Escapó otra vez – Capítulo 20

Traducido por Naiarah

Editado por Ayanami


Después de que la canción acabó, todos estaban atónitos por las plantas de alrededor, las cuales, estaban muertas.

—Ha…

Abruptamente, un repentino sonido rompió el silencio. Todos se giraron hacia donde vino el sonido para descubrir que era Wan Feng quien no podía resistirlo más y, de repente, escupió sangre.

— ¿General Wan, está bien?

La complexión del príncipe Rui cambió completamente, se apresuró a ayudar a Wan Feng quien estaba a punto de colapsar.

—No…no es nada. Justo ahora…estaba intentando hacer circular la energía de mi cuerpo para resistir, pero acabé con una desviación de Qi. Estaré mejor en un momento…

Pero antes de que pudiera acabar de hablar, acabó tosiendo sangre de nuevo, asustando al príncipe Rui quien lo esquivó.

—…

Hermano mayor, ¿cómo puedes decir que no es nada cuando tienes este aspecto? ¿Qué persona cuerda trataría a la sangre como si fuera agua y la escupiría como si no quisiera vivir?

Después de la tercera vez de escupir sangre fresca, Wan Feng, al final, no podía soportar esta pesada carga y rápidamente habló.

—Lo siento pero este general tendrá que partir primero.

Después, empezó a correr para salir del jardín imperial, dejando a un atónito y angustiado príncipe Rui.

Cuando Xia Yuqing paró de tocar, por un momento, notó que Wan Feng huía rápidamente. No pudo evitar girarse para mirar a Feng Tingye e inocentemente preguntó.

— ¿Qué está mal con esa persona?

Con esa pregunta, los ojos de todos se centraron en Feng Tingye para ver, simplemente, cómo se levantaba sin prisa y respondía.

— ¿Él? Sólo estaba lleno de tanta admiración por los sonidos de tu cítara, que se sintió indigno de mostrarte su cara y fue tan lejos como para dejar este lugar.

—…

Todos tenían una triste y frustrada expresión, mientras miraban a su Majestad. No podían evitar exclamar con admiración, ¡WOW! Su Majestad es como un dios, mintiendo con sus ojos abiertos y yendo tan lejos como para ni siquiera permitir que se derrame una gota de agua, ¡realmente te admiramos!

— ¿De verdad?

Los ojos de Xia Yuqing brillaron y miró a Feng Tingye de manera expectante.

Él, con la cara llena de resolución, sin parecer como si estuviera haciendo una broma, amablemente respondió.

—Un caballero no volvería sobre las palabras de uno, si no me crees pregunta a los demás.

Xia Yuqing pensó sobre ello un momento, entonces se giró hacia la persona más cercana a ella, Leng Ruofeng. Con muchos ánimos le preguntó.

— ¿Qué piensas sobre mi presentación?

La habitual cara de póker de Leng Ruofeng mostró unos pocos fallos, tosiendo unas pocas veces, habló en contra de lo que ella creía.

—Extremadamente, buena.

¿Extremadamente buena? ¿Un riñón es bueno? ¡Entonces la cintura será buena! Xia Yuqing se quedó en blanco y luego reaccionó. Con una cara llena de compasión miró su cara. Esta lamentable belleza de hielo, tratando encubiertamente de recordármelo. ¿Tu cintura es fuerte? Es, demasiado, malo incluso si tu cintura puede volverse más fuerte, has tenido que conocer al Lord Ultra Seme y la única cosa que puedes hacer es soportarlo desnudo.

Viendo la mirada de Xia Yuqing, el Leng Ruofeng que sólo hacía que los demás sintieran frío, por primera vez, sintió el tan conocido escalofrío en su espalda. Era, extremadamente, incómodo, elevó su cabeza para mirar hacia la luna. Como esperaba, para recuperar su calma, decir cualquier tipo de mentira, definitivamente, tendría su retribución.

—Realmente…

En el otro lado, Liu Yixiang se estaba frotando sus oídos todo el tiempo para, finalmente, recuperarse un poco. Después se encaró hacia Yan Ran.

— ¿Cómo estuvo?

La expresión sonriente de Yan Ran era un poco rígida.

— ¡Creo que no es mala!

Liu Yixiang le miró con suspicacia de arriba a abajo, viendo cómo realmente parecía no tener nada mal, estaba un poco desilusionada. De repente, sintió un codazo desde al lado, se giró para mirar. Vio a Shao Zitang señalando.

—Mira su mano.

Liu Yixiang se fijó. La mano de Yan Ran, que estaba sosteniendo una copa de vino estaba temblando sin control, tanto que había derramado la mitad de su vino.

—…

El corazón de Liu Yixiang se sintió un poco más calmado con este hecho. De nuevo se giró hacia Shao Zitang.

—No importa cómo te mire, ¿pareces estar completamente bien? Incluso el General Wan acabó con una desviación de Qi, ¿cómo es que todavía eres capaz de bromear y charlar? ¿No significa eso que eres comparable a las habilidades marciales del General Wan?

—Si él fuese afectado, fácilmente, por los sonidos de la cítara como para tener desviaciones de Qi, ¿cómo puedes compararme con él? ¡Hmpth!

Resopló Shao Zitang. Mientras ella estaba atónita, de sus orejas se sacó dos bolitas de algodón.

—…

Si tienes la habilidad, intenta no tapar tus oídos con algodón y probarte si puedes manejar la música de cítara sin tener una desviación de Qi. Espera, ¿bolas de algodón? De repente sus ojos se entrecerraron.

Yan Ran casi vomitó sangre, se agarró al brazo de Zitang y le preguntó.

— ¿Dónde conseguiste esas bolas de algodón?

—Sobre tu cabeza.

Shao Zitang, indiferentemente, le lanzó una mirada a la cabeza de Yan Ran. Cuando Xia Yuqing tocó su primera nota, saltó como un rayo y cogió las bolas de algodón y se las puso en las orejas. Alguien más hizo lo mismo…Shao Zitang miró hacia el asiento real, donde el emperador mostraba una florida sonrisa con hoyuelos en ambas mejillas.

Yan Ran sacó un espejo de cobre de su manga y lo sostuvo sobre su cabeza para mirar. ¡Oh por favor! A la corona de pelo de tigre blanco sobre su cabeza le faltaban un par de ojos, desde quién sabe cuándo y, se convirtieron en dos cavidades. Viendo esto no sabía si reír o llorar.

— ¡TÚ!

Yan Ran, exasperado, dejó a un lado el espejo de cobre. Reacio a ser el único engañado, agitó sus manos hacia el costado, donde el hombre estaba tomando, felizmente, los pies de cerdo adobado y golpeó su cabeza.

— ¿Por qué estás bien?

Ambos eran generales, aunque uno había escupido sangre por la boca como si fuera agua, el otro, inexplicablemente, estaba comiendo cerdo, ¿qué tipo de sinsentido era ese?

He Wenzhong, desconcertado, levantó su cabeza y preguntó.

— ¿Qué?

—Los sonidos de la cítara, justo ahora, ¿lo escuchaste?

— ¿Sí lo escuché? No soy nadie que entienda las bases de la música, ¿cuál es el punto en preguntarme a mí?

—…

Yan Ran se quedó mirando a Liu Yixiang, ambos en silencio. ¿Podría esto ser el legendario tocarle el laúd a la vaca? ¿La suerte favorece al tonto?

—Entonces… ¿qué piensas de la presentación?

Yan Ran, reacio a aceptar este hecho, preguntó de nuevo.

— ¿La presentación?

He Wenzhong, asombrado, miró a las pocas personas a su alrededor. No entendiendo por qué la gente le estaba preguntando a él, francamente respondió.

—Fue agradable de escuchar.

Después de ese momento, Yan Ran y los demás no tuvieron suficiente tiempo para sorprenderse. Ellos sólo, inmediatamente, sintieron el paso arrasador de un huracán y atónitos, se giraron para ver a Xia Yuqing que había llegado ante He Wenzhong. Agarrando sus manos, fuertemente y agitándolas, con toda su fuerza, sus ojos revelaron cuán conmovida estaba.

—Un niño tan simple y honesto, para ir tan lejos como para hablar de forma tan sincera, realmente me gusta escuchar esas palabras.

—…

Varias personas estaban tan impactadas que, de repente, recibieron una herida interna.

—Como dice el proverbio, el dinero es fácil de obtener, pero un buen e íntimo amigo es difícil de encontrar. Sólo por tus palabras de antes, desde ahora no te llamaré gran alcornoque. Desde ahora serás mi íntimo amigo aaa… ¡mi compañero cercano!

Los ojos de Xia Yuqing se iluminaron y fijó su atención en He Wenzhong de forma sincera.

Alcornoque, alcornoque, ¡ALCORNOQUE! El cerdo marinado de He Wenzhong cayó al bol con un thump. Apartando las manos de Xia Yuqing, se agachó en silencio dibujando círculos. Mientras su boca, incesantemente murmuraba.

—Alcornoque, ¿cómo se ha atrevido a llamarme así…?

Todos estaban en silencio.

— ¿Qué le pasa?

Xia Yuqing miró a He Wenzhong, preguntando.

Feng Tingye vino a su lado y la sostuvo por la cintura. Fríamente, miró hacia el gran oso, quien no se había dado cuenta que acababa de comerse el tofu de otro, y sonrió de manera refrescante.

—Sólo se asustó por tu pasión. No sólo mires su gran altura, su mente es muy delicada.

Todos volvieron a mostrar una expresión triste y frustrada. Su Majestad, tus mentiras han alcanzado un nuevo nivel. ¿Es esto realmente bueno?

Xia Yuqing reflexionó profundamente, después sus ojos brillaron. ¿Podría esto ser el legendario corazón galante de una doncella? ¿Los héroes son pasivos y aceptan a una amable lady?

—Aaaa, lo entiendo…entiendo. En el futuro, me aseguraré de recordarlo.

¡No puedo creer que lo creyera! Todos estaban sin palabras y sólo imitaron al primer ministro, mirando al cielo. La forma en la que miraban debe estar mal. Su Majestad, no me digas que ¿no has visto cómo la cara del príncipe Rui se puso tan oscura como el agua estancada por cientos de años?


Ayanami
celos!? Amor!? Ingenuidad!? Hay tantas palabras que podrían expresar mi sentir en este momento...jajaja...bueno hasta la próxima

2 respuestas a “Escapó otra vez – Capítulo 20”

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