El fuerte caballero negro – Capítulo 8: Terrenos de práctica y explicación

Traducido por Naiarah

Editado por Haru


[POV Conrad]

Terrenos de práctica militar.

Ahora mismo estoy en el campo de práctica en el castillo mientras observo el entrenamiento de los hombres, cada unidad está dirigida por un capitán.

—Conrad, ¿qué sobre esto?

El joven caballero con el cabello azul atado, tenía aproximadamente la misma altura que yo, unos 180 kuameito, Adolf Addinsell. El par de ojos azules que me miraban parecían agrios. Vestía un gambason1 blanco y una armadura de cuero marrón, desgastadas botas negras bajas y pantalones negros de cuero, con un manto verde oscuro por encima. Una cara bastante buena, con modales apropiados, es popular entre las criadas de las ladys del castillo y también con las hijas en el pueblo. Con 24 años de edad (la misma que yo), él es el Capitán de arquería.

Me uní a la Armada Imperial el mismo año que él y ambos obtuvimos la promoción a capitán y es mi mejor amigo.

—¿Qué? —le pregunto a Adolf. Desde el principio esto era de esperar.

—¡No te hagas el tonto! Ese misterioso Caballero Negro, ¡he oído que el título de capitán de la caballería así como el de caballero imperial le pertenecen ahora!

Celestia Avary habló. Ella es la primogénita de la casa noble de bajo nivel Avary y la Capitana de los lanceros.

Cabello corto dorado y ondulado, la cara de una mujer considerada hermosa. Un par de ojos púrpuras me fruncen el ceño. Armadura de plata y un guantelete, llevando botas de tacón alto y una falda marrón de cuero hasta las rodillas. Un manto azul marino.

Edad alrededor de los 19 años. Su carácter es orgulloso y su tono viril. Siento irritación por las palabras que Celestia dijo. No es un buen hábito insultar a esa persona.

—Celestia, no tienes permiso para insultar al capitán.

Mi declaración parece tener efecto, los ojos de todos están abiertos y muestran una expresión de sorpresa.

Por mí, habiendo llamado a esta persona un capitán, ellos parecen estar perdidos.

—Es justo como Su Majestad dijo ayer. Esa persona es el salvador de la familia imperial y nuestro. Es la única persona que decidí seguir. Así que Kyle y yo le preguntamos a Su Majestad.

—¡P-Pero! ¿Por qué está esa persona usando el rojo que prueba que es cercano a la familia imperial? Incluso si el legendario unicornio negro lo eligió y dijo que es un caballero no importa cómo, no puedo entenderlo.

Todavía, estoy asombrado con ella que se precipita cuando no puede entender.

—Espera un momento, una belleza como tú no grita.

El hombre del tono afectado es el capitán de espadachines, Adelbert Abercrombie.

Cabello dorado corto y ojos azules caídos con un lunar bajo su ojo izquierdo. Una altura de 175 kuameitos y 23 años. Armadura plateada y manto púrpura. El primogénito de la casa Abercrombie, noble de clase alta, el próximo cabeza de la familia. Parece ser amigo de la infancia de Celestia.

Su habilidad con la espada es confiable y adecuada para ser el capitán de los espadachines. Es la primera reunión con los hombres de las otras partes y dijo palabras maleducadas calmadamente. El típico chico noble.

De entre todos los hombres que pertenecen a la Armada Imperial, estoy convencido de que no hay un chico que no quiera golpear a ese hombre. Sobretodo por su habilidad atrapando mujeres. En privado siempre está felizmente rodeado de hermosas mujeres. Los subordinados iban diciendo que era envidiable, pero no entiendo qué es envidiable del todo.

Este playboy….

—Es como Adel dice. Cálmate un poco, Celes.

El que habló para calmar a Celestia, Brandon Adams.

El capitán de infantería, el mayor entre los capitanes. Un hombre alto de 190 kuameitos y musculoso. Su cabello es el de un lobo marrón oscuro y largo hasta la nuca. Sus ojos son marrones, con una expresión malvada en ellos, su piel bronceada es característica.

Él viste un gambasón verde encima de una lorica segmentata2 negra. El manto es marrón. Es una persona de buen carácter a pesar de su aspecto.

Él viene de una familia plebeya, pero dos personas anhelan que sea como su hermano mayor: Celestia y Adelbert. Y no solo ellos, también hay muchas personas en las fuerzas armadas que le aman. Yo incluído.

—E-Eso es… c-cierto.

Titubeantemente, habló Amy Arnold mientras estaba siendo tapada.

Era la más joven de tres hijas de clase media de la casa noble Arnold. Usando una capucha con el cabello rojo flotando sobre sus hombros. Rasgos comunes con gafas redondas ante sus ojos rojos caídos.

Botas cortas marrone, y su manto es naranja. Ella es extremadamente tímida, pero tiene la mejor habilidad mágica del Imperio. Con un fuerte sentido de la responsabilidad y el deber, es del tipo que prospera.

—Lo siento.

Celestia, quien había sido regañada por todos, enfrió su cabeza.

—Entiendo también la verdad de lo que Celes dijo. No conozco a un hombre así, no puedo aceptarlo como superior.

Aparte del que habló, todos los miembros asintieron a las palabras de Adelbert.

Después de todo, todos los miembros parecen haber juzgado al capitán como un hombre a causa de su altura y voz, como se esperaba. Yo no lo noté hasta que ví su cara.

—Conrad, no puedo confiar en ese tipo tampoco. ¿Qué tiene ese extraño caballero que hasta el mejor caballero como tú fue atraído? —dijo Adolf. Para este hombre, será terrible pensar que la posición de su mejor amigo con el que subió a la cima, cae.

Pero este chico lo malentendió.

—Adolf, yo no soy el mejor caballero. Mi habilidad está seguramente por encima del hombre ordinario, pero es el resultado de mero entrenamiento.

Sólo soy un caballero normal del pueblo. Hasta ahora era ciertamente llamado el más fuerte, dudo que sea llamado así. Sólo soy un humano que es más fuerte que una persona normal. Y eso quedó claro ayer.

—Escuchadme todos. Sólo soy un humano común, como los que hay por todas partes.

—N-No hay… tal… cosa.

Amy niega desesperadamente. Alguien más al lado de Amy, con una cara que dice “qué estúpido”, se giró hacia mí.

—Es como dice Amy. ¡No hay persona que pueda contigo aquí! —dijo Celestia.

Me giro por las palabras de Celestia.

—No, no puedo vencer a esa persona.

—No tengo razones para creer eso —dijo Adolf como si mis palabras fueran increíbles.

Aparentemente todos ellos creen que nunca habría una persona que me venciera. Así que me enojé con ellos mucho.

—¡Basta!

Grité sin querer. A causa del grito airado, los subordinados y los líderes que habían estado entrenando se sorprendieron también y la práctica se detuvo.

Y les dije.

—Estoy contento de que penséis así. En otras palabras, “dado que yo no soy rival para él, es inútil incluso si me vuelvo más fuerte”… ¡Sólo escucho palabras de resignación!

He expresado lo que pensé todo el tiempo.

—¡Lo pensé todo el tiempo! Creo que no puedo seguir a un país cuando ni siquiera hago un esfuerzo como persona. Sin embargo, fui llamado el más fuerte del Imperio demasiado pronto, muchos sentimientos me rodeaban y estaban a punto de abrumarme. ¡Soy una persona normal del pueblo! Incluso si estos sentimientos pueden ser señalados, no poseo la capacidad de estar de acuerdo con vosotros.

—Tú…

Adolf dejó que su voz se perdiera.

Mis verdaderos sentimiento que no le dije a nadie antes. No sería irrazonable estar sorprendido.

—Ayer, cuando fui atacado por cinco ogros es la prueba: permití que Sus Majestades experimentaran una situación peligrosa, y no aguanté más.

“No, es una mentira” y “Es increíble”, ellos tenían esas expresiones faciales todo el tiempo y lo entiendo bien.

—Era inútil. Esperaba fuertemente que alguien pudiera ayudar a Su Majestad, cualquiera estaba bien. Entonces, esa persona apareció ante nosotros.

Creo que recuerdo que en ese momento el área alrededor se volvió menos tensa. Lo miré mientras estaba perplejo todo el tiempo. Montando al legendario unicornio negro, penetrando al ogro, una figura flotando en el cielo.

—Cuando esa persona apareció, pensé que era un sueño. Montando al unicornio negro, saltando fuera del bosque, salvando a Su Majestad de la crisis… Esa persona nos dió esperanza.

En ese momento, recordé la batalla entre el Capitán y el ogro… de repente provocando al ogro….

Cuando ella había deliberadamente ofendido al ogro, pensé “¿qué estás haciendo?”.

Pero lo que ví después, la escena de ella aplastando al ogro con una sola mano. Incluso yo habría necesitado usar las dos manos en la espada para tratar con el poder de un ogro, no podía competir con eso.

Y ella cortó al ogro en dos con un sólo golpe, ¿cómo?

Ciertamente en ese momento, cuando sentí algo en mi corazón. Lo entiendo ahora. No soy rival para esa persona.

—Para mí, esa persona fue elegida por el unicornio negro, yo soy irrelevante. Simplemente porque es esa persona, deseo fuertemente seguirle.

Cuando acabé lo que tenía que decir, todos estaban en silencio. El silencio continuó un poco. Lo que rompió el silencio fue…

—¡Hermano mayor!

La voz de Alice, mi hermana pequeña, quien estaba a cargo del Capitán. Cuando miré a la puerta de entrada del campo de práctica, estaban la figura del Capitán envuelto en una armadura negra con mi hermana menor.

El manto rojo brillante combinaba con la armadura negra.

—¡Capitán!

Instintivamente la llamé y me sentí animado. Por la voz, los capitanes y los subordinados me dieron una cara de sorpresa. Ignoré sus ojos y corrí cerca del Capitán.

—Capitán, ¿qué ha pasado? —le pregunto al único jefe que reconozco.

—Ah, vine para consultar con Conrad, pero ¿qué pasó? No entendí bien las voces que estaba escuchando.

El capitán lo dijo en una suave voz masculina. Mi voz parece haber alcanzado el exterior de alguna forma.

Estaba aliviado de que el contenido no se sepa. Sería vergonzoso delante de esta persona, si ella fuera consciente de lo que se dijo. Puse una expresión seria.

—Nada, no es la gran cosa.

—Hermano, estás contento de que Caballero Negro-sama haya venido, ¿no?

Alice miró mi cara, diciendo esto mientras sonreía. Aunque es mi hermana pequeña, ella es perceptiva.

El Capitán parece perplejo.

—Más que eso Capitán, ¿la consulta…?

Cuando iba a preguntar, Adelbert llamó al Capitán. Ese amanerado hombre.

—Hmm, ¿tú? —dijo mirando al Capitán. —Soy Adelbert Abercrombie. Soy el capitán del cuerpo de espadachines.

Dijo eso y ofreció su mano derecha con el guante puesto. Ei, normalmente deberías quitarte el guante.

—Estoy escondiendo mi cara y mi verdadero nombre, lo siento —dijo eso, se quitó su guante y estrechó manos con Adelbert. Como se esperaba del Capitán. Mostrando su comportamiento tolerante.

—Fuu.

Mientras miraba el apretón de manos del Capitán, Adelbert se rió por su nariz. Para ser exacto de la mano derecha del Capitán.

—¿Qué es eso? —le preguntó el Capitán.

—Nada, sólo pensé que era una mano muy poco robusta.

Adelbert estaba mirando hacia abajo al Capitán y haciendo burla de él. ¡Este chico! ¿Qué le has dicho al capitán?

La mano del Capitán es robusta y lejana de la mano rechoncha de una mujer ciertamente, tanto como se ve, se entiende. Una mano justo como la de un hombre.

Sin embargo, puede ser malo que se le permita decir eso. Los capitanes y subordinados que estaban detrás de Adelbert, se comportaron como si eso fuera algo apropiado para decir.

En este punto, los subordinados que estuvieron acompañando a la familia del Emperador ciertamente tenían la intención de matar a Adelbert.

Alice y yo fruncimos el ceño a Adelbert. Él liberó el apretón de manos.

—Cuando escuché que el unicornio negro había escogido a un caballero, no esperaba que fuera un humano con una mano con tan pobre aspecto. Decepcionante.

El Capitán estaba callado. Y yo no me veo capaz de soportarlo mucho más. Alice parece estar igual, apretando sus manos.

Mandé señales con los ojos. Le dejaré medio muerto si dice algo grosero de nuevo. Alice, quien lo entendió con precisión, asintió. Como se esperaba de mi hermana menor.

—Conrad, vuelve en tí. Si estás bajo el mando de tal caballero es vulgar incluso para tí. ¿Qué es eso? Tus ojos están mal, ¿no sabes más lo que es correcto? Entonces eres realmente un patético tonto.

¡Renuncio! Te mandaré a volar. Di un paso hacia él, pero al siguiente momento…

Ocurrió en un instante. En el momento en que estaba por caminar hacia él, la mano derecha del capitán, golpeó la cara de Adelbert. El impacto le envió hacia atrás donde Brandon, quien estaba justo detrás, le tomó.

—Fuu…

El capitán tomó aliento mientras se ponía el guantelete. Estaba estupefacto. El Capitán que era una figura calmada, estaba enfadado. No lo puedo confirmar por el casco, pero la atmósfera estaba clara.

—¡¿Tú bastardo?!

Adelbert había sido golpeado. Brandon, quien valora a sus compañeros, está enfadado; deja a Adelbert en el suelo y se apresura para coger al capitán.

—Santo Cielo…

El Capitán, viendo esto, no se molestó, más bien murmuró como si terminara de enfriarse. Así que…

—¡¿QUÉ?!

—ORYAAAAAAAAAAAAAAA

El brazo derecho que Brandon iba a atrapar con su mano izquierda, cambió su dirección hacia atrás rápidamente. El Capitán le agarró el cuello firmemente por el lado derecho y, usando el momento de inercia con el que Brandon se impulsó, le puso sobre su espalda y le lanzó haciendo que golpeara contra el suelo.

Esa era una habilidad increíble. ¿Qué era esa habilidad?

—Uuh…

Tuvo un considerable impacto en su espalda. Brandon, incapaz de moverse, quedó tendido sobre su espalda con una mueca.

—¡Este chico!

Adolf sostenía un arco y una flecha y apuntó al Capitán esta vez. ¡Ha impregnado su flecha con su magia de hielo favorita si veo bien!

—¡Adolf! ¡Detén esto! —le grité e intenté detenerlo.

—¡No digas estupideces! ¡Dos capitanes han caído! ¡Ese tipo!

Era inútil. Ese tonto perdió su serenidad, ése no es el normalmente tranquilo Adolf. Justo como en los viejos tiempos junto a mí: un idiota. Para ser honesto, ni siquiera yo puedo detenerlo cuando se pone en ese estado. Tan desagradable. Iba a decirle al Capitán que fuera cuidadoso.

—¿Eres un niño? Ese chico…

Pero, al final, no le llamé por la atmósfera del Capitán, quien se había vuelto completamente loco. Mi entrenado sentido de pelea en la actual lucha está hablando de eso: que no debería hablarle a esa persona ahora. En ese momento, me aparté hacia una esquina.

Siempre pienso, pero la habilidad para detectar una interferencia peligrosa de este tipo es alta. Si pensaba que era peligroso en el pasado, tomaba a mi hermana y buscaba refugio en una zona segura rápidamente. Eso también parece haber funcionado esta vez. Pero conozco el comportamiento de mi hermana en la velocidad. No había nadie igual al Capitán.

—¿Qué?

Una flecha helada que Adolf lanzó fue detenida por un balanceo de la espada desenvainada, sin notarse. Fue cortada.

Adolf estaba sorprendido, mirando la situación sin entenderlo.

El Capitán, silenciosamente mirando a Adolf, pateó el suelo y, con una velocidad que se podría decir que era casi imposible de seguir con los ojos, se giró hacia Adolf y, sobre la garganta de Adolf, quien era incapaz de reaccionar por la increíble velocidad, el Capitán presionó el dorso de su espada donde no tenía filo.

—¡Increíble!

Alice y yo murmuramos accidentalmente por este evento. Era realmente admirable así que murmuré inconscientemente.

—¿Te has calmado?

Ante la fría voz del Capitán, Adolf asiente en silencio. El Capitán, viendo esto, separa la espada de Adolf y sonoramente la devuelve a su vaina. Oyendo ese sonido Adolf cae sobre sus posaderas, sentándose.

El miedo se refleja en su cara y, cuando le miras cuidadosamente, notas que está temblando.

El Capitán le dió la espalda a Adolf y se acerca a Adelbert, quien está sentado sosteniendo su cabeza con una mirada en su cara de que no lo creía.

—¡No vengas!

Esa figura no se ve como el capitán del cuerpo de espadachines del todo. Sólo como un noble que está especializado en usar la boca, pero que es incompetente usando la espada.

Celestia y Amy no intentaron detener al Capitán que se acercó a Adelbert silenciosamente. No, ellas no iban a detenerlo. No habiendo visto la abrumadora diferencia de poder con el Capitán.

Estando al lado de Adelbert, el Capitán se detiene.

Cogiendo la camisa blanca bajo la plateada pechera con la mano derecha y forzando a Adelbert a levantarse.

—¿Sabes por qué estoy enfadado?

Era una fría voz que se dispersó por el campo. Los dientes de Adelbert castañeaban y se veía azul. Parecía no ser capaz de hablar por miedo excesivo.

—P-Perdón… por eso.

El Capitán ve el estado de Adelbert y escupe.

—Primero pensé en soportarlo, porque entiendo que no te guste.

El Capitán continuó con su fría voz que se esparcía por el campo en calma.

—Entiendo que a nadie le guste alguien que, viniendo de un lugar desconocido, con todo el cuerpo en una armadura negra y con la cara escondida por un casco… que a un chico tan sospechoso de repente se le den el manto rojo y un ducado. Sin pasar por ninguna dificultad, repentinamente se convierte en Capitán de la caballería y Jefe Imperial de los Caballeros. Es natural no sentirse bien. Más bien, estar enfadado es apropiado. Sin embargo, ¡no puedo permitir las palabras que has dicho!

—¡Hiiiiii!

Cuando el Capitán grita, Adelbert tiembla violentamente. Todos los que estaban en este sitio estaban igual.

—Primero, está la actitud que tienes hacia mí, cuando era sólo eso intenté soportarlo como he dicho antes, pero tengo que decir esto, ¿qué pasa contigo? ¿Cuando das la mano no es de sentido común hacerlo sin guantes? Y después está la forma en la que me has mirado hacia abajo después de ver mi mano. Mi mano es robusta y no es una mano que tenga elegancia ciertamente. Sin embargo, tu actitud arrogante es innecesaria. En general, ridiculizas a tu oponente.

Adelbert asiente mientras balancea su cuello como un muñeco roto.

—Segundo, el porqué me volví loco. No me importa lo que tengas que decirme a mí, de hecho yo lo he causado, pero… —El Capitán apretó con fuerza el puño izquierdo y lo agitó. Y estuve sorprendido con las palabras que dijo después.

—¡¡Conrad no tiene nada que ver con este problema!!

Oyendo eso, todos los del lugar abrieron mucho sus ojos. No, sólo Alice tenía una expresión aparte, sonreía muy feliz.

—¿Por qué están mal los ojos de Conrad? ¿Un tonto desesperado? ¡Qué estupidez, estúpido espadachín! ¡Ese serías tú! ¡¿Qué parte de él es estúpido y tiene los ojos mal?! ¿Acaso un caballero que es más amable que nadie y que puede pelear desesperadamente para proteger a todos de un ogro, incluso si se destroza a sí mismo, no ser de confianza? ¡Lo conocí y lo entendí a primera vista, aunque no le conocía muy bien! ¡¡Él no es el tipo de hombre del que un estúpido espadachín como tú, que no mira las cosas con propiedad, pueda hablar mal!!

Diciendo esto, el Capitán soltó y empujó a Adelbert lejos. Adelbert se sentó en el suelo de nuevo.

—¡Bien! Tienes suerte de que me lo dijiste a mí, si hubiera sido a otra persona tu cuello habría dicho adiós a tu cuerpo.

—¡S-Sí! —respondió Adelbert al Capitán que gritaba mientras le apuntaba con su dedo a la mano derecha de Adelbert.

—¡Ok!

El satisfecho Capitán le dió la espalda a Adelbert y se acercó hacia mí. La atmósfera de enfado desapareció también, y era la atmósfera original.

—¡Lo siento, Conrad! Perdí la calma.

El Capitán se disculpó con la voz baja común de hombre. Ese Capitán está nervioso por mi culpa.

—No, ¡es natural que el Capitán se enfade! Incluso si el Capitán no le hubiera golpeado, ¡Alice y yo lo hubiéramos dejado medio muerto!

—¿Eh? ¿Alice?

Que el nombre de Alice fuera mencionado, el Capitán pareció encontrarlo extraño., viéndose confundido y dando una atmósfera increíble. Esta persona parece expresar sus sentimientos con la atmósfera de una forma u otra. Así que es fácil de entender, también, con mi habilidad.

—Sí. ¿Quién se volvería una criada en el castillo? No entiendo dónde lo aprendiste, pero ella es una maestra de las artes marciales, de quién se dice que está al mismo nivel que los capitanes con los que jugaste antes.

—K-Kueee~

Quizás la cara bajo el casco ha hecho una mueca. Había veces en las que mi hermana pequeña también me daba miedo.

—Tú sabes, lo pensé ayer. ¿Quiénes son los sirvientes de este castillo?

—B-bueno…

Lo siento, Capitán. Es un misterio entre la gente del ejército. Quemados pronto para trabajar, la habilidad de lucha es bastante buena.

—¿De qué querías hablar?

Se volvió horrible pensar más en eso, y decidí escuchar el propósito original de su visita.

—Es así… Escuché un rumor de una subasta de esclavos en la capital, Conrad, quiero información detallada. ¿Quieres oír mi investigación?

—¡¿Eh?! ¡Si no estoy equivocado, creo que Su Majestad le había asignado hoy como día de descanso, ¿no de recopilación de información?!

Esta persona se estaba moviendo ya en el lugar que no conozco.

—Eso era así, pero quería comprar ropa y ver la situación actual en la capital con mis propios ojos. Un proverbio de mi país dice: “ver para creer”.

Se ve sospechoso por las palabras desconocidas.

¿Qué es un proverbio?

—Capitán, ¿qué es un proverbio? —pregunté.

—Un proverbio es una expresión concisa utilizada durante mucho tiempo que refleja la verdad obtenida de la vida cotidiana. El significado de “ver para creer” es cuando alguien ve algo con sus ojos es fehaciente y lo reconoce mejor que cuando lo escucha de alguien más.

Ya veo.

—Es una espléndida palabra.

Es seguramente sólo el qué decir de un proverbio.

—Como se esperaba del Capitán. Llamaré a los subordinados en los que confío y que lo entienden. Capitán, por favor, espere en la habitación.

—Gracias y lo siento si estás ocupado.

El Capitán se disculpó arrepentido.

—¡No! ¡Porque uno mismo es su subordinado!

—Aah, ¿Conrad? Pienso que “yo” es más indicado que “uno mismo”, ¿está bien? [1]

Me veo confundido por las palabras que ha dicho de repente.

—Cuando hablamos por primera vez, fue una conversación normal, ¿por qué cambias a lenguaje formal a medio camino? El lenguaje de respeto ya se ha convertido en algo que creo inevitable. Pero, Conrad, cuando dices “yo” en lugar de “uno mismo” significa que eres cercano a la persona con la que hablas.

¡¿Eeeeh?! ¡¿Cómo puedes decir eso?!

—¡Por esa razón! ¡Desde ahora, delante de mí, refiérete a tí mismo por “yo”!

—¡No, ¿qué es tal razón?

—Ya lo dije, entonces, es como dije. Bueno ¡regresaré a la habitación primero!

Diciendo eso, Alice y el Capitán dejaron los terrenos de práctica. ¿De verdad ya?

—G-Genial…

Mientras estaba estupefacto mirando la puerta, oí la voz de Amy desde atrás. Mirando hacia atrás, Amy tenía las mejillas rojas, sostenidas con ambas manos y  tenía una expresión encantada.

—¡Esa habilidad es de un verdadero genio! ¡Si dudé de ese caballero, algo estaba mal conmigo hace un momento! —Celestia se sonrojó justo como Amy, y dijo eso mientras apretaba ambas manos. Ambas parecían excitadas. Esas dos ya vieron y parecen haber entendido el esplendor del Capitán.

—¡Conrad, ¿qué es ese caballero?

Adolf pronto se acerca y pregunta sobre el capitán.  Brandon revivió de pronto. Adelbert, quien era incapaz de permanecer de pie se sienta. Los ojos de Celestia y Amy están atraídos hacia mí.

No, atraigo los ojos de todos en el campo de práctica.

Les dije con orgullo mientras sonreía.

—¡Esta persona es el mejor caballero aceptado por el legendario unicornio negro! ¡Es la persona que nos gritó a mí y a Su Majestad!


[1] Cuando Conrad habla utiliza “ore” que es más casual, pero cuando habla con Chie cambia a una forma más educada y respetuosa.

4 respuestas a “El fuerte caballero negro – Capítulo 8: Terrenos de práctica y explicación”

  1. Muchas gracias por el capítulo, y así Chie sigue impartiendo conocimiento y un nueva forma de pensamiento, al tiempo de obtener el respeto aceptación de los capitanes de la guardia imperial.
    Saludos y gracias

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