Herscherik – Capítulo 2: Príncipe, Familia Real y Cumpleaños (II)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Era un gran salón de banquetes conectado por un balcón al jardín y mantenido para uso exclusivo de la familia real. La actuación musical de los músicos de alto rango de todo el país se hizo eco en este lugar. La pista de baile en el centro de la sala se preparó de antemano y varios grupos de hombres y mujeres bailaron al ritmo de la música. Los vibrantes vestidos de las damas se deslizaban como pétalos de flores, casi como si fueran hadas anunciando la llegada de la primavera.

El lugar era un buffet. En la parte superior de la mesa, se extendía un paño blanco puro y se alineaban multitud de platos hechos por los chefs que cocinaban exclusivamente para la realeza. Los servidores colocaban en las bandejas vasos de alcohol de la mejor calidad que se prepararon para ser utilizados en este día especial y las camareras entraban y salían como olas.

¿Es esto como el 7-5-3 todo en 1 de este mundo? Aah, quiero comer esa comida…

[7-5-3 = Una celebración japonesa para niños cuando tienen 3, 5 y 7 años para celebrar su crecimiento y deseo de buena salud]

Mientras vislumbraba por el rabillo del ojo a los invitados disfrutando de la comida, la estrella del día, Herscherik, dejó escapar un suspiro en su corazón.

Herscherik se sentó en el asiento de honor junto a su padre, el Rey, en la sala de banquetes. Se ocupó de las oleadas de invitados, al darles la sonrisa de negocios que aprendió en su vida pasada, sin mostrar ninguna emoción.

Puede ser una costumbre de este país, pero parece que los hijos e hijas de la realeza y los aristócratas son presentados a la alta sociedad cuando cumplen 3 años. Especialmente porque los niños de la realeza pasan su tiempo dentro del palacio, no apareciendo ante las personas. Apenas tienen contacto con otros aristócratas. Es posible que hubiese sido visitado por sus parientes maternos, si es que existieron, pero no son de la realeza. Solo estaba su viejo abuelo que era un plebeyo. Ese abuelo aparentemente había desheredado a la madre de Herscherik cuando se casó, por lo que la cantidad de personas que Herscherik conoció desde su nacimiento fue pequeña, con su padre y Meria siendo los principales. Es por eso que este banquete de celebración en honor a su 3er cumpleaños fue la primera vez que se encontró con tanta gente.

Por cierto, 16 años es el verdadero debut para la alta sociedad y 18 años es cuando uno se convierte en un adulto y puede beber alcohol.
La razón por la que lo sabía es que, cuando su hermano mayor, el primer príncipe que cumplió 16 años este año, llegó primero para dar sus saludos junto con una princesa consorte, su padre felizmente se lo informó. Su padre soltó una risa tensa mientras le advertía que no se volviera demasiado imprudente.

Sin embargo, lo que llamó la atención de Herscherik sobre las palabras de su padre, fue el increíble ejército de hombres, mujeres, niños y niñas hermosos que fueron las princesas y sus hermanos.

Los genes de la belleza son increíbles…

Uno por uno, los miembros de la familia real vinieron a saludar aquí y allá, y había una gran variedad en sus bellas formas.

Todas las princesas consortes eran bellezas de primer nivel y sus cuerpos delgados, cuestionaban saber si realmente habían dado a luz. Por supuesto, como tienen un asiento en el banquete, no había manera de que fueran a perder en cuanto a su ropa. Desde su maquillaje hasta su peinado, incluso sus vestidos fueron hechos con la mejor calidad.

No fueron solo las princesas consortes. Sus hermanas princesas eran tan hermosas que harían que cualquiera volteara para mirarlas. La comparación “como una flor” probablemente existía por su bien.

Y a partir del Primer Príncipe, todos los príncipes eran caballeros con buena apariencia que no perderían ante las princesas. Herscherik, cuyo vocabulario era limitado, estaba tan agradecido de que una palabra como “ikemen” exista.

[ikemen = hombre guapo]

Por ejemplo, su hermano mayor, el Primer Príncipe, tenía un magnífico pelo rojo.
Su pelo rojo lucía como si estuviese ardiendo y sus intensos ojos eran del mismo color. La Princesa Consorte, que era su madre, era muy encantadora, pero su hijo heredó su encanto y su gesto fue muy refinado. Es probable que haya sido instruido hasta el cansancio en ello, y su ropa que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, estimulaba su elegancia. Cuando terminó de saludar al invitado de honor, Herscherik, y al Rey, se vio rodeado por las hijas de muchos aristócratas en un abrir y cerrar de ojos, pero su figura las acompañaba sin mostrar ni una sola expresión de desagrado, realmente lucía como un joven noble.

El siguiente fue el Segundo Príncipe, quien, si tuviera que decirse, se parecía a su padre. Su largo cabello rubio platinado estaba atado en una trenza detrás de él. Sus ojos llenos de un azul como las profundidades del océano y se veía algo frágil, pero emitía un encanto diferente al del Primer Príncipe. Parecía que se rompería si uno lo tocará, pero distinto a una mujer. Él era dueño de una cara hermosa que ocultaba su fuerza flexible.

Había una gran variedad de diferencias entre los 6 Príncipes Hermanos más antiguos, sin embargo, nadie podía decir que no eran todos hombres hermosos. Todos declararon sus discursos de felicitación, pero Herscherik no tuvo tiempo de dar las gracias.

¿Qué juego otome es este? Solo hay hombres hermosos donde quiera que mire.

Herscherik replicó dentro de su mente. La primera vez que conoció a sus hermanos, sintió que iba a estar enfermo y cansado de la gente hermosa.

¿Está bien que no haya al menos un niño decepcionante? Por el contrario, ¡debe haber!… Estoy yo…

Herscherik iba y venía con esa broma dentro de su cabeza mientras se sentía deprimido.

Ese día, Meria se mostró entusiasta y vistió a Herscherik magníficamente.
Llevaba un esmoquin verde oscuro de fino bordado, los botones grabados con elaborados diseños y los puños lustrados. Una cinta de seda nueva, verde, se encontraba atada con estilo alrededor de su cuello. Meria y su padre le dieron grandes elogios y se había puesto engreído pensando que él mismo se veía bien. Pero con cada hermano hermoso que vino a darle sus saludos, su presunción barata continuó siendo aplastada hasta convertirse en polvo.

¿Cómo lo pongo? Como que me falta una flor o un aura principesca. Herscherik pensó mientras miraba a sus hermanos. A pesar de que es el típico príncipe de pelo rubio y ojos azules, en comparación con los otros príncipes, le faltaba brillo.
Si uno piensa en las comparaciones, lo que viene a la mente para el hermano mayor es una rosa, mientras que el siguiente es un lirio. Para Herscherik, llega la imagen tenue de la respiración de un bebé.

Aunque no es la cara de un ser humano…

Solo en su interior, Herscherik sintió que su perspectiva como una mujer otaku más allá de su mejor momento había terminado.

Además, aunque me elogie una belleza, realmente no sería feliz y solo escucharía palabras de disgusto…

Todos los hermanos, a los que conoció por primera vez, lo recibieron. Por supuesto, alabaron sus modales y su ropa. Pero lo que le desconcertaba francamente era un problema personal de Herscherik, se había vuelto un poco sentimental.

Por ejemplo, la sensación cuando felicitas a la chica más linda de la clase y ella responde con “¡Oh, no! También eres linda, ¿sabes?

Por supuesto, esta es su paranoia. Por cierto, en el ejemplo, Herscherik es quien se enoja un poco con el compañero de clase que felicita a la chica linda, en lugar de la chica.

Mientras su presunción fue aplastada y desgastada, la ola que venía hacia él cambió de realeza a nobleza. El primero de los nobles en verlo fue el Ministro, el Marqués Barbasse.

—Es un honor conocerlo por primera vez, Su Alteza Herscherik.

Aah, ya que he estado viendo gente hermosa hasta ahora, este rostro ordinario me calma….

Herscherik pensó que, si decía esos sentimientos en voz alta, sería grosero.

El Marqués Barbasse era un exitoso hombre en la flor de la vida, con los ojos y el cabello color avellana, así como un fino bigote que daba la sensación de pertenecer a la nobleza.

Sin embargo, el brillo en sus ojos era agudo como si lo estuviese evaluando e hizo que los sentimientos previos de Herscherik tomarán un cambio completo.

Repensando, la mirada de Herscherik, con respecto a su vida anterior, era terriblemente sensible, ya fuera amigable o antipática.

Hablando de eso, en el sitio donde trabajaba en su vida anterior, podía sentir cada vez que su jefe la llamaba, era una habilidad especial que ella consideraba de sí misma. Además, su intuición parecía aguda. Podía atrapar el teléfono en el momento en que hacía *Br* y ya tenerlo en su mano mientras hacía *Bring bring bring*. Fue una habilidad especial que superó el nivel de sorpresa ante su junior.

—Es un honor conocerlo, Ministro. Gracias por tomarse su tiempo para venir aquí.

Herscherik, quien cultivó su experiencia previa, dio una respuesta admirable que sería increíble para un niño de 3 años. Después de decir eso, notó que no era natural, pero era demasiado tarde.

En su vida anterior, la madre de Ryoko había señalado que ella solía hacer eso.

—Eres del tipo que trata con personas que no le agradan siendo tan cortés como su nivel de odio.

Era una disposición que sus padres también compartían: una madre que se reía a carcajadas mientras decía, —Cuando un tipo odioso te trata con extrema cortesía, ¿no te irrita sin razón? —y esa madre era en verdad la madre de Ryoko.

Con el fin de engañar la aguda mirada que se reflejaba en el Marqués, Herscherik mostró una sonrisa forzada. Si fallas, esquiva con una sonrisa. Este es también uno de los secretos del éxito en la vida. Por cierto, como esta técnica tiene personas en las que funciona y personas que no, es necesario leer el estado de ánimo.

El Marqués Barbasse sonrió, haciendo que su mirada anterior pareciera una mentira, para Herscherik.

—Este es un niño extremadamente inteligente, parece. Su Majestad, espero su futuro.

—…..Ya veo. Este niño es mi tesoro, así que espero con ansias cómo va a crecer de aquí en adelante. —El padre de Herscherik respondió a las palabras del Marqués Barbasse con una sonrisa.

Sin embargo, Herscherik no pasó por alto el único momento en que la mano y la expresión de su padre se pusieron rígidas. Además, sintió una gran sensación de incomodidad por el intercambio entre los dos, pero después de ese momento, los dos conversaron como si nada hubiera sucedido, lo que hizo que Herscherik cerrara la boca, sin poder decir nada.

Cuando los saludos de los aristócratas se acercaban al final, un hombre con una mirada de extrema preocupación, se puso de pie ante los invitados de honor. Herscherik lo notó porque sintió su fuerte mirada.

Probablemente tenía alrededor de 30 años. Era un hombre con cabello amarillo claro barrido hacia atrás. Tenía una cara intensa, pero en comparación con los otros nobles, era bastante delgado. No, en lugar de llamarlo delgado, sería más correcto decir gastado. Nadie gritaba sobre su apariencia ni su ambiente melancólico, y la gente que lo rodeaba mantenía una distancia fija de él.

Luego, apretó el puño mientras tomaba una decisión y avanzaba hacia adelante.

—Su Majestad, tengo algo que deseo transmitirle.

Sin ningún saludo, comenzó a hablar, haciendo que los hombros de Herscherik temblarán de sorpresa. Como para proteger a su hijo, su padre dio un paso adelante, lo escondió detrás de su espalda, y se enfrentó al hombre.

— ¿Para qué?

Soleil, con la cara propia de un rey, le preguntó al hombre con una voz que es distaba de la amable voz que usa hacia Herscherik. Desde atrás de su padre, Herscherik se asomó para mirar a su padre y al hombre, así como a las personas que los rodeaban. La espectacular atmósfera anterior de la zona se desvaneció. La música se detuvo y nadie abrió la boca. Un fuerte aire de tensión dominaba el área.

[Traducido por Reino de Kovel]

—Su Majestad, nos acercamos año tras año al punto de quiebre de los ciudadanos. La recaudación forzosa de impuestos cuya tasa aumenta cada año. La injusticia y la opresión de los aristócratas y funcionarios del gobierno aumenta cada día. Se lo ruego, Su Majestad, ¡por favor desvíe su atención hacia la ciudad! —La voz del hombre hizo eco en el silencioso salón de banquetes. — ¡A este ritmo, nuestro Reino de Greysis que ha superado los 500 años desde su fundación, está en el camino hacia la completa ruina!

— ¡Está siendo grosero en presencia de Su Majestad! ¡Cálmese, Conde Luzeria!

El que lo detuvo fue el marqués Barbasse. Sin embargo, el hombre delgado… El conde Luzeria abrió los ojos de golpe y miró al ministro.

— ¡Usted es el único que debe refrenarse, Marqués Barbasse! Como aristócrata y marqués, ¡usted es la bestia que devorará al país!

—….. ¿Qué?— ¡Realiza actos corruptos, llena sus propios bolsillos debido a su posición y, además, sé que se ha estado comunicando con otros países!

El conde Luzeria sacó un documento único y se lo presentó al rey.

—Su Majestad, esta es una de las pruebas que he recopilado sobre su corrupción. Se lo ruego, por favor acepte esto.

El padre de Herscherik la aceptó tímidamente y sus ojos siguieron las líneas en el papel. Justo después de mirarlo, el rey entendió y dejó escapar un grito ahogado.

—Esto es…

No necesitaba decir el contenido en voz alta, ya que no había duda de que contenía la impactante verdad. La temblorosa débil voz del rey era la prueba.
El salón de banquetes quedó en silencio, pero fue el acusado Marqués Barbasse quien rompió el silencio.

—Su Majestad, eso es un fraude.

Era una voz terriblemente tranquila. Superó la calma con libertad de acción. Cuando Herscherik giró su línea de visión, el Marqués Barbasse estaba mirando al Conde Luzaria con una cara seria.

—En el pasado, hubo rumores de que me había comunicado con países extranjeros. Como no tenía ese recuerdo de hacerlo, lo investigué por mi cuenta. Y tan pronto como lo hice, alguien había falsificado mi nombre y se había comunicado con nuestra terrible nación enemiga…. Y era usted, Conde Luzeria.

Fue en ese momento que Herscherik lo vio. El Ministro Barbasse, cuyo rostro estaba serio hasta entonces, levantó las comisuras de su detestable boca en una expresión triunfante por solo un segundo. En contraste, la expresión del Conde Luzeria fue lentamente manchada en el color de la desesperación después de pensar por un par de segundos.

Cuando el Marqués Barbasse dio una señal, apareció un hombre de la nada y presentó una carta sellada al rey. No había signos de que hubiese sido abierta, se podía deducir debido al sello de cera en la carta.

—Mi subordinado capturó a un espía que salió de la mansión del Conde Luzeria, justo antes de entrar en la nación extranjera. Esto es lo que sostenía.

—….Conde Luzeria, ¿esta carta le pertenece?

Luzeria respondió la pregunta del rey con silencio.
Estaba su sello privado impreso en la cera. Debido a que la cera que sellaba la carta se agrietaría una vez que se hubiese abierto, esta carta sin abrir fue una prueba innegable.

El rey tomó la carta y rompió el sello ya que el Conde Luzeria no dijo una sola palabra. Leyó la carta y dejó escapar un profundo suspiro.

—Esta es una petición para solicitar asilo al país extranjero. ‘A cambio de ofrecer información sobre mi país, solicitó una posición y recompensas’… En la parte inferior, está el nombre del Conde Luzeria y el mismo sello privado. —En la voz del padre de Herscherik, había indicios de desesperación.

—…. ¿Fue el primer movimiento, tomado?

Esa voz pertenecía al conde Luzeria. Nadie lo escuchó, ya que fue dicho muy suavemente, solo quienes se encontraban cerca, el rey y Herscherik, podrían haberlo escuchado.

— ¡Arresten al traidor!

La proclamación triunfante del Marqués Barbasse se hizo eco.
Caballeros entraron al salón de banquetes con prisa e inmovilizaron al Conde Luzeria, empujando hacia abajo su cabeza.

Cuando el salón se volvió ruidoso, algo brillante voló al piso. La luz corrió sobre el mármol pulido en la parte superior y se detuvo alrededor de los pies de Herscherik.

Ahí, cayó un hermoso y viejo reloj de bolsillo plateado.

Cuando Herscherik lo recogió, era tan grande que llenaba la palma entera del niño de tres años.
En el momento en que volvió su mirada del reloj de bolsillo al salón de banquetes, el Conde Luzeria ya estaba atado con una cuerda y abandonaba el salón.

—….Perdón por arruinar tu tan esperada fiesta, Hersche.

Herscherik escuchó la voz de su padre sobre su cabeza y luego fue sostenido en sus brazos. Cuando las dos miradas se encontraron, la cara de su padre se veía muy cansada y parecía que lloraría en cualquier momento.

— ¿Lo dejaremos hasta aquí esta noche?

Esa fue la señal final para el banquete y el rey salió, trayendo consigo a su amado hijo. El mayordomo del rey fue el único que los siguió y nadie les obstruyó el camino.

Algo es raro…¿mmm?

Herscherik miró el reloj de bolsillo mientras se lo llevaban. Desde que llegó a este mundo, fue la primera vez que sintió incomodidad y malestar en su vida como realeza.

Tomando un cambio completo de la gente común, la vida de la clase alta de la realeza estaba llena de sorpresas. Sin embargo, al final lo entendió y era una sensación incómoda a la que se había acostumbrado. El nivel de inquietud era como el de cambiar su alimento básico de arroz por pan.

Pero esta inquietud era un tipo completamente diferente de eso.

El sonido de la segunda manecilla que se lograba oír desde el reloj de bolsillo pareció despertar la inquietud de Herscherik con su acuerdo y desacuerdo.

[Como el tic-tac del reloj que dice “Sí” y “No” con cada tic]


Nota: ¡Hersche volvió!

♥ ❤ ♥

               

6 respuestas a “Herscherik – Capítulo 2: Príncipe, Familia Real y Cumpleaños (II)”

  1. Si tan solo explotara el amor que su padre siente por el, llegaría lejos. Aunque para tener verdadero poder necesita otras habilidades.

    Confío en el príncipe que antes era una otaku de 30 años!! Ya quiero ver sus habilidades :]
    ¡Gracias por la traducción!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido