El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 24: El dilema del duque

Traducido por Kiara

Editado por Tanuki

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Me he sentido frustrado últimamente. No ha habido ninguna notificación por parte del Rey Quecles sobre el rechazo de las damas. Y allí estaba esa mujer… con su cabello resplandeciente como el trigo maduro y determinados ojos amatista. Una mujer que no logro entender… Julia.

Ella siempre me estaba mirando y en cuanto nos encontrábamos demostraba hostilidad hacia mí. Es la primera mujer que no se comporta como deseo que lo haga, no le atraigo pero me siento seducido por ella al punto en que me cuesta dejar de pensar en ella, su dulce olor, la sensación de sus labios. Es la primera mujer por la que me he excitado… la única.

Me cautivaron sus pechos blancos como melocotones. Cuando los toqué suavemente, me llenaron las manos de inmediato. Había temido su fragilidad mientras los sostenía, pero cuando los solté, volvieron a su forma original de inmediato como un juguete de goma atractivo.

Finalmente, me siento fascinado por el cuerpo de una mujer, ahora se que es aquello que los hombres siempre hablan. En cuanto recuerdo que estaba arrodillada delante de mí, con su vestido a su alrededor, todo mi cuerpo se siente caliente a pesar de que estaba en el trabajo. El sabor apasionado de la miel de esos labios de cereza es difícil de olvidar.

—Su Gracia, ¿Sucede algo? Estoy seguro de que no has estado con ninguna mujer en los últimos tiempos, dicho esto, es mejor disminuir la velocidad en esos asuntos perversos. Puedes matarte si te excedes. 

Mi subordinado bromeó. Era un hombre pequeño con cabello castaño oscuro y una sonrisa alegre; Él había venido a mi escritorio para recoger algunos documentos. En apariencia, parecía un aristócrata mediocre, pero dentro de sus mangas ocultas estaban las dagas y sus gemelos eran viales de veneno. Él es un espía; uno de mis mas excelentes hombres.

—Tú —, dije —difundiste los rumores que te dije sobre mis gustos hacia el sadomasoquismo. Gracias por las molestias que esto te ocasionó, Percy. Deduzco que es por eso que el número de mujeres que intentan llamar mi atención ha disminuido últimamente.

Estaba leyendo los informes en mi oficina en el castillo. Eran los resultados del interrogatorio de los hombres Grusk que habían sido capturados. Eran verdaderos profesionales, se habían autolesionado al entregar la información sin importar qué tipo de métodos de interrogación se intentara.

—Sí, bueno, ahora, a nadie le parecería extraño que tengas un cuchillo, cuerdas o esposas tiradas en el trabajo. También es una buena excusa para usar cuando estás misteriosamente alejado. Aunque, será imposible continuar cuando te cases, ah pero entonces, ¿De verdad va a casarse su gracia?

Nuestras oficinas están situadas en los pisos superiores del castillo. Es una habitación sin ventanas, para que nadie pueda espiarnos. No había más muebles de los necesarios para que no hubiera posibles escondites. También había dos escritorios sin ningún tipo de decoración y sillas de madera dura.

Habían pasado casi diez años desde que me uní al departamento de inteligencia nacional del Reino. Aunque, mi estatus como Duque me proporcionó esta posición, nunca me arrepentí de mi elección. Con mis logros personales y mi estado, tuve el privilegio de elegir mi propio equipo de espías de élite. Percy fue el mejor entre ellos; mi mano derecha 

—Percy, ¿qué harías si notaras una mordida de amor en el cuello de una mujer que quisiste besar? —, pregunté casualmente mientras pretendía estudiar a fondo los documentos que tenía delante. No quería decir que no tenía experiencia con mujeres. Me senté de una manera que podía esconderme detrás de los papeles.

— ¿Un chupetón en el cuello? Estaría enojado, ella está obviamente teniendo una aventura. Ah, Gracia, has estado jugando con la mujer de otro. Supongo que un hombre tan guapo como usted tiene el coraje de coquetear con una dama sin importar su condición.

—No sé cómo actuar cuando estoy delante de ella. Ella es muy diferente, sus sentidos son tan agudos, que incluso podría superarme, también es muy independiente y abierta, con todo eso dicho puedo asegurarte que no me agrada ni un poco —dije con vehemencia.

Rasgué los documentos en mi mano a causa de mi agitación, fue Percy quien lo noto. Ni siquiera me había dado cuenta de que lo estaba haciendo. Se mostró avergonzado por mí y se dio la vuelta.

—Eso… bueno más bien parece que te estás enamorando. Su Gracia es inesperadamente puro por haberse enamorado de una mujer que no te quiere. —se detuvo por un momento — ¿Te diste cuenta de que esta es la primera vez en los siete años que he trabajado para ti que hemos tratado este tema? siempre hemos estado hablando de chicos malos.

Mi conciencia picaba… ¿Estaba enamorada de Julia?

¿Podría ser ese el caso? Increíble. Eso explicaría por qué siempre estuvo en mi mente, el impacto y la emoción que obtuve cuando vi su cuerpo. Siempre quise más. Quería saber qué estaba pasando bajo su ropa. Quería tener sus encantadoras piernas alrededor mío.

—Su gracia… mientras entiende que puede amar profundamente a una mujer, ¿podría dejar de tener erecciones mientras estamos solos? ¿Qué pensaría Gordon si nos viera? Tu rumor acerca del sadomasoquismo se agravará con la homosexualidad.

Miré hacia abajo para darme cuenta que estaba sexualmente excitado nuevamente. Era la primera vez en mis veintinueve años que tenía una erección fuera del fenómeno natural de la mañana. Esto ha ocurrido desde el día que conocí a Julia. Y mi miembro aun mas que lo usual. Visiblemente un inconveniente, no puedo seguir comportandome así. Debo tratar de no pensar en Julia y concentrarme en mi trabajo es lo mejor.

—Estoy seguro que los espías de Grusk, estaban tratando de matarme, debo estarles causando inconvenientes. El modo que han usado hasta ahora ha sido penetrar en el territorio enemigo e intentar desestabilizar y apoderarse del país desde dentro. Su próximo objetivo parece ser nuestro Reino de Bosch.

La expresión de Percy se volvió grave. 

—Resulta difícil distinguirlos porque la gente de Grusk tiene rasgos similares a los nuestros. No sospechamos que se habían infiltrado en el palacio. Sus estrategias también son a largo plazo. Aun así, Su Gracia pudo notarlos. ¡Estos hombres han trabajado en el castillo durante catorce años! Era muy consciente del peligro que tenía una incursión Grusk.

Esto fue porque Julia los había notado. Si pudiera ayudar a Julia, ella podría ayudarnos a descubrir a los espías en el Palacio, pero había una posibilidad de que ella pudiera salir lastimada. El solo imaginar que Julia salga lastimada, hace estremecer mi corazón. ¿Significa que me he enamorado? No lo sé.

Había visitado y sacado a Muriel unas cuantas veces. El rumor decía que la estaba viendo todos los días, tal vez fue Muriel quien difundió tal rumor. Me pregunto si ella está tratando de desalentar a Isabel. Odio aún más a las mujeres que engañan.

Y corría el rumor de que James veía a Julia todos los días. Pensar en lo dos juntos riendo me hace sentir como si mis entrañas estuvieran hirviendo y mi pecho se sintiera como si fuera un vicio doloroso. Percy me dijo que esto eran celos. Qué divertido, supongo que me gusta Julia después de todo.

Pero, ¿estaba Julia entreteniéndose con James como lo hace conmigo? Imaginando sus labios llenos jadeando y gimiendo con el miembro de James en su boca… Golpeé la pared a mi lado haciendo que se agrietara y parte del cemento cayera. Me lastimé y sentí un terrible dolor en mis nudillos, pero la ansiedad en mi pecho es más fuerte. Tal vez haya estado enfermo durante mucho tiempo, y gracias a Julia me curé. Por lo tanto, debería estar excitado con una mujer que no sea Julia.

Antes de que me diera cuenta, mi carruaje se detenía en la casa de la ciudad de Hirsalm. Tan pronto como bajé de mi carruaje, Muriel vino a saludarme con una graciosa sonrisa. Nos sentamos un rato a tomar el té y luego me invitaron a ver la colección de espadas del Conde.

Cuando Muriel y yo estábamos solos en la sala de recolección, le pedí que me permitiera tocar sus pechos. Parecía avergonzada al principio, pero pronto abrió su vestido para revelar sus senos. Ella me miró y me invitó a tocarla con una expresión seductora en su rostro. Estaba empezando a sentirme mal en ese momento, pero estaba decidido a experimentar y nombrar los sentimientos que tenía por Julia. La toqué ciertamente no parecía haber diferencia entre su suavidad y la de Julia, pero la aversión se acumuló en mi estomago y se arrastró por mi garganta. Aunque el resultado fue asombroso, fue definitivo. Sólo podía excitarme con Julia.

No sé por qué es diferente de otras mujeres, pero no pude evitar la necesidad de tocarla cuando la vi. Quería ver todo de ella. Me pregunté cómo se sentiría ella debajo de su ropa. También quiero saber cómo eran los vestigios de una mujer. Gordon me había dicho que tenían forma de pétalos para invitar a los hombres a sucumbir a sus deseos. No podía imaginar lo que era tener pétalos entre las piernas Me dijeron que las mujeres se sentían bien cuando un hombre tocaba o lamia sus pétalos y el capullo escondido en su interior.

— ¿Realmente Julia tiene un lugar así?

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