió ante esa afirmación y dijo que estaría encantada de escucharnos mientras servía el té, así que se fue a la parte de atrás a prepararlo. Una vez que terminó, nos sirvió a cada una y preguntó:

—Muy bien, ¿con qué estamos lidiando aquí?

—Vanette está enamorada de Michael —expliqué.

Mathilda escupió su té al escuchar eso.

—¡Maestra! ¡Eso es sucio! —Banach rápidamente agarró un trapo y comenzó a limpiar la mesa.

—¿A ella le gusta Michael…? —Mathilda preguntó mientras se limpiaba la boca.

—Así que, sobre eso… —Luego,  Liren comenzó a explicar la historia.

Al final de la explicación, Mathilda se agarraba la cabeza con las manos… Y Banach estaba fallando miserablemente en contener su risa.

—Te daré una patada si te ríes, estúpida discípula —le dijo Mathilda a Julia.

—¡Por favor, disculpen, necesito ir al baño!— Banach dijo eso apresuradamente y corrió al baño… Y justo después de eso, comenzamos a escuchar su risa resonar por la habitación.

—Definitivamente la patearé cuando regrese —dijo Mathilda, luego respiró profundamente y continuó—. Bueno, por ahora,  Vanette debería abandonar esa apariencia de anciana. Entiendo que te gusten los niños del orfanato, pero necesitamos hacer que Michael te vea como una mujer, ¡no como una abuela! No te preocupes, ¡nadie conoce a Michael mejor que yo! ¡Y definitivamente haré todo lo posible para apoyarte!

Vanette quedó un poco desconcertada por el repentino entusiasmo de Mathilda.

—Por cierto, olvidé mencionarlo antes, pero Mathilda es la madre de Ma —comentó de repente Liren.

Vanette palideció al escuchar esas palabras.

Al ver la reacción de  Vanette, Mathilda decidió calmarla un poco.

—Honestamente, es complicado dar consejos a alguien que está enamorada de mi hijo, pero realmente quiero apoyarte.

—Verás, mi familia siempre ha tenido problemas con que nuestras parejas mueran mucho antes que nosotros. No sé cuánto tiempo viven los dragones, pero mi madre tiene 297 años este año y sigue bastante saludable, así que… Creo que Michael sería mucho más feliz contigo como su pareja que con un humano.

»Así que, por el bien de su felicidad, haré todo lo posible para ayudarte —Terminó sus palabras con una sonrisa tranquilizadora… Era un alivio tener a Mathilda de nuestro lado.

En realidad, también me preocupaba por esto, así que me alegró escucharlo de ella. Estaba bastante acostumbrada a consultar con Mathilda y Banach sobre el amor en este punto, por lo que todavía eran mi primera opción para obtener ayuda, pero… Supongo que pedir ayuda a una madre para cortejar a su hijo es un poco complicado. Es bastante reconfortante ver que Mathilda decidió convertirse en nuestra aliada en este esfuerzo.

Y tan pronto como terminamos esta conversación, Banach salió del baño, así que Mathilda la pateó de inmediato… Decidí no hacer comentarios al respecto.

A partir de ese día,  Vanette dejó de cambiar su apariencia a la de una anciana. Aunque, para no despertar sospechas entre las personas que visitaban su casa para obtener medicinas, terminamos decidiendo una excusa de que la anciana había salido de viaje y que su nieta se encargaría de la casa mientras tanto… Siendo que la nieta era simplemente la apariencia más joven de  Vanette, por supuesto.

Sin embargo, el comportamiento de Michael no cambió en lo más mínimo incluso después de eso… Teniendo esto en cuenta, decidí trabajar en obtener nuestro próximo aliado.

Le pedí a su alteza que se encontrara conmigo en un lugar apartado durante el descanso del almuerzo en la academia. Luego, una vez que comenzamos a comer, le pregunté:

—¿Su alteza te diste cuenta de que los sentimientos de Michael hacia Vanette no son de amor?

—¿Eh? —me preguntó a su vez.

Dándome cuenta de que no entendía las circunstancias correctamente, le expliqué todo… Cuando dejé de hablar, él sostenía su cabeza de la misma manera que Mathilda.

—Su alteza cooperará, ¿verdad? —le pregunté.

—Sí. Creo que Michael simplemente no se ha dado cuenta de cómo  Vanette lo ve. Si lo entiende, creo que también podría enamorarse de ella —dijo y asintió a mi pregunta.

—Escuchar eso de parte del hermano menor de Michael es bastante tranquilizador —le dije.

Él comenzó a hacer un puchero ante ese comentario.

—No creo que el papel de hermano menor me quede bien… Quiero decir, Michael es mayor, pero aún así… —Me reí ante esas palabras—. ¡Oye, no es gracioso!

Sin embargo, no dejé de reír.

—Julia…

—Lo siento, es que su alteza estaba siendo demasiado lindo —le dije.

—Lindo no es un cumplido… —dijo, pero desvió la mirada. No creo que realmente quisiera decir lo que dijo.

—Por supuesto que es un cumplido. Estoy muriendo de amor por su alteza en este momento —le dije.

Después de escuchar mis palabras, su alteza miró a su alrededor por un momento y luego me abrazó.

—¿No estás pensando que cualquier cosa que hagas puede ser perdonada solo por tu ternura, verdad?

—Pero su alteza también es realmente lindo.

—No me alegra escuchar eso.

—Pero su alteza es lindo. Muy lindo, de hecho.

—Eso es acoso —murmuró.

—Realmente te amo —le dije en voz baja. Y apoyé mi cabeza en su pecho.

—Eso es cobarde —susurró en mi oído.

Mi corazón comenzó a latir demasiado rápido por eso… Era embarazoso.

Sin decir ninguna otra palabra, nos abrazamos así… Hasta que sonó la campana. Fue una lástima, pero tuvimos que separarnos.

—Siempre se interpone en los peores momentos —dijo su alteza, pero estaba sonriendo bastante.

—Siempre podemos continuar después —le dije. Mi sonrisa seguramente era tan grande como la suya.

—No olvidaré esas palabras —respondió.

Y así, su alteza también se convirtió en nuestro aliado.

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