Guerras Primordiales – Capítulo 27 – Un día organizaremos un Potlatch [1]

Traducido por Rencov

Editado por Nemoné


Antes de que Shao Xuan descendiera de la montaña, la gente en el distrito al pie de esta sabía lo que le había ocurrido y discutían su despertar. Nadie esperaba que ese niño de apariencia débil de la cueva huérfana pudiera despertar su poder totémico y menos a una edad tan temprana.

Muchos se preguntaron a qué se debía este fenómeno. Algunos decían que era porque Shao Xuan salía a hacer ejercicio todas las mañanas, al igual que los demás niños en la montaña.

Otros especularon que se debía a los peces, porque nunca había sucedido otra cosa similar en su localidad. Sin embargo, esa teoría fue refutada tan pronto como apareció. Sus propios hijos habían comido mucho pescado desde que comenzaron a pescar ellos mismos, y algunos eran un año mayor que Shao Xuan. Si los peces fueron la razón de su despertar, ¿por qué los demás no despertaron su poder totémico?

Al final, llegaron a la conclusión que era porque salía a practicar y hacer ejercicio todas las mañanas. Cada vez más personas se convencían con esa razón a medida que pasaba el tiempo.

Pero de algo estaban seguros, ese joven estaba lleno de potencial y quizás se convertiría en un fuerte guerrero.

Por lo tanto, cuando Shao Xuan bajó de la montaña, notó que la mayoría de los niños que solían dormir todo el día, ahora eran despertados por sus padres para salir a ayudar a mover piedras o ir a pescar con ellos.

Luego de preguntar supo el motivo. Sin lugar a dudas, trabajar también era un tipo de práctica y ejercicio.

Desde luego, no opinó nada al respecto de esta teoría, no quería compartir la verdadera razón con ellos.

Los niños de la cueva no salieron a pescar hoy. Con la ausencia de Shao Xuan, César se negó a trabajar y a desenterrar gusanos de piedra. Incluso si tuvieran las herramientas de pesca, no podrían capturar ningún pez sin el cebo. Asimismo, había mucha gente en el patio de grava, por lo que no podían desenterrar los gusanos ellos mismos porque se veían desplazados de forma constante.

César, por su parte, nunca movió su trasero de la entrada de la cueva. Se encontraba sentado ahí e ignoraba la persuasión de los niños. Incluso cuando uno de ellos le entregó a regañadientes la mitad de un pescado crudo, no lo miró y siguió mirando a la cima de la montaña.

Al ver regresar a Shao Xuan, César se llenó de emoción y corrió hacia él. Si Shao Xuan no hubiera despertado el poder totémico y se hubiera vuelto más fuerte, es posible que César lo hubiera derrumbado.

Todos los niños contaban con su regreso, así que Shao Xuan llevó a César al patio de grava y sacaron muchos gusanos. Después de una hibernación invernal, la mayoría de los gusanos regresaron a la superficie, lo que resultó en una gran cosecha.

Ahora que Shao Xuan había despertado su poder totémico, iría a misiones de caza con su nuevo equipo, lo que le hacía imposible estar a cargo de la cueva huérfana. Después de discutir con Ge, Shao Xuan dejó a Tu y Ba para que dirigieran la cueva juntos. Tu sabía contar bien y su capacidad de memorización también era sobresaliente. Era mucho más valiente que antes y podía hablar con fluidez. Su única debilidad era que todavía lucía débil y delgado. Ba, por otro lado, no se destacaba en todos esos aspectos, pero su figura era fuerte. Nadie sería su rival una vez que se enojara de verdad. Así que era razonable que estos dos jóvenes estuvieran a cargo codo a codo.

Después de tratar con los asuntos de la cueva, Shao Xuan vio que Lang Ga se acercaba con una sonrisa amplia.

—¡Buen chico! ¡Nos impresionaste a todos por despertar a tan joven edad! ¡Pensé que tendrías que esperar otros dos años o más!

Lang Ga se sentía bastante entusiasmado. Shao Xuan le había preguntado antes si podía unirse a su equipo de caza después de despertar su poder totémico, en los días en que estaban charlando. Mai no rechazó a Shao Xuan entonces y, de hecho, lo había ayudado después de eso, por lo que parecía que él también era optimista sobre Shao Xuan.

Al principio, cuando asistieron a la ceremonia ritual, sintieron que era una pena que Shao Xuan fuera todavía demasiado joven. Sin embargo, nadie esperó que les fuera a dar una sorpresa tan grande anoche.

Convertirse en un guerrero totémico significaba que podía ser dueño de su propia casa y Lang Ga estaba aquí para ayudarlo con eso.

Él y algunos guerreros del mismo equipo de caza estaban celebrando una fiesta de barbacoa juntos y estaban discutiendo la primera misión de caza del año. Cuando Lang Ga escuchó que Shao Xuan había dejado el lugar del Chamán, vino a buscarlo y lo trajo a su casa para que conociera a sus futuros compañeros de equipo.

Había seis personas en el lugar. Todos eran muy jóvenes y uno de ellos había despertado el año pasado. Sin embargo, tenía trece años cumplidos cuando despertó y había crecido mucho durante el último año, por lo que era más alto que Shao Xuan.

Shao Xuan saludó de manera calurosa y con entusiasmo a sus futuros camaradas.

—No te preocupes por la casa. Cortaremos un poco de madera y te ayudaremos a construirla mañana mismo —comentó un joven de nombre Ang a Shao Xuan.

Al principio, había pensado que tendría su propia vivienda después de dos o tres años. Nunca pensó que la tendría en tan poco tiempo.

Por lo general, las personas como Sai, que tenían sus propias familias, se quedaban con ellas después de que se habían despertado. Sin embargo, para las personas como Shao Xuan, que venían de la cueva huérfana, tenían que pedirles a sus amigos que les ayudaran con la construcción de una casa.

Puesto que ya estaba aquí, Lang Ga no planeaba dejar que Shao Xuan se fuera tan pronto y lo invitó a su fiesta de barbacoa. Dado que el invierno había terminado, la carne que conservaban había perdido su frescura a pesar de que la preferían así. De todos modos, no importaba, ya que muy pronto tendrían su primer viaje de caza del año. Así que varias personas trajeron la carne que aún tenían en sus hogares, con la idea de que obtendrían más carne fresca después de que consumieran la pasada.

Mientras comían y charlaban, Ang de repente mencionó la palabra que más se hablaba en la tribu: Potlatch.

Eso era solo una leyenda.

Se decía que hubo alguien en la tribu que una vez celebró una. Un Potlatch era una fiesta que se consideraba ganadora de un concurso entre anfitriones para ver quién podía alimentar más a sus invitados. En cuanto a la definición de “más”, ahí estaba la parte interesante. Tenían que alimentar a los invitados hasta que se llenaran tanto que se tambalearan sobre la hierba y vomitaran en alguna parte. Después de que vomitaran toda la comida en sus estómagos, los invitados regresaban al banquete y continuaban comiendo, hasta que sentían que podían volver a vomitar, al menos unas cuantas veces, solo entonces el banquete podía considerarse exitoso.

Ese tipo de festín era el Potlatch.

Basado en la descripción de Lang Ga, Shao Xuan sabía que esa ceremonia tenía como objetivo entregar o incluso destruir más alimentos y propiedades que sus competidores. Algunas personas destruirían su comida y ropa frente al público y, a veces, incluso quemaban sus casas hasta los cimientos, para aumentar su prestigio en la tribu y humillar a sus competidores. Aquel que hiciera eso se ganaría la admiración a largo plazo de sus seguidores.

Quien fuera capaz de hacer eso, sería alguien con un poder y un estatus considerable, que tenía la ambición de hacerse con un poder aún mayor.

Eso era tan arrogante, tan engreído y tan idiota.

Entonces Shao Xuan notó las expresiones faciales de Lang Ga y sus amigos cuando hablaban sobre el Potlatch. Había una especie de admiración patente. Como si quisieran arrodillarse ante el anfitrión de una ceremonia así si alguna vez mostrara su rostro aquí.

Al ver el asombro de Shao Xuan, Lang Ga actuó como un anciano y afirmó que “todavía no lo entiendes”.

Sí, Shao Xuan no lo entendió. A sus ojos, solo un auténtico idiota haría tales acciones y ¿cómo podrían ser admirados y respetados por guerreros como Lang Ga?

No, ¡debería decirse que todas las personas de la tribu admiraban profundamente tales actos!

Pensar que, en su vida anterior, la gente solo se sentiría honrada si dejaban sobras [2] cuando trataran a sus invitados, Shao Xuan comenzó a entender un poco. Resultaba que la tradición provenía de las primeras generaciones de hombres. Sin embargo, ¡eso era un desperdicio de cosas tan severo!

Él había subestimado la obsesión que la gente de aquí tenía por la comida. Tenían una percepción única del concepto de comida.

En el pasado, Shao Xuan había escuchado muchas discusiones entre los niños de la cueva, sobre qué guerrero había derrotado a qué tipo de bestia feroz. Esos héroes fueron adorados mucho en el pasado y sus gloriosas hazañas fueron recordadas y transmitidas a las nuevas generaciones.

No obstante, Shao Xuan se le informó que había otro hecho aún más glorioso.

Antes, para conseguir seguidores, no era necesario golpear a las personas, usar mentiras, presionar, persuadir o endulzar el trato. Así como idear planes para tener la delantera eran innecesarios. Todo lo que se necesitaba hacer era organizar un Potlatch, y luego muchas personas querrían convertirse en sus seguidores.

Shao Xuan sintió que sus valores de la vida habían sido distorsionados.

Al mirar esas dos lunas crecientes en el cielo, Shao Xuan suspiró.

—¡Seré un idiota algún día en el futuro!

—¿Qué dijiste? —Lang Ga no entendió lo que quiso decir Shao Xuan.

—Nada. ¡Dije que, si es posible, algún día organizaremos un Potlatch nosotros mismos!

Sus compañeros se rieron.

Lan Ga que rió más que el resto tocó el hombro de Shao Xuan.

—¡Ese es el espíritu!

Después de que dejó de reír, incluso lo elogió.

A los ojos de Lang Ga y Mai, lo que Shao Xuan acaba de decir eran palabrerías de un niño después de escuchar una leyenda y no lo tomaron en serio. Después de todo, nunca habían visto un Potlatch celebrado durante su vida. Ni sus padres ni sus abuelos. Ninguno de ellos había visto uno real.

¿Era cierta la leyenda o no? Incluso el Chamán y el jefe no pudieron saberlo.

Quizás Lang Ga sintió que no era apropiado seguir discutiendo el Potlatch, y cambió de tema, porque quería presumir más frente a Shao Xuan.

—Sabes… ¿Cuál es nuestra pareja más íntima desde que nacemos? —preguntó Lang Ga.

Shao Xuan se quedó quieto, miró hacia abajo y pensó un poco. Luego levantó la cabeza y miró a Lang Ga de manera significativa, mientras decía tentativamente:

—¿Nuestra mano izquierda?

Lang Ga se quedó sin palabras.


[1] El Potlatch es un sistema complejo de intercambio, Mauss lo llama de “prestaciones sociales totales” porque va a implicar el total de la vida simbólica de esa comunidad. Un intercambio que es reglado, y funda los lugares que cada quién ocupa en la trama social. Estas prestaciones sociales complejas son un intercambio, no sólo de bienes materiales o de riqueza, son sobre todo intercambios de gestos de cortesía, de rituales, de fiestas, de mujeres y de niños. Se trata de un intercambio sofisticado y simbólico […] se trata de destruir, quemar, tirar al mar, hacer añicos la riqueza, de ‘consumirla’ en el sentido en que se consume un leño en el fuego. Es una prestación de tipo agonístico…

[2] En China, aunque estés hambriento nunca debes comerte toda la comida. Dejar restos de comida está bien visto porque así el anfitrión es consciente de que te dio suficiente comida como para hartarte.

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