El fuerte caballero negro – Capítulo 10: Entrenamiento y Gritos

Traducido por Naiarah

Editado por Haru


Terrenos de entrenamiento

—Ayer, pudimos haberos causado problemas y por eso lo siento.

Era el día después de la discusión por los secuestros. Ahora, estoy en el campo de entrenamiento delante de los soldados y dando mis saludos.

—Una vez más, he sido señalado como Comandante de caballería y caballero exclusivo de la familia imperial. Como soy nuevo en esto, os agradezco antes de tiempo por vuestra comprensión.

DIgo y agacho mi cabeza. Cuando la levanté y miré alrededor… Todos los soldados presentes muestran silencioso aturdimiento.

—Conrad, ¿fue eso extraño?

Me preocupé y le pregunté a Conrad que estaba a mi derecha.

—Bueno…

Sin embargo, sólo una vaga respuesta vino. ¿Lo es o no lo es?

—Caballero negro-sama, dado que todos ellos son tus subordinados, deberías comportarte más como un líder…

Como estaba perdida, Celes respondió desde mi izquierda. Así ella dice…

—No, si actuara mejor que los demás creo que podría dejar una mala impresión. Además, ya que soy una persona que se ve sospechosa, ya he dado la impresión de no ser tan confiable.

Los soldados, (Tan concienzudo…)

En ese momento, las voces de los corazones de los soldados se han sincronizado, pero nadie lo sabía.

—Comandante… quizás tienes algo más que decir… —dijo Conrad preocupado.

—Haa~… bueno entonces…

Miré hacia los soldados de nuevo. Estando al lado de los dos capitanes, tomé una buena bocanada de aire.

—Gracias~.

Todos caen al suelo. Después de unos pocos minutos, el entrenamiento empezó.

—¡Comandante! ¡¿Qué estás haciendo?!

Conrad se enojó conmigo.

—Incluso si tu me dices que actúe más como un líder, no sé cómo hacerlo —dije mientras hacía pucheros. No es mi culpa~.

—¡Hmph! ¡Después de estar diciendo “cállate estúpido espadachín” todo el tiempo! ¡Ei! ¡¿Por qué Celes y Conrad son llamados por sus nombres?! (Adelbert)

Celes y Conrad replican ante las palabras del estúpido espadachín.

—¿No te queda estúpido espadachín? —dice Conrad mientras mira al estúpido espadachín.

—Estúpido espadachín te queda perfectamente.

Celes también le suelta sin compasión. Parece que todos están a favor de su sobrenombre. Ante las palabras de esos dos, el estúpido espadachín cae al suelo con sus manos y rodillas, con la cabeza colgando. Te sirve bien.

—No te deprimas Adel. Yo soy el tipo musculoso… (Brandon)

EL musculoso intentó animar al estúpido espadachín.

—¡Al menos tu sabes el significado del tuyo! ¡¡Yo ni siquiera sé qué significa mi sobrenombre!! (Adolf)

El ikemen de cabello azul apela a esos dos. Oh, es verdad; este mundo no tiene una traducción para ikemen en este lenguaje.

—Oye, ¡ikemen de cabello azul! (Chie)

—¡Agh! te dije… (Adolf)

—La palabra ikemen en mi país significa un hombre apuesto y genial.

—Huh, así que eran sólo vosotros chicos los que tienen tales apodos. (Adolf)

—¡Ese traidor! (Adelbert & Brandon)

Estaba de buen humor de nuevo así que le expliqué su apodo mientras nos movíamos un poco lejos del estúpido espadachín y del musculoso. Dije eso mientras miraba para abajo a esos dos. Eso les enfureció. El ikemen de cabello azul es simple.

—Caballero negro-san, olvida lo que he dicho justo ahora.

El ikemen de cabello azul actuó como si nada hubiera ocurrido nunca y estaba hablando conmigo de buen humor.

—¿No me odiabas?

—¡Hahaha! ¿De qué estás hablando?

Estamos todos impactados por la velocidad de su cambio de actitud. Ayer, él incluso dijo que era “repulsiva”…

—Adolf…

Conrad murmura apagándose el nombre del ikemen de cabello azul.

—Haa~, volvamos al tema.

Conrad suspira mientras dirige la conversación al tema.

—Por favor ¡date cuenta de que eres el mejor caballero de este país! (Conrad)

—No me interesa. (Chie)

—¡Por qué tú! (Conrad)

Conrad se veía en preocupado. Aunque haya dicho eso, si no me interesa, no me interesa; no se puede ayudar.

—Ok, escucha. ¿Qué imaginas cuando alguien dice el mejor caballero? (Chie)

Les pregunté a todos para tener una idea.

—Alguien que es… ¿fuerte, amable y digno como un caballero? —dice el ikemen de cabello azul. Es de repente amigable ahora…

—Mira, Conrad encaja más con esas palabras que yo —digo mientras señalo a Conrad.

—¡No existe tal cosa!

Celes claramente lo niega.

Amy también asiente.

—Pero para alguien ser digno, ¿tiene que ser también arrogante? ¿Puedes imaginar a Su Majestad siendo arrogante? (Chie)

Alguien que escucha a todos. No puedo imaginarlo. Más bien, él da la imagen de alguien que habla con la gente libremente.

—….. (¡En efecto!) …. (Todos)

Aunque no lo han dicho, los cuatro probablemente tienen la misma opinión.

—Comparado con eso, dignidad con arrogancia sería el mismo tipo que el estúpido espadachín. (Chie)

—Ah~…. (Todos)

—¡Qué! ¡Incluso Brandon! (Adelbert)

El musculoso parece también tener la misma opinión. El estúpido espadachín está llorando.

—Sin embargo, Comandante.

Conrad frunce el ceño y habla. Me imaginé a mí misma con una arrogancia similar a la del estúpido espadachín. No era muy agradable.

—Vamos a hacer eso. Si es un momento crítico, encenderé el “modo trabajo” (Chie)

—Haa~. Lo entiendo.

Conrad de mala gana acepta. Una sonrisa torcida está presente en las caras de todos excepto el estúpido espadachín y el musculoso.

— (Ciertamente, será nuestra gente quien estará en problemas). (Conrad)

—Más que eso, ¿siempre es entrenamiento independiente? (Chie)

Le pregunté a Conrad mientras estábamos monitoreando el entrenamiento.

—Sí, siempre ha sido de esta forma.

Dice Celes. Preguntando, miré a los soldados que están entrenando una vez más. Cada persona entrena por sí mismo. Hablando claro, ese método es inefectivo. Ya que el conocimiento de combate sobre este mundo me fue dado, puedo observar y entender sus métodos muy bien. El número de personas que se volverían fuertes usando este método de entrenamiento sería muy pobre.

—Muy bien. (Chie)

Me he decidido.

—Este método de entrenamiento necesita cambiar. (Chie)

—¡¿Qué?! (Todos)

Conrad responde a lo que dije con cara curiosa. Sólo le ignoré.

Doy palmadas y los soldados me dan su atención.

—¡Atención! ¡El entrenamiento de detiene!

Digo con una voz lo suficientemente fuerte para que todo el campo de entrenamiento pudiera oír. Mi voz viajó bastante bien por el campo. Estando segura que todos me prestaban atención, hablé.

—¡Seré franco! Vuestro método de entrenamiento no es muy efectivo.

Todos están en silencio. Entonces, se elevan voces de crítica.

—¡Tú! Qué estás… (Adolf)

—¡Cállate! (Chie)

El iikemen de cabello azul intentó protestar, así que lo callé. Los soldados que también estaban haciendo ruido se callaron todos.

—Por ejemplo… ¡ El Arquero-kun de ahí!

—¿Uh, yo?

Llamé a un joven arquero que tenía el cabello marrón corto con un aspecto amable y dócil. Sus ojos eran marrones y medía unos 170 kaumeito. Armadura marrón acolchada sobre la piel también marrón con botas negras hasta las rodillas.

Se veía nervioso, viendo como se había puesto rígido. De dónde estaba el arquero-kun, había objetivos a unos doce metros de él. Caminé hacia donde él estaba.

—Oye, intenta poner la flecha en el arco.

—¿? Sí…

Arquero-kun tenía una cara confusa mientras tomaba el arco y la flecha.

—Detente ahí.

—Sí.

Me acerqué y ajusté su cuerpo bajando un poco su hombro y elevando un poco su brazo. Los soldados de alrededor miraban curiosos.

—Muy bien, ahora dispara al centro de la diana.

—¡¿Hah?! No, ¡eso es imposible!

Arquero-kun mostró una expresión que decía que era imposible.

—¡Es imposible para ese chico! (otro arquero)

Las burlas vinieron volando de atrás. Varias personas se habían reunido alrededor con expresiones desagradables mientras señalaban a Arquero-kun, burlándose y riendo.

—Esta persona nunca ha dado en la diana hasta ahora.

Uno de los groseros arqueros habló.

—Oh sí, para alistar a alguien como él, con su talento pobre, ¡el ejército debe de haber estado desesperado!

—-¡Gahahahaha!

Los otros soldador groseramente empezaron a reír a lo que los arqueros dijeron. Escuchando a los otros soldados despreciándole, Arquero-kun pareció frustrado con los dientes apretados, sin coraje para replicar. Estoy impresionada con su habilidad para tolerar su abuso.

Mientras todo el ejército le estaba mirando por encima del hombro, su problema con el arco fue resuelto por mí.

—Después de todo… (Arquero-kun)

—No creas que una cosa es imposible antes de hacerla. (Chie)

—…. ¿huh?

Interrumpí sus palabras de resignación. Sin embargo, los soldados lanzaron burlas después de mis palabras.

—¡Qué historias has oído!

—Es imposible para él…

—Cállate, gusano.

Dije en una muy suave y profunda voz que interrumpió sus burlas. Pensé sobre la voz cambiando ayer, pero no pensé que podía poner ese tipo de voz. La sed de sangre parecía salir con ella, así que por supuesto, todos los hombres alrededor se quedaron pálidos. Hablé con Arquero-kun que tenía la misma cara pálida que los otros.

—Está bien, concéntrate y dispara recordando tu postura de hace un momento. Absolutamente le darás.

Me miró por un momento.

—No te preocupes por lo que esos de alrededor dicen. Puedes hacer lo que sea que decidas.

Después de escuchar mis palabras, Arquero-kun asintió y se puso serio.Una vez más, cogió el arco, mirando directo a la diana. Se colocó en la postura correcta. Los demás soldados miraron. El arco hizo un sonido mientras era tensado. Apuntó y entonces disparó. La flecha, volando en línea recta…… golpeó el medio de la diana.

—Mentira. (Arquero-kun)

Soltó en baja voz mientra mostraba una increíble expresión.

Palmeé su hombro.

—Oye, le dió —dije.

—La… ¡Sí!

Arquero-kun respondió feliz.

—¡¿Cómo?!

El arquero ofensivo elevó su voz.

—¿Por qué? ¿Cómo es que no lo sabes? —le dije al arquero borde. —Mira, el hombro estaba alto y la mano baja, lo que resultó en demasiada fuerza. ¿Si éstos están fijos no es natural que la flecha vuele recta?

El arquero ofensivo me dió una mirada de incomodidad.

—Aunque algunas personas puedan darle a la diana, hay otras que no. Haciendo una práctica independiente, la gente que están haciendo algo mal no entenderán qué hacen mal y así serán incapaces de mejorar.

Después de decir eso, todos parecen captar mi rumbo.

—Identificando lo que alguien está haciendo mal, mientras practican, es también un buen entrenamiento. Entiendes por qué tienes que hacer esto, ¿no? ¿Especialmente siendo un soldado del imperio como eres? Cuando es tu trabajo proteger a las demás personas de este país, encontrarás varias situaciones críticas, y con este separado trabajo en equipo, se volverá incluso más peligroso. Entrenarte a ti mismo más eficientemente es cuestión de vida o muerte.

Apelé a ellos.

—Los soldados tienen una muy importante responsabilidad. Si no hay una cooperación clara y definida, entonces las circunstancias del país ¡podrían volverse peligrosas! ¡Como es la actual situación!

Todos parecen tomados por sorpresa. La gente de este país ya saben cómo está la situación en el imperio.

—Y ese es el porque el ejército no es tan efectivo como debería. ¡El entrenamiento es inefectivo para empezar! ¡Así que los métodos de entrenamiento necesitan sufrir un cambio dramático!

Primero, llamé a los soldados con armas.

—¡Cuerpo de caballería, cuerpo de espadachines, cuerpo de lanceros y cuerpo cuerpo de lucha, practiquen oscilaciones 1000 veces! ¡Empecemos por lo básico!

—¡Sí! (Soldados)

Los soldados responden con vigor, empezando a oscilar sus armas mientras se colocan ellos mismos con espacio entre los demás. Sus caras parecen serias y están llenos de sentimientos de motivación.

—¡Arqueros formen parejas y trabajen juntos para señalar los defectos de sus posturas!

—¡Sí! (Arqueros)

Parecido, los arqueros responden con vigor.

—Finalmente, ¡Cuerpo de magos! ¡La mayoría de vuestros problemas sois vosotros mismos! Con una simple mirada puedo decir que todo lo que hacéis ¡es sólo practicar magia! Ciertamente, mente y espíritu son indispensable en magia y uno puede pensar que la habilidad física no es necesaria. Pero como alguien dijo en mi país, “Para fortalecer la mente, primero debes fortalecer el cuerpo”. En otras palabras, fortaleciendo vuestros cuerpos, ¡vuestra mente y espíritu también se fortalecerá! ¡No sólo entrenaréis vuestra magia también vuestro cuerpo! Empezad a fortalecer vuestros músculos, ¡empezad a dar vueltas corriendo!

—¡Eh~!

El cuerpo de magos elevaron sus voces en renuencia y aversión.

—¡Poneos en movimiento, rápido o…!

—¡S-Sí!

Los magos gritaron de miedo al notar mi advertencia y empezaron a estirar. Aunque algunos soldados no estaban convencidos, todos parecían exudar mucha motivación.

¡Muy bien! ¡Daré lo mejor para formar este ejército!

♦ ♦ ♦

Punto de vista de Conrad

Los capitanes y yo miramos con asombro a los soldados reaccionando a las instrucciones del Comandante.

—Ese Caballero negro~…

La primera voz que salió fue Adolf. Este chico, desde que escuchó el significado de su apodo, tuvo un repentino cambio en su actitud. Es un interesado.

—Hoh~ Parece que sólo Adel ¿todavía no lo ha admitido?

Brandon admitió el reconocimiento del Comandante y se lo dijo a Adelbert.

Adelbert con mala cara miraba al Comandante que estaba corriendo tras los miembros del Cuerpo de Magos. Este chico, ¿es un niño? Cómo exactamente llegó a ser el Capitán de los Espadachines…

—Adelbert, ¿Tu lo entiendes ya?

Adolf llamó a Adelbert.

—No podemos ni siquiera compararnos con el Caballero negro. Su Majestad y Conrad tomaron la decisión correcta. Es nuestra pérdida. (Adolf)

—Tu reconoces al Caballero negro por el apodo que te dió, pero el caballero negro no me concedió tan buen apodo.

Adelbert gritó para refutar a Adolf. Ciertamente, la mayoría de las cosas que dijo eran verdad. Aunque no quiero admitirlo.

Adolf habla con una sonrisa torcida.

—Mira, el Caballero negro estaba destinado a nacer con una espada en la mano. Absolutamente no puedo competir contra ese talento innato.

Adolf continuó.

—Después de escuchar las razones del caballero negro así como el por qué entró en esta lucha, sentí pena. Dudé de Conrad como caballero como un tonto. Bueno, la broma es molesta pero…

Adolf puso otra sonrisa torcida.

—Estaba mal Conrad al insultar al Caballero negro que tu habías reconocido.

—Sólo esta vez te perdonaré.

Adolf se disculpó y le perdoné. Ellos han llegado a entender.

—Todavía, no acepto esto.

—Adel, tu…

Celestia elevó su voz amenazante. Todos estamos en la misma situación. ¿Qué cosas infantiles estás diciendo? Este chico tiene un extraño elevado orgullo…

—¡No todavía! ¡No hasta que el caso de los secuestros del que hablamos ayer esté resuelto!

Escuchando sus palabras, estamos sorprendidos. Pensar que este chico diría algo así, nunca lo habría pensado.

—Me disculparé con el Comandante cuando todo esté arreglado.

—Entendido.

Respondo a una cara que era más pequeña de lo esperado. Era un poco divertida y me reí un poquito.

—Oye— ¡Shii! Vosotros chicos no os sentéis—a— ¡oye! (Chie)

La voz del Comandante se oía desde lejos y nos giramos para ver la escena.

Mirando hacia allí, los miembros del Cuerpo de Magos estaban todos tumbados por el suelo desesperadamente intentando tomar aire mientras la figura del Comandante del gritaba a su lado.

—¡Hahaha! ¡El caballero negro seguro que está encendido! (Brandon)

—Demonio…. (Adelbert)

Brando se rió mientras los miraba mientras Adelbert lanzó una mirada de desacuerdo.

—Amy, ¿por qué estás estirando?

Mirando en la dirección desde la que la voz de Celestia vino, Amy estaba cerca y trabajaba duro estirando sus músculos.

—Yo… también…. corro.

Después de decir eso, ella salió corriendo tras el Comandante.

—¿Amy? ¿Estará bien?

Adolf preguntó sin preocupación.

—Ah, ¡yo también!

Celestia rápidamente estiró´antes de salir tras Amy. Ella parecía más como el Comandante.

—Incluso Celestia…

Adelbert habló mientras sonaba deprimido. ¿Qué eres tú, un cachorro abandonado?

—Bueno, estaré entrenando con mis hombres —dijo Adolf y caminó hacia los arqueros.

—Yo también quiero practicar mis balanceos. ¿Qué hay sobre tí? (Adelbert)

—Lo voy a mezclar.

—No hay opción. Lo mezclaré también. (Brandon)

—¿Debemos? (Adelbert)

Sonriendo con ironía a las palabras de Adelbert, nos dirigimos hacia los soldados. Pienso en mí mismo mientras camino. El ejército había sido separado, pero con la ayuda de esa persona podemos volver a unirnos.

El Comandante que puede hacer eso es tan genial, incluso si la persona en cuestión no lo sabe todavía. Pero, ese es el motivo por el que todos son atraídos por esa persona. Esta persona es el mejor caballero del país… no, del mundo entero. Aunque, no han pasado ni tres días desde que nos conocimos, quiero trabajar al lado de esta persona, ahora y en el futuro.

Si, ese es mi mayor deseo.

Naiarah
¿¿Es cosa mía o este final suena como una confesión?? Tal vez soy sólo yo… O.O (???)

4 respuestas a “El fuerte caballero negro – Capítulo 10: Entrenamiento y Gritos”

  1. Corrijanme si estoy mal pero no ha salido el anterior vice-capitán y me estoy preguntando cuando piensa aparecer… O que va a ser de él.

  2. Coincido contigo Naiarah, no cabe la menor duda, la quieren como esposa los k saben k es mujer y son hombres, mientras k las mujeres también le hacen ojitos, esto es un verdadero líder, hacerles ver sus errores y motivarlos a k los arreglen para mejorar sus habilidades, creciendo como una unidad y creando un verdadero ejército.
    Saludos y gracias por el capítulo.

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