Juego de Seducción – Capítulo 2

Traducido por Shiro

Editado por Ayanami


Bajo la tenue iluminación, junto con el aire caliente, en un espacio pequeño y estrecho, la atmósfera se hizo más íntima.

Ji Zheng aún podía sentir la calidez de la punta de la lengua de Gu Xia en su dedo. Mientras giraba suavemente su dedo, su manzana de adán se movió por un segundo.

Una vieja canción clásica, comenzó a sonar en la sala privada, incitando a todos los presentes a cantarla juntos. Distraído, el joven se giró para darle un vistazo a la pantalla. Cuando estaba por regresar su atención al hombre, éste ya le estaba ofreciendo otro maní, su dedo rozó, accidentalmente, sus labios.

Él, abrió su boca instintivamente, permitiéndole al otro colocar el alimento, convenientemente, en su boca.

Para cuando éste había terminado de masticar y tragar, el otro ya había agarrado otro maní, mientras le preguntaba:

— ¿Quieres más?

Sin tener idea de lo que estaba ocurriendo, Gu Xia pensó para sí mismo: ¿mi plan de seducción, falló? Pensando en esto, estiró su cuello hacia el hombre, y éste le dio otro maní.

El observar, cómo el joven abría su boca obedientemente, hizo que Ji Zheng se pusiera duro, su pene luchaba contra el material de sus pantalones, creando una, obvia, tienda de campaña. En este momento, estaba pisando terreno peligroso, pero no podía detenerse. Ansiaba seguir alimentándolo, anhelando la sensación de sus dedos rozando los labios del otro. Cada vez que éste abría su boca, podía ver claramente su suave y roja lengua…él sabía que si dejaba que su mente siguiera por esta línea de pensamientos llegaría al punto de no retorno. Por lo que, apresuradamente, empujó el plato hacia el joven, aclarando su garganta un poco, antes de decir:

—Cómetelos.

Al ver que el hombre se negaba a seguir alimentándolo, no pudo evitar sentirse decepcionado. Suspiró, pensando que como no podía actuar de manera inocente y apestaba en el juego de la seducción, quizás podría morir de tristeza.

Dejó caer su cabeza y extendió su mano para agarrar una rebanada de sandía. Ni siquiera estaba de humor como para limpiar el jugo del que estaba manchado su rostro. Al final, Ji Zheng fue quien se levantó para agarrar una servilleta y limpiarlo.

Es tan gentil, pensó Gu Xia, en lo profundo de su interior. Era una lástima que su objetivo fuese un poco denso, tanto que hizo que su táctica de seducción fuera totalmente inútil. Esta noche, le tocaba estudiar, para saber cómo esos netizens[1] habían conquistado a la persona de sus sueños.

En realidad, Ji Zheng no era tan buen hombre como Gu Xia pensaba. Todo lo que quería era aprovechar la oportunidad para acariciar el rostro del otro, por lo que continuó limpiándolo con la servilleta repetidamente. Siendo de piel clara por naturaleza, el roce constante la hizo enrojecer.

Perdido, profundamente, en sus pensamientos, el joven no notó la, atrevida y hambrienta, mirada del hombre que lo observaba como si quisiera devorarlo vivo. Éste, de verdad, se sintió en la obligación de inmovilizar al joven en el sofá, hacer como le placiera y salirse con la suya, pero cada vez que pensaba en lo tierno y obediente que es, y que terminaría llorando si lo acosaban, lo hacía desistir, por completo, de su plan. Si Gu Xia terminara llorando, debería ser por el inmenso placer que él le diera.

Y así, los dos, ocultando sus propios secretos en lo profundo de sí mismos, perseveraron hasta que terminó la sesión de KTV.

Los colegas que iban en la misma dirección decidieron compartir el vehículo a casa. Como nadie sabía que ellos vivían en direcciones opuestas, Gu Xia comenzó a montarse en el mismo carro que él, sólo para sentarse a su lado y pasar un poco más de tiempo juntos.

—Gu Xia, ¿estás ebrio? —le preguntó, apenas éste puso un pie en el carro.

Como se estuvieron lanzando miradas disimuladas durante toda la velada, él sabía que el joven sólo había bebido dos copas. Sin embargo, se comportaba como si no lo supiera.

—Sólo bebí un poco. No estoy ebrio  —respondió sin pensarlo.

—Entonces, ¿por qué estás aquí? —se rió alzando la cabeza— ¿Tu casa no queda en dirección contraria? —Mientras decía esto, incluso señaló en dirección hacia donde éste residía.

Con su plan expuesto, el joven fingió haberse equivocado de vehículo mirando, deliberadamente, a ambos lados antes de decir:

—Ah, mi mente está algo atolondrada —tras decir esto, cerró la puerta— ¿Cómo sabes dónde vivo?

—Simplemente lo sé —a pesar de que el otro sólo había preguntado casualmente, él respondió con seriedad.

A través de la ventana, Gu Xia le sonrió al hombre sentado en el interior. Bajo la tenue iluminación de la luna, su sonrisa era sensual y hermosa. Esto pareció ser un detonante para Ji Zheng, quien estaba abrumado por el deseo de arrastrar al joven al carro con él, o…podría irse con él.

—Nos vemos mañana —dijo al final, controlándose y sin ceder ante la tentación, mientras se despedía con la mano. Sabía que el otro no podía escucharlo a través del cristal, pero igual se sintió obligado a decirlo, ya que sentía que aún había esperanza para su amor, siempre y cuando, lo dijera en voz alta. Ansiaba que mañana llegara pronto, y esperaba ver al joven desde muy temprano.

⧫ ⧫ ⧫

Al día siguiente, Gu Xia llegó a trabajar, un poco más tarde de lo habitual. Se había vestido, deliberadamente, con una camisa de botones. Toda su persona exudaba un aire universitario, como el de un estudiante que acaba de ingresar a la fuerza laboral, luciendo extremadamente lindo y elegante.

Debido a que su cara brillaba, en broma, su colega le preguntó si estaba en una relación.

Shiro
Así como Joseph Gordon-Levitt en 500 Days of Summer. XD Enlace al final del capítulo para los interesados. 😉

Necesito ser más reservado —murmuró para sí mismo, mientras se dirigía a su asiento.

Una respuesta que confundió en sobremanera a sus compañeros de equipo.

En el momento en que Ji Zheng salió de su oficina, de pronto, fue imbuido con optimismo, siguiendo con su mirada al hombre, mientras se recordaba a sí mismo que debía actuar de forma pura e inocente…de forma pura e inocente. Necesita contenerse. ¡Tiene que hacerlo!

—Buenos días —al verlo, le dijo sonriendo.

Él sentía que su corazón se derretía con solo ver su sonrisa. El calor que recorría su cuerpo iba constantemente en aumento, envolviéndolo.

No pudo evitar devolverle una sonrisa boba al hombre, quien se había acercado para golpearlo suavemente en la cabeza, preguntándole por qué estaba en babia[2].

Él, en cambio, estaba seguro de no haber hecho tal cosa, ya que estaba completamente enamorado del encanto y el carisma del hombre frente a él. Agachando su cabeza, murmuró de forma irresoluta para sí mismo, cuando de pronto, Ji Zheng se inclinó hacia él, sorprendiéndolo tanto que le hizo dar un brinco.

— ¿Qué estás farfullando?

Gu Xia lo miró brevemente, antes de volver a bajar la mirada. Cuando alzó la vista de nuevo, dijo:

—Pienso que te ves muy guapo hoy.

El aludido, sintió que su corazón daba un vuelco. A pesar de estar en la flor de la edad, todavía se sentía como un joven que anhelaba el amor. No había duda de que se despreciaba a sí mismo por esto, pero siendo el joven quien lo había elogiado, la persona que le gustaba, el hombre con quien deseaba salirse con la suya y atesorar, las palpitaciones que sintió pasaron a ser algo románticas. Lamiendo sus dientes con la lengua, se rió débilmente y se enderezó.

—Lástima que nunca seré tan guapo como tú.

Después de escucharlo decir eso, el joven comenzó a sudar frío. No le importaba decir algo aún más explícito, pero cualquiera podía ver que las cosas que salían de su boca, de principio a fin, eran impuras. Habiendo hecho su tarea la noche anterior, se recordó a sí mismo, varias veces, que debía mantenerse bajo control. Estaba cerca de lograr suprimir el anhelo y el calor en lo profundo de sí mismo. Después de ponderarlo un rato, seguía sin hallar qué decirle, salvo algunas palabras de admiración trilladas.

Sin embargo, ni siquiera lograba articular tales frases. Temía que el otro se riera de él. Cada vez que pensaba en ello, se ponía más nervioso, y el esfuerzo de refrenar esas palabras, hizo que sus orejas se enrojecieran.

En realidad, Ji Zheng se había reído, pero no para burlarse de él, por lo que, en cierta forma, Gu Xia se sentía a gusto, confundiendo y llenando de calidez su corazón. Estaba emocionado y feliz, en partes iguales. Observando la corbata del hombre frente a él, soñó con el día en que podría tirarlo de allí hacia él, alzando su barbilla y capturando sus labios en un beso apasionado. Como éste era una persona tan gentil, él estaba seguro de que sus besos debían ser verdaderamente tiernos.

— ¿Quieres que almorcemos juntos? —Le preguntó, sacándolo de su ensoñación.

Él asintió en respuesta. Una vez que el hombre se fue, comenzó a anticipar la hora de la comida, con la esperanza de que el tiempo pasara más rápido.

El clima era bastante cálido y húmedo, por lo que había bebido mucha agua. Necesitando hacer una visita al baño, se levantó y dirigió al pasillo donde éste se encontraba, viendo a Ji Zheng frente a la puerta. Gu Xia, inicialmente, quería saludarlo, pero se detuvo cuando cierto pensamiento cruzó por su mente. Tras lo cual, comenzó a desabrochar los primeros dos botones de su camisa, mientras caminaba hacia el hombre. Se dio cuenta de que, como quería seducir al otro, también debía actuar su parte. Para cuando llegó a la entrada, respiró profundamente y se dio ánimos en silencio.

Sólo cuando el hombre había terminado sus asuntos fue que él, finalmente, llegó.

A medida que Ji Zheng subía su cremallera, él se acercó para darle un rápido vistazo, sólo para desviar su mirada, inmediatamente después de que el susodicho alzó su cabeza.

—Me estás espiando —le dijo con absoluta confianza.

Sus palabras hicieron que su mano temblara ligeramente, haciéndolo casi fallar a la taza del inodoro.

¿Cómo supo? Gu Xia siempre había sido el hombre que él había anhelado en su corazón. Anteriormente, desde que el joven se había parado junto a él, había notado de quién se trataba. Por lo tanto, había subido su cremallera, lentamente, adrede. En cuanto a su objetivo, digamos que estaba lleno de pensamientos impuros.

La vergüenza del mencionado, usualmente se disparaba en situaciones inusuales. Cuando Ji Zheng le dijo eso, no sintió ni una pizca de vergüenza.

—Sí…lo tienes tan grande —contrariamente a lo que el otro había pensado, él respondió.

El hombre estaba sorprendido. Volviendo la cabeza para mirar fijamente los labios rojizos y en movimiento del joven, queriendo abrirlos a la fuerza y averiguar cómo esa, suave y tierna, lengua podía expresar palabras tan eróticas.

Para cuando Gu Xia había terminado de orinar, se fijó en que su objetivo lo estaba esperando por el lavamanos.

Éste, apenas había terminado de lavar sus manos, por lo que seguían mojadas, había gotas cayendo de sus dedos. Al verlo, comenzó a pensar que las manos del hombre debían ser muy cálidas y que si lo tocara ahora que estaban frías y húmedas…debía sentirse muy bien. Sabía que su reflexión era demasiado lasciva. Profundamente frustrado, sintió que cada vez se alejaba más y más de su fachada inocente y gentil.

Con esto en mente, se dispuso a abrir el grifo. Como Ji Zheng era más alto que él, fácilmente, podía ver la piel expuesta del joven, mientras éste se inclinaba hacia el lavamanos para asear sus manos. El muchacho era muy blanco, el contorno de su clavícula era muy llamativo. Especialmente, mientras se lavaba, sus hombros se inclinaban hacia adelante, haciendo que dichos huesos fueran, visiblemente, más sobresalientes, dejando una hendidura tan profunda que casi podía contener agua. Incapaz de contenerse a sí mismo, el hombre se lamió los labios, sintiendo que estaba a punto de perder el control. La tentación de devorarlo por completo antes de tiempo, era muy grande.

Justo cuando Gu Xia cerró el grifo del agua, la mano del otro ya se estaba extendiendo en su dirección y, de forma similar a como lo había pensado antes, se sintió tan caliente, que incluso las puntas de sus dedos parecían estar en llamas, al punto de que no pudo evitar rehuirle tímidamente, temblando por el contacto.

Tocando primero su nuca, y desplazando sus dedos hacia la clavícula del joven.

— ¿Tienes calor?

— ¿Ah? —Le contestó instintivamente —estoy bien.

—Entonces, abróchate —le dijo, mientras agarraba el cuello de la camisa con sus dedos, dándole un ligero tirón —es demasiado revelador —hasta aprovechó la oportunidad de vislumbrar el interior, con tal sutileza que el joven no lo notó.

Viendo que su plan de seducción había fallado nuevamente, no pudo evitar hacer un puchero, mientras abotonaba su camisa, sintiéndose un poco decepcionado.

Ji Zheng estaba muy satisfecho con su acción, su posesividad era demasiada. Quería ser el único dueño de la cautivadora apariencia del otro. Obviamente, aún no había logrado conquistarlo, pero ya estaba atrapándolo de forma autoritaria y tirana en su dominio, con la plena confianza de que Gu Xia sería suyo y sólo suyo.


[1] Netizen es una palabra compuesta de los término internet y citizen (ciudadano) para referirse a alguien que navega la web de forma asidua.

[2] Primera vez que me encuentro con esta expresión y me pareció muy curiosa. XD Significa estar distraído y ajeno a aquello que se trata.

Y este es el video del que les hablé, es genial~ 500 Days of Summer – You Make My Dreams

Shiro
Vamos a la mitad de la historia y ya vemos la naturaleza tiránica de Ji Zheng. (✯◡✯) Y pobre Gu Xia, que piensa que todos sus planes fallan. (--_--)

3 respuestas a “Juego de Seducción – Capítulo 2”

  1. Hmm “estás en Babia” es una expresión que en donde vivo se usa cantidad, al igual que “están en Babi, llegando a Lonia” ósea por Babilonia :v y casi siempre es a mí a quien me lo dicen 😅

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