Traducido por Ichigo
Editado por YukiroSaori
Al día siguiente, después del almuerzo, Cordelia llamó a Lara a su habitación.
—Quiero hacer unas bolsitas. ¿Podrías ayudarme?
—Me enteré por Ronnie. Tengo confianza en la costura, así que podría ser mejor que usted, señorita.
—Eso es fiable.
Cordelia miró a Lara, que se burlaba de ella.
Es igual a Ronnie. Lara suele hacer la réplica, pero el maestro y la alumna son realmente parecidos. Comenzó a explicarle a Lara la bolsa de muestra que tenía en la mano.
La bolsa que iban a hacer era lo suficientemente pequeña como para caber en la palma de una mano. El centro de la bolsa estaría decorado con un fino material de encaje para que el aroma penetrara fácilmente hacia fuera. Las bolsas eran pequeñas, por lo que todas se harían con retazos de tela. Gracias a ello, serián bolsas de diferentes colores.
—No sé. Creo que es bastante bonito.
—¿No está bien? A mí también me gusta.
Cordelia sonrió cuando Lara habló sin dudar.
—Entonces, te daré esto. Este es el primero que hice.
Cordelia se alegró de haber recibido una respuesta franca, y en lugar de que le dijeran que lo había hecho bien, le empujó la bolsita a Lara.
—Eh, pero…
—Me pregunto si se convertirá en basura.
—¡No lo hará!
—Entonces, tómalo.
—Gracias…
Cordelia quitó lentamente las manos de Lara después de escuchar eso.
—Ronnie me dijo que los regalarás cuando vayas al albergue de los pobres.
—Sí. Estoy pensando en usar manzanilla y lavanda. Mezclaré algunas flores para aumentar el volumen y le echaré un poco de aceite esencial para que el olor sea más fuerte. No creo que sea una molestia para eliminar, incluso si no lo quieren.
—No creo que tengas que preocuparte por eso… ¡Ahora, empecemos! —dijo Lara, mientras acomodaba rápidamente las herramientas de costura sobre la mesa, y las dos comenzaron a trabajar en las bolsitas.
Como había dicho Lara, tenía un don para la costura. Era precisa al cortar la tela y coserla. También era muy rápida.
—¿Siempre fuiste buena en la costura, Lara?
—No, solo lo aprendí de la profesora Aisha.
—¿De verdad? Parece que estás muy acostumbrada a esto.
—¿En serio? Pero tú también eres buena en esto, señorita.
—Gracias. Por cierto, ¿cómo va el progreso con los útiles de escritura que te pedí?
—El grafito se desmorona si corto la parte de madera. Pero he estado hablando con las hermanas mayores del ala de magos, y está mejorando mucho.
—Eso es bueno, gracias.
—Dime eso después de que esté hecho.
—Lo haré. Estoy deseando ver los resultados.
Cordelia pudo darse cuenta de que la persona en cuestión no estaba satisfecha con los resultados actuales porque estaba haciendo pucheros. Lara era muy confiable.
Después de eso, se concentraron en silencio en su trabajo, y entonces Lara susurró cuando casi habían completado todas las bolsas.
—Pero, ¿un albergue para pobres? Por favor, dime qué tipo de lugar es cuando vuelvas.
—De acuerdo.
Lara también podría estar preocupada por un lugar como ese debido a sus orígenes. Sin embargo, Lara declaró con firmeza.
—A cambio, ¡terminaré de regar y mantener el invernadero mientras tú no estás!
Ella realmente es muy confiable.
Cordelia se rió, y Lara le devolvió la risa. Entonces, Lara tiró rápidamente de la mano de Cordelia.
—Toma, esto es para ti.
Y, lo que se le dio a Cordelia fue una bolsita. La bolsita era casi idéntica a las que acababan de coser, pero el nombre de Cordelia y un pájaro azul estaban bordados en el borde de la bolsa.
—La profesora Aisha me enseñó que los pájaros azules son un símbolo de buena suerte. Le deseo a la señorita buena suerte en el camino que recorre.
Era un comentario pomposo, pero sus verdaderos sentimientos se transmitían adecuadamente con su cuidadoso bordado.
♦ ♦ ♦
Cinco días después.
Cordelia volvió a visitar la casa de la Bruja con Ronnie. El día que Cordelia estaba haciendo bolsitas con Lara, Ronnie fue a ver a la Bruja para decirle que querían ir con ella a la villa de Oulu. Y entonces, la hora señalada que ella había dado era hoy, pero salían de la Capital Real a una hora posterior. A esa hora todavía era temprano en la mañana.
La niña había llegado tan temprano porque la Bruja la había invitado a hornear panecillos con ella.
Creo que estaba bromeando… Pero estoy deseando hacerlo.
Le sorprendió que la mujer hubiera hablado en serio cuando la invitó a hacer dulces con ella la última vez, pero no tenía motivos para rechazar la invitación, ya que le iba a enseñar a hacer las magdalenas que había querido aprender a hacer.
Gille y Vernoux también les acompañarán a la aldea, pero llegarán a última hora. Por cierto, Ronnie se ofreció para atender la tienda mientras ellas preparaban las magdalenas.
—Bueno, empecemos.
—De acuerdo.
Cordelia asintió con la bruja sonriente aunque estaba un poco nerviosa.
—Primero, vamos a hacer la crema pastelera. ¿Has cascado alguna vez un huevo, Dilly? Tienes que separar la yema de la clara. ¿Puedes hacerlo?
—Sí, puedo.
—Entonces, eso es bueno.
No he roto un huevo en este mundo, pero sí en mi vida anterior. Esa experiencia no cambia el hecho de que sé cómo hacerlo, se excusó en su mente. Por cierto, en mi vida anterior separaba la yema y la clara del huevo para preparar tsukune, pero no importaba ahora ya que no tiene nada que ver con hacer dulces. Mi nerviosismo se aliviaría un poco si tuviera experiencia haciendo dulces.
Ya está bien. La bruja se quedó mirando a la niña con admiración, y ella sintió, una vez más, que sabía que era una noble. Las únicas personas que no han cascado huevos a esta edad son los nobles o los niños que no ayudan en casa.
También me dijo que sabía que el joven Vernoux es un noble, así que sería natural que asumiera que yo, su amiga, también lo sea…
Cordelia no había visto su actitud de “no me gustan los nobles”, así que no sabía si la tenía, pero era un poco extraño.
Tal vez un noble arrogante le dijo alguna tontería a la maestra.
Si eso sucedió, entonces creo que es imperdonable. Aunque esto no se ha establecido, los nobles no son personas que deban señorear a los demás. Me molesta mucho que actúen así.
Sin embargo, sería una mala influencia para este pastelito si sigo enfadada por algo así, es mejor no pensar más en ello.
—Para hacer crema pastelera, hay que mezclar harina, azúcar y yemas de huevo en un bol. Sí, así… Luego verter la leche. Esta leche está tibia, pero no puedes usar leche hervida.
La niña mezcló el contenido del bol mientras escuchaba la explicación. Luego, le pasó el tazón a la mujer cuando todo estaba casi mezclado. Ella recibió el cuenco y vertió el contenido en una olla antes de ponerla al fuego.
—A partir de aquí, es cuestión de gustos. solo hay que ajustar la dureza… Esta vez, basta con que quede descuidado. Se pone un poco más duro cuando se enfría.
—Huele delicioso.
—¿No es así? Siempre quiero comerlo con los dedos. También sabe delicioso si lo untas con pan.
Mientras tanto, la crema pastelera estaba hecha.
—Lo siguiente será la masa de las magdalenas. Primero, se cascan los huevos en un bol y se mezclan. A continuación, añade el azúcar, la mantequilla y la leche. Por último, se tamiza la harina en el bol, y ya está hecha la preparación. A continuación, mezcla la crema pastelera con la masa hasta que tenga forma de magdalena, y luego viértela en los moldes. Después, se mete en el horno para cocer, y ya están hechas.
Ha sido más fácil de hacer de lo que pensaba.
Siento que puedo hacer esto ahora que conozco la mezcla. Cordelia se sintió un poco confiada así, y la Bruja le entregó un papel.
—Puedes tomar esto si quieres. Es la receta de hoy.
—Eh… ¿Estás segura?
—Sí. No es un secreto, y parece que te has divertido mucho haciéndolos.
—¡Mm, estoy encantada! La magdalena que comí antes estaba deliciosa. Gracias.
—De nada. Me alegro de que esto te haya hecho feliz. Pues entonces, esperemos a que se hornee —dijo, mientras la instaba a sentarse.
¡Este es el momento perfecto! Pensó, mientras le daba a la bruja dos bolsas de papel.
—Mm, las hice yo. Pensé que serían buenos regalos, si no te importa que me los lleve al asilo de pobres.
—Esto es… una bolsita muy aromática. ¿Lo has hecho tú, Dilly?
—Sí. Tuve ayuda con la otra mitad, pero la bolsa azul contiene lavanda, y la roja contiene popurrí de manzanilla. Si no puedo llevarlas conmigo, las iba a vender en el mercado.
La bruja la escuchó mientras tomaba una de las bolsas.
—Están bien hechas.
—Me esforcé al máximo.
—Estoy segura de que las niñas estarán encantadas. Gracias.
Cuando Cordelia se sintió aliviada por haber hecho las bolsas, la bruja sacó dos tazas del armario.
—Tomemos un té mientras esperamos.
—Mm, si no te importa, ¿hago yo el té?
—Está bien. Puede que tenga este aspecto, pero soy bastante buena haciendo té.
Y cuando empezó a prepararlo, un olor que estimulaba su apetito empezó a flotar en el aire.
Además, las magdalenas se hicieron al cabo de un rato, y ambas las probaron. Una vez frías estaban deliciosas, pero las recién horneadas también. La Bruja también le dio a Ronnie un panecillo mientras estaba en ello, y él dio una respuesta similar.
Cuando terminaron de comer, metieron el resto en una cesta para llevarlos como regalo, y Vernoux y Gill llegaron justo cuando lo estaban haciendo. Ambos estaban sin aliento.
—¿Están bien…? ¿Ustedes dos?
—Sí. solo tuvimos un pequeño problema.
¿Están bien o no? ¿Qué diablos pasó?
Sin embargo, Cordelia tenía un mal presentimiento, así que no preguntó más. Sentía que estaría metiendo las narices en los asuntos de los demás si lo hacía. A veces era importante ser la tercera persona de buena fe. Y como Cordelia, Ronnie miró hacia otro lado.
—Entonces, ¿nos vamos?
La bruja habló de forma despreocupada mientras cerraba la tienda, luego colgó un cartel diciendo que estaría ausente.