Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
Chi Yan salió del salón de duelo, le contó a Ye Ying Zhi sobre el fantasma y que el anciano y su asistente los seguirán a la montaña a la mañana siguiente.
El anciano le dijo que no deberían alertar al fantasma, así que él y su asistente los iban a seguir a cierta distancia y usarían una herramienta mágica para ocultar su aliento humano.
También le transmitió a Ye Ying Zhi las precauciones que le había dicho el anciano. Hasta ahora, Chi Yan no pudo descifrar la actitud de su amante hacía estas cosas extrañas. Nunca dudó de sus palabras como lo habían hecho esas personas en el pasado. No le dijo que esas cosas no existían, que solo se estaba asustando a sí mismo, tampoco entró en pánico después de escuchar todas las cosas que dijo Chi Yan. Todo este tiempo, estuvo tranquilo y lo consoló. Incluso lo persuadió y lo apoyó para que regresara a este lugar y descubriera la verdad.
Esta vez, Ye Ying Zhi también parecía estar muy tranquilo. No reaccionó ante la aparición del fantasma y el anciano. Le dio unas palmaditas en el hombro a Chi Yan y sonrió suavemente.
—Vayamos ahí y resolvamos este asunto que te está molestando.
Temprano a la mañana siguiente, justo cuando el cielo se iluminaba, el fantasma apareció en la posada y les indicó que los guiaría por las montañas.
Aunque pasaron años, todavía había una sola posada en Villa Hongtu. El anciano y su asistente se quedaron en la misma posada y sus habitaciones no estaban muy lejos de las suyas. Antes de emprender su viaje a la montaña, Chi Yan le envió un mensaje al maestro taoísta. El anciano y su asistente ya habían empacado y estaban listos para partir. Después de recibir el mensaje, los siguieron en silencio, siempre manteniéndolos a la vista.
Había una fina niebla en el cañón, como la última vez que Chi Yan estuvo aquí. Sus celulares perdieron pronto la señal.
Antes de su viaje a la montaña, Chi Yan anticipó que tendrían que sobrevivir en la naturaleza durante bastante tiempo, por lo que preparó suficiente comida, agua e iluminación. También distribuyó las herramientas mágicas para exorcizar a los espíritus malignos de manera uniforme en las dos grandes mochilas de montañismo en caso de que él y Ye Ying Zhi se separaran por alguna razón, así tendrían suministros para sobrevivir por su cuenta.
Pero su amante insistió en llevar todas las cosas pesadas y dejó que Chi Yan llevara la comida más liviana y los amuletos de papel, aunque no sabía si los amuletos eran útiles en absoluto. Discutió con él, pero Ye Ying Zhi lo besó y se negó a dejar que se saliera con la suya.
Chi Yan ya sabía que la cosa que lideraba el camino era un fantasma. Habiendo experimentado ser guiado por Liu Shun en el pasado antes, sabía que podría llevarlos a cierta cueva sin dañarlos. No se atrevió a acercarse demasiado a ese fantasma. A diferencia de Liu Shun, este fantasma que se parecía a Cheng Tao no tomó la iniciativa de acercarse a ellos, sino que se mantuvo a una cierta distancia de ellos y abrió el camino en silencio, que era lo que Chi Yan quería.
El anciano y su asistente también mantuvieron una apropiada distancia. El valle que estaba cubierto de niebla era vasto y aislado, como si solo fueran dos.
Ye Ying Zhi de repente extendió la mano y agarró las manos de Chi Yan con firmeza.
—… Entonces, ¿qué te preocupa, insistiendo en que los suministros estén distribuidos de manera uniforme y armando un escándalo? ¿Cómo podemos separarnos si nos tomamos de la mano así?
Luego sostuvo la mano del joven con fuerza y miró la carretera frente a ellos. Puso su vista en el horizonte lejano, pero la voz que escuchó Chi Yan era extremadamente suave, como si lo rodeara.
—Incluso si te pierdes, podré encontrarte rápidamente.
Ye Ying Zhi dijo esto con tanta naturalidad que el joven sintió como si su corazón se derritiera. No pudo soportar volver a discutir con él por su imprudencia al distribuir los suministros en sus mochilas antes, pero frunció el ceño y murmuró: —¿Por qué estás tan seguro? No eres un dios.
—No creas en estas supersticiones, no hay dios en este mundo —le reprochó su amante.
Los dos se tomaron de la mano, se apoyaron el uno en el otro, susurrando palabras cursis y hablaron sobre otras cosas aburridas y triviales. Durante un tiempo, se sintieron extremadamente felices en la compañía del otro y se habían olvidado por completo del fantasma, el anciano y su asistente. Incluso casi se olvidan de lo que habían venido a buscar.
El fantasma que lideraba el camino, se detuvo ocasionalmente y esperó a que los alcanzaran mientras el anciano los seguía a cierta distancia detrás de ellos.
A pesar de que su viaje fue mucho más rápido que cuando Chi Yan siguió a Wang Sheng y los demás, parecía que el fantasma los había estado guiando por la ruta principal del cañón. Aproximadamente un poco después de las tres de la tarde, el fantasma los condujo a la entrada de una cueva muy remota.
El anciano no tenía intención de dejar que el fantasma se escapara después de que los condujera a la cueva. Si lo dejara escapar ese día, podría dañar a otros transeúntes inocentes en el futuro.
Así que tan pronto como llegaron al destino, el anciano y su asistente rápidamente dieron un paso adelante y atraparon al fantasma con unas cuerdas rojas que habían sido empapadas en sangre de gallo. Este fantasma no era poderoso. Simplemente tenía una figura humana, podía confundir a la gente y ayudar a esos espíritus malignos a atraer a los humanos por sangre. Después de atraparlo, el maestro taoísta rápidamente pegó talismanes de papel en él. El fantasma gimió y luego desapareció.
Aunque Chi Yan no pudo ver claramente el rostro del fantasma, su vestimenta y apariencia se parecían a Cheng Tao. Al verlo desaparecer por completo, se sintió extremadamente incómodo, como si su corazón estuviera envuelto con una envoltura de plástico. En ese momento, Ye Ying Zhi entrelazó sus dedos con los de él y apretó su mano en silencio.
Chi Yan volvió la cabeza para mirarlo, lucía gentil e indiferente como antes, su apariencia logró que su corazón se calmase.
Luego, el anciano comenzó a realizar ritos para Wang Sheng y los otros tres amigos. Se arrodilló y trazó un círculo mágico en el suelo con la ayuda de su asistente. Colocó palos de incienso en varias posiciones clave y pegó papel talismán, se sentó con las piernas cruzadas frente al círculo mágico, cerró los ojos y comenzó a recitar hechizos.
Chi Yan no entendía este tipo de procedimiento de lanzamiento de hechizos. Simplemente sintió que era misterioso y vagamente familiar, pero no podía recordar dónde había visto a otros lanzar hechizos. Estos pensamientos rápidamente pasaron por su mente, pero su corazón estaba más agradecido con el anciano. Independientemente de si este hechizo fue efectivo o no, el hombre, quien no tuvo tratos con él en el pasado, estaba dispuesto a realizar este minucioso viaje sólo porque por casualidad visitó y presentó sus respetos a esa anciana durante su funeral. Por esta razón, Chi Yan estaba muy agradecido.
Un rato después, el maestro taoísta abrió los ojos, se puso de pie nuevamente y asintió con la cabeza a Chi Yan.
—He terminado de realizar los ritos. Ahora nos quedamos con el último procedimiento. Los huesos de tu primo todavía están en el lugar donde saliste de la cueva la última vez. Mientras saques sus huesos y los entierres, todo estará bien. De lo contrario, no estará en paz.
Cuando Chi Yan escuchó esto, quedó desconcertado y dudó.
—… ¿No me dijiste ayer que no entrara a la cueva sin importar lo que dijera el fantasma? ¿Cómo es que ahora me estás diciendo que entre? ¿No será peligroso?
El anciano negó con la cabeza y respondió: —Las cosas cambian según las situaciones. Puedes hacer lo que te dije, ya he realizado los ritos así que no habrá peligro.
Chi Yan todavía se sentía muy incómodo.
—Recuerdo que la última vez que estuve en la cueva, seguía escuchando voces que susurraban que algo se estaba por despertar. Todo el pelo de mi cuerpo se erizó. ¿Sabes lo que estaba pasando?
El taoísta se volvió hacia la cueva frente a él, la señaló y respondió: —Si la leo correctamente, hay un cátodo adentro que reúne la mayor cantidad de energía yin y fantasma en este mundo. Los fantasmas, espíritus malignos y demonios que son atraídos por esta energía maligna se reunirán aquí y usarán esta cueva como respaldo. Con el tiempo, este lugar en sí mismo engendrará estos demonios.
»Así que no es extraño cuando dices que viste esas cosas malas o el haber tenido una experiencia inexplicable. Lo que viste y escuchaste la última vez podría ser solo la punta del iceberg. Estoy seguro de que hay aún más espíritus malignos escondidos dentro. Pero al mismo tiempo, el cátodo mismo podría convertirse en el rey de todos los males que temían todos los demás espíritus malignos. Podrían referirse a este rey de los espíritus malignos, pero como ha estado en un sueño profundo, entonces esas cosas se atrevieron a ser tan desenfrenadas. Cuando percibían que el rey del mal estaba a punto de despertar, naturalmente se sintieron incómodos.
Después de escucharlo, entendió porque decía que era solo la ‘punta del iceberg’. Había otro espíritu maligno aún más poderoso al que todos los demás espíritus malignos temían. El corazón de Chi Yan latía como un tambor mientras miraba la entrada de la cueva con vacilación.
Al verlo tan asustado, el anciano sacó tres varitas de incienso de su bolsa.
—Enciende estas varitas de incienso si todavía tienes miedo. Marcarán el camino y te ayudarán a exorcizar el mal. Siempre que salgas de la cueva antes de que se consuma el tercer incienso, no habrá ningún problema.
Las varillas de incienso eran muy gruesas y largas, estaban hechas de materiales especiales. Si los quemaran uno por uno, los tres palos tardarían aproximadamente un día y una noche en quemarse. Chi Yan calculó el tiempo basándose en su memoria y sintió que este tiempo era suficiente. Luego recordó a su primo empujándolo fuera de la cueva en ese entonces y como lo apresuró. Finalmente, tomó una decisión.
—Ying Zhi, entraré yo solo. Saldré rápidamente después de recoger los huesos de mi primo. Escuchaste las palabras del anciano, no habrá problema —susurró.
Su amante lo miró en silencio y tomó su mano con fuerza.
Chi Yan se quedó aturdido por un momento al verlo. Luego bajó la cabeza y retuvo la mano con firmeza.
Al ver que había decidido entrar, el taoísta dijo: —Soy viejo y no puedo emprender este viaje, así que no los acompañaré. Regresaré a la posada y descansaré.
Chi Yan no tuvo objeciones y estuvo de acuerdo respetuosamente. El anciano se despidió y los cuatro se separaron. Los amantes caminaron hacia la entrada de la cueva, mientras que el anciano y su asistente regresaron por donde vinieron.
Después de caminar un rato, el anciano de repente volvió la cabeza y miró desconcertado a su asistente.
—¿Dónde están esos dos chicos? ¿Por qué no nos siguen? ¿O están caminando frente a nosotros?
El asistente se detuvo y lo miró con sorpresa.
—Simplemente dejaste que el joven entrara a la cueva a recoger los huesos de su primo. Incluso le hablaste de la cueva y cosas sobre un cátodo, espíritus malignos, etc. Luego, cuando viste que no se atrevía a entrar, tomaste tu incienso calmante especial que habías traído y se los diste, diciéndole que esas varitas de incienso marcarían el camino y podrían exorcizar el mal.
—¡Disparates! —gritó el anciano—. Los ritos que realicé hace un momento tuvieron éxito al enviar a su primo a renacer. Eran solo las otras tres almas sobre las que no pude hacer nada. Quería decirle al joven que ya estaba hecho, y ahora que es más del mediodía, la energía Yin está aumentando por lo que es mejor que nos vayamos rápidamente y no regresemos nunca más. ¿Cómo pude haber dicho esas palabras, estaba poseído?
El asistente se sintió agraviado. Cuanto mayor se hacía el anciano, más irracional se volvía y no había nada que pudiera hacer. Aparte de sus quejas, sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo. Si no hubiera dicho esas cosas, ¿quién lo hizo? ¿Alguien tomó prestado el cuerpo del maestro para decir esas palabras?
El anciano quedó atónito. De repente se dio cuenta de que no dijo lo que quería decir. Había un espacio en blanco en una parte de su memoria. Solo podía rastrear sus recuerdos hasta el momento en que acababa de completar los ritos; después de que abrió los ojos y se levantó del suelo, vio al tranquilo joven que estaba junto a Chi Yan asintiendo con la cabeza. Los profundos ojos negros del joven lo miraron e incluso le sonrió elegantemente.
Abrió la boca, pero no pudo salir ninguna palabra.
Quizás acababa de ser poseído por el diablo.
Mi YingZhin como me das miedo, pero como me gustas