El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 10: La primera experiencia del Duque

Traducido por Kiara

Editado por Tanuki


— ¡Ay!

Me sorprendió su voz, pero no pude evitar que esta emoción oscura se apoderara de mi. Odiaba a Julia. Quería destruirla con mis manos. Quería ser el único hombre que viera al final.

—Sabes que soy un misógino —, dije, —y no solo esto también que soy un Duque con mucho poder en nuestro Reino; Sería muy fácil aplastar tu casa. ¿Quieres que te lo enseñe?

Ella no se inclinó ante mi amenaza, pero me miró con un odio intenso.

—Qué molesto. Cuando haya terminado contigo, puedes decirme cuál de nosotros es más dominante,

¿eh? ¿a que se refiere? Ella dijo eso y luego me besó. Con asombrosa destreza, su caliente y delgada lengua entró en mi boca y se enredó con la mía. Su cálido aliento rozó mi mejilla, meciendo mis mechones.

No era la primera vez que me besaban. Cuando era niño, de repente mientras jugaba con la hija de algún noble, ella tomó mis labios con los suyos. En ese momento, ya había sentido cierto disgusto hacia las mujeres, por lo tanto, vomité en la boca de la chica. Ese fue el recuerdo de mi primer beso.

El beso de Julia es dulce a diferencia de aquella vez. Es suave y agradable. La lengua de Julia jugueteo en mi boca, y ella recogió su saliva y me obligó a beberla. Podía sentir el calor fluyendo lentamente por la parte de atrás de mi garganta, y de alguna manera llenó mi corazón. Era la primera vez que alguien me hacía esto, y de alguna forma sentía que lo estaba disfrutando. Podía sentir que estaba perdiendo la cordura y ya no sabía qué hacer. Me estaba embriagando el placer que ella me estaba induciendo. Me estoy ahogando en un remolino de deseos, luego Julia me soltó. ¿Se acabó? Pero quiero que continúes. Quiero probarla un poco más. Pero no sé cómo decirlo con palabras..

—Así que, Duque, me pregunto qué pensaría la gente si gritara ahora. Mis mejillas están enrojecidas e hinchadas por las bofetadas, y hay una herida sangrando en mi brazo. Y aquí estás tú, con tu entrepierna hinchada. No importa cuánto poder y honor tengas, esta no es una situación de la que puedas escapar fácilmente.

— ¡Julia, tú…!

Julia, ¿no me querías? ¿Esto fue para humillarme? Oh… mi pecho se siente como si una espada lo hubiera perforado. Me duele… ¿qué es este sentimiento? ¿Por qué es tan doloroso?

Luego Julia puso su mano en mi entrepierna y comenzó a lamer mi cuello, gemí por el placer que me produjo, estoy sorprendido del sonido que se escapan a través de mis labios.

—Nnnn~ —, una voz embarazosa fluye sin que pueda detenerla al igual que no puedo evitar que la parte inferior de mi cuerpo se endurezca por una situación tan tonta.

Nunca he tenido una erección a parte de las típicas erecciones matinales, y que suelen marchitarse con solo ver o pensar en una mujer. Ni siquiera me masturbaba. Así que fue difícil creer que el beso de Julia me ponga de esta manera. Nunca habría imaginado que esta sensación fuera tan agradable. Antes de darme cuenta, mi pene estaba fuera de mis pantalones, la punta está demasiado sensible y justo delante están los labios color cereza de Julia. Me sorprendí por el tamaño de mi propia erección, pero su aliento caliente me roció y no pude evitar pensar que estaba impaciente por algo.

— ¿Qué te gustaría que hiciera?

Julia estaba siendo malvada; Ella parecía disfrutar jugando con mi miembro. ¿Por qué haces y me dices esas cosas? Lleno de vergüenza, caí en un dilema; Si no dijera nada, no podría satisfacer este deseo.

—Ah~ ¿cómo… te atreves a… preguntar tal cosa…?

Luego hubo un toque de una sensación resbaladiza caliente contra la punta. No me tomó mucho tiempo saber que es la lengua de Julia. Deja de jugar al gato y al ratón con tu aliento y tu lengua caliente. Tenía mis dos manos apoyadas contra la pared mirando hacia abajo, en un momento contemple con deleite el brillo dorado de su cabello que brillaba a la luz de la luna y luego quedé completamente fascinado por esos increíbles ojos purpura y su lengua traviesa lamiéndome poco a poco.

— ¿No me vas a decir lo que quieres? ¿me detengo aquí entonces?

Se retiró y me subió los pantalones, pero ya me he rendido… Julia … déjame reconocer mi derrota. No podría soportar que termine así. Vi que los ojos de Julia se iluminaban con la victoria. Aparté la mirada de ella y le supliqué.

—Por favor… quiero que lo chupes…

Me dedico una sonrisa agradable, y con el tono de voz que utilizarias para hablarle a un niño, dijo

—Como soy una dama de buen corazón, te daré una recompensa.

Entonces ella tomó mi miembro en su boca.

Era la primera vez que sentía un placer así. ¿Estoy en el cielo?

—Ah ~

Su técnica es asombrosa, tomándome por completo con su boca, chupándome todo alrededor, sin darme un respiro ella continuó. No había manera de detener las olas de placer que se apoderaban de mí, y sentí que me acercaba a un punto máximo éxtasis.

— ¡Se siente tan bien! Nnn ~ ¡No puedo soportarlo! ¡No puedo soportarlo!

Eyaculé en su boca. Mi mente se quedo en blanco y no pude pensar en nada. Tenía algo suave en mis manos que había agarrado sin pensar. Cuando me volví, noté que era el cabello de Julia, se levantó y me miró con suavidad. Lentamente, sus ojos se acercaron y sus labios de cereza se fruncieron. Entonces ella agarró mi cabeza con ambas manos y comenzó un profundo beso. ¿Estaba ella tratando de hacerme beber su saliva de nuevo? Pero en lugar de su dulce saliva, forzó un líquido amargo y acre en mi boca. Me di cuenta de que era mi propio semen cuando la mayor parte estaba en mi garganta.

¡Qué humillación!

Traté de alejarme de ella, pero Julia comenzó a acariciar a mi miembro de nuevo, y sentí que mis fuerzas me abandonan.

No me importa nada. Orgullo. Estatus. Honor. Quiero sumergirme en este placer y fundirme en él. Dejé de resistirme y le dejé todo a ella.

Se burló de mí, con su boca; Forzándome a tragar mis propios fluidos. Ella usó sus delgados dedos para masturbarme, algo que yo mismo nunca había hecho. Me derrumbé en el lugar tirando a Julia conmigo. Lamentablemente, nuestros labios se separaron, solo nuestros ásperos jadeos dominaron el silencio de la noche.

Julia se levantó lentamente delante de mí, se limpió la comisura de los labios con sus delgadas manos. De las puntas de sus dedos, un líquido transparente blanquecino colgaba como si fuera un cordón, antes de sucumbir a la fuerza de la gravedad.

Con la luna detrás de ella, me dio una sonrisa fascinante,

—¿Dirás gracias la próxima vez que nos veamos? Me pregunto si eres una criatura que se encuentra por debajo de los animales y no tratarás de devolver la bondad. Bueno, yo no soy como tú; Soy lo suficientemente inteligente como para saber que no todos los hombres son criaturas que están por debajo de los perros a diferencia de ti. Voy a encontrar un buen hombre esta noche. Buenas noches, Marius.

¿qué estás diciendo… Julia? En este momento no puedo pensar en nada. Solo he descubierto la sensación más placentera, que existe en este mundo, por primera vez en mis veintinueve años. Ah… No me dejes… Julia, quiero que estés a mi lado.

No había ninguna palabra para el shock que estaba sintiendo. La luna se levantó lentamente, en mi cabeza había un eco con las últimas palabras que me dijo Julia: esta noche encontraré un buen hombre.

— ¡¡Julia!!

Me arregle como pude y corrí a pesar de mí estado aun somnoliento. No sabía lo que quería decirle cuando la volviera a ver, pero quería verla. Quería que me dijera los nombres de las emociones que no entendía y que estaban llenando todo mi ser.

Con su imagen en mi cerebro, corrí alrededor del castillo buscándola.

Cuando la encontré…

Ella estaba en los brazos de otro hombre.

— ¡Henry! Justo a tiempo. Hay una mujer que me gustaría presentarte. Su nombre es Julia Hermiata, mi nueva compañera, enamorada y amante.

Vi rojo literalmente. Estaba enojado y avergonzado; después de hacer esas cosas conmigo, ¿había atrapado a un hombre de inmediato?

Sus ojos violetas que se volvieron a mirarme tenían la misma luz que antes. Pero el odio hervía en mi alma al ver el brazo de James a su alrededor. Yo quería lastimarla. Ese fue el único pensamiento en mi cabeza,

No creas que puedes pelear conmigo. Puedo destruir una casa intrascendente como Hermiata sin mucho esfuerzo. Recuérdalo.

Ella respondió con una mirada altanera diciéndome que amaría y apreciaría al hombre elegido, y prometió llenar su vida de felicidad diaria. Una vez que ella juró su amor, ¡lo amará por siempre!

¿Me estaba diciendo que ya amaba tanto a James?

No odio a las mujeres. Odio a Julia, tal mujer debería sufrir. Ella debería vivir una vida miserable, decadente y patética.

No tenía un nombre para las emociones oscuras que giraban en mi cabeza, porque todavía no lo sabía. Todos los sentimientos que no había experimentado en mis veintinueve años parecían estar condensados. Me cuide de los pensamientos brutales como un niño, pero esta vez no me resistí y me sumergí en ellos.


Kiara
y como dice el dicho del amor al odio hay un paso, como amo esta novela

7 respuestas a “El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 10: La primera experiencia del Duque”

  1. Por eso es importante tener inteligencia emocional y madurar lo suficiente para evitar que el disgusto y nuestros caprichos tontos nublan nuestro juicio. Estoy segura de que él va a sufrir mucho más si sigue de aferrado, y estoy emocionada por eso >u<

    Ojalá madure pronto el bebé *3*

  2. Dios mio me encanta que no entienda! Que le gusta! Este duque sufrira mucho a causa de ella, lo vi y me agrada esta mujer es de las mias :3

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