Traducido por Shiro
Editado por Ayanami
Al día siguiente, cuando Li Cong Qing recobró el conocimiento, lentamente, se dio cuenta de que se encontraba en un lugar extraño.
¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¿Son los aposentos de dormir del emperador?
Ehem…si tenían las manos en sus mejillas, mientras gritaban con el corazón lleno de flores en plena floración, esperando que esta fuera la situación…debo decir que lo siento queridos lectores, ¡han adivinado mal!
¿Acaso es la habitación del emperador, un lugar conveniente donde cualquiera podía entrar y dormir?[1] Sólo digamos que, a pesar de que nuestro compañero Li es el personaje principal, en este momento, a ojos del emperador, no es más que una persona lastimada. Quedarse en la habitación del emperador, mientras sana y se recupera, es una situación que podría estimular pensamientos eróticos y seductores. Al menos por ahora, si nada ha ocurrido, por supuesto que es apropiado y de esperarse que así sea.
Estaba recostado en la cama para enfermos, con las facilidades del médico imperial. Todo su cuerpo se encontraba débil e impotente. Lo primero que sintió, justo después de recuperar el conocimiento, fue el estallido abrasador de un dolor intenso y agudo en extremo en su hombro.
¡Duele! ¡Realmente duele!
¡En su vida, jamás había sentido tanto dolor!
—Duele demasiado… —No pudiendo soportarlo, dejó escapar un débil gemido.
— ¡Ah! ¡El señor Li ha despertado!
— ¡Gran doctor, el señor Li ha despertado, venga a revisarlo!
—Rápido, envía a alguien a informar a Su Majestad. ¡Repórtenle que el señor Li se ha despertado!
Hubo un jaleo innecesario a su lado, pero toda su atención estaba enfocada en el dolor, lo que lo llevó, instintivamente, a moverse con dificultad, ocasionándole un mayor suplicio.
Él, es un hombre que ha adoptado un estilo de vida cómodo. Nunca había sufrido una herida tan seria. Nunca había tenido que soportar un dolor tan agudo. Toda su persona había sido mimada, por lo que, su piel era delicada y de tez blanca. También, con respecto al dolor intenso, su umbral era mucho más bajo que el de cualquier otra persona común. No podía soportar este tipo de suplicio violento en lo absoluto. Las lágrimas descendían por sus mejillas sin parar.
— ¡Duele! ¡Duele! ¡Duele! —Exclamó llorando.
—Señor Li, por favor, no se mueva de ese modo. Su herida está sangrando de nuevo.
— ¡Rápido, sujeten al señor Li! ¡No permitan que se agite!
— ¡¡Duele!! ¡¡Duele!! ¡¡Duele!! —Li Cong Qing sollozaba como un niño pequeño. Incapaz de contenerse, lloraba y gritaba. ¡Sentía que había sido herido de muerte!
Todos los presentes actuaban de forma desordenada, tratando de sujetarlo y evitar, de ese modo, que siguiera moviéndose.
Cuando el emperador llegó, la visión que lo recibió fue la del paciente siendo sujetado de las manos y los pies. El doctor estaba ocupado desamarrando los vendajes ensangrentados a causa de la reapertura de la herida, tras lo que, repetidamente, aplicó pomada espesa sobre ésta.
El emperador caminó hasta el lado de la cama. Los asistentes que ayudaban al gran doctor lo vieron y, rápidamente, soltaron al paciente que aún seguía llorando sin parar, para saludarlo respetuosamente.
—Sus súbditos respetuosamente saludan a Su Majestad.
— ¡¡¡Duele!!! —Una vez que sus manos y pies quedaron libres, Li Cong Qing comenzó a forcejear y sollozar de nuevo.
—Sé que estás herido, pero no te agites más o será más doloroso. —El emperador incluso se sorprendió a sí mismo, debido a su inusual entonación suave. Sentándose en el borde la cama, gentilmente, hizo presión en el hombro que no estaba herido. Con su suave movimiento, lo recostó de nuevo en la cama, no permitiéndole resistirse.
—Doctor, por favor, trate su herida con cuidado.
—Sí. —El gran doctor procedió sin demora. Tomó vendajes limpios y envolvió la herida con éstos.
Li Cong Qing estaba herido de muerte, pero, bajo la suave presión del emperador, dejó de agitarse imprudentemente. Calmándose gradualmente. Sólo sus lágrimas seguían derramándose como antes. No había manera de que se detuvieran. Sus gritos y sollozos se habían transformado en gimoteos y lamentos. Esto lo hacía ver extremadamente miserable y lastimoso, lo que lo llevó a maldecir y culpar al asesino desde el fondo de su corazón.
¿Por qué no me asestó un golpe que me asesinara en el acto? ¡Era mejor que hacerme vivir un infierno!
Su aspecto ordinario no podía decirse que fuese feo, pero estaba llorando tan vergonzosamente, incluso con la nariz goteando. Aunque, contrario a lo que se hubiese pensado, el emperador no sólo no se sintió disgustado, sino que hasta le pareció que se veía un poco adorable. No pudo evitar alzar su manga para limpiar las lágrimas que fluían profusamente y escurrían de su rostro.
—Un hombre grande llorando así, ¿no te da vergüenza? —Le preguntó en burla, mientras sonreía.
—Wuuuu…a ti no es a quien le duele…por supuesto que puedes hablar así… —Con gran dificultad, logró replicarle, su ronca voz se quebró del dolor.
Ésta, era la primera vez que Li Cong Qing se comportaba de forma caprichosa con el emperador. En este momento, con su mente nublada debido al dolor, olvidó por completo que a quien le hablaba era a su «Gran Jefe».
Sin embargo, inesperadamente, hacia su actitud irrespetuosa, rebelde, desconsiderada y desobediente, el emperador la tolero con un rostro sonriente contenido.
Este tipo de comportamiento, esta forma de hablar, era cercana a una relación íntima.
Después de que la herida fue vendada, el gran doctor trajo un bol de medicina, y le ayudó a sentarse con cuidado.
—Señor Li, por favor, beba esta medicina.
Li Cong Qing miró la oscura[2] y espesa medicina de olor fétido, la cual, más bien lucía como un veneno mortal, y juntó las cejas en un gesto de desagrado.
— ¡¡No quiero!! —Apartando el rostro hacia un lado y frunciendo los labios, momentáneamente, se convirtió en un niño.
—Señor Li, esta medicina no sólo puede curar la coagulación de su sangre y relajar sus músculos, también tiene un efecto analgésico. —El gran doctor intentó convencerlo como si se tratara de un niño pequeño.
Al escuchar que podía calmar el dolor, no pudo evitar dudar un poco. Pero, en toda su vida, lo que más odiaba era beber medicina. ¡Prácticamente, le estaban pidiendo que muriera!
—Démela. —El emperador tomó el bol de medicina de las manos del gran doctor y la sostuvo frente a él y, bajo la mirada conmocionada de los presentes, fue condescendiente hacia su persona, tomando la cuchara y dándole la medicina en la boca.
—Vamos, bebe esto —le dijo en un tono suave, buscando persuadirlo.
A pesar de esto, Li Cong Qing continuó con su comportamiento infantil, frunciendo sus labios herméticamente, su rostro desafiante.
—Abre tu boca —le ordenó el emperador con una entonación gentil.
Esto le hizo mirar de nuevo la oscura y espesa medicina, para luego mirar la expresión gentil sin dejar de ser digna, del emperador. Aunque él, terco como un toro, frunció sus labios aún más, mostrando un temperamento sumamente reacio, a beber lo que le ofrecía. A pesar de que este hombre ordinario parecía descuidado, perezoso, fácil de llevar y complaciente, además de dar la sensación de que cualquier cosa podría ser solventada mientras se hablara; una vez que afloraba su testarudez, no habría diferencia entre su persona y un toro obstinado.
¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¿Ahora, el emperador procederá a darle la medicina con su boca?
Haiii[3]…Queridos y honorables lectores, sus expectativas son demasiado altas. Esta pareja, aún no tiene el tipo de relación como para compartir recursos escasos[4].
Quedando en un punto muerto, el aire frío característico del inicio de la primavera enfrió la una vez caliente medicina. Esto hizo que el emperador le devolviera el bol de medicina al gran doctor.
Los ojos de Li Cong Qing brillaron al ver esto, pensando que ya no tendría que beber nada. Pero, el emperador no le concedería su deseo.
—Traiga otra —instruyó al gran doctor. A pesar de esto, no se encontraba molesto ni impaciente y, en lugar de obligarlo, le dijo con suavidad: —Me sentaré aquí contigo hasta que te bebas la medicina, sólo entonces me iré.
Sus palabras indicaban que perdería el tiempo junto con él, a ver quién tenía más paciencia.
Al verlo haciendo pucheros y mordiéndose los labios, el emperador se sintió un poco incómodo, ante su expresión caprichosa, como si fuese él quien estaba siendo perjudicado. Mientras miraba atentamente su rostro, una pizca de interés, difícil de resistir iba en aumento. Quería preguntarle: «¿Son deliciosos tus labios?»
Poco tiempo después, un bol lleno de medicina humeante vino en camino de nuevo.
El emperador le miraba con firmeza en silencio.
¿De verdad quieres perder el tiempo?
Li Cong Qing, quien al inicio persistió por un rato, estaba comenzando a sentir cómo la piel de su cabeza se iba entumeciendo bajo la mirada directa del emperador. Sumado a esto, el dolor de su hombro era difícil de resistir. Al final, izó su bandera blanca rindiéndose, tras lo que, obedientemente, abrió su boca y se obligó a beber la medicina que el emperador le estaba dando personalmente. Durante todo este proceso, sus cejas se mantuvieron fruncidas, y todo su rostro se distorsionó formando un regimiento.
El emperador, pacientemente, le dio cucharada por cucharada, pero Li Cong Qing ya no lograba aguantar la lentitud del tratamiento. Lo mejor era acabar con ello rápidamente, en lugar de prolongar la agonía. Una vez tomada la decisión, simplemente, tomó el bol en manos del emperador, se lo llevó a la boca y tomó un gran trago.
Mamá… ¡la amargura me está matando!
Su movimiento repentino e imprudente tiró de la herida y le ocasionó un dolor agudo. Lo que lo llevó a cubrir su herida con su mano y mostrar una expresión de sufrimiento.
—No te muevas más, sé bueno, pórtate bien y recupérate. —El emperador le ayudó a reclinarse. Una vez más, incapaz de resistir el impulso de acariciar su pálido rostro; como una gentil brisa, su pulgar rozó, sin pensarlo, sus labios color sangre.
El color rojo oscuro de sus labios, era como el de las flores primaverales, hermosamente fresco y fascinante para quien lo viera.
Después de que el dolor se alivió un poco, Li Cong Qing se sintió exhausto, por el dolor, el llanto y el alboroto. Su conciencia, finalmente, estaba más calmada y sobria. Con sus ojos entrecerrados, volvió a su porte regular de súbdito.
—Su humilde súbdito se siente agradecido por la preocupación de Su Majestad —dijo respetuosamente.
¡Hah! Finalmente, eres consciente de mi presencia, ¿huh?
La sonrisa del emperador se tornó más amplia. Involuntariamente, recordó cuando Li Cong Qing fue tomado como rehén por el asesino. La expresión de tristeza que portaba, en ese momento, hacía ver que lo que pensaba era «¿cómo puedo ser tan desafortunado?» en lugar de «¡ayúdenme! ¡Tengo miedo!».
Esta persona es, en realidad, muy interesante, contrario a lo que su apariencia aburrida e indiferente hace pensar, pensó el emperador para sus adentros.
A partir de esta oportunidad en adelante, el emperador recordó firmemente a Li Cong Qing.
Una mera coincidencia se convirtió en una relación impura predestinada, entre estas dos personas, la cual, iba oficialmente conducida por el hilo rojo[5] del destino.
Mucho después, cada vez que rememoraba este acontecimiento, Li Cong Qing sería continuamente recordado, de que, en ese momento, ya había sido apresado, firmemente, por el emperador. Cuando mostraba su temperamento obstinado, el otro siempre encontraría la forma para que, obedientemente, le escuchara e hiciera caso.
El llamado: «sobre algo grande existe algo aún más grande». ¿Este dicho proviene de estas situaciones?
Y, entonces, este tipo de cosas no debían ser dichas, pero, Li Cong Qing luego, descubrió otro hecho que lo dejó sin palabras.
Cuando fue secuestrado por el asesino, y se encontraba en una situación de vida o muerte, el jefe de su familia, Li Cong Yin, no sólo no fue a su rescate, sino que con el corazón de un lobo y los pulmones de un perro[6] incluso abrió un tablero de apuestas.
{1. El asesino era aplastado y Li Cong Qing rescatado.}
{2. El asesino escapa y Li Cong Qing da su vida por el país.}
{3. Tanto el asesino como Li Cong Qing perdían sus vidas.}
La proporción de la compensación del pago era de una a dos a tres.
Además de establecer abiertamente un tablero de apuesta en el Palacio Imperial, también usó la vida de su hermano menor para obtener dinero sucio y recuperar la suma de dinero que había gastado para poder estar allí.
—Afortunadamente, nuestra familia también tiene un negocio de funerales y entierros. En caso de que fueras lo suficientemente desafortunado como para partir antes, hubiésemos obtenido el ataúd a un buen precio. Quién sabe, quizás el precio de la lápida habría podido ser reducido a la mitad —le dijo a Li Cong Qing después de lo sucedido.
— ¿Por qué simplemente no me envuelves en una alfombra de hierba y luego cavas un hoyo para enterrarme? —Le respondió lánguidamente su hermano menor.
— ¡¡Mejor no!! Si hiciera eso, sería difícil para las personas creer que no me quedé con gran parte del dinero de asistencia[7]. —Li Cong Yin fingió seriedad y le contestó sinceramente.
Aunque entendía que el jefe de la familia tenía fe en él, y creía que, sin duda, sería rescatado, sin ningún tipo de conciencia, lo dejó pasar con humor negro, cosa que hizo que Li Cong Qing endosara una expresión amarga. Con un hermano mayor como este, ¿qué podía decir un hermano menor?
En cuanto al asesino, la razón por la que quería asesinar al emperador no era más que por una disputa de poder, ya que pertenecía a una nación enemiga. En resumidas cuentas, este tipo de acto podía ser considerado como un desperdicio[8].
⧫ ⧫ ⧫
El autor tiene algo que decir:
Con esto, por el momento, detengámonos aquí por ahora.
[1] El texto original dice: cualquier gato o perro. Con lo que se refiere a personas de poca importancia.
[2] El texto original dice: oscura con siete capas de oscuridad. XD
[3] Esa es la autora suspirando.
[4] Compartir recursos escasos: comer del mismo plato/bol, en otras palabras, un beso indirecto.
[5] Hilo rojo del destino: quizás ya han escuchado acerca de esto, pero cuenta la leyenda que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Más info aquí.
[6] Extremadamente despiadado e ingrato.
[7] Dinero de ayuda o asistencia: pago realizado a modo de indemnización a la familia del fallecido.
[8] El texto original dice: como hasta quedar lleno para quedar luego sin nada que hacer. Se refiere a hacer cosas inútiles que sólo desperdician energía. La traductora al inglés dice que es una expresión china que se usa comúnmente y que su mamá se la dice todo el tiempo. XD