El Perseguido – Capítulo 104: Esa persona

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Había dejado hace tiempo a la familia Chi, pero a veces deseaba poder reencarnarse para separarse completamente de ellos. Ni siquiera codiciaría algo de esa familia.

Aunque pensase en ello, él seguía siendo el verdadero nieto mayor de la familia Chi. Y precisamente esto, sin mencionar a Chi Yuan Shan, haría que Chi Rong se sintiera incómodo.

De hecho, debería haber sabido que era una espina en el corazón de Chi Rong. No le sería suficiente solo sacar la espina, tenía que ser completamente destruido para que Chi Rong pudiera vivir una vida estable.

La intención asesina del oponente ya era tan obvia que no podía simplemente sentarse y esperar a que lo mataran. Dado que el oponente había tomado una decisión, habría una segunda vez después de la primera. Esta vez escapó con la ayuda del “dios” desconocido, pero podría no tener tanta suerte la próxima. Era solo un humano común que no tenía mucho poder e influencia, todavía era demasiado difícil para él lidiar con la misteriosa e impredecible familia taoísta.

Después de regresar a Ciudad R, Chi Yan lo pensó durante mucho tiempo, pero no se le ocurrió ninguna forma segura y factible de salvar su vida. La única idea que tuvo fue regresar a ese círculo anterior, para que más maestros taoístas y personas que estudiaran artes mágicas se dieran cuenta de su existencia y así obligar a esa familia a pensar dos veces antes de hacerle daño, ya que necesitaban mantener cierta reputación. También podría aprovechar la oportunidad para obtener más métodos para salvar vidas.

El joven no lo pensó por mucho tiempo, inmediatamente reservó un boleto a Ciudad L, informó a su abuelo y partió después de arreglar todos los asuntos en casa. Estaba pronto a graduarse, ya había escrito su tesis de graduación, solo le quedaban algunos toques finales, por lo que no le quedaban muchas cosas por hacer en la escuela. Su viaje anterior con Song Jin e ir ahora a Ciudad L no le traería problemas de ese lado.

No fue fácil para la gente común ubicar a las familias taoístas más aristocráticas como la familia Chi. Incluso si los vieran, no serían capaces de decir que eran maestros taoístas que se ocupaban de fantasmas. Después de que los dejó, le resultó difícil regresar.

Pero fácilmente podría encontrar a alguien que lo ayudase. Sabía que Xu Rui abrió un café en Ciudad L.

La familia Xu era similar a la familia Chi. Ambas eran familias de clanes taoístas muy tradicionales. Xu Rui era medio año mayor que él, lo conocía desde que eran niños, pero no se llevaban bien, sus personalidades distaban, por lo que su relación siempre había sido normal.

Su padre era el segundo hijo del jefe de la familia Xu y tenía un alto estatus debido a su talento en las artes. Xu Rui también tenía una hermana gemela. Según el dicho tradicional, los gemelos eran ominosos. Sin embargo, debido al afecto de sus padres, Xu Rui y su hermana gemela fueron tratados como una princesita y un joven maestro cuando eran jóvenes.

Mirando hacia atrás, Chi Yan sintió que, hablando objetivamente, parte de la razón por la que no podía llevarse bien con él podría ser por celos. Había estado celoso de que él recibiera la bendición y el amor de sus padres. Xu Rui no podía entender por qué Chi Yan seguía enredándose con esa persona y decía que ni siquiera era tan duro como una niña a pesar de ser un hombre.

Ni Chi Yan ni la hermana de Xu Rui, Xu Xin, estuvieron de acuerdo con este punto. A Xu Xin no le gustaba el prejuicio de género de su hermano, de que se suponía que las niñas eran más débiles que los niños; A Chi Yan no le gustaba su intromisión y prefería enredarse con esa persona. Era asunto suyo y de esa persona cómo interactuaban entre sí.

Chi Yan era de temperamento lento, amable y paciente al hacer las cosas, por lo que su relación con Xu Xin había sido buena.

A los quince, Chi Yan y los gemelos tuvieron una experiencia cercana a la muerte. Fue por esto que tanto Chi Yan como Xu Rui sintieron simpatía el uno por el otro y desarrollaron una amistad rara, preciosa y de confianza.

Después de que dejó la casa de Chi, naturalmente perdió el contacto con ellos. Fue hasta que visitó Ciudad L durante sus días universitarios con algunos compañeros de clase que descubrió accidentalmente ese café muy popular abierto por Xu Rui. A este no le faltaba dinero, había abierto el café como pasatiempo. Todo fue gracias a la connivencia de sus padres que los gemelos pudieron “desarrollarse libremente” de esta manera.

Xu Rui dijo que la razón por la que salió a hacer negocios fue porque odiaba la atmósfera tradicional y decadente de su familia. Preferiría abrir su propia tienda que regresar y le había dicho que podría buscarlo en el café si tenía algún problema. Chi Yan entendió sus sentimientos, pero debido al padre de Xu Rui, los gemelos ciertamente no podrían separarse completamente de la familia Xu como él. Todavía estaban conectados con ellos y el mundo de los clanes taoístas. Si Chi Yan quería volver, entonces la única forma era conseguir su ayuda.

♦ ♦ ♦

Xu Rui estaba en el café cuando llegó.

—¿Qué te gustaría beber? —lo entretuvo personalmente.

Chi Yan miró el menú y respondió—: Leche con chocolate, dos de azúcar.

Xu Rui le chistó, se dio la vuelta para hervir leche y se rió.

—Realmente no te han destetado, Maestro Chi.

Se preparó una taza de té negro y llevó ambas bebidas a su propio cuarto en la parte trasera de la tienda.

—No visitarías si no tuvieras problemas, entonces, ¿por qué el joven maestro Chi viene aquí esta vez?

Conocía su relación con la familia Chi con mucha claridad. Como quería pedir ayuda, Chi Yan no planeó ocultarle nada y le dio un relato detallado de las cosas que sucedieron en la aldea He Jia.

—¿Entonces crees que Chi Rong busca hacerte daño? ¿Quieres darte a conocer a todos los maestros taoístas y volver al mundo de los clanes taoístas, para que Chi Rong no se atreva a actuar precipitadamente?

—Sí —se volvió hacia la taza que tenía en la mano y asintió.

—Pero si haces esto, la familia Chi creerá que quieres volver para recuperar tus cosas. ¿Estás seguro de que hacerlo no obligará a Chi Rong a matarte con mayor hincapié? —Xu Rui frunció el ceño.

—Regresar podría hacer que me maten, no regresar también me llevaría a la muerte. Prefiero volver y pelear con él —Chi Yan sonrió con amargura—. Ya sea que regrese o no, me arrebate mis cosas o no, él todavía querrá matarme. Después de todo, sigo siendo el nieto mayor legítimo de la familia Chi. Cuando regrese, habrá muchos maestros taoístas y ancianos de clanes mirando, Chi Rong tendrá que ser más o menos cauteloso si quiere dañarme. Creo que es mejor que ser sólo una persona común y corriente y morir por razones desconocidas. Incluso podría terminar causando daño a mis amigos y familiares.

—Eso es cierto —Xu Rui asintió pensativamente—. Dentro de medio mes será el Ritual de Oración del Dios Celestial. Ocurre una vez cada cinco años y esta vez le toca a mi familia organizarlo. Mi papá me llamó hace dos días para que regrese. Déjame organizarte una identidad razonable y atractiva para que puedas participar en este evento.

—Muchísimas gracias.

Los maestros taoístas con frecuencia pedían la ayuda de Dios para exorcizar fantasmas, yendo en contra de la voluntad del cielo y cambiando el destino de las personas, sentían que debían sus éxitos a los dioses. Por lo tanto, realizaban rituales para expiar sus pecados y oraban pidiendo bendiciones de vez en cuando.

El “Ritual de oración del Dios celestial” era una ocasión importante donde muchos de estos maestros se reunían. Se llevaba a cabo una vez cada cinco años y cada vez era presidido por un prestigioso maestro taoísta. Esta vez era el turno de la familia Xu de organizarlo, por lo que Xu Rui estaba obligado a volver.

No hablaron mucho tiempo, su amigo bebió el té negro en la taza lentamente, aparentemente pensando en cómo llevar a Chi Yan de regreso para participar en el ritual.

El té de la taza de porcelana blanca se vació gradualmente. Xu Rui le pidió que esperara un rato y salió a rellenarlo él mismo. Cinco minutos después, entró con una taza llena de té negro. Había una pizca de astucia en sus ojos.

—Joven Maestro Chi, he encontrado una manera segura, pero depende de ti si la quieres. La pequeña Xin y yo todavía estamos solteros, puedes elegir fingir ser mi novio o el de ella para venir al ritual. De esta manera no tenemos que buscar otras excusas y los demás tampoco dirían nada. Después de todo, nos conocemos desde que éramos jóvenes e incluso si nos juntamos de repente, no sospecharán demasiado.

De hecho, esta era una forma, y ​​dado que los gemelos estaban tan dispuestos a ayudarlo, por supuesto que no los rechazaría.

—Entonces, por supuesto, prefiero fingir ser el novio de Xin. Si pretendo ser el tuyo, ni siquiera tengo que esperar a que Chi Rong actúe, tu padre me mataría en el acto —Chi Yan sonrió—. ¿Pero has hablado con ella? ¿Estará dispuesta?

Una familia antigua como los Xu estaba muy pasada de moda en todos los aspectos. Si Xu Rui tuviera un “novio”, definitivamente causaría un alboroto y oposición. Chi Yan no quería meterse en problemas. Por el contrario, Xu Xin era una hija y las familias patriarcales no la tomarían demasiado en serio. La ventaja es que estaría menos controlado. Si volvía como el novio de Xu Xin, podría impedir que Chi Rong lo atacase abiertamente y, aun así, no atraerá demasiada atención ni problemas.

—No es que no conozcas su temperamento, a ella no le importan este tipo de cosas, y como es para ayudarte, sé que estará más que dispuesta. Se unirá a nosotros esta noche para que podamos volver juntos. Puedes confirmar con ella cuando la veamos —Xu Rui sonrió.

Xu Xin llegó a las seis de la tarde. Notó que su apariencia había cambiado a como la recordaba, aunque era normal ya que no se habían visto durante unos años. Pero podía ver a la pequeña niña en ella y su personalidad seguía siendo la misma. Después de escuchar la solicitud de Chi Yan, aceptó ayudar de inmediato. Planearon quedarse en Ciudad L durante dos días y luego ir a la casa de la familia Xu para participar en el ritual.

Había esperado estar lejos por un tiempo, por lo que había contratado a un trabajador por horas para su abuelo. Este se ocupaba todas las mañanas de preparar el almuerzo y la cena y limpiar la casa. De esta manera, podía sentirse a gusto sabiendo que alguien cuidaba a su abuelo. Aun así, lo llamaba con regularidad para preguntar cómo se encontraba.

Tanto Chi Yan como Xu Xin se quedaron en la casa de Xu Rui. La noche antes de la salida, ella se acostó primero. Hacía buen tiempo y la luna brillaba. Los dos chicos pidieron comida a domicilio. Se sentaron en la terraza de la casa vistiendo sus abrigos, disfrutando del viento, bebiendo cerveza, comiendo barbacoa y viendo un partido de fútbol en la televisión.

Después de sentarse afuera por un largo tiempo, el alcohol estaba casi terminado y Chi Yan sintió frío. Justo cuando estaba a punto de sugerir que entrasen, escuchó a Xu Rui decir—: Joven Maestro Chi, hay una cosa más de la que no te he hablado durante los últimos dos días.

El joven notó que su tono no era normal. Se preguntó si había bebido demasiado o si era realmente inusual, así que giró la cabeza y lo miró.

—¿Qué pasa?

—¿Te acuerdas del que solías molestar? —Xu Rui lo miró fijamente.

Pensando en esa persona, la garganta de Chi Yan tembló involuntariamente. Bajó los ojos, asintió con la cabeza y sonrió fingiendo que no estaba afectado.

—Por supuesto que lo recuerdo. ¿Qué hay de él?

—Cuando me viste por primera vez en el café y trataste de sacarme información sobre esa persona, deliberadamente fingí no entender. En realidad, tenía miedo de hablar demasiado y no sabía cómo decírtelo. Pero definitivamente te enterarás cuando regreses, así que creo que debería advertirte.

Xu Rui parecía estar considerando cuidadosamente sus palabras.

—Estos pocos años puse excusas para aprender a hacer negocios y me mantuve alejado de la familia Xu, así que muchas cosas son rumores y es posible que no sea del todo exacto. Solo sé que tres años después de que te fuiste, dos de sus hermanos mayores murieron uno tras otro y él se convirtió en el cabeza de la familia Ye. Ahora todo el que lo conoce es respetuoso y cauteloso cuando lo ve o lo menciona. No solo mi padre, incluso mi abuelo lo trata con mucha educación y cautela.

Observó cuidadosamente la expresión de Chi Yan, vaciló y dijo—: El tiempo puede cambiar a una persona, sin mencionar que después de tantos años, no sabes cómo se ve y cuál será su actitud hacia ti. Puede que… ya no sea el Ye Ying Zhi que conoces. Esta vez, si no sucede nada especial, haz todo lo posible por mantenerte alejado de él, no es alguien a quien podamos permitirnos ofender.


Shisai
Uff, ¿entonces está vivo? Yo ya lo había matado xD

Una respuesta en “El Perseguido – Capítulo 104: Esa persona”

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