El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 9: El primer amor del Duque

Traducido por Kiara

Editado por Tanuki

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Me encontré con ella en una compañía que se dirigía hacia el Reino. Odio a las mujeres… las odio fuertemente. Pensé que sería mejor si no existieran en este mundo. Debido a esto, no experimente ninguna clase de sentimientos cuando la vi por primera vez.

Traté de evitarla, actuar como si no existiera, pero esa odiosa mujer siguió mirándome durante todo el trayecto. Ella debe ser la hija de un rico comerciante en su camino hacia el Reino con su doncella. Por otra parte, su aspecto es bastante bueno. A pesar de que no estaba haciendo nada, la mujer mostró interés en mi. Es la peor situación posible.

—Señorita, me ha estado mirando por un tiempo y reflexionando sobre algo. Puedo preguntar; ¿qué estás mirando?

—No es nada…

Ella había respondido con calma. Era una mentirosa; Sabía que ella estaba interesada en mí. Encontré su mentira una molestia. Quería que ella desapareciera de este mundo rápidamente.

— ¿Que estaba pensando…?

— ¿De verdad quiere saber? ¿No le molesta si le comparto mis pensamientos?

La mujer que me había estado mirando a escondidas ahora me miraba de manera directa. Debido a su actitud provocativa, me sorprendió su franqueza. Por alguna razón, me interesaba lo que ella tenía que decir. Pidió adivinar mi profesión; esta debe ser una nueva forma que las mujeres han ideado para atraer a los caballeros. Ya me disgustaba por el hecho de que era una mujer.

Adivino bien, pero también agregó que yo tenía el título de caballero y que llevaba espadas gemelas. Ella también dedujo que provenía de una casa noble. He realizado mi trabajo perfectamente hasta ahora; no había nada que no pudiera lograr si me lo proponía. En el país se me reconoce como el mejor en el campo. No podía creer que pudiera ser notado por una chica.

Es la primera vez que me intereso en una mujer. Ella me dijo que iba al reino a buscar a su hombre destinado. Pensé que sería difícil para un hombre común manejar a una mujer tan poco convencional.

—Dudo que un caballero ordinario pueda manejar a una dama como tú. ¿Dónde aprendiste a tener tal percepción?

Ella se rió, —Me interesan las personas. Por eso sé que hay tres hombres que han estado siguiendo la compañía desde ayer.

Si lo que ella dijo era cierto, parecía que me estaban siguiendo, y ella también supuso que eran de Grusk. Mi misión era descubrir el alcance de los espías que acechaban en el castillo real; aunque tenía una idea de quiénes eran los espías, no sabía de qué país eran.

Y ahora, debido a un encuentro casual, resulta que los espías eran de Grusk. Una mujer que vio mi verdadera identidad. Era inusual que una mujer tuviera ese tipo de inteligencia. Se llama Julia. Le eché un buen vistazo, para grabar su imagen en mi mente. Se veía muy elegante y digna; su espalda estaba recta cuando se sentaba y su mirada era directa. Ella me recordó a un águila que vuela mientras domina el cielo.

Julia…

Era la primera vez en mi vida que quería recordar el nombre de una mujer. Nunca me han interesado las mujeres aunque este sentimiento es el mismo que suelo tener cuando me intereso por la habilidad de un hombre. Esta no es una historia de amor. Solo estaba interesado en un ser humano… eso es todo.

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Aunque han pasado días después de nuestro encuentro, no dejó de pensar en ella… Cuanto más intentaba concentrarme en otra cosa, más me estaba distrayendo.

Mientras tanto, llegó el día del baile. Una fiesta que su Majestad organizó para encontrarme una prometida, porque se sentía preocupado de que no me hubiera casado. No pude negarme. De cualquier forma, tenía un plan en marcha.

Sin embargo, debido a una mujer arbitraria, mi plan se hizo añicos, debía confrontarla, averiguar qué clase de mujer era, ¿tanto deseaba casarse conmigo?

—Tú… ¡¿Julia ?!

No había cambiado desde la última vez que la vi, su mirada aún era aguda. Qué desagradable, se veía más hermosa ahora que cuando nos conocimos. Al principio no se dio cuenta de que era yo, pero luego lo noto.

—¿Ma-Marius? Tú eres el mujeriego que odia a las mujeres, el Duque de Magnaria; ¿El peor tipo de hombre?

Un mujeriego que odia a la mujeres; Esta era la imagen que había creado para mí mismo en el Reino manipulando chismes. Como Caballero del Reino, sería malo para las personas saber que ni siquiera quería estar cerca de una mujer. Así que había personas contado tales rumores para que las féminas problemáticas no me molestaran. Realmente odio a las mujeres; el solo hecho de ser tocado por una causaría oleadas de náuseas en mí. Solo unas pocas personas saben esto. No sé por qué Julia lo sabía, pero me sorprendió que me tildara como el peor tipo de hombre, así que respondí:

—No. Solo creo que las mujeres son seres más bajos que los perros que mienten descaradamente y te traicionarán a la menor oportunidad.

—Bien dicho. Pero tú también eres enemigo de las mujeres; confundiendo a esas pobres chicas con palabras bonitas que se contradicen entre sí, induciéndolas a luchar. Esa es una muy buena idea.

No me sorprende que ella haya visto a través de mi plan y haya intentado contrarrestarlo. ¿Julia estaba haciendo esto para casarse conmigo? Si ese fuera el caso, ¿diría ella la verdad?

Nunca habría pensado que era una chica de noble cuna. Hablar sin timidez a un viajero y poder distinguir a una persona de Grusk. Aun así esto es un problema. 

—Por tu culpa, tengo que elegir a una de estas mujeres; ¿Qué vas a hacer al respecto?

Esperaba oírla decir; escogeme. Todas las mujeres son iguales, pero ella insistió en que me casara con una tal Isabel. ¿Qué es este dolor en mi corazón que rápidamente se extiende a mi corazón? La ira corría a través de mí, y había ido más allá de la razón.

Mirando esos ojos violetas, no podía ver ninguna dulzura o timidez, como la que me ofrecen los ojos de otras mujeres. Su mirada me dijo que tenía un serio rencor contra mí. Ahora me decía que me casara con Isabel y que tuviera un hijo.

Mi cuerpo se movió inconscientemente, antes de que me diera cuenta, la había empujado contra una pared, agarrando su brazo herido. Quería lastimar a Julia, quería lastimarla por hacerme sentir de esta manera. Ese fue el impulso que me conducía.

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