El Perseguido – Capítulo 134: Regresar de la misma forma

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


El anciano se dio cuenta de que algo andaba mal y rápidamente regresó con su asistente, pero ya no pudo encontrar el camino a la cueva.

Unos veinte minutos después, se detuvieron. El maestro se sentó en una roca al costado de la carretera y se secó el sudor.

—¿Qué dije hace un momento? ¿Puedes repetirlo? —le preguntó a su asistente.

La memoria de este aún era muy buena. Repitió las palabras exactas que el otro había dicho.

Después de escuchar, el anciano se quedó callado un rato. Luego suspiró con una expresión complicada.

—No esperaba haber puesto mi vista en la cosa equivocada. Me centré tanto en ese fantasma que no noté que lo más aterrador es probablemente el que está a su lado.

El asistente se quedó perplejo cuando escuchó esto.

—¿Te refieres a ese joven alto y apuesto? No puede ser él, ¿verdad? Esa es una persona, y parece tener una relación cercana con ese chico de apellido Chi.

El anciano levantó la cabeza, miró cansado al otro y negó con la cabeza.

—… Ese tipo es aún más terrible.

—… Entonces, ¿qué crees que deberíamos hacer ahora? —El asistente se sintió inexplicablemente frío.

—Regresemos primero. Buscaré algunos amigos para encontrar alguna forma de ayudar y haré todo lo posible para salvarlo —dijo levantándose de la roca, luciendo impotente y triste. No podía hacer nada si esa fuera la voluntad del cielo.

Esa cosa había atraído deliberadamente al joven a la cueva. Tendría suerte si no lo tragaban o lo despellejaban vivo. ¿Cómo era posible dejarlo salir ileso?

Chi Yan todavía no tenía idea de lo que estaba pasando.

Entró con cautela a la cueva junto a Ye Ying Zhi, pero a diferencia de la vez anterior, la entrada de la cueva no se selló de inmediato. Al mirar la entrada sin obstáculos, se sintió un poco más tranquilo, pero aun así tomó una foto del muro de piedra con su teléfono móvil. Recordó que había sombras fantasmales en las fotos tomadas por Li Fengkai.

Al mirar la foto que acababa de tomar, solo podía ver las paredes de piedra desnuda, al igual que las cuevas que había visitado antes, excepto por las coloridas decoraciones de iluminación. No había sombras de fantasmas en su foto.

Ye Ying Zhi se paró a su lado y se rio.

—Él ya había dicho que no habría ningún problema, apurémonos y vámonos.

Chi Yan asintió, tomó la mano del otro y caminó hacia adelante.

No se dió cuenta que unos minutos después de que entraron, la entrada desapareció en silencio. Toda la cueva era en realidad un circuito cerrado, sin entrada ni salida. Todas las criaturas vivientes podían entrar, pero no salir.

Chi Yan fue la única excepción hace unos años.

La cueva estaba muy limpia, fresca y ligeramente húmeda. No se había dado cuenta antes hasta que se fueron de viaje que la fuerza física de Ye Ying Zhi era realmente muy buena y muy adecuada para sobrevivir en la naturaleza. Estaba muy en forma cuando se trataba de escalar y saltar, incluso cuando estaba en la cueva a oscuras, estaba muy firme y tranquilo, e incluso podía dedicar la mayor parte de su atención al cuidado de Chi Yan.

Después de que los dos caminaron durante más de una hora, el más joven gradualmente se puso alerta. Recordó que después de caminar durante este período de tiempo la primera vez, había aparecido un charco de agua un poco más adelante. Ahí fue donde Cheng Tao había caído y luego esa cosa se mezcló con su equipo, llevándolos a la izquierda del camino bifurcado.

Pensando en esto, apretó la mano de Ye Ying Zhi y le recordó suavemente: —Ten cuidado y mira lo que estás pisando.

Pero la situación esta vez fue diferente a la anterior. Habían estado caminando durante mucho tiempo y no se habían cruzado con caminos bifurcados o piscinas de agua. La cueva estaba muy oscura y estaban rodeados por muros de piedra y rocas que parecían similares. Cuando estaba en la cueva en ese entonces, Chi Yan simplemente siguió la tenue luz de la linterna y caminó hacia adelante. No observó mucho los dos lados. Después de muchos años, su memoria se volvió borrosa y no podía recordar si estaban tomando el mismo camino.

Lo que aumentó su dificultad fue que no mucho después de ingresar a la cueva, sus celulares no tenían más energía y solo pudo estimar la duración del tiempo que había pasado mirando el incienso encendido en la mano de Ye Ying Zhi.

La cueva estaba vacía y silenciosa, solo los pasos de las dos personas resonaban en ella. El primer incienso se fue consumiendo gradualmente hasta el final. Ye Ying Zhi encendió el segundo incienso cuando Chi Yan se puso más ansioso.

Tenía mucho sueño, estaba confundido y casi no podía caminar más. La fuerza de su mano se estaba volviendo cada vez más débil, pero siguió aguantando y no dijo nada.

No lo podía evitar. Se levantó a las 6 de la mañana para prepararse para este viaje y ya eran las 11 de la noche. Casi no hubo tiempo de descanso en el medio. Para un trabajador de oficina común que descuidaba el ejercicio todos los días, esto era realmente un gran desafío.

Ye Ying Zhi se dio cuenta de su anormalidad. Lo ayudó a sentarse y apoyarse contra una pared de piedra limpia.

—Si tienes sueño, duerme un rato. Descansaremos un poco y luego seguiremos caminando.

La ansiedad permanecía en el corazón de Chi Yan. Pero ahora realmente no tenía la fuerza para resistir esta tentación, por lo que se inclinó hacia los brazos de su amante.

—Dormiré una siesta por un tiempo y luego continuaremos… —murmuró en voz baja. Estaba asustado. Tenía tanto miedo de quedar atrapado en esta cueva con Ye Ying Zhi y nunca volver a salir. Pero no habían visto ningún camino bifurcado, por lo que no podrían haber ido por el lado equivocado.

Si se perdían, podrían regresar por el mismo camino.

Chi Yan admitió que era una persona egoísta, nada era más importante que Ye Ying Zhi. Los vivos, los muertos y todo en este mundo no eran tan importantes como la salud y seguridad de su amante. Todavía les quedaban dos varitas de incienso, que deberían ser suficientes para que pudieran caminar de regreso a la entrada.

Estaba tan agotado que se quedó dormido tan pronto como cerró los ojos.

Como en trance, llegó al borde de una piscina. Había mucha gente nadando, pero a medida que se acercaba, la cantidad de personas bajaba hasta que solo quedó una. Esa persona nadó hacia él lentamente y asomó la cabeza fuera del agua.

Era alguien a quien conocía, Liu Yu.

Chi Yan recordó a esta dama elegante y educada que casi se convirtió en su cuñada. Se puso en cuclillas junto a la piscina y preguntó: —Hermana mayor Yu, ¿por qué estás aquí sola? ¿Dónde está mi hermano mayor?

—Tu hermano mayor ha sido llevado al más allá —La dama lo miró tranquilamente.

Chi Yan sintió que algo andaba mal. No podía decir qué estaba mal en su sueño, pero volvió a preguntar: —¿Entonces qué hay de la hermana mayor Yu?

—Yo también debería poder ir al ciclo de reencarnación. Nos está permitiendo renacer mientras no hubiésemos hecho daño a nadie.

No se dio cuenta de lo que significaba ‘no dañar a nadie’. Solo escuchó el tono de Liu Yu cada vez más agitado.

—Pequeño Yan, vine a decirte, ten cuidado con ese hombre a tu lado, no es un humano…

El agua giró y una enorme ola de agua barrió hacia Chi Yan. Se sorprendió y despertó de su sueño. La persona a su lado lo abrazó gentilmente, su mano izquierda le acarició la espalda gentilmente mientras su mano derecha tocó su frente.

—¿Te despertaste? ¿Con que soñaste que te asustaste? Está todo sudado.

¿Con qué soñó? De repente recordó el rostro de Liu Yu. Después de despertar del sueño, instantáneamente se dio cuenta de lo que estaba mal: Ella murió hace mucho tiempo y fue asesinada en esta cueva.

Sintió un escalofrío recorriendo su columna vertebral. Se acercó un poco más a Ye Ying Zhi y recordó las últimas palabras que le dijo en su sueño.

Chi Yan se sintió confundido por un instante al pensarlo. El hombre a su lado es Ye Ying Zhi. ¿Cómo podría Ye Ying Zhi no ser humano, y cómo pudo tener un sueño tan extraño?

Se calmó y le susurró a su amante la escena de su sueño. Este escuchó en silencio en la oscuridad. Sus ojos negros miraron profundamente a Chi Yan mientras su mano izquierda lo envolvía, acariciando su espalda lenta y suavemente, como si estuviera acostado en su cama con su amante holgazaneando.

Después de escuchar, se inclinó y besó los párpados de Chi Yan con dulzura.

—Estabas demasiado nervioso, por eso tuviste este extraño sueño, no tengas miedo —murmuró.

Cuando se inclinó, el joven vio que el incienso ardiendo pronto se consumiría. Había dormido bastante tiempo. No se molestó en preguntarle a Ye Ying Zhi por qué no lo despertó antes. Se levantó de inmediato y tiró de su amante.

—No nos adentremos más. La situación no parece del todo bien. Volvamos sobre nuestros pasos y regresemos a la entrada de la cueva.

Les tomó aproximadamente la duración de una varilla de incienso para llegar aquí. Si aumentaban su velocidad, deberían poder regresar a la entrada de la cueva antes de que se quemara la última barra de incienso.

Ye Ying Zhi no tuvo objeciones. Lo consoló y lo condujo a la dirección de donde habían venido.

Debido a la oscuridad y a las paredes de piedra que se ven similares en todas partes, Chi Yan no prestó atención a la ruta que tomaron. No podía distinguir, aunque parecía que caminaban de regreso en la misma dirección de donde habían venido, de hecho estaban caminando por un camino diferente.

No sabía si era su ilusión. Cuanto más avanzaban, más oscuro se volvía su entorno. Parecía como si estuvieran siendo engullidos por la oscuridad y la luz de su linterna no pudiera penetrar e iluminar los espacios. El aire también se estaba enfriando. Ese tipo de frialdad no fue similar a cuando bajó la temperatura. Era un tipo de frío que penetraba los huesos y que ni siquiera la ropa gruesa tenía efecto.

A estas alturas, los dos habían consumido muchos de sus suministros. Ye Ying Zhi se detuvo y transfirió todas las cosas útiles en la mochila de Chi Yan a su mochila, y luego arrojó la mochila del joven al suelo. Luego estiró el brazo, lo abrazó y siguió caminando hacia adelante.

Después de ser abrazado, Chi Yan no sintió tanto frío. Se quedó mirando la varilla de incienso que tenía en la mano, que ya estaba medio quemada. Entró en pánico y aceleró el paso.

El incienso en su mano se hacía cada vez más corto. Calculó la distancia que habían recorrido y redujo un poco la velocidad. Decidió no ser tacaño con sus provisiones y sacó otra linterna a pilas, iluminando las paredes izquierda y derecha, tratando de encontrar la entrada de la cueva por donde entraban. Debería ser de día afuera y haber luz natural entrando desde la entrada de la cueva, por lo que no debería ser demasiado difícil de encontrar.

Mientras Chi Yan caminaba hacia adelante buscando una salida, de repente se detuvo y se quedó atónito.

Lo que apareció frente a ellos fue un salón circular de piedra que nunca antes había visto. La luz de la linterna atravesó el centro de la sala de piedra e iluminó la pared de piedra opuesta, reflejando pequeños puntos de luz ovalados parpadeantes.

Había un callejón sin salida frente a ellos.

La última parte del incienso ardiente se extinguió lentamente cuando sus cenizas cayeron al suelo.

Chi Yan miró a su amante y gritó con aprensión su nombre. Un pánico sin precedentes se apoderó de su corazón, dejándolo perdido. Una voz débil en su corazón murmuró que realmente podrían estar atrapados aquí y que ya no podrían salir.

Podrían morir aquí.

En este momento, era natural que se inclinara hacia su amante. Pero el hombre todavía lo miraba con calma, como ajeno a su situación actual.

—Estoy aquí. ¿Qué pasa? —Ye Ying Zhi respondió suavemente y se inclinó hacia él como si nada hubiera pasado.

Al mirar ese familiar par de ojos negros sin fondo, esta fue la primera vez que Chi Yan sintió miedo en lugar de comodidad, miedo de adentro hacia afuera.

Dio un paso atrás involuntariamente, pero el hombre se inclinó en ese momento, lo tomó completamente en sus brazos en una postura irresistible y suspiró en su oído, —Mi bebé Ah Yan. ¿Qué ocurre?

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