Hermano de la Villana – Capítulo 30: Hermano menor, mirada al pasado

Traducido por Dea

Editado por Sakuya


El evento ocurrido hace tres años se extendió delante de mí. A diferencia de cuando recuperé mi memoria anterior, mi punto de vista era otro.

Como un espectador que está mirando el escenario desde la distancia.

A pesar de que en este momento me encontraba en el césped, entendí que no podía interferir con lo que ocurría frente a mí.

—¿No puedes entenderlo a menos que mires un poco más?

Antes de saberlo, una chica con cabello negro se paró junto a mí.

—¿Quién eres?

Si esta fuera la realidad, estaría horrorizado por completo, pero tal vez debido a las circunstancias extremadamente especiales, me calmé y pregunté.

—¿Quién…? No lo sé. Marcel Alderton, es parte de las artes mágicas que has creado.

Magia…

Fue uno de los mayores componentes que hicieron de este mundo un “Concierto de Luz”. Y, aun así, es un elemento del que no había sido demasiado consciente hasta ahora.

—Hey, tú sabes acerca de mi magia…

—No hay necesidad de ser impaciente. Primero, necesitas mirar de cerca tu pasado. ¿No lo crees? —La chica pelinegra insistió descaradamente.

—¡No juegues conmigo! ¿¡Quién manipuló mi memoria!?

Ante mi demanda, ella repitió lo mismo con una sonrisa, como si se hubiera quedado estancada en aquella frase.

Maldición, parece como si fuera un programa hecho con magia. No importa lo que yo diga, lo más probable es que reciba la misma respuesta.

—… No puedo evitarlo. Vamos a ver qué hay en mi pasado.

Cuando dije eso, ella reaccionó de una manera diferente.

—De acuerdo, entonces voy a restaurar los recuerdos de lo que ocurrió en esta plaza tres años atrás.

A medida que la chica decía aquello, los alrededores empezaron a distorsionarse.

Me pregunto si esto fue hace 30 minutos atrás.

Unos niños estaban jugando y trepando las raíces de un gran árbol que emergía del suelo. Una persona que no fue invitada a un lugar tan feliz.

Mi yo pasado, apareció. 

Por ahora, coincidía con mi memoria. Con la excepción de que mi hermana estaba detrás de él.

—Muy bien, voy a llevar a Michelle al punto más alto.

—Wow, ¡onii-sama es tan genial!

Ah, eso es correcto. Él estaba haciendo un movimiento bastante tonto. Incluso aunque estaba mirando desde la perspectiva de la audiencia, la escena que veía era revivida como un recuerdo que ya había experimentado.

Llevó a Michelle bajo la raíz levantada.

Ahí había otras personas: los niños jugaban en el suelo bajo ella.

Gracias al sentido común, pensé que deberíamos jugar juntos o esperar nuestro turno, pero desafortunadamente en el pasado yo no tenía idea de ello.

—Váyanse. Yo voy a usarlo a partir de ahora.

Mi yo de ese momento declaró directamente.

—… Eh.

—¡Este es el lugar de todos!

Fue una buena objeción, pero en el pasado, yo solo podía encontrarla desagradable porque significaba que no podía conseguir lo que quería.

Luego, aprendí qué hacer si mi padre u otra persona no hacían lo que yo quería. Debido a esto, mi otro yo agarró la pierna del niño que había hablado y lo tiró al suelo.

El chico cayó y se torció la pierna, por lo que empezó a llorar. Otro, probablemente un amigo suyo, descendió con rapidez de la raíz y se acercó preocupado.

Incluso mirando aquella situación, Michelle y mi yo del pasado no sintieron nada. Para ambos, el mundo era agradable o fastidioso, nada más.

No importaba si la causa de su molestia era un llanto o un grito. Es más, mi otro yo estaba feliz de haber podido eliminar las cosas que le causaban malestar.

Anteriormente… No, como es el pasado y no puede ser cambiado, no me permito decir ni una palabra sobre lo que el Marcel del pasado estaba haciendo.

Mientras tanto, él escaló la raíz sin escuchar lo que decía la gente que se encontraba ahí.

—¡Espera! ¡Discúlpate por hacer llorar a Bruno!

El otro niño lo siguió.

Oh, entonces ese era Bruno. Así que este chico debería ser Enrio.

—¡Hump!

El contrario ya estaba en el punto más alto y lo pateé sin dudar.

—¡Geh!

El chico, quien podría ser Enrio, fue empujado por la patada en el estómago y comenzó a llorar.

Era lo peor. Quería golpearme a mí mismo. Y lo que era más malo que eso: aún había mucho más por ver.

En la memoria, mi yo del pasado escaló la raíz flotante con bastantes ánimos, golpeando sin dudar a los niños que se habían convertido en un obstáculo para él, derribándolos.

El resto de los chicos estaba tratando de salirse del camino, pero los que caían ante los golpes les terminaron pisando las manos o pateando sus caras.

Lo más difícil fue ver que Michelle lo siguió felizmente.

Quería cerrar mis ojos, pero no tenía sentido ya que no estaba viendo la escena con ellos.

—¡Alto! ¡Chico malo!

Y luego, el héroe apareció.

Un niño noble de cabellos rojizos tomó la rama de un árbol que había caído cerca como si fuera una espada, apuntando hacia el otro Marcel. Sin ninguna duda, ese era Gaspar.

—¡A…!

Él trepó rápidamente por las raíces y derribó al contrario en un santiamén.

No fue ningún castigo serio, pero en mi diccionario de aquel momento no existía ninguna palabra relacionada al remordimiento.

El enojo precedió al dolor de la caída y mi yo del pasado rugió contra Gaspar. Por otro lado, el pelirrojo, un héroe lleno de justicia, saltó y apuntó la rama del árbol hacia él.

Quien se acercó descuidadamente y trató de recurrir a la violencia.

Ahora mismo, a pesar de ser el que estaba en el lado equivocado, no lo entendía. Para mí, en el pasado, había una regla para aquellos que me hacían sentir incómodo y esa misma era, aceptar la violencia silenciosamente.

Gaspar evadió deprisa su ataque y, audazmente, lo golpeó con la rama.

Como esta era igual de gruesa que el dedo de un adulto no le causó mucho daño. El Marcel del recuerdo simplemente estaba sorprendido y confundido por el hecho de que fue golpeado en la cara.

Mi yo del pasado estaba demasiado enojado y golpeó varias veces a Gaspar. Cuando vio que su arma improvisada era inútil contra él, la tiró y se le acercó con sus manos al descubierto.

Las acciones de mi otro yo, las cuales tenían poder, pero eran monótonas y fáciles de leer, fueron vencidas.

—¡Bien!

—¡Hazlo!

Antes de poder ser consciente de ello, los niños, que anteriormente el Marcel del pasado empujó, se reunieron y comenzaron a apoyar juntos a Gaspar.

—¡Muy bien! ¡Hagámoslo!

El pelirrojo aprovechó el impulso y lo persiguió aún más.

—¡Hermano! —Michelle grita desde arriba de las raíces.

Parece imposible de creer.

Mi otro yo soltó un bramido, balanceando sin pensar su brazo para golpear a su adversario.

Después de que Gaspar atacó, los otros niños vieron la oportunidad para golpear al Marcel del pasado.

—¡Urya!

Gaspar lo golpeó en la cara con su puño para detenerlo, lo que le provocó una hemorragia nasal.

Michelle vio aquello y gritó.

—¡Hermano mayor! Derrótalos… ¡¡A todos ellos!!

No había ningún problema con el contexto de la frase. Eran palabras comunes que se decían cuando los niños peleaban.

¿La única diferencia? Fueron pronunciadas en la Alta Lengua Antigua [1]. Por ello, tenían un gran poder.

Los gritos de mi yo pasado resonaron por todo el lugar.

Sus brazos y piernas se hincharon de una forma anormal, sus puños cerrados provocaron que sus uñas atravesaran su piel y sangrara.

No estoy seguro de si hay cambios en su rostro.

Como son escenas recreadas desde mis memorias, no era capaz de distinguir ciertos detalles que no había visto. Pero con el desarrollo amorfo de sus extremidades, la ropa manchada con sangre y el rostro poco claro, solo podía verme a mí mismo como un monstruo.

Lo que causó estos cambios extraños fue…

—Michelle… Magia.

La chica pelinegra asintió ante mis palabras.

—Eso es correcto. Hace tres años, Michelle Alderton, en esta plaza, ejerció por primera vez la brujería. —Dijo en un tono mecánico y falto de emociones—. Y el resultado es esto.

El Marcel del pasado atacó a todos, manejado por un simple comando. Empezó con la persona más cercana a él, víctima de aquella atrocidad.

Mientras tanto, me di cuenta que Michelle, quien había usado su magia en mi otro yo, había caído inconsciente en las raíces. No sé si fue debido a la magia o porque vio mi apariencia terrorífica en aquel entonces.

Aunque ninguno había muerto, algunos tenían sus brazos rotos y otros la piel desgarrada. La sangre y los gritos llenaron el lugar.

Gaspar siguió desafiando al contrario audazmente, golpeándolo en la cara con su puño.

Colapsó con un diente roto lejos del pelirrojo y luego se retorció en el suelo.

Ahí…

—Bueno, esto es un problema.

Vestido con una túnica tradicional de color blanco, Wolf-jii Wolfram apareció.


[1] La Alta Lengua Antigua hace referencia a un idioma formal utilizado en la antigüedad.

2 respuestas a “Hermano de la Villana – Capítulo 30: Hermano menor, mirada al pasado”

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