Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
La linterna que tenía en la mano cayó al suelo y rodó hacía un lado, iluminando un pequeño círculo tenue en el suelo.
El entorno de repente se volvió más oscuro. Chi Yan se encogió hasta convertirse en una bola en los brazos de Ye Ying Zhi y no se atrevió a moverse por un momento.
—… Ying Zhi, Ye Ying Zhi… No me asustes… —Le dijo a su amante tímidamente. En el salón de piedra vacío, su voz sonaba débil e impotente.
—No te asustaré —el mayor besó suavemente su aurícula.
El cuerpo caliente bajo su palma tembló en sus brazos, como un pobre animal atrapado. Ye Ying Zhi incluso pudo escuchar el gemido incontrolable de su joven amante.
Chi Yan estaba tan asustado que sus dos manos todavía estaban presionadas contra el pecho del otro. No sabía cómo escapar, como un corderito confiando en el cazador, completamente a su merced.
El corazón de Ye Ying Zhi dolió por un momento. Fue dejando besos desde la oreja de su amado y hacia abajo, a lo largo de su cuello y hacia su clavícula antes de detenerse y tomar aire.
Notó que Chi Yan estaba llorando.
Su visión no se vio afectada en la oscuridad y pudo ver claramente los ojos de su amante cerrados con fuerza, los labios apretados y las pestañas temblando con gotas de agua.
Le gustaba cómo se veía y no podía negar que realmente disfrutaba ver a su pequeño bebé así, en sus manos, indefenso, obediente y dependiente de él. Le dolía el corazón, pero estaba lleno de deseo. Quería consolarlo, hacerlo feliz y no quería que estuviera triste; sin embargo, no pudo evitar querer intimidarlo en secreto un poco más, obligando a su amante a revelar todos sus lados tiernos y dulces.
Realmente quería comérselo ahora. No pudo evitar recordar distintos momentos con Chi Yan: cuando tomó la iniciativa de servirle; al llorar, pero no esquivar y obedientemente dejarse intimidar por él y como lo llamaba ‘Ying Zhi’ de forma cariñosa y muy íntimamente… su respiración se hacía cada vez más pesada e insoportable.
Chi Yan era el bebé que sostenía en la cúspide de su corazón. Cada uno de sus movimientos golpeó una fibra sensible, enganchando su alma, apareciendo en sus sueños y haciendo que no pudiera controlarse a sí mismo.
Realmente soy muy malo.
Ye Ying Zhi suspiró en silencio, bajó la cabeza y besó suavemente las lágrimas en las pestañas izquierda y derecha del joven.
—No te asustaré —murmuró de nuevo.
Sin embargo, esta frase parecía haber roto algo. Chi Yan de repente se atragantó, lo abrazó con fuerza, y lo llamó por su nombre.
Le tenía miedo, pero intuitivamente creía que era su amante. No lo dejaría ir una vez que lo abrazó.
Podía sentir que algo andaba mal con Ye Ying Zhi, pero en un entorno tan angustioso, no podía entender qué pasaba. Solo podía susurrar el nombre de la otra parte.
—Ye Ying Zhi… —gritó Chi Yan.
Con este abrazo, el corazón del mayor estaba a punto de derretirse. Le dolía y se sentía impotente.
Desde que había llegado a saber qué era el amor, realmente no tenía idea de qué hacer con Chi Yan. Solo podía devolverle el abrazo a su amante, besar sus párpados con amor y consolarlo gentilmente.
—Ah Yan, cariño, abre los ojos. Abre los ojos y mírame. Yo sigo contigo. No tengas miedo.
Chi Yan abrió sus ojos húmedos lentamente y lo miró.
—Ye Ying Zhi… ¿por qué… solo…?
Quería preguntarle por qué se veía tan aterrador hace un momento y por qué reaccionaba de manera tan extraña. Pero no pudo hacer esas preguntas cuando abrió los ojos.
El salón de piedra se iluminó de repente, pero se desconocía dónde estaba la fuente de luz. Ye Ying Zhi se paró frente a él. Detrás de él había un canal negro puro que conducía a un lugar desconocido. Chi Yan sintió débilmente que había algo que lo atraía hacia el otro lado del pasaje: familiaridad, calidez, dulzura… y desesperanza.
Antes de que pudiera reaccionar, el mayor ya había extendido las manos para cubrir los ojos del más joven.
—Ah Yan, no tengas miedo. Es solo que deberíamos irnos a casa. Prometiste acompañarme. No tengas miedo. Pronto, no tardarás en recordarlo. Hasta entonces, te diré por qué debía traerte aquí… —dijo en voz baja.
Para que recuerdes todo sobre nosotros.
Los ojos de Chi Yan fueron repentinamente cubiertos por sus manos. Estaba oscuro frente a él, e inconscientemente agarró el brazo de su amante.
Sin embargo, en el siguiente segundo, sintió que el mundo giraba y su conciencia se desvaneció instantáneamente.
El universo, el fin de la eternidad, la reencarnación, el ciclo de la vida y la muerte…
Dónde te conocí.
♦ ♦ ♦
Durante las vacaciones de verano de su primer año como estudiante de posgrado, Chi Yan hizo un recado. Debía acompañar a la esposa del secretario del partido a ver a su esposo en una aldea remota de montaña.
Así es como sucedió: el mejor amigo de la infancia de Chi Yan, Yan Zhu, fue transferido a trabajar como secretario de un partido en una aldea remota en el suroeste de Yunnan después de graduarse de la universidad. Se casó con su novia, Han Fei Xue, quien también era su compañera de clase, la víspera de su graduación. Pero ella eligió ir a la escuela de posgrado después de graduarse, por lo que la joven pareja tuvo que vivir separada.
Chi Yan nunca había estado enamorado antes, así que, naturalmente, no entendía las aventuras entre parejas. También continuó estudiando en la escuela de posgrado y estaba en la misma especialidad, en la misma escuela y en la misma clase que Han Fei Xue. Durante sus primeras vacaciones de verano en la escuela de posgrado, planeaba visitar a su amigo de la infancia que aparentemente estaba pasando por un momento difícil. La Sra. Yan naturalmente quería visitar a su esposo. El pueblo donde se encontraba Yan Zhu estaba en lo profundo de las montañas y no era fácilmente accesible en transporte. No sería seguro para una chica viajar sola, por lo que asumió la tarea de escoltar a Han Fei Xue para encontrarse con Yan Zhu al mismo tiempo.
Las acciones de Chi Yan fueron muy leales a su amigo. Después de varios giros, finalmente llegaron a la Villa Ling San, donde se encontraba Yan Zhu. Solo entonces se dio cuenta de dos cosas: en primer lugar, las condiciones de vida en la aldea eran realmente muy malas y, en segundo lugar, era bastante poco visitado. Se dio cuenta de esto cuando tuvieron problemas con el alojamiento.
No había posada en el pueblo. El secretario del partido del pueblo vivía en una casa con una sola habitación con una cama individual. Por supuesto, la pareja se acurrucó para dormir y Chi Yan no tenía cama. Al final, Yan Zhu hizo arreglos para que se quedara en la casa del anciano Zhang.
El hijo y la nuera del anciano Zhang habían dejado el pueblo para trabajar. Solo estaban él y su nieta de cuatro o cinco años viviendo en la casa, y tenía una habitación vacía. Han Fei Xue tenía la intención de pasar sus vacaciones acompañando a Yan Zhu aquí, mientras que Chi Yan tenía la intención de ver a su amigo y luego irse dos días después. Las condiciones de vida en la aldea originalmente no eran buenas, por lo que el joven sólo tuvo que aguantarlo por una noche y no ser exigente.
Chi Yan tenía el sueño ligero. No podía adaptarse a su nuevo entorno ya que acababa de llegar. Además, hacía mucho calor dentro de la casa durante el verano y los mosquitos lo molestaban hasta que no pudo conciliar el sueño en la cama durante dos o tres horas. Se levantó y fue al baño para hacer sus necesidades.
No había baño en la casa del anciano Zhang, por lo que tuvo que caminar hasta el baño público en la entrada del pueblo. Como no estaba acostumbrado al nuevo entorno, no se quitó la ropa cuando se fue a la cama. Se levantó, quitó la cerradura, empujó la puerta y salió.
Después de salir del baño público, vio una pequeña figura familiar agachada en la hierba frente a él. Entrecerró los ojos y miró más de cerca. Era la nieta del anciano Zhang, la pequeña Xing. La niña estaba ahí acuclillada, como si estuviera atrapando grillos.
La esposa del anciano Zhang había fallecido, por lo que él era el único en casa. No solo era medio sordo, sino también ciego de un ojo. Era inevitable que no pudiera cuidar de su nieta que se había escapado a jugar sola en medio de la noche. La pequeña Xing no sabía qué era el miedo. Siguió al grillo que había salido de la aldea.
Chi Yan temía que la niña pudiera sufrir un accidente, así que la persiguió. Pero tenía miopía y no usaba sus lentes cuando salió. Estaba muy oscuro porque no había iluminación en el pueblo para ahorrar electricidad. Había muchas piedras y baches en el camino de tierra, no era fácil caminar. Casi tropezó con una piedra bajo sus pies en menos de dos pasos. Desde ahí, fue más cauteloso, entrecerrando los ojos para ver el camino con la ayuda de la tenue luz de la luna. No se atrevió a correr rápido, por lo que no pudo alcanzar a la pequeña Xing por un tiempo.
De repente, la niña se instaló en el borde de un collado en las afueras del pueblo y dejó de correr. Chi Yan exhaló un suspiro de alivio. Justo cuando pensó que esta pequeña finalmente había dejado de correr, rápidamente corrió hacia ella y se quedó atónito.
Había unas diez personas paradas ahí, todos hombres adultos. Tenían varias herramientas en sus manos y estaban discutiendo algo en voz baja. Chi Yan vio vagamente a dos personas con armas en la mano.
La niña era pequeña, así que no llamaba mucho la atención. Pero el movimiento de Chi Yan puso en alerta a dos hombres que volvieron la cabeza y miraron.
Sintió instintivamente que esos hombres no eran buenas personas. Recogió a la pequeña Xing y corrió rápidamente hacia la aldea. Pero como un hombre adulto, lo vieron tan pronto como corrió. Tres de los hombres lo persiguieron inmediatamente.
Chi Yan no era bueno para correr. Era miope y llevaba a una niña con él. Esos hombres lo alcanzaron rápidamente. No sabía de dónde venían, no había mucha gente en el pueblo. La mayoría de los aldeanos eran ancianos débiles, mujeres y niños. La mayoría de los aldeanos jóvenes y sanos habían dejado la aldea para trabajar en otras ciudades, por lo que no se atrevió a gritar pidiendo ayuda. Sabía que era un objetivo enorme y no podía escapar, mientras que la pequeña Xing era una niña. Ella podría escapar si él la protegía. Mientras corría, le susurró al oído: —El tío te va a bajar, corre rápidamente a casa y pídele al abuelo que busque al tío Yan.
No estaba seguro de que la niña entendiera, pero al menos debería saber cómo correr a casa.
Después de eso, se inclinó y la puso en el suelo. La niña corrió rápidamente hacia el pueblo. Casi al mismo tiempo, los hombres lo alcanzaron y dos de ellos presionaron a Chi Yan contra el suelo, uno de cada lado.
Los hombres parecían un grupo de ladrones de tumbas.
Al final, no lo mataron. Lo ataron y lo llevaron con ellos después de una discusión.
Chi Yan no sabía la razón, pero tal vez estaban siendo supersticiosos de que era de mala suerte si mataban a alguien antes de bajar a la tumba; tal vez porque temían que su cadáver fuera encontrado y provocará problemas; o tal vez sólo querían mantenerlo como rehén. Era mejor estar vivo que muerto. Estaba contento de haber escapado de la muerte y secretamente esperaba que Yan Zhu pudiera encontrar una manera de salvar su vida a tiempo.
Si no lo hubiera visto con sus propios ojos, Chi Yan no creería que existía una civilización tan magnífica y que estuviera enterrada bajo la montaña donde estaba la remota y atrasada aldea Ling San.
Descendieron de un agujero cortado en el collado de la montaña. Había un pasillo de piedra y al final había una puerta de piedra tallada. La puerta estaba decorada con patrones simples y extraños. Estos patrones eran muy diferentes de los patrones decorativos tradicionales de las tumbas antiguas en las Llanuras Centrales. Las imágenes elegidas no eran dioses, bestias, pájaros y flores auspiciosas, sino cosas que parecían malvadas.
Por ejemplo, había siete serpientes de múltiples cabezas flotando en la puerta y estas formaban un patrón que parecía un rostro humano sonriente. En la posición de la nariz de este ‘rostro humano’, había un pollo sonriente de tres patas. Aunque era solo una imagen, podía hacer que la gente sintiera que se estaba riendo e incluso revelaba sus colmillos prolijamente dispuestos en su pico, que era muy diferente de la realidad. Presionado bajo las tres garras del pollo había humanos que estaban retorcidos como cuatro serpientes enrolladas en una bola. Las posturas de esas personas parecían dolorosas, pero lo extraño era que todos sonreían al mirar más de cerca sus rostros.
Después de que esas personas abrieron la puerta usando algunos métodos, Chi Yan se vio obligado a entrar con ellos.
El palacio subterráneo estaba construido de forma solemne, majestuosamente, con exquisitas decoraciones. Pero su hermosura albergaba una sutil rareza. Algunos objetos y decoraciones de estilo bronce se lucían como reliquias culturales desenterradas en San Xing Dui, aunque también había grandes diferencias.
En comparación con las reliquias culturales que Chi Yan vio en el museo, los elementos aquí eran más completos, su producción era más delicada y las decoraciones y tallas estaban llenas de audaz imaginación. Las imágenes y vibraciones eran similares a las tallas de la puerta. Había serpientes, pollos sonrientes y una mezcla entre cabezas de pez y cuerpos humanos. El múrloc era similar al pollo de tres patas. Obviamente era una cabeza de pez, pero mostraba una sonrisa similar a la de un humano y tenía unos colmillos densos y prolijos.
Chi Yan también notó una cosa. Todas las imágenes humanas en estos grabados en las paredes o decoraciones de artículos tenían posturas de sufrimiento distorsionadas y de aspecto doloroso, pero todos sus rostros estaban sonriendo. Estas posturas corporales de aspecto doloroso y las expresiones de alegría formaron un fuerte contraste. Inconscientemente, se estremeció y sintió escalofríos en su corazón.
Este impactante palacio subterráneo era como un misterioso enorme laberinto, encantador y, sin embargo, peligroso.
Chi Yan tuvo suerte. A pesar de que se vio obligado a seguir al grupo de ladrones de tumbas a gran profundidad, salió ileso. Ya habían perdido a dos personas durante este tiempo.
También descubrió gradualmente que el grupo de personas que lo habían atrapado no eran simples ladrones de tumbas en busca de dinero. No creía que ladrones ordinarios pudiesen obtener información sobre un palacio subterráneo de este tipo fácilmente.
No estaban en una tumba, sino más bien en un altar.