Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Hubo una fuerte ovación en la Arena del Castillo de Solia. El torneo de esgrima estaba por comenzar.
—Sera. ¿Has traído comida o bebida? —Le preguntó Riley.
—Claro que sí, joven maestro.
Sera le mostró todas las golosinas y bebidas como respuesta. Ahora, todo lo que quedaba era comer deliciosos alimentos y bebidas a gusto mientras veía el entretenimiento.
Eran las vacaciones perfectas.
—De todos modos, nunca me cansaré de esto. Es simplemente asombroso, no importa cuántas veces lo vea.
La mayor parte de la arena era blanca. En el centro había un escenario cuadrado rodeado de césped para los concursantes que pudieran caerse. Más allá estaba la zona de los asientos para los espectadores, en la que el grupo de Riley estaba sentado en ese momento.
—¿Es ahí donde van a luchar?
—Sí, ¿recuerdas la lista de enfrentamientos que mostraron antes de entrar?
—No, la verdad es que no la mire.
Ian soltó un suspiro.
Él creía que Riley debería haber participado en el torneo, en lugar de sólo ser un espectador.
—Según lo previsto, el día de hoy habrá tres encuentros —explicó Sera.
—Tres, eh…
—Creo que terminarán antes de la hora de cenar, siempre y cuando los dos contendientes no tengan una habilidad espantosa, ni sean demasiado hábiles.
Riley asintió para mostrar que había entendido, y luego se dio la vuelta para mirar al resto del público.
Algo era extraño.
Solia Derecha y la plaza central estaban muy concurridas. Sin embargo, este lugar era más espacioso de lo que él había pensado.
—Esperabas más gente, ¿verdad?
—¿Por qué es tan espacioso? —Preguntó Iris en lugar de Riley. Ella debía tener los mismos pensamientos que él.
—Es difícil para los plebeyos entrar en el castillo de Solia. Incluso si pueden entrar en el castillo, sólo los que son miembros de alto rango de gremios famosos o los que tienen invitaciones pueden entrar en la arena. Es porque este es un lugar donde los hijos de la nobleza se reúnen para competir.
—Ya veo —Iris hizo una pregunta diferente tras asentir a la explicación de Sera —¿Entonces, los plebeyos no pueden ver el torneo?
—No, no es así.
Sera negó con la cabeza y luego señaló una roca flotante con el dedo.
Iris le dio una palmada de comprensión al ver una roca que claramente parecía estar hecha por la Torre Mágica de Solia Derecha.
—Ah, ¿eso es…?
—Sí, mientras eso esté ahí, incluso los plebeyos que no estén en la arena podrán ver el torneo.
Riley se rió ante la explicación de Sera.
—Entonces, debe haber casos en los que un noble ha sido avergonzado públicamente por hacer alguna estupidez, ¿no?
—No, no los hay. Hay un ligero retraso antes de la transmisión —Sera respondió a las palabras de Riley.
—¿Retraso?
—Se podría decir que lo veremos un día antes —explicó Sera.
—Entonces, esa es la diferencia entre verlo en vivo y una repetición —murmuró Riley, asintiendo con cierta comprensión.
—Ah, creo que lo entiendo.
—Sí, de modo que los acontecimientos que podrían avergonzar a los concursantes o a los espectadores no pueden verse más allá del castillo de Solia. Las grabaciones son gestionadas por la Torre Mágica. Si se solicita, esas escenas pueden ser eliminadas antes de ser emitidas en la plaza.
—Vaya, esa Torre Mágica es muy interesante.
Se rascó la cabeza mientras pensaba para sí mismo.
Me hubiese gustado ver qué había en el segundo piso de la Torre Mágica. ¿Cómo puede salir fuego de la mano de alguien después de un encantamiento?
La curiosidad surgió, ya que era diferente a lo que estaba acostumbrado en su vida anterior.
—Ah, parece que está empezando.
Iris tocó el hombro de Riley mientras señalaba la plaza.
Parecía que la multitud también se había dado cuenta, ya que los vítores se hicieron más fuertes. Era bastante sorprendente, teniendo en cuenta que sólo había nobles reunidos aquí.
—¡Oye! ¡No grites utilizando maná! ¿No tienes modales?
—¡Ah, por qué no te callas! ¡¿De dónde vienes?!
—¡Cállense los dos! ¡Mi hijo va a salir!
Riley soltó una carcajada hueca cuando escuchó las voces a su alrededor.
Si Riley también compitiera…
¡Cállense todos! ¡El Joven Maestro viene!… Ian habría gritado así.
Riley se sintió aliviado de no ser un concursante y miró al centro de la plaza.
—La persona que baja al escenario es de la familia Voiran, y la que sube es de la familia Drije. Ambas familias son famosas por su habilidad con la espada. Aunque no tanto como la familia Iphelleta… —explicó Ian, con los brazos cruzados.
El juez, que estaba de pie en la plaza antes que cualquiera, hizo que los concursantes se saludaran, y luego comenzó la cuenta.
—¡Por fin, por fin! —Ian entrecerró los ojos.
Sera apretó con fuerza sus manos.
Iris sonreía con expectación.
Y Riley…
♦ ♦ ♦
—Bueno, fue bastante entretenido.
Entretenido, fue su elección de palabra. Esa era su opinión después de ver dos partidos.
—Entretenido —repitió —Estuvo bien.
Pero…
Incluso después de decirlo, la cara de Riley no coincidía con las palabras que decía.
—¿Es realmente el caso? —Expresó Ian, dejando escapar un suspiro.
—Fue interesante para mí. ¿Y para usted, Lady Iris? —Pregunto Sera
—Para mí también. Fue bastante divertido de ver, incluso sin tener conocimientos de esgrima. También fue bastante emocionante, quizás sea porque los concursantes tenían más o menos la edad de Riley.
Riley estiró los brazos y luego habló —fue agradable ver diferentes estilos de combate que nunca había visto antes.
Excluyendo la historia de su vida anterior, fue agradable ver estilos de esgrima que nunca había visto antes. Eso fue lo que respondió Riley.
—Por lo demás… Pensé que iba a caer enfermo —Entonces, añadió esas palabras —Puede sonar raro, pero ese es el tipo de emoción que tuve. No hay diversión cuando lo que ves no genera satisfacción, sentí frustración —se lamentó.
No era extraño que Riley dijera esas palabras. Incluso en el oscuro bosque había conseguido atravesar a los goblins sin pestañear, con más habilidad incluso que Sera.
Sera se rió torpemente.
Verdaderamente, había muy pocos espadachines en la edad de Riley que pudieran hacer lo que él había hecho sin rechistar.
—Entonces, ¿por qué no competiste joven maestro? —Preguntó Ian sonriendo
Parecía que no se había rendido ni siquiera cuando la calibración de maná había mostrado que su capacidad de maná era media.
Fue por sus movimientos durante la batalla de los goblins.
—Hacerlo, era demasiado molesto. —Riley respondió sin pensarlo mucho.
—Quiero decir, ¿cómo puede…? —Ian cerró la boca antes de que pudiera responder.
Vio la cara que ponía Riley. —Sólo quiero vivir en paz, de verdad es mi único deseo.
Parecía cansado. Un chico que acababa de cumplir diecinueve años. Los ojos de un joven que llevaba una vida de ocio. Mostraba la misma mirada de alguien que había vivido con la espada durante décadas.
Por favor, mantén el secreto. Eso es… lo que Riley quiere.
Ian pudo escuchar las palabras de Iris resonar en su cabeza. Mientras Ian miraba fijamente a su Joven Maestro, Iris se reía mientras hablaba.
—Bueno, si Riley quiere vivir tranquilo…
La cálida voz derritió la pesada atmósfera que los rodeaba. No sólo Ian, sino también Riley y Sera miraron a Iris.
—Podría ser una buena idea encontrar a su esposa aquí también.
Riley se agachó mientras escupía la cerveza negra que estaba a punto de tragar.
—M-mi señora. ¿Son esas sus intenciones? —Ian se quedó en blanco con la mandíbula abierta, como si lo hubiera pillado desprevenido.
Riley preguntó con la cara sonrojada. —¿M-madre?
Sólo había nobles en la arena, entre los cuales había espectadores femeninos también.
Así que, encontrar una esposa potencial… no era imposible. Usar el nombre de Iphelleta seguramente reuniría algunos prospectos iniciales sin ningún problema.
Riley comenzó a sudar frío, ya que no parecía una broma.
—Sólo estoy bromeando —declaró Iris tras una pausa.
Riley se quedó con la boca cerrada, mientras esas palabras salían con una sonrisa. —Voy a ir al baño un segundo.
Riley decidió que quedarse allí no era bueno, y se escapó de su asiento.
♦ ♦ ♦
—Debe haber estado bromeando. Quiero decir, ¿una esposa? Seguro que es una broma…
Después de terminar sus asuntos, Riley estaba a punto de regresar con Ian, que lo esperaba en la entrada del baño.
—Hey
Riley se giró ante la voz que lo llamaba.
—Sí, tú.
El dueño de la voz era otro chico de su edad vestido con un frac[1].
El joven miraba a Riley con los brazos cruzados.
—Hace un rato hablaste de una forma muy arrogante, ¿sabes?
El chico parecía haber escuchado sus palabras en las gradas, ya que había esperado esta oportunidad para preguntarle a Riley sobre su arrogancia.
—¿Arrogantes? ¿De qué habla? —Le preguntó Riley a Ian, quien estaba a su lado mientras ponía cara de despistado.
—Creo que fue la conversación de antes. —Ian negó con la cabeza, mientras se cubría la cara con la mano.
Cuando el tercer partido estaba a punto de comenzar, Riley, Ian, el joven del frac y su seguidor estaban en el pasillo.
Los cuatro se pusieron de pie y se miraron fijamente.
—Frustrante, sentir que te ibas a enfermar, ¿tienes idea de cuánto tiempo y esfuerzo han puesto para este día? Parece que no tienes ni idea de esgrima… Si te retractas de tus palabras entonces te perdonaré…
—Ah, lo siento. Fui demasiado descuidado. Me disculpo, —Riley agitó su mano mientras se disculpaba —Vamos Ian. Es probable que haya empezado ahora.
—¡Espera!
¿Ahora qué?
Riley se dio la vuelta con una expresión de cansancio.
—No fuiste nada sincero.
—¿Qué?
—Tu disculpa no fue sincera. ¿Así es como te disculpas?
La cara de Riley se torció ante la tontería.
—Ian, ¿qué hago?
Riley e Ian se miraron en ese peculiar momento.
—Incluso si me preguntas… Sólo los nobles pueden resolver los problemas entre nobles —pensó Ian.
Así que no había lugar para que él ayudara.
—¡Yo, Aploc, el primer hijo de la familia Erenjium! Castigaré tu comportamiento irrespetuoso en lugar de los que compiten en el torneo.
Qué cursi.
Esas fueron las palabras cursis de un hombre loco. Tan cursis que podrían hacerte vomitar.
Los ojos de Riley se crisparon, mientras su cara mantenía una expresión que parecía decir que había comido algo asqueroso. Parecía que estaba conteniendo su temperamento.
—Debes ser de una familia noble si también estás aquí. Dime el nombre de tu familia.
Ah, este fue mi error… Debería haberme quedado callado.
Riley realmente pensó así.
Esta bocaza siempre había sido un problema desde su vida anterior. Siempre sucedía cuando veía a otros entrenar con sus espadas.
—¿Qué va a hacer, Joven Maestro? —Preguntó Ian con la mirada.
Riley rechinó los dientes.
[1]El Frac es un traje masculino de etiqueta compuesto de un saco con solapas de raso y tres botones que no se abrochan, que llega hasta la cintura por delante y se prolonga en dos faldones por detrás, que se combina con un pantalón recto con galón de raso en las costuras exteriores; suele ser negro y llevarse con una camisa blanca, chaleco cruzado y pajarita.