Traducido por Gatonegro
Editado por Raon Miru
Me encontraba sola en casa de Klaus. Debido a la abrumadora cantidad de… nada que hacer, di otro bostezo.
Pasado un tiempo, las hadas regresaron.
—Ruri, estamos de vuelta.
—Bienvenidas, ¿dónde han estado?
—La señorita Lydia nos dijo que hiciéramos un recado para ella — respondieron fragantes las hadas—. ‘Vayan y denle a alguien una mirada sucia en mi lugar’ eso dijo.
—Pusimos un poco de esfuerzo en nuestra sucia y llamativa misión.
—Ya veo … ¿Dónde aprendió Lydia de una palabra tan vulgar como “mirada sucia”… y a quién se la dieron?
Lydia y su ocasional lengua afilada.
Parece que debido a la influencia de su contratista anterior, a veces dice palabras que son muy poco femeninas.
—Por cierto, ¿cuánto tiempo permanecerá Ruri como un gato blanco?
—Hmm, realmente quiero volver a mi forma humana justo ahora. Sin embargo, Klaus se sorprendería si regresara y viera a un humano en lugar de un gato esperándolo, ¿no? Es por eso que lo haré cuando regrese.
Hablando del diablo, la puerta se abrió y él entró en la habitación. Un hombre con cabello corto azul y ojos verde esmeralda lo seguía. Comparado con Klaus, el hombre tenía una sensación militar que lo hacía sobresalir notablemente.
Dio una impresión de calma mientras volvía su mirada hacia mí.
—¿Y quién es esa persona de allí?
—Esta persona es el guardaespaldas del Rey Dragón, Finn.
Después de que Klaus me lo presentó, Finn hizo una reverencia sin palabras.
¡Una persona increíble hizo su aparición!
Mientras todavía intentaba procesar la información, aquel hombre se arrodilló frente al sofá y me miró.
—Después de discutir con su majestad, decidimos que sería un placer tenerte en el castillo real. Si no es demasiado problema, ¿estarías dispuesta a honrarnos con tu presencia?
—¿Qué pasa si digo que no quiero? ¿Qué harás entonces? —dije mientras inclinaba mi cabeza.
Puedo estar imaginándolo, pero sentía que él era de alguna manera mucho más respetuoso en su forma de hablar y el trato que me daba.
—Si ese es tu deseo, puedes quedarte . Finn te estará vigilando durante la duración de tu estancia.
—¿Eh? ¿No es él el guardaespaldas del Rey Dragón?
—Fue orden de su majestad que su decisión tenga prioridad. Si te sientes reacio a la idea de visitar el castillo real, no tenemos intención de obligarte.
En otras palabras, el protector del Rey me seguirá.
Me sentía cautelosa al recordar la advertencia de Chelsea de la posibilidad de que me usaran como un peón de la cuestión política del Reino.
—Si tuviera que ir al castillo real, ¿qué debería hacer? ¿Me pedirán que haga algo, por ejemplo? …
—Nada de eso. Eres libre de hacer lo que quieras. Lo único que cambiara es el espacio donde habitaras. En lugar de mi casa, te quedarás en el castillo real. Tu movimiento no estará limitado de ninguna manera. Sin mencionar que mi madre me pidió específicamente que me ocupara de ti.
Personalmente, quería rechazar la oferta. Si la razón se diera pomposamente, sería fácil para mí rechazar la proposición. Sin embargo, al ser preguntado de manera tan cortés, no puedo decir que no.
Además, no podía molestar a la persona que está cuidándome por mi egoísmo.
Klaus es la persona que me puso bajo el cuidado de la confiable Chelsea. Si es su deseo para mi el que yo vaya al castillo real, estoy segura de que no pasará nada malo.
—Entendido.
—Gracias por su comprensión.
Klaus parecía aliviado después de escuchar mi respuesta favorable.
Cuando pensé en su posición sobre el asunto, principalmente en que tenía que lograr un equilibrio entre cumplir la orden del Rey y el favor de su madre hacia él, sentí un poco de pena por él.
Sin que yo lo supiera, el alivio que sintió fue en realidad el resultado de su exitosa súplica para que visitara el castillo real sin causar la ira de las hadas.
—Bueno, entonces, ¿nos vamos? —preguntó Klaus notablemente más relajado.
Con el carruaje ya preparado, los tres partimos hacia el castillo real. En cuanto a las hadas ellas volaron alrededor del carruaje. Parece que no les gustan tanto los espacios reducidos.
—Uh… ¿puedo saber hasta qué punto te escuchan las hadas, si no te importa?
—Nunca han rechazado nada de lo que les pedí.
—Por ejemplo, si alguien te daña, no a propósito, por supuesto, y las hadas atacan en represalia. Si les pidieras que se detuvieran, ¿te escucharán?
—Ah, eso a veces sucede. Cuando eso suceda, si las detengo, harán caso.
Preguntas tras preguntas fueron hechas durante nuestro viaje al castillo real. Los temas fueron principalmente sobre las hadas. Sinceramente ese era un tema de discusión bastante ligero para mi. Sin embargo, Klaus y Finn no compartían el mismo sentimiento.
Ellos estaban investigando para saber qué tipo de persona era antes de mi reunión con el Rey Dragón.
Para no enojarlas, qué tipo de tema no debería tocar el Rey Dragón, qué nivel de intimidad se consideraba aceptable, y ellos estaban contando aún más a través de nuestra conversación.
Este era un paso importante antes de dejarme quedar en el castillo real. No sería exagerado decir que sus vidas dependían de ello. Por supuesto, no me di cuenta de eso en absoluto.
Sin embargo, de nuestra conversación, tuvieron la impresión de que yo era una gata con un sentido común y una visión del mundo muy correctos.
Klaus dedujo que todo se debió a la educación que me dio su madre.
Lo miré cuando hizo una expresión de alivio. Sentí que era el momento adecuado, estaba a punto de tocar el tema de mi pulsera.
Eso no se hizo realidad me quedé paralizada después de escuchar las siguientes palabras de Klaus.
—Es bueno que no seas humana —dijo en un tono relajado.
Al escuchar eso Finn mostró su acuerdo sin decir nada.
—¿Sería malo si fuera humana?
Me alegré de poder comunicarme telepáticamente. De lo contrario, no estaba seguro de si podría hacer esa pregunta verbalmente.
—Los seres humanos fácilmente sucumben a la tentación del poder. Sin mencionar que tienen un deseo insaciable. Nunca satisfechos con lo que tienen, constantemente anhelan más y están dispuestos a hacer cualquier cosa, independientemente de las consecuencias para obtenerlo —dijo Finn.
—Un humano fue elegido como un Querido en el pasado. Abusó de su poder, haciendo lo que su corazón deseaba —agregó Klaus.
—Así es. La sola idea de que un humano tenga tu nivel de poder mágico es aterradora —concluyó Finn.
Con eso termino la charla sobre el Querido.
Pude sentir su odio hacia los humanos a través de nuestra conversación, eso me hizo sudar frío. Si no fuera un gato, probablemente estaría haciendo una expresión tan mala que sería muy obvio dónde estoy parada en esta charla.
Extraño, ¿no es el Reino Dragón un lugar donde los humanos y muchas otras razas diferentes viven juntas en armonía…?
Contrariamente a lo que creía de cómo funcionaba este país, había algún tipo de disonancia entre la gente. Así que me abstuve al decirles quién soy realmente.
Creo que sería mejor seguir actuando como si fuera un gato por un tiempo más…
Lo bueno fue que ambos no parecían dudar de mi identidad como gato.
Solo pensar en eso me puso ansiosa. No puedo saber con certeza cómo se sienten realmente sobre el asunto, pero me reservaré mi decisión de decirles la verdad hasta ver cómo se desarrollan las cosas.
Una vez que llegamos al castillo real, fui conducida a la oficina oval sin desvíos.
La única razón por la que los curiosos no se acercaron a mí fue por Klaus y Finn, quienes estaban parados delante y detrás de mí, lanzando miradas amenazantes a los espectadores.
♦ ♦ ♦
Agete iba y volvía frente las puertas de la oficina oval. No podía quedarse quieto, preocupado por la posibilidad de que alguien haría que el humor de Ruri fuera malo.
Una vez que notó la figura de Klaus y el resto, su frente arrugada se suavizó un poco.
—¡Oh, ahí estás, Querido! Mi nombre es Agete, el consejero de su majestad.
—E-Encantada de conocerte. Soy Ruri…
♦ ♦ ♦
Agete lucía mayor que Chelsea.
Sus ojos eran de color rojo. Y a pesar de su edad, tiene el pelo largo y blanco que lo asemejaba a un ermitaño de montaña. Y al final de su largo y voluptuoso cabello, había… una cinta.
Sí, una cinta, con el diseño rosa y blanco de burbuja. Una elección tan linda para hacer.
Estaba haciendo todo lo posible por contener la risa provocada por la gran diferencia en las expectativas.
Como es grosero reírse de una persona que acabas de conocer, podría decir definitivamente que este es el mayor esfuerzo que he hecho para controlar mi risa.
Sin notar mi expresión, él me llevó a la oficina oval.
En la habitación había una mesa llena de documentos, en los cuales el Rey Dragón tenía volcada su atención.
Él detuvo lo que estaba haciendo y me miró.
Me impresionó (figurativamente) cuando nuestros ojos se encontraron.
Woah, una persona demasiado hermosa.
Ojos rasgados. Cabello negro azabache largo pero no tanto como para poder colgarlo sobre su hombro. Sin embargo era lo suficiente como rellenar una pequeña cola de caballo.
Se veía tan perfecto que no se sentía como un humano.
Klaus y Finn también son guapos.
Parece que la gente de la Raza del Dragón era atractiva en su mayoría. No puedo decir mucho sobre su apariencia actual ahora, pero Agete y Chelsea probablemente también eran bastante agraciados cuando eran jóvenes.
Debido a la zona de trabajo de mi madre, he tenido el placer de conocer a muchas personas hermosas. Sin embargo, el espécimen perfecto frente a mí destruye totalmente mis expectativas y la definición de ‘belleza /hermosura’.
El Rey Dragón frunció el ceño en respuesta a la extraña atmósfera en la habitación. Aunque no podía distinguir la estúpida cara que estoy haciendo actualmente, mi falta de movimiento y mi constante mirada lo inquietaron.
—¿Hay algo en mi cara?
Con esa frase, recuperé el sentido y sacudí la cabeza.
—Oh no, no es nada.
—Me alegra escucharlo.
Entonces se levantó de su escritorio y se dirigió hacia el sofá. Estaba haciendo un gesto, pidiéndome que me sentara.
Al principio, no lograba concentrarme en nada más que en su cara. Sin embargo, pronto comencé a mirar a través de los matices y noté su figura de realeza. Empezaba a sentirme presionada solo por su existencia.
Su buen aspecto empeoró aún más el problema.
El resto estaban parados como espectadores, observando mi interacción con la persona mejor calificada en este país.
Sin embargo, debido a que parecía que me estaban interrogando, me sentí un poco incómoda.
♦ ♦ ♦
Las hadas que estaban pegadas al lado de ella, observando cada pequeño movimiento, lanzaban miradas amenazantes a las personas que la rodeaban. El mensaje enviado fue claro y obvio: ¡No se atrevan a intimidar a Ruri!.
Klaus y los demás entendieron la situación y en silencio entraron en pánico, mirando a su alrededor nerviosamente tratando de salvar la situación.
El Rey Dragón habló pero no con quién estaba rodeado de ellas, sino con Klaus y los demás.
—¿Podrían, por favor, desalojar la habitación?
—¿Huh? Pero su majestad… —dijo Agete, que dudaba de la seguridad del Rey Dragón al estar a solas con Ruri, quería ir contra la orden que se le dió, sin embargo terminó abandonando la habitación con el resto al recibir aquella mirada silenciosa.
—Me disculpo. En verdad, están todos tan nerviosos como tú. Eso se debe a que han pasado generaciones desde que el Reino Dragón tiene a un Querido —habló el Rey Dragón
♦ ♦ ♦
Actualmente, solo somos yo, el Rey y las hadas. Me sentí mucho más relajada cuando él comenzó la conversación con un tono amable y suave.
—No hay necesidad de disculpas. No puedo culparlos por ser cautelosos con mi repentina aparición.
—Me alegra que pienses de esa manera. En cuanto al tema sobre sus planes, ¿qué tiene pensado hacer en la Capital? Escuché que Chelsea te envió aquí con Klaus, pero ¿tienes algún objetivo en mente?
—Realmente no tengo nada por el estilo… Una de las razones por las que vine fue para aprender más sobre este mundo y las personas que lo integran. Cómo viven su vida, cosas así. Chelsea dijo que después de tener una idea aproximada, podré usarla como referencia sobre cómo debería vivir mi vida de ahora en adelante.
—No suenas muy emocionada al respecto.
Como todavía tengo la intención de regresar a mi viejo mundo, no me servía obtener conocimiento sobre este mundo.
Al darse cuenta de la ligera insatisfacción por la forma en que redacté mi respuesta, él ejecutó un golpe crítico.
No pude responderle.
Aquel hombre entendió brillantemente la situación y no investigó más sobre ese asunto.
—No te preocupes, no tengo intención de entrometerme en tus asuntos. Yo fui quien le dijo a Klaus que te trajera a este castillo, así que no sientas que estás obligada ni nada. Ropa y comida serán proporcionados por nosotros. Si necesita algo, solo dilo.
—Muchas gracias.
—Puedo contratar un maestro para ti si quieres saber más sobre este mundo. Eres libre de moverte sin restricciones. Sin embargo, sería de gran ayuda si informaras a alguien antes de salir del castillo.
—Está bien.
Me están dando una recepción muy cálida. Dejar un mensaje antes de irme no es más que un pequeño compromiso que estoy dispuesta a hacer.
—A cambio, me gustaría pedir tu favor. Si alguna vez llega una situación en la que te lastimen o te traten injustamente, dímelo sin dudarlo. Me ocuparé del asunto personalmente. Así que, por favor, evita que las hadas hagan cualquier cosa —dijo mientras daba un vistazo a las hadas.
Después de todo, sería imposible incluso para alguien con su poder detener la ira de ellas.
Para un país que no tuvo a un Querido por tanto tiempo, el Reino Dragón ahora está volviendo a explorar los límites en esta relación. La desesperación de su súplica estaba bien justificada.
—Les diré a las hadas que no tomen medidas innecesarias.
—Chicos, incluso si soy atacado, está prohibido tomar represalias, ¿de acuerdo?
Rompí mi mirada con el Rey Dragón y miré hacia las hadas mientras decía eso. Ellas respondieron con un gran espíritu.
—Bueno.
—Roger roger
Él se relajó después de ver mi amigable actitud y la escena de las hadas diciendo que seguirán mis órdenes. Aunque no estaba segura de si hablaban en serio o no.
—Hay una última cosa que me gustaría pedirte.
—¿Y qué es eso?
—Umm… ¿Está bien para mí acariciar tu cabeza?
—¿Perdón? —pregunté mientras entrecerraba los ojos.
Su cara estaba pintada de rojo brillante.
—B-Bueno, ya ves… la gente de la Raza Dragón es realmente fuerte. Aún más el Rey, que se elige en función del más poderoso. Amo a los animales como los perros o gatos. Intenté tomarlos múltiples veces, pero debido a su instintivo miedo hacia mi, se vuelven locos y huyen. Es por eso que no he sido capaz de tocar ningún animal pequeño…
Ah, tenemos un amante de los peludos aqui.
Al contrario de su aspecto frío, la brecha entre su apariencia externa y su carácter interno es demasiado amplia.
—No te obligaré si no quieres.
—Adelante, está bien.
Están cubriendo todas mis necesidades y más. Algo así como una palmada en la cabeza no es más que un pequeño precio a pagar.
Después de escuchar mi respuesta, él esbozó una gran sonrisa y comenzó a acariciar mi cabeza nerviosamente.
Parecía que estaba preocupado como si tuviera miedo o algo así. Pero después de que se dio cuenta de que no iría a ningún lado, comenzó a acariciarme la cabeza con seriedad.
Sintiéndome cómoda con la forma en que el Rey Dragón me mimaba como si fuera un objeto frágil, cerré los ojos y disfruté de la agradable sensación que recorría mi cabeza.
Como esta era su primera oportunidad de jugar con un gato, no parecía que las caricias fueran a detenerse pronto. Sin embargo, preocupados porque los obligaron a irse y no los llamaron incluso después de un largo período de tiempo, Agete y el resto entraron corriendo a la habitación.
Habiendo interrumpido su tiempo feliz, el Rey Dragón lanzó una mirada de odio a su consejero.
Un amante de los peludos, creo que se tomará bastante tiempo con la protagonista.
Me encantó el capítulo y me encanta q actualizarán la historia, ya estamos llegando a la parte divertida de la interacción del rey dragón con la gatita Ruri. Esperaré el próximo ansiosa, gracias por su trabajo
Gracias por el cap