El dragón volvió a arrebatar a una princesa – Capítulo 11: Doce caballeros

Traducido por Shisai

Editado por Meli


La luz en los ojos de Tammy se atenuó por un momento.

—Gracias por salvarme. Me voy primero —Shiloh se puso de pie. Sus heridas aún no se habían recuperado, por lo que caminó con cuidado.

Tammy miró su espalda en silencio, tenía los ojos enrojecidos.

—¡Hermano mayor, mira! ¡No le gustas en absoluto! —Eliza reprendió después de que Shiloh se fuera.

—¿Quién dice que no le agrado? —objeto Tammy y se puso de pie.

—¿No lo escuchaste decir que no le agrada nadie? —La expresión de Eliza parecía sugerir que estaba mirando a una persona con discapacidades mentales.

—¿Soy una persona? ¿Soy humano? —se respondió en voz alta—: Soy un dragón, ¿de acuerdo?

El ratón gris y Eliza pusieron los ojos en blanco al mismo tiempo.

¡¡Te estás engañando a ti mismo!!

♦ ♦ ♦

— Shiloh! ¿Escuchaste? ¡¡El dragón volvió a arrebatar a la princesa del Reino de Pip!!

Shiloh dejó de pulir su espada.

—¿Ya ha ido alguien? —preguntó con indiferencia.

—No lo creo. ¿Vas a ir esta vez?

—No.

Era probable que Eliza, la hermana de Tammy, regresara ilesa al palacio en dos días.

♦ ♦ ♦

En el tercer día.

— ¡Shiloh! ¡Un caballero fue allí, pero no ha regresado!

♦ ♦ ♦

— ¡Shiloh! ¡Dos caballeros más se fueron y no regresaron!

♦ ♦ ♦

— ¡Dios mío, Shiloh! ¡Cinco caballeros se fueron y tampoco han regresado!

♦ ♦ ♦

—Shiloh, dicen que el dragón mató a todos esos caballeros… Al igual que… Cómo mató a esos tres guardias en el Reino de Xilan…

♦ ♦ ♦

—Shiloh, voy a matar al dragón y salvar a la princesa… Junto con los otros once caballeros… ¡¡Así podremos tener éxito!!

Shiloh finalmente miró hacia arriba. Se quedó en silencio por un momento.

—Iré contigo —anunció.

Doce caballeros… Estaba un poco preocupado por Tammy.

Lo conocía bastante bien y sabía que no mataría a los caballeros, pero tenía miedo.

Doce caballeros. ¿Y si Tammy no podía lidiar con ellos?

Ese tonto podría terminar lastimándose a sí mismo para evitar matar gente.

Resultó que sus miedos eran innecesarios.

Vio docenas de guardias del Reino de Pip bien organizados estacionados en la entrada de la cueva. Cuando los guardias notaron su llegada, se acercaron y los rodearon.

—El rey comprende sus sinceros deseos de salvar a la princesa. Y espera que puedan participar en el torneo por el puesto de príncipe consorte. Todos, por favor, vengan por aquí… —El capitán de la guardia salió y anunció.

Al escuchar esto, Shiloh supo que Tammy debía estar bien, así que se dio la vuelta para caminar de regreso por donde había venido.

—Sir Caballero, por favor espere un momento. Para evitar que se filtre el asunto del torneo secreto del rey para el príncipe consorte, no puedes irte por el momento. Gracias por su cooperación.

Shiloh frunció el ceño y solo pudo seguirlos y avanzar.

—Correcto. Todavía hay una cosa más que pedirles a todos. ¿Hay alguien llamado Shiloh entre ustedes?

—¡Oye, Shiloh, te están llamando! —El caballero a su lado lo empujó.

Shiloh siguió al capitán de la guardia hasta la cueva.

—Por fin ha llegado. Si aún no aparecieras, no tendríamos suficiente comida para alimentar a los caballeros… —habló con mucho respeto.

Cuando llegaron a la cueva, el capitán de la guardia se retiró.

Shiloh solo vio a un joven de ojos negros, cabello negro y rasgos claros. El joven lo notó y sus ojos se iluminaron. Arrojó las cosas que tenía en las manos y se abalanzó sobre él sin previo aviso.

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