El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 25: El duque se hace consciente de su amor

Traducido por Kiara

Editado por Tanuki


Pasaron dos semanas y estaba teniendo problemas serios para dormir y concentrarme en el trabajo, estaba en la ciudad por unos asuntos y vi a Julia caminando por el Barrio Central. Estaba vestida de forma simple, debe intentar querer parecerse a una chica de la ciudad, pero definitivamente es ella, no hay forma de que no me de cuenta.

Inmediatamente la seguí. Llevaba una cesta con caramelos, iba de tienda en tienda, buscando alguna que lo venda. Ella tiene una linda sonrisa en su adorable y pequeña boca. Rápidamente pudo convencer a una tienda de que los vendiera. Su canasta estaba vacía, así que comenzó a mirar alrededor de las tiendas con una cara radiante. Observando a Julia delante de mí, no sabía cómo llamarla. Cuando intenté hablarle, me temblaron las piernas y mi cuerpo no se movía.

Ella había estado mirando un accesorio para el cabello. Entré en la tienda después de que ella se fuera para echar un vistazo; Me inquietó la idea de que Julia, que es temperamental y agresiva como un gato en celo, le gustara algo tan lindo como este adorno para el pelo con diseño de conejo.

Con que este tipo de personajes, ¿es que le gustan los conejos?

—Ah que lindo ¿Es para su amante? —, me dijo el dependiente cuando me vio sujetando la pinza para el pelo durante un buen rato —Ese es un artículo muy popular; ha estado muy de moda últimamente.

— ¿Amante? No tengo tal persona —, dije con rigidez y devolví el clip a su lugar en el estante.

Otro hombre detrás de mí, también le había echado el ojo al accesorio. Lo deje por un segundo, pero al final me detuve y lo llevé al asistente para que lo cobrara. El asistente me dio una sonrisa amistosa cuando tomó el dinero. Mi cara estaba caliente. Parecía que realmente lo estaba comprando para Julia.

— ¿Quieres que lo envuelva como regalo? ¿Debo usar una cinta rosa? La dama estará encantada.

—No, no es un regalo. Por favor, déjelo como está.

El asistente me dio el cambio y lo metí en mi bolsillo.

Volví a la calle y busqué a Julia. Vi que un hombre extraño la arrastraba a un callejón. La seguí y me di cuenta de que estaba a punto de ser atacada.

— Julia… —, llamé involuntariamente.

Ella me miró con una expresión de alivio. Me pidió ayuda, confiaba en mí. Sus palabras me parecieron tan feliz que podría haber volado al cielo. Pero entonces vi marcas rojas en su cuello y mi vista se nublo, todo lo que podía ver era esas marcas. ¿Le había mostrado su cuerpo sensual a James? Tal vez debajo de su ropa está la evidencia de lo que había hecho con James…

Me encontré sorprendido ante mi propio tono de voz frío.

— ¿Oh? Puedes vengarte tanto como quieras, no te detendré. Solo estoy aquí para mirar, no me importa dejarte continuar.

— ¡¿Haaaah?!

No entiendo por qué siempre soy agresivo con Julia en cuanto la veo. Pero sabía que si no lo fuera, no podría ayudarme a mí mismo y tendría una expresión de amor perversa en su lugar. No podía permitirme amar a alguien que no se preocupa por mí. Mi expresión es sombría e inflexible.

Mientras discutíamos, el hombre trató de besarla. A Julia no le importo, así que no me importa lo que haga con otros hombres, sin embargo, mi cuerpo se movió por sí solo e inconscientemente empuje al hombre lejos de ella y fui yo quien tomo sus labios.

Durante las últimas dos semanas, todo lo que soñé fue con Julia y estos suaves labios que me volvieron loco. Su sabor dulce se extendió por mi boca y calentó todo mi cuerpo. Perdí la cabeza solo por besar unos delicados labios.

Luego empezó a llover. La llevé a mi escondite. Quería encerrarla allí, había pocas posibilidades de ser molestado. No quería dejarla ir hasta que la viera por todas partes. La puse en mi cama.  Su cuerpo empapado por la lluvia es sensual, y por un momento me olvidé de respirar con solo mirarla.

Kiara
Estaba tan ensimismado con Julia, que ni siquiera se dio cuenta del tipo y de lo que le hizo, jajaja, este duque

Como de costumbre, tenía miedo de su mirada directa. Sin embargo, aunque tenía miedo, la había deseado durante las últimas dos semanas. Ella es todo lo que llenaba mi cabeza.

—Julia, quítate la ropa y déjame ver tu cuerpo.

Así es… no me gusta Julia, pero el hecho de que esté obsesionado con una mujer que no me gusta solo podía significar que mi cuerpo está biológicamente interesado en ella. Si pudiera estudiar y entender cada rincón de su cuerpo, debería poder dormir de ahora en adelante sin preguntarme cómo se ve desnuda.

Pero Julia dijo que no se desnudaría a menos que yo lo hiciera. ¿Julia no parece interesada en mi? ¿es que a ella realmente no le gusto?

— ¡He decidido odiarte! No soy tu esclava la que puedes pedirle que se desnude cuando quieras. Si deseas que me desnude entonces, deberías quitarte la ropa tu también y ahora mismo.

No fue la primera vez que Julia me dijo que no le gustaba, pero nunca imaginé que me sorprendería tanto. Me dolía el pecho como si hubiera agarrado mi corazón y lo apretara sin consideración.

Cuando comencé a quitarme la ropa, ella me miró como un gato que estaba cazando a su presa. Sus ojos tenían un brillo fascinante como la luna en la noche. Como tardé demasiado en desabrocharme los pantalones, ella me dijo que era demasiado lento y que me ayudaría. Sus largos dedos blancos desataron los botones uno por uno como si estuvieran encantados de poder hacerlo. Sus dedos rozaron mi miembro varias veces mientras trabajaba, enviando oleadas de placer desde mi cintura a todo mi cuerpo.

Mi mirada se movió de sus dedos a su cuerpo, y noté que su vestido delgado estaba pegado a su piel y podía ver claramente sus pechos. Debido a la lluvia, su piel estaba húmeda. A medida que me sentia mas caliente, mis sentidos se agudizaron y fui consciente aun mas de su dulce aroma, sin darme cuenta mi conciencia/autocontrol parecía desvanecerse.

Gemí su nombre.

Julia me detuvo justo cuando pensé que iba a arrancar el vestido de su cuerpo. Ella accedió a quitarse la ropa y me permitió soltar los lazos de su espalda. Julia se dio la vuelta y pude observar con detenimiento la línea de su cuello, su cabello dorado, un poco más oscuro a causa de la humedad, se arrastró desde su cuello hasta su pecho, pegándose a su piel. Su cuello era tan excitante y tragué reprimiendo las ganas de lamer su cuello, y puse mis brazos alrededor de ella.

Traté de desatar la cinta alrededor de su cintura, pero como tenía prisa, la saqué del brazo equivocado y la cinta se tensó en lugar de desenredarla. De repente me di cuenta de que Julia estaba temblando contra mí.

Ella emitió un pequeño maullido.

¿Era que Julia se sentía bien? ¿Soy yo el que le provoca estas sensaciones?

Solté la cinta y acuné sus pechos en mis manos. Los sostuve suavemente sintiendo el peso de ellos. Un sentimiento cálido se hinchó desde la mitad de mi cuerpo, penetrando en mi cerebro. Era suave y agradable. Después de disfrutar de esa sensación, puse más fuerza en mi toque y le froté los pechos. Julia comenzó a gemir sensualmente.

Ella estaba excitada por mí. El calor de su piel hizo que mi placer aumentará cuando su cuerpo se adhirió al mío. Julia se volvió y audazmente me pidió que la besara. Quería responder, pero también quería disfrutar la sensación de la suavidad de su espalda contra mí. Ella giró su rostro y estiró la lengua.

Toqué su lengua con la mía mientras masajeaba sus pechos. Empujé mi hinchada entrepierna contra su espalda baja, justo por encima de su trasero y el placer creció.

—Ah~ Ah~ Julia…

—Ahn…

Mientras degustaba a Julia, recibí el mejor placer.

— Julia… —, me quejé.

Julia se quitó la parte superior de su vestido. Ella tenía una expresión de suficiencia cuando se quitó los zapatos. Mientras ella hacía esto, sus pechos caían. Me sorprendió ver cómo cambiaban de tamaño y la forma. Me quedé sin aliento. Nunca pensé que fueran tan flexibles.

—Me he quitado algo, te toca a ti ahora…

Eso fue divertido; Era absurdo contar los zapatos. Pero si protesto, ella puede irse. No tenía más remedio que quitarme los pantalones. Debido a que estaban mojados, fue difícil quitarlos, pero logre hacerlo.

La siguiente fue Julia. Pensé que se quitaría el vestido, pero ella me observó en silencio y luego buscó su ropa interior.

¡¡Su ropa interior!!

El secreto de Julia sería completamente visibles cuando se lo quitara. Me estremecí ante sus acciones, no lo había esperado.

— ¡Espera! Julia, ¿te estás quitando eso? Está bien, espera un momento, mi mente no está lista. Solo déjame respirar profundo para prepararme …

Julia, que había comenzado a quitarse la ropa interior, se sonrojó lentamente y se detuvo con sus manos en jarras y a la altura de su ropa interior. Algo parecía haber ocurrido, porque ella se volvió extraña. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, y sus pechos llenos temblaban con su consternación.

— ¿Estás bien? ¿Hay algo mal? —, Pregunté viendo las lágrimas colgando de las esquinas de sus ojos.

La levanté y la coloque sobre la cama, separé las piernas para ver qué pasaba. Miré en su lugar secreto.

Al ver por primera vez, era como un capullo de rosa floreciendo, rociado por la lluvia; Una pequeña flor rosa, decorada con una especie de líquido transparente que humedece la superficie de los pétalos. Mientras más miraba, más salia al punto en que se derramó hacia sus piernas. Me estaba invitando, me rogaba que lo lamiera. La dulce fragancia me sedujo, mi lengua se hundió entre los pétalos y chupé. Me sentí como una abeja devorando el néctar de una flor. Su sabor es dulce y almizclado… la fragancia indescriptible. Instintivamente me di cuenta de que este era el aroma de la mujer cuando invita a un hombre a sucumbir en los placeres más perversos.

Mientras bebía su miel, su cuerpo se arqueo y luego se puso rígido. Lo note al instante, ese fue un orgamo. La hice llegar a la cima. Me volví codicioso y lleno de ganas de poseerla; no podía soportarlo más, quería estar dentro de ella.

— ¡No! ¡No lo pongas/metas!

Ella protestó en el momento en que quería lograr mi objetivo. No pude soportarlo; ¡Esto no era justo! ¡Quiero que solo me veas a mi! ¡Quiero que solo me ames y te quedes a mi lado por el resto de mi vida!

Pero luego me preguntó cómo me sentía por ella. Ella me preguntó si la amaba. Pero no entiendo tales sentimientos. Era la respuesta que más quería saber; ¿Amo a Julia? ¿Era esta feroz irracionalidad que siento el amor?

Le dije que ella era la única mujer que podía tocar. Eso era todo lo que sabía con seguridad. Pero ella agarró mi cabeza y me besó salvajemente con una feroz sonrisa en su rostro. Su beso me hizo perder mi lógica. Ella envolvió sus piernas alrededor de mí y de alguna manera me hizo girar para quedar encima de mi. Me sorprendió su capacidad física; Debo ser al menos el doble de pesado que ella. Debe estar muy familiarizada con la estructura de un cuerpo para poder moverlo con tal facilidad. Mientras estaba admirando su destreza, ella presionó su pulido y húmedo ser contra el mío. Un sonido que no esperaba salió de mi boca,

—Ahn~ —, qué sensación tan agradable. La boca de Julia se sintió tan bien, pero esta experiencia superó mis expectativas. Sus pétalos rozaron contra mí, aumentando la sensualidad.

—Henry, duque Magnaria, ¿me amas?

Oh… Ah.

Fui derrotado, Julia … me gustas, te quiero. Nunca antes había conocido a una mujer tan impredecible. No había otra mujer como ella. Ninguna otra mujer que pudiera hacerme sentir así.

Tal vez me enamoré de ella en el momento en que la conocí en esa diligencia de la capital. Su rostro seductor, sus ojos desafiantes, su expresión de gatito… ¡todos eran míos! No quería que ella se lo mostrara a nadie más.

—Julia… yo … Henry, ¡el duque de Magnaria te ama!

Seguí gritando mi amor por ella como el placer que nunca había probado antes. Lo dije una y otra vez como para confirmarlo. Bastaba con verlo para darse cuenta de que esto era amor.

Estoy enamorado de Julia.


Kiara
Intenso, placentero, emocionante, ¡genial! Me encanta cuando el que narra es el duque, sus pensamientos son más apasionados que los de Julia. Nos vemos en el próximo

Tanuki
Solo le tomo 25 capítulos darse cuenta, siendo justo con el Duque duro menos que otros personajes

3 respuestas a “El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 25: El duque se hace consciente de su amor”

  1. Exacto, el Duque es medio menso a la hr. de expresarse, pero me agrada mucho que acepte las cosas fácilmente cuando por fin tiene Julia de frente. Me hartan los MLs groseros e imponentes que siempre quieren estar por encima de las protagonistas aunque obviamente están enamorados y quieren ser felices con ellas.

    El desarrollo de Henry va por buen camino y me alegro mucho, jaja. Gracias por compartir chicos. uwu♡

    PD. Ojalá Henry aprenda a controlar su calentura en los momentos importantes y pensaaaar~. No puedo creer que no se dio cuenta de que Julia estaba a punto de ser abusada, ni que tampoco se haya dado cuenta de lo nerviosa que ella estaba, y ni hablar de los chupetones. Requiero que se espabile un poco JAJAJAJA.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido