Felicidades Emperatriz – Capítulo 27: Retirada


Hua Jin sintió como si su corazón hubiese sido apuñalado, especialmente debido a que Yu Yan le había lanzado unos débilmente perceptibles ojos encantadores. Ella sentía ganas de vomitar… No… Las acciones de Yu Yan realmente le habían causado ganas de vomitar sangre.

Una perfecta buena estrategia, “convirtiéndose en un cornudo que se ha frustrado” y con una sola frase, hizo girar toda la situación en contra de ella.

Después de que Hua Jin tuviera la reputación de ser “la audaz chica de la Ciudad Gloria”, con esto ahora sumaría otra reputación, ”¿¡La celosa alborotadora de la Torre Lin Long!?”

CHUN YU YAN, me distancio lejos de ti, y todavía te acercas y metes la pata conmigo. ¡Maldito seas!

Yu Zhuang, por otra parte, estaba intentando frenar su risa, que al contrario de lo que se esperaría, él estaba muy contento de ver a Hua Jin en esa situación.

Su táctica para destruir este matrimonio había fracasado, haciéndola parecer a ella como una esposa celosa, que brillante reaparición de Yu Yan.

Nunca hubo alguien que hizo a Hua Jin darse por vencida sin luchar. Sin embargo, ella ya había pensado bien en esto. Así que con el fin de ganar, uno debe ser capaz de aceptar la derrota y ser capaz de ajustarse a la situación. Esta venganza se puede tomar más adelante.

Hua Jin con una cara tensa y con una sonrisa forzada, se retiró con Su Huan junto allá y le susurró algo al oído ante de que saliera de la Torre Lin Long a toda velocidad.

El descarado Yu Yan la siguió de cerca, él todavía tenía el valor para acercarse con un lujoso carruaje cubierto con oro y plata y siendo llevado por un exquisito caballo. Se acercó a su lado.

El abrió la cortina de la ventana del carruaje.

—Jin-Er, ¿necesitas que te envie a casa?

Hua Jin hizo una mueca y le respondió.

—¿Visitas un burdel con una bestia como esa? ¿Cuándo estás con un grupo de tres, disfrutas tener a esa bestia como espectador?

El gato negro se dirigió a ella y le maulló: —MEYAN

Era como si el gato estuviera presumiendo su fuerza.

Hua Jin expuso sus blancos dientes y siniestramente le respondió.

—¿Me pregunto si la carne de gato es deliciosa?

El gato negro se regresó rápidamente y con firmeza se hundió entre los brazos de Yu Yan.

Yu Yan se rió sinceramente antes de darse la vuelta e irse inmediatamente.

Hua Jin asumió que él no entendió su insulto y por eso, se siente aún más deprimida.

—Joven ama… —Jiao Yue la llamó, tratando de poner a prueba su estado actual.

—¿¡QUÉ!? —Hua Jin dio la vuelta y casi rugió.

Jiao Yue se estremeció, su boca se hundió y con una patética expresión miró a Hua Jin.

Al ver la expresión de Jiao Yue, el corazón de Hua Jin se volvió suave, ella extendió su mano y le pellizco en sus suaves y delicadas mejillas.

—Jiao Yue, no te enfades. ¡Estoy deseando tus masajes para esta noche!

—¡Desvergonzada!

Desde atrás, apareció Fei Ao, quien vio como Hua Jin se burlaba de su sirvienta y la miró con desprecio.

Hua Jin se alegró, ya que Yu Yan es invencible en este momento, este pequeño Fei Ao tendrá que ser suficiente.

—¿Hmm? ¿Estás celoso? ¿O es la envidia? ¿Debería esta Joven Ama perder el tiempo contigo también?

—¡Usted p…!

Fei Ao casi quiso maldecirla, pero Fei Xian le dio una patada para detenerlo.

—¿Qué se puede esperar de un cerdo, un gemido?

—Sé que eres un cerdo, está claro y visible como el agua. Usted no tiene que enfatizarlo —Hua Jin ondeó sus manos.

—¡TERCER HERMANO! ¡Ella es demasiado! —Fei Ao agarró la ropa de Fei Xian

Fei Xian lo miro fríamente.

—Lo que le pase a los demás no te afecta.

—Ciertamente, esto no está relacionado con usted y no requiere ningún tipo de preocupación. No importa lo mucho que quieras hacer, en última instancia no es asunto tuyo. ¡Estúpido!

Hua Jin fríamente dijo esa línea antes de salir.

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