Hermano de la Villana – Capítulo 29: Hermano mayor, realización

Traducido por Dea

Editado por Sakuya


Continué recibiendo golpes. Por otro lado, mi espada ni siquiera le había hecho un rasguño a Gaspar.

Fue frustrante. Hablando de ello, de alguna manera estaba convencido de que había algo más.

—¡Ah!

Él hizo un corte lateral desde la izquierda. Fue una acción para detener mi movimiento.

Después de recibir un contraataque… Con un golpe, mi brazo fue herido. El impacto superó bastante mis expectativas.

Fue pesado. Cada intento que hice para detener su espada fue contrarrestado.

—¡Te tengo!

Esta batalla, con toda honestidad, yo apenas estaba peleando, se fue repitiendo por un rato. Gaspar y yo no estábamos tan preocupados por ello, pero Michelle y Bruno, quienes estaban mirando, habían empezado a mostrarse inquietos.

La razón de este desarrollo unilateral era porque… Yo había estado inmóvil todo el tiempo. Desde mi intercambio con Vol-ji aprendí a mirar la actitud del oponente. Entendí el miedo de obsesionarse con una situación. Sin embargo, después de todo, sólo estaba aprendiendo.

Cuando un oponente se mueve, la atención de uno lo seguirá de forma natural. Cualquier movimiento resultante podría ser defectuoso.

Comprendí la lógica. Pero el problema radicaba en la habilidad de uno. Entender la lógica era algo muy distinto a aplicarla.

Como sabía que no debía ser consciente de ello, más lo era. Era fácil decir que lo estaba.

Mientras más te esfuerzas por no serlo, más lo eres.

Mientras más intentas evitar pensar en algo, más lo haces.

No, realmente no puse tanto esfuerzo en ello en primer lugar. Entonces no era como si no estuviera haciendo nada.

No estaba haciendo nada más que estar lúcido y pensar. Fui completamente acorralado, siendo golpeado una vez más.

Supe a lo que Gaspar estaba apuntando. El primer golpe fue una advertencia para mí, quién estaba pensando mucho.

Libre de mis pensamientos obstructores, continuamos la pelea. Creyendo que podría superarlo, siguió entrenando sin aflojar su agarre. Supuse que estaba tratando de devolverme el favor de hace unos días.

Fue porque entendí las intenciones de Gaspar que no pude permitirme distraerme.

Fui consciente de los movimientos de mi oponente incluso mucho más de lo habitual, dejándome atrapado.

—¡Sei!

De alguna forma, se las arregló para propinarme un fuerte golpe por detrás: aterricé cerca de donde Michelle y los demás se encontraban observando.

—Hermano mayor… Aunque quizás no te duela demasiado, si continuas así, terminarás agotado. ¡Por favor, detente ya! —Michelle gritó con tristeza.

—Marcel, ya has practicado lo suficiente. ¡Así que…! —Bruno dijo, incapaz de seguir mirando.

Nicolas y Erio también se veían preocupados.

Kana lucía como si estuviera a punto de romper en llanto. Roy y Emi observaban con una mirada seria.

Los sentimientos de todos… Estaba feliz. Pero esto era un obstáculo que necesitaba superar.

—Ambos, gracias. Sin embargo, ¡creo que ya casi lo entiendo!

Eso fue una mentira. Había sido golpeado severamente, que casi no podía ver ni un indicio de luz.

Aun así, para disminuir sus preocupaciones y animarme a mí mismo, mentí.

Era cierto, no podía rendirme aún. Ahora, la persona delante de mí era mi amigo Gaspar. Incluso si perdía por completo, no había ningún problema.

Pero, ¿qué ocurriría si me encontrara en una situación como esta mientras me enfrento a un verdadero enemigo en el futuro?

Podría detenerme si empezara a sentirme cansado, pero ¿se detendría el enemigo?

La respuesta era no.

En ese momento, pude experimentar tal situación. En un estado en el que no conseguía moverme y estaba esperando perder, ¿qué podía hacer? ¿Y si no pudiera hacer nada por mucho más que me esforzara?

Como mi oponente actual era alguien en quien podía confiar, podría intentarlo. En cualquier otro momento no sería capaz de hacerlo. Esto era un entrenamiento valioso.

En mi vida pasada había un dicho: practica como si realmente estuvieras trabajando y trabaja con la intención de practicar. Lo cual quería decir que hay que practicar todos los días seriamente, es decir, realizarlo con tranquilidad.

En aquel entonces, solo era una cuestión de actitud mental, pero en este mundo tenía el riesgo de realmente morir.

Prepararme mentalmente de forma apropiada ayudaría más tarde. También estaba la posibilidad de que Michelle muriera, dependiendo de la situación.

¡No permitiré que nada como eso ocurra!

Es mejor tener más de una forma de sobrevivir. No puedo descuidar este tipo de práctica.

—¡Gaspar, una vez más! —Grité y me precipité sobre él—. ¡Ou!

Ya sea porque mi determinación fue transmitida a él o no, Gaspar asumió una posición con vigor.

—¡Seeiii!

—¡Ahh!

Mi ataque golpeó su hombro y el de él, mi torso.

¡Un empate! No, fui un poco más lento. A pesar de ello, al menos pude conseguir golpearlo exitosamente.

Ahora que lo pienso, no estaba pensando en nada cuando lo golpeé.

Muy bien, en ese caso, evitaré tener pensamientos innecesarios… Oh, estoy pensando de nuevo.

Me distancié, para luego acercarme otra vez para atacar.

Fallé.

Mi golpe fue repelido por un contraataque. Nuevamente, me encontré familiarizado con el suelo.

Ah, recuerdo que algo como esto sucedió en el pasado.

¿Qué?

… Me pregunto qué fue.

El Gaspar del pasado y yo… Él me arrastró desde el Gran Árbol. Quería que me disculpara con los otros niños que había echado. Sin embargo, me negué y me escapé, contándole a mi padre.

Eso probablemente fue todo.

Con todas mis fuerzas puestas en un ataque, hice una finta [1]. Moviéndome en un arco [2], desde una posición baja, golpeé su muñeca.

Hubo una reacción.

Por fin vi mi oportunidad, pero Gaspar rápidamente contraatacó con su mano derecha. Mi cuerpo salió repelido por segunda vez.

Aterricé en el lugar donde había estado previamente y permanecí en el suelo.

—¡Hermano mayor! —Michelle exclamó.

Sí, igual que en ese entonces.

Espera un momento, ¿qué fue eso?

Ella no estuvo ahí hace tres años.

Era razonable que Gaspar, quien tenía un ardiente deseo de justicia en ese momento, no pudiera soportar ver a unos niños gravemente heridos por el malvado yo.

¿Eh?

¿Severamente lastimados? ¿Golpeados brutalmente?

Una escena desconocida resurgió en mi mente.

¿Qué es esto? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto?

Gaspar se acercaba ahora. Esto era diferente a ese momento. Me convencí de que no sufriría un golpe final. Estaba seguro de que podría salir de esta situación.

El Gaspar actual no era mi enemigo. Pero, aun así, mi cerebro siguió repitiendo mi memoria actual con la pasada, la cual no debería estar ahí.

En cuanto a eso, no fui solo yo.

—¡¡Hermano mayor!! ¿Qué…?

Creí oír la voz de Michelle extrañamente cerca de mí.

¡Crack!

Estaba sorprendido de escuchar algo romperse.

¡¡Por favor, basta!!

No lo digas, Michelle. Es inútil.

¡Gaspar no es un enemigo ahora!

Me sentí dominado por un impulso negro y destructivo, acompañado de una sensación rara.

Esto es malo. ¡A este ritmo…!

—¡Por favor, no pierdas!

En el momento en que terminaron aquellas palabras, un poder se desbordó a través de mí.

Bien, era diferente a esa época. Sentí una ardiente necesidad de gritar, pero al mismo tiempo, algo frío lo reprimió.

Gaspar atacó. Me levanté lentamente y me preparé. No estaba consciente de tomar acciones evasivas. Me mantuve contraatacando sin dejar ningún espacio entre nosotros.

Él fue atacado por un fuerte golpe en el abdomen y enviado hacia atrás. Rodando por el suelo, se levantó rápidamente y volvió a ponerse en posición.

Me sentí aliviado.

La naturaleza de la espada de bambú fue el resultado de que yo contuve mi movimiento hasta el límite.

Sin parecerme como la última vez… Sí, fue bastante descuidado.

¿Qué fue eso? ¿Ese recuerdo anterior?

Estoy harto de mi cabeza confusa. Ahora mismo creo que puedo hacerlo.

—Deja de engañarme.

En ese momento, los recuerdos falsos de hace tres años se derrumbaron. Revelando en cambio una imagen, aterradoramente vívida, de color rojo. Se podía ver aquel tinte en todas partes.

Gaspar y Bruno se derrumbaron en el suelo ensangrentado, junto a otros niños. Una multitud de adultos rodeaba la escena con expresiones tensas.

Y yo, parado en el centro, manchado con la sangre de los niños. Más atrás, Michelle yacía inconsciente.


[1] Finta es la forma de llamar a un ademán o amago que se hace con intención de engañar.

[2] Moverse en un arco es moverse en una trayectoria curva.

Una respuesta en “Hermano de la Villana – Capítulo 29: Hermano mayor, realización”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido