Traducido por Lucy
Editado por Sakuya
Ambos bandos se encontraron en la entrada del hotel. Las caras de los novatos de Zeus se endurecieron de inmediato. Recordaron el inolvidable encuentro de ayer.
Las pocas personas de Gaia parecían bastante tranquilas. Sin embargo, el trío sentía emociones complejas. Después de todo, el hecho de que ayer habían sido golpeados por los novatos de Zeus no podía ser borrado por un solo golpe de Shi Xiaobai.
Ambos bandos tenían pensamientos en sus mentes y todos ellos se detuvieron.
Yama Minamiya fue el primero en reaccionar. Caminó hacia delante y con respeto le dijo al anciano Dios de las Espadas que estaba de pie en la vanguardia:
—¡Señor Dios de las Espadas!
El anciano asintió con suavidad. Ante él y los novatos, sin duda no actuaría sin principios como lo había hecho ante One-Pun. Su aspecto inexpresivo le daba el porte de un Dios de las Espadas.
Heartless se adelantó entre la multitud y dijo con expresión tranquila.
—Ministro de División Minamiya. No esperaba encontrarme con ustedes tan pronto. Resulta que nos alojamos en el mismo hotel. Espero que podamos interactuar durante esta selección masiva.
De hecho, las últimas palabras de Heartless en el intercambio de batallas habían suavizado parte del conflicto, y con él tomando la iniciativa de apaciguar sus relaciones, los tensos nervios de los novatos se fueron relajando poco a poco.
Yama Minamiya estaba bastante impresionado por la capacidad de Heartless para someterse o imponerse según lo requiriera la ocasión y por el hecho de que no fuera un capricho de clase baja.
—Muy bien, reunámonos si tenemos tiempo —dijo.
—Estamos a punto de informar al senado de la organización. ¿Vamos juntos? —dijo Heartless.
Él negó con la cabeza.
—Necesitaremos algo de tiempo para acomodarnos, acabamos de llegar al hotel. Ve tú primero.
—¡De acuerdo! —Asintió y ya no habló más. Tomó la delantera y se alejó.
En ese momento, una figura salió de repente del lado de Gaia.
Heartless se detuvo de repente. Sus ojos parecían decir mucho al ver la figura que de repente había caminado hacia él. La persona era un joven de pelo negro con ojos tan brillantes como las estrellas. Salió de la multitud de Gaia y se dirigió directo hacia él.
Los ojos de casi todo el mundo se centraron de inmediato en el joven de pelo negro.
La comisura de la boca de Heartless se crispó. Intentó forzarse a saludarle, pero frente a Tu Dahei, que caminaba hacia él, fue incapaz de emitir sonido alguno. Su mente estaba llena de la escena de haber sido golpeado una sola vez. Se sintió un tanto humillado, así como algo tembloroso.
El anciano Dios de las Espadas lo miró y sintió emociones encontradas. Este joven de pelo negro había dominado la Espada Principante más básica hasta el reino de la Cresta de la Perfección. Por lo que parecía, había desperdiciado su talento en las artes de la espada. Necesitaba un poco de tutoría, pero este joven de pelo negro le había ganado a Heartless, del que había presumido todo el día. Fue una bofetada indirecta en su vieja cara, así que a pesar de que tenía amor por el talento, él también tenía un corazón egoísta.
Al verlo salir de entre la multitud y con él a punto de ponerse delante de Heartless, la joven de los whopper y los otro cuatro novatos tuvieron un cambio drástico en sus expresiones. Suponían que Tu Dahei seguro iba a alardear de su victoria y de la bofetada que le había dado al jefe Heartless. Los cinco sin pensarlo dieron un paso adelante y se aferraron detrás de su líder mientras lo miraban alerta.
Riko y los otros tres novatos de Gaia se sorprendieron un poco. Conocían el carácter de Shi Xiaobai. Este tipo era despiadado cuando se trataba de golpear caras. Que de repente caminara hacia Heartless, ¿era porque el golpe en la cara de ayer le pareció insuficiente?
Sus pasos parecían hacer un juego en la mente de casi todos.
—Tú…
Cuando Heartless vio que estaba a punto de alcanzarle, no pudo evitar escupir esa palabra. Ni siquiera se dio cuenta de que estaba temblando un poco. Sin embargo, todos se sorprendieron más al momento siguiente porque el joven de pelo negro no lo buscaba. Era como si nunca lo hubiera visto, y solo pasara de largo mientras miraba al frente.
Heartless se sorprendió, pero de inmediato sintió un rastro de irritación. Giró la cabeza para mirar su espalda.
Los ojos de todos no pudieron evitar fijarse en su figura. Lo vieron mirar fijo mientras pasaba a un novato tras otro y se dirigía directo hacia una chica vestida de azul a varios metros de distancia de la multitud.
¡Ella era la persona que Tu Dahei (Shi Xiaoabai) estaba buscando!
Riko vio la expresión sorprendida de Mozzie y preguntó:
—¿Quién es?
—¡Esa persona es Sunless! —respondió de inmediato.
—¡Es preciosa! —exclamó, alabándola. Se había sorprendido un poco al verla.
—¡La hermana Riko es más guapa!
Ella sonrió.
—Comamos algunas delicias esta noche. Yo invito.
Mozzie vitoreó en voz alta de inmediato.
En cuanto a los novatos del bando de Zeus, se reían, como si estuvieran esperando un buen espectáculo.
Sunless había sido llamada la más pura fanática de la espada por el anciano Dios de las Espadas. Su obsesión con las técnicas de espada era aún peor. Deducía varias incluso mientras caminaba.
Incluso era indiferente a Heartless y al anciano Dios de las Espadas. No estaba dispuesta a escuchar ni una sola palabra de los demás, como si viviera en su propio mundo.
Ahora, cuando vieron a Shi Xiaobai caminar hacia ella, unos cuantos novatos de Zeus adivinaron de inmediato que se había sentido atraído por su aspecto y se había acercado para coquetear con ella. Sin embargo, su resultado ya estaba predestinado. Sunless sin duda lo ignoraría. Puede que ni siquiera le dirigiera una mirada. Sería divertido ver cómo sucedía.
Un rastro de duda brilló en los ojos de Heartless. Sin duda, sabía que su hermana era una persona poco dispuesta a hablar. Como resultado, si alguien quería coquetear con ella, él se adelantaría y evitaría que eso ocurriera. En ese momento estaba en un dilema porque quería ver a Tu Dahei sufrir un revés.
Bajo la atenta mirada de los novatos de Zeus, Shi Xiaobai caminó justo delante de Sunless. Ella, que tenía la cabeza baja, miró hacia arriba. No tenía una expresión en su rostro, ni dijo una palabra. Él comenzó a susurrarle algo, como si hubiera bajado la voz a propósito. Nadie de los presentes, aparte del poderoso Dios de la Espadas, podía oír sus palabras. Pero muy pronto, vieron como los ojos de Sunless se iluminaban de repente. Como si hubiera sido atraída por sus palabras.
No mucho después de eso, de repente se dio la vuelta para entrar en el hotel. Shi Xiaobai le seguía de cerca, y los dos parecían una pareja joven a punto de conseguir una habitación.
—¿Qué… está pasando?
Aparte del anciano Dios de las Espadas, ¡todos los demás estaban estupefactos!
Por parte de Gaia, se sorprendieron al descubrir que Shi Xiaobai la conocía, en cuanto a los novatos de Zeus, no podían entender lo que acababa de suceder.
¡No, este complot estaba mal!
La expresión de Heartless cambió. Quería correr a detenerlos, temiendo que su hermana menor fuera engañada por Tu Dahei.
El anciano Dios de las Espadas lo bloqueó en ese momento.
—¿Maestro? —Se quedó en shock.
El hombre sacudió la cabeza.
—Déjala ir, esta es la felicidad que le pertenece.
Fue el único que escuchó la conversación entre ambos. Él sabía muy bien cuánta felicidad le traería a un fanático de las espadas una herencia de artes de espada.
Heartless casi escupió una bocanada de sangre.
¡¿La felicidad que le pertenece?! ¡Santo cielo, mi hermana solo tiene quince años!