El caos de la Belleza – Capítulo 7: Calamidad insospechada

Traducido por Ichigo

Editado por Yusuke


En la grabación del cielo del segundo año en primavera, el caso del “templo de Hu Guo” se había resuelto por fin, porque el caso no tenía pruebas empíricas, al final sólo podían dejar el asunto descansar. Sin embargo, los rumores que circulaban, implicaban que el asunto concernía a la emperatriz, después de atestiguar el caso, el emperador redujo de manera sustancial los funcionarios del lado del anciano estadista, provocando así que toda la corte discutiera sobre el asunto. En cambio, el poder de la familia de la consorte Ying se había consolidado, bajo tal disminución, la gloria del estado mayor ya no era como en el pasado.

—Al menos los guardias imperiales se han retirado de la emperatriz, y su título también se ha salvado, aparte de eso, ya no puede permitirse soñar con nada más.

Bajo esos dedos delgados como el jade, los brotes de sauce recién crecidos se inclinaron hacia la nariz, un suave olfateo, y en efecto, llevaba un refrescante soplo de aire primaveral, Gui Wan reveló una leve sonrisa de agradecimiento, soltando el brote de sauce, girando la cabeza para preguntar.

—¿No ha pasado nada más?

El ama de llaves bajó la cabeza, su tono de hablar permaneció rígido sin fluctuaciones, informando como si recitara de un libro.

—No ha pasado nada más, estas dos últimas semanas, el asunto más comentado en el exterior es el caso del “templo Hu Guo”.

—Una vez que los asuntos se han difundido demasiado, se cansarían, y todo volvería a estar bien —dice riendo Gui Wan.

Lou Chen había cumplido su promesa con ella, el título de emperatriz había sido protegido, el palacio no se había convertido en un caos. Junto con la llegada de la primavera, todo se desarrolló en una buena dirección. Pensando hasta este punto, ella podía sentir aún más una fuerte sensación de enajenación.

—¿Y la emperatriz, mostró alguna respuesta?

—No —habló con calma el ama de llaves—. No ha habido respuesta alguna, su palacio vuelve a ser el de siempre.

Colocando la rama de sauce en el florero, jugueteando de manera casual con ella, Gui Wan sentía que la gran roca en su corazón se había levantado. Había pasado medio mes después de hablar con la emperatriz, el asunto que tanto la había estado molestando, parecía haberse resuelto. La comisura de los labios de la mujer se curvó, estuvo a punto de ordenarle al ama de llaves que se retirara, cuando de repente, volvió a sentir que algo no iba bien, pensando con más profundidad, la emperatriz era de carácter elegante y comedido, pero una vez que decía algo, en definitiva se atenía a ello, como el típico carácter suave por fuera y fuerte por dentro. Ella dijo que mataría a la consorte Ying, ¿podría de verdad haberse rendido ahora?

No lo haría, debe estar esperando… esperando el mejor momento oportuno, pensando hasta aquí, la imagen de la sonrisa conmovedora de la emperatriz parecía tener una vez más el flash ante ella, sin darse cuenta, la fuerza en su mano se intensificó, y el sauce sonó como un chasquido, Gui Wan de repente bajó la cabeza, mirando la rama rota, ah, tal fragilidad. Sus cejas se juntaron, y se dio la vuelta.

—Envíen gente a vigilar la finca del anciano estadista, en cuanto haya algún movimiento inusual, díganmelo.

La extrema serenidad en este momento, llevaba con vaguedad la sensación de una tormenta en ciernes, ella no podía estar a la espera sin hacer ninguna preparación.

Emperatriz… ah, no debe ser imprudente…

El ama de llaves levantó la cabeza, su rostro mostraba una expresión ilegible, era la primera vez que ella veía que su rostro tranquilo mostraba un cambio de emoción, mirándola, le preguntó:

—¿Qué pasa?

El ama de llaves volvió a bajar la cabeza, todas las expresiones se borraron de su rostro, su respuesta fue corta y afirmativa.

—Sí, mandaré llamar gente para que vigile la finca del anciano estadista día y noche.

Esto es extraño, las órdenes del primer ministro esta mañana, y las órdenes de la señora ahora mismo, son con exactitud, lo mismo.

No sabía si decirlo o no, justo cuando quiso abrir la boca para hacerlo, lo pensó de nuevo, al final solo mantuvo las palabras en su boca.

Al ver que el ama de llaves se marchaba en silencio, Gui Wan observó las ramas que acababa de recoger del árbol, extendió la mano para tomarlas, sin poder evitar murmurar:

—Ya es primavera, ¿por qué sigue haciendo tanto frío?

♦ ♦ ♦

La hierba de los Yan era como seda marchita, las ramas de morera verde de los Qin colgaban bajas.

—El día en que el marido piense en volver a casa, será cuando su mujer tenga el corazón roto…

Intervino una voz tan clara recitando el poema, suave y melodiosa, portadora de una tenue sonrisa como la del viento y la nube.

Dejando el cepillo, y dándose la vuelta, en efecto era Gui Wan quien estaba de pie junto a la puerta, Guan Xiu Wen levantó la mano, saludándola.

—Señora, ¿qué la trae al ala oeste?

Al ver su sonrisa inocente y escuchar sus palabras sinceras sin comparación, la mujer entró en la sala de estudio, ella habló en un tono de risa melódica.

—¿Por qué el futuro erudito de primer rango está recitando “Pensamientos de Primavera”?

Cada vez que veía a Guan Xiu Wen llevar este sentido de la pureza que conmovía a todos a su alrededor, no podía evitar burlarse de él, no pensó que tal naturaleza infantil todavía existía dentro de ella.

Después de notar durante mucho tiempo que las palabras “erudito de primer rango” rayaban la vergüenza en él, Guan Xiu Wen pasó con libertad por la mesa de estudio, diciéndole a Gui Wan:

—”Pensamientos de Primavera” es en principio un gran poema, ahora que coincide con la brisa de primavera en marzo, no lleva más que el sentimiento de ser movido por lo que uno ve[1].

Se sentó como si su explicación fuera un poco exagerada. “Pensamientos de primavera” estaba escrito sobre el amor anhelante de una mujer mientras esperaba el regreso de su marido, ¿cómo puede ser conmovedor por lo que se ve? Descartando los pensamientos mezclados en su cabeza, Gui Wan no pensó mucho en ello, sentada en la silla de invitados en la sala de estudio, giró su cuerpo, preguntando a Guan Xiu Wen:

—Los exámenes imperiales comienzan el próximo mes, ¿te has preparado?

—Todo ha sido ya preparado.

Su sonrisa llevaba un ligero matiz de timidez, Guan Xiu Wen respondió de forma modesta:

—Espero poder aprobar con grandes resultados.

Frente a esta mujer, era capaz de hablar en voz alta sus pensamientos más honestos, ¿podría esto tener algo que ver con que ella era la que cambió su destino?

De Lou Che ya había sabido que era un talento capaz de alcanzar el título de erudito de primer rango, sin la menor sorpresa, la sonrisa de Gui Wan permaneció intacta.

—¿No te pregunté si estabas preparado para entrar en la oficialidad?

Su voz sonaba muy relajada, como si estuvieran teniendo una conversación habitual.

Guan Xiu Wen se congeló, incapaz de pronunciar una palabra por el momento, miró con atención a Gui Wan, comenzó a abrir la boca para responder:

—Ya estoy preparado para la oficialidad, pero, todavía tengo que encontrar algo que quiero proteger.

Su voz era ligera, y llevaba consigo el arrepentimiento, así como un desconocido sentimiento de soledad.

Este joven es tan parecido a mí, los pensamientos de Gui Wan con velocidad hicieron un giro, sin convicción firme, el camino por delante sería mucho más difícil de caminar.

Ah, tal pureza como el agua, ¿se convertiría en un charco de tinta manchada un día? 

Mirando a Guan Xiu Wen con preocupación, Gui Wan preguntó:

—Si un día encuentras que tus sentimientos chocan con los del poder imperial, ¿qué elegirías? ¿Qué abandonarías?

No sabía por qué le hacía esta pregunta, para la que ni siquiera ella tenía la respuesta, además este joven no tenía antecedentes de ningún tipo, no tenía beneficios políticos, aunque bajo una casualidad, también había llegado a conocer la verdad de ciertos asuntos, por eso podía preguntarle esto, sin ninguna carga, sin tener que preocuparse por las consecuencias.

Al escuchar esto, Guan Xiu Wen permaneció mudo y congelado, sin saber cómo responder, lo que había visto hacía tres meses, todavía permanecía fresco en su memoria en este momento. Aparte de Gui Wan, nadie más sabía de este asunto, este era el secreto entre ellos dos, sino también la clave que ha cambiado el curso de su destino, un sinnúmero de veces había recordado esa escena en sus sueños, dentro de la oscuridad, esa mujer lo miraba a él, preguntando: “¿estás dispuesto a dejar la compañía de entretenimiento y seguirme?” Él mismo debía de estar poseído, sin conocer su identidad, y a contraluz, ni siquiera podía distinguir con claridad el aspecto de la persona, y sin embargo, contestó de buena gana que sí.

En varias ocasiones, pensando en este momento, siempre se sentía tan desconcertado, en ese momento, ¿qué fue lo que le hizo estar de acuerdo? ¿Fue el miedo a la muerte? Eso sólo era una pequeña parte de su razón, ¿Por qué razón…? Incluso ahora todavía no lo comprendía, de verdad no lo entendía…

Al ver que Gui Wan esperaba su respuesta con una sonrisa chispeante, sus pensamientos se agitaron, no se arrepentía de su decisión de entonces, si se le diera la opción una vez más, seguiría tomando la misma decisión, si era capaz de enfrentarse a esa sonrisa tan a menudo. Con máxima seguridad, respondió:

—Tampoco sé cómo debería elegir.

Ninguna de las dos respuestas eran correctas, ni tampoco estaban equivocadas, en tal situación, no había valor en la elección.

Un poco decepcionada, Gui Wan no dijo nada, sabiendo con claridad que la pregunta era difícil de responder, sin embargo, aún esperaba que alguien le diera una respuesta, esta respuesta podría al menos iluminarla, dejándola enfrentar la cadena de eventos que vendrían en el futuro, sacudiendo con ligereza la cabeza dos veces, giró la cabeza hacia un lado, mirando por la ventana, recitó:

—“La brisa de primavera no es más que un extraño, entonces, ¿por qué entra en las cortinas de la cama?”

El corazón de Guan Xiu Wen palpitó al escuchar el poema, eran las dos últimas líneas de “Pensamientos de Primavera”. Cuando se recitó de los labios de Gui Wan, en realidad llevaba los sentimientos de las emociones distantes y confusas, ¿podría ser que ella había encontrado algún tipo de dificultad? No pudo evitar preguntar.

—¿Hay algo que le preocupa, señora?

—Lo hay —respondió con claridad Gui Wan—. Hay muchos asuntos preocupantes.

Habían pasado otras dos semanas, y la emperatriz aún no había hecho un solo movimiento, ella también se sentía bastante inquieta.

Guan Xiu Wen frunció las cejas, preguntando con suavidad:

—¿Qué asunto podría estar preocupándola a usted?

¿Podría ser por los asuntos del primer ministro Lou? La escena de hace tres meses con brusquedad saltó en su mente, haciendo que en secreto se sienta bastante repelida.

Queriendo de manera deliberada poner a prueba su comprensión de la corte imperial, Gui Wan mencionó con cautela:

—¿Conoces el incidente del “templo Hu Guo”?

Guan Xiu Wen pensó con seriedad en ello, de manera implícita sonrió hacia Gui Wan y dijo:

—Templo Hu Guo, ¿se refiere al asunto de la ofrenda de palos de musgo de la consorte Ying y la emperatriz?

—¿Qué?

Gui Wan se quedó boquiabierta, pensando que había escuchado mal, levantó las cejas, su voz tranquila mientras hablaba:

—¿Cuándo fue esto? ¿La consorte Ying y la emperatriz fueron a ofrecer palos de musgo?

Su voz estaba llena de incertidumbre.

¿Por qué pasaba esto? ¿Por qué es que ella no sabía nada de este asunto? ¿Podría haber habido algún malentendido en el medio, o podría ser…?

Guan Xiu Wen vio que su reacción era algo extraña, y explicó con lentitud:

—Hace tres días, la consorte Ying y la emperatriz fueron a ofrecer palos de musgo, una ofrenda votiva, sofocando las consecuencias del incidente del “templo Hu Guo”. Este asunto, es conocido en toda la capital, todo el mundo tiene curiosidad, acerca de por qué estas dos archi-rivales irían a ofrecer palos de musgo juntas.

Gui Wan se había congelado por completo, un escalofrío recorrió su columna vertebral, ya entendía dónde estaba el problema. La emperatriz debía querer actuar ahora, por eso salió de la capital con la consorte Ying para hacer sus ofrendas, porque sólo entonces, podría hacer su movimiento. Todo esto, Lou Che ya debería saberlo, por eso el ama de llaves le había estado ocultando los hechos, los informes diarios eran todos para engañarla. Lo que era más grave es que, si Lou Che estaba al tanto de los planes de la emperatriz.

¿No perdería la emperatriz sin ninguna duda?

Cuanto más lo pensaba, más grave era el asunto. Entre ambos bandos, uno de ellos fracasaría de manera definitiva, y lo más probable es que fuera la emperatriz. Desde los tiempos antiguos, el perdedor de la lucha por el poder imperial, por lo general, sólo tiene un camino por recorrer… Pensando hasta este punto, a Gui Wan se le heló la sangre.

Su cuerpo se levantó de repente, su voz era fría, perdiendo su habitual aire pausado que cautivaba a los demás.

—¿Cuánto tiempo hace que se fueron? ¿Se fueron hace tres días?

Guan Xiu Wen se sorprendió por su repentino movimiento, respondiendo de manera apresurada:

—Sí, se fueron hace tres días y se espera que vuelvan mañana por la mañana.

Él no entendía por qué la tez de Gui Wan de repente se volvió pálida, pero todavía era capaz de sentir la gravedad de la situación.

Esto no puede pasar… Gui Wan se giró de inmediato y corrió hacia la puerta, este asunto no podía suceder.

Agarrando la mano de Gui Wan, Guan Xiu Wen también se sorprendió mientras miró a su propia mano, justo ahora, ni siquiera había pensado antes de agarrarla, no pensó a través de lo abrupta de lo esta acción era, sólo que en definitiva no podía solo verla correr en pánico de esta manera, de manera ansiosa le preguntó:

—¿Qué pasa?

Al sentir el leve dolor de haber sido cogida con brusquedad del brazo de esa manera, hacía que se despierte un poco de repente, y al escuchar al joven preguntarle, se recordó a sí misma que no debía entrar en pánico, necesitaba mantener la calma, la situación aún tenía la oportunidad de revertirse. Recuperando una sonrisa, le ordenó al joven:

—Xiu Wen, ve con velocidad a ayudarme a llamar a un coche de caballos, no de la finca del primer ministro, tampoco puedes dejar que el ama de llaves y los demás se enteren de esto, necesito salir ahora mismo.

Tal vez fue el escuchar su nombre, su llamado le trajo un ligero choque a su corazón, o tal vez fue el rastro de impotencia que se reveló en sus ojos, haciendo que ya no pregunte más, viendo que Gui Wan había restaurado un poco su calma, de inmediato salió corriendo por la puerta.

Una hora más tarde, un carruaje de caballos pasó de manera fugaz por la gran calle de las afueras de la finca del primer ministro, levantando ráfagas de polvo amarillo, el giro de las ruedas sonaba enloquecido mientras corría.

Gui Wan, que estaba sentada en el carruaje, se sentía en extremo incómoda, pero debía soportarlo. Una mano agarrando el eje del carro, medio bajando su cuerpo, agonizaba sobre qué tipo de método usaría la emperatriz, adivinando vagamente, hacía mucho tiempo, había oído una vez que el anciano estadista tenía un grupo de poderosos soldados fantasmas, el enfoque debía ser un robo y asesinato a medio camino. Si ese era el caso, podían alejar la responsabilidad, protegiendo así la vida del anciano estadista, pero ¿qué pasaba con la emperatriz? ¿Qué planes tenía para ella entonces? Ella ya había retenido la determinación de la muerte… podría ser…

El corazón le dio saltos junto con el carruaje lleno de baches, Gui Wan se sentía ansiosa, Lou Che le prometió que perdonaría a la emperatriz, tal promesa ya se había cumplido, esta vez, ya no sería indulgente, ¿verdad?

Un corazón tan frío, ¿qué podría hacer ahora? ¿Sería capaz de detener a la emperatriz a tiempo? ¿Sería que hoy habría alguien que pudiera ayudarla?

Justo cuando estaba pensando esto, el coche de caballos se detuvo con brusquedad, sintiéndose ansiosa por dentro, le preguntó con gravedad al cochero:

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué se ha detenido?

Ya no podía permitirse el lujo de retrasarse.

La voz temerosa del cochero se hizo presente.

—Hemos llegado a la Puerta Norte, hay una inspección fronteriza.

¿Ya habían llegado a las puertas de la ciudad? Levantando las cortinas, miró hacia afuera, los soldados en las puertas de la ciudad estaban inspeccionando de manera minuciosa, sus ojos viajaron a través, un buen número de personas estaban de pie en las puertas de la ciudad, parecía que eran los comandantes, discutiendo con entusiasmo algo, entre ellos estaban… era el general Lin Rui En.

Ese joven general que era frío por fuera pero cálido por dentro, el comandante número uno de la corte imperial, era la única persona que podía competir con Lou Che en la corte imperial. Al verlo, el corazón de Gui Wan saltó, la alegría fluía, había esperanza.


[1] Conmoverse por lo que se ve chù jǐng shēng qíng se traduce literalmente como una vista conmovedora que da lugar a sentimientos/emociones.

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