Modo Automático Apagado – Capítulo 30: Están prohibidos los arrebatos de ira

Traducido por Kiara

Editado por Raine


Después de eso, con la conversación terminó, salí de la habitación. Aparentemente, hay otras candidatas que vienen a presentarse después de mí hoy. Debido a la situación, no me había dado cuenta antes, pero básicamente pasé una cantidad establecida de tiempo con el príncipe, algo así como… ¿una entrevista de trabajo? No, no una entrevista de trabajo, ¿sino una entrevista de prometida? De todos modos, mi propósito se logró. Gracias al príncipe Runa, no a mí.

Compartamos esta alegría con Keito cuando regrese a casa. Podría ser buena idea hacer dulces con mamá. Pero me pregunto si primero debería dejar salir mi alegría en mi habitación.

Imaginando qué hacer a partir de ahora, mi buen humor aumentó.

Hasta ahora.

—Mariabell-sama, ha pasado mucho tiempo.

No se debe a ninguna otra razón que a este intrigante yandere.

—Tuvalu-sama… ¿Por qué estás aquí?

—Vine por mi padre. Hoy es el día que vienen las candidatas a prometida de Runa.

En otras palabras, él vino a observar a las candidatas a prometidas del príncipe Runa. Él es una persona tan amorosa, ¿no sería bueno si se escapara con el príncipe Runa?

—¿Mariabell-sama vino a ver a Runa también?

—Eh… bueno… sólo para dar mis saludos como aspirante a prometida.

Realmente tiene una personalidad retorcida. Sé que estás fingiendo. Sé que terminé en este asunto problemático porque decidiste mencionarme para la nominación. ¡Y el príncipe Runa terminó limpiando tu desastre!

—Por cierto, escuché que me recomendaste al rey.

—Sí, como Mariebell-sama parecía ser el ejemplo perfecto de un noble, pensé que sería una combinación apropiada para el príncipe. —dice con un tono tranquilo, sin espinas en el contenido pero terminaría explotando en mis manos si simplemente lo recibiera.

Debería empujarlo hacia un espejo: una boca torcida en una sonrisa distorsionada, a primera vista los ojos se ven suaves y claros, pero si miras con detenimiento, verás que en lo profundo son turbios y fangosos.

Me parece que a este tipo no le gusto mucho, pero no puedo investigar el motivo. No sé acerca de las últimas cinco rondas, pero esta vez no he hecho nada malo.

—Me estás sobreestimando, tan sólo soy una chica sin ningún poder.

—Bueno eres simplemente una chica protegida.

Estaba a punto de devolverle su provocación tan despreocupadamente como fuera posible, o se suponía que debía hacerlo.

Él ciertamente estaba sonriendo, pero al momento siguiente esa expresión desapareció completamente de su rostro. Me sorprendió la frialdad repentina y perdí la voz y, antes de darme cuenta me agarró de la muñeca y me empujó con fuerza hacia la pared.

—Oh, eso duele…

De alguna manera mi pecho no está palpitando. Ambos tenemos aproximadamente diez años, por lo que el golpe no había sido demasiado fuerte además la atmósfera inmediatamente se sintió incómoda. Había cerrado los ojos por la conmoción, pero cuando los abrí, los ojos de Tuvalu estaban a la misma altura que los míos.

—Lo que dijiste antes sobre cómo debería ser la nobleza y cómo los nobles usan a los plebeyos sin menospreciarlos, sobre cómo esa es la forma correcta de aristocracia. —La expresión de Tuvalu está distorsionada en una sonrisa burlona mezclada con sentimientos. Rencor, resentimiento, celos, odio… —Pero eso es sólo un hermoso sueño, es sólo un ideal superficial de un humano que no sabe nada, que sólo ve el lado hermoso. Una cosa adecuada para decir viniendo de una obstinada y despistada mocosa criada en un invernadero… nada más que una simple fantasía.

No entiendo el significado de sus palabras. No sé qué quiere que haga yo o qué quiere hacer Tuvalu.

Sin embargo, una cosa es definitiva…

—Quiero forzar la realidad sobre ti, Mariabell-sama.

Parece que este tipo quiere verme lastimada.

Entendía la causa detrás de las palabras de Tuvalu y, al parecer, lo que dije en la fiesta de cumpleaños provocó su ira: como estaba en una posición protegida como la hija del duque, no le gustó que hablara de un ideal como si lo supiera todo.

No es que no entienda sus sentimientos. Si un humano que no sabe nada del mundo comienza a hablar como si lo supiera en mi cara, tambien me enojaría. Si uno habla de un ideal sin ninguna experiencia, es natural ser mal visto en lugar de dejar una buena impresión. Además, tan sólo tengo nueve años por lo que es poco probable que haya visto y experimentado la realidad.

Así que él está intentando imponerme la realidad. Para mí, que mostraba una lógica tan hermosa, trató de involucrarme en los asuntos de la candidatura a la prometida del príncipe, tratando de hacerme enfrentar lo que soñé que deberían ser los nobles y cómo son realmente los nobles, es decir, lo que Tuvalu se refiere con la “nobleza” al compararla con la nobleza real.

Porque conozco el pasado de Tuvalu, puedo entender ese sentimiento. Puedo entenderlo pero no puedo convencerlo.

Así que, esencialmente, él sólo está descargando su ira sobre mí.

—Deja de tomar el mundo como una broma.

♥ ❤ ♥

8 respuestas a “Modo Automático Apagado – Capítulo 30: Están prohibidos los arrebatos de ira”

  1. La protagonista tenía razón del porqué tratar con Tuvalu con cuidado, aunque no quería involucrarse con el acabo ganando su odio, pero estoy segura que después pasara a un sentimiento de amor jeje
    Gracias por el capítulo

Responder a Nicolle Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido