Juego de Seducción – Capítulo 1

Traducido por Shiro

Editado por Ayanami


Día a día, el clima se estaba volviendo más cálido, al punto de que ninguno de los miembros del equipo en la oficina fueron a la cafetería a buscar comida. En su lugar, la mayoría optó por hacer pedidos a domicilio con antelación.

Gu Xia fue uno de los pocos que fue al café a comprar algo para el almuerzo, por ninguna otra razón salvo pasar tiempo con Ji Zheng.

Su intención original era acompañarlo a la cafetería, pero justo después de salir del baño fue golpeado por un fuerte dolor de cabeza. Pensando que podía estar sufriendo los efectos de una insolación, se sentó y descansó su frente sobre el escritorio durante un rato.

Sintiéndose mal, apenas miró hacia arriba cuando su compañero lo llamó:

—No creo poder ir contigo —le dijo, mientras agitaba su mano —tengo un poco de sueño, creo que voy a descansar mis ojos un rato.

Cuando éste se volvió para irse, el joven se recostó contra la silla para reposar un poco más. A medida que el dolor punzante de su cabeza comenzó a disminuir, suspiró aliviado, al mismo tiempo, se sentía más y más confundido acerca de cómo conquistar a Ji Zheng.

Aún sintiéndose aturdido, no podía dejar de pensar en él, porque de verdad le gustaba mucho. Adoraba su rostro, su cuerpo, hasta su personalidad. Pero el problema es que el hombre es demasiado correcto, por lo que sentía que no podía ser afectuoso, abiertamente, con éste. A menudo se dice de los romances de oficina que ocasionan más daño que cualquier otra cosa…cuánto deseaba estar en una relación, ¿pero, alguna vez, el hombre le daría la oportunidad?

Mientras más cavilaba en ello, peor se sentía su cabeza. Apoyó su frente de nuevo sobre la mesa, su mente todavía llena, hasta el tope, con el rostro del hombre, obsesionado sin esperanza alguna.

Eventualmente, se quedó dormido, mientras más pensaba en el susodicho. Para cuando se despertó, estaba aturdido. A pesar de que el ventilador eléctrico de la oficina estaba encendido, el clima seguía sintiéndose bastante húmedo. Su frente se había empapado de sudor durante su siesta, hasta sus sienes estaban mojadas.

— ¿Estás despierto?

Le tomó un momento darse cuenta de que la voz pertenecía a Ji Zheng. Girándose, fue recibido por la vista de éste sentándose a su lado, sosteniendo algo en su mano.

Mirando la hora, se dio cuenta de que sólo había dormido durante veinte minutos.

— ¿Por qué regresaste tan pronto? ¿Terminaste de almorzar? —Como acababa de despertar, su voz sonaba nasal.

El hombre sabía que no debía dejar que, en ese momento, su mente divagara en otras cosas, ya que Gu Xia parecía sentirse mal, todavía. Pero no podía evitar pensar que sonaba adorable cuando hablaba así de suave.

Sintiendo que era un caso perdido por pensar que un hombre era adorable, alzó su cabeza para mirar al joven que descansaba su muñeca al borde de la mesa, su mano colgaba a un lado. Debía admitir que éstas eran hermosas, blancas y delgadas. Qué espectáculo debe ser contemplar esas hermosas manos tocando el piano. Incluso si no tocaba el piano con esas manos, usarlas para “algo más” también sería bastante…agradable.

Colocando el bolso que llevaba sobre la mesa, Ji Zheng sacó de él, medicina y crema de avena.

—Come algo, antes de tomar el medicamento.

Gu Xia era ajeno a que la mirada del otro seguía en su mano.

— ¡Gracias! —Mirando fijamente la caja de medicinas, la volteó para observarla de cerca. Sólo después de examinarla, se atrevió a mirar casualmente al hombre— ¿Cápsulas?

—Sí —Apartando su mirada, asintió y continuó: —No había en suspensión.

—Afortunadamente, no había —dijo, mientras las comisuras de sus labios se crispaban reafirmando su desagrado, y continuó: —Odio tomar esas cosas desagradables.

Ji Zheng rió, levantando su mano inconscientemente, antes de bajarla nuevamente, al caer en cuenta.

— ¿Por qué sigues comportándote como un niño? —Preguntó finalmente, quería acariciar el cabello del otro, pero dicha acción se consideraría demasiado íntima. Temía turbarlo y que éste se alejara por ello.

Abriendo el contenedor, Gu Xia tomó la cuchara para llevarse a la boca una cucharada de la sopa. Al entrar en contacto con el alimento, el interior de su cavidad se calentó y percibió una ligera dulzura. Después de recorrer el borde de la cuchara con su lengua, hizo una pregunta a la que creía ya saber la respuesta:

— ¿Has comido? —Estaba seguro de que el aludido había almorzado antes de regresar, pero se estaba muriendo por encontrar un tema de conversación, lo que le llevó a hacer esta pregunta.

Lo que no esperaba era escucharlo decir:

—Aún no.

Con la cuchara aún en su boca, el joven se quedó sin palabras. El otro no había comido. No había tomado bocado de nada aún… ¿Quería decir que había salido expresamente a comprarle medicina?

En el instante en el que las palabras abandonaron sus labios, sintió una punzada de arrepentimiento. Antes, al ver que el otro se sentía mal y que parecía estar insolado, se apresuró a una farmacia. En su camino de regreso, incluso fue a la cafetería a pedir un poco de sopa. No temía que sus sentimientos fueran descubiertos, pero juzgando por la dirección que estaba tomando la conversación, Gu Xia podía urgirlo a que fuera a buscar algo con qué llenar su estómago.

Sin embargo, el cerebro de éste aún no funcionaba apropiadamente. Colocando el cubierto de vuelta en el contenedor, lo empujó hacia él mientras afirmaba:

—Entonces, ten esto,.

El aludido, no sabía si reír o llorar ante su inesperada respuesta. No pudo resistir el impulso de extender su mano y despeinar el cabello del joven.

— ¿Qué vas a comer si me lo quedo yo? —Le inquirió.

—Puedo verte comerlo —contestó en cambio, sumergido aún en su pequeño mundo.

—Quédatelo tú. Y toma las medicinas una vez hayas terminado. Más tarde, pasaré por el café para almorzar.

— ¿Por qué no vas ahora? —Preguntó, no soportaba que el otro estuviese hambriento —Se podría terminar la comida del café.

—No hay prisa. En este momento, hay demasiadas personas —razonó con él.

Al ver que, sin importar lo que dijera, no podía persuadirlo, tomó una cucharada de sopa y la acercó a la boca de Ji Zheng.

Éste en cambio apartó la cuchara y le dijo que terminara de comer apropiadamente.

El hombre era mayor que él por tres años. No trabajaban en el mismo equipo, y como éste es el líder de su equipo, Gu Xia estaba acostumbrado a escucharlo llamarle la atención a sus subalternos, ocasionalmente. A pesar de lo apuesto que se veía cuando lo hacía, con una expresión tensa en su rostro, también se veía aterrador, por lo que él, obedientemente, le hizo caso.

Bajó su cabeza para comer dos cucharadas más de sopa, antes de dirigir su mirada hacia Ji Zheng, mientras decía:

—Me sentiré mal si sigues mirándome así.

El hombre le sonrió.

— ¿Por qué no lo compartimos? —Propuso, mientras empujaba el contenedor entre ambos.

Al final, el otro respondió comiendo un par de cucharadas de sopa, mientras Gu Xia lo miraba con una expresión en blanco.

Un beso indirecto. Desafortunadamente, contenía una palabra que él despreciaba de sobremanera: indirecto.

Tan pronto como el hombre llevó el cubierto lleno de la sopa a su boca, intencionalmente, aplanó su lengua contra la parte posterior. Lamiendo cuidadosamente la cuchara por completo, dejándola sin una hojuela de avena, saboreando el placer del contacto indirecto, a pesar de lo trivial que parecía. No había duda de que estaba perdidamente enamorado del joven.

Descansaron un rato después de terminar de comer. El joven, rápidamente, tomó la medicina e insistió en que fueran juntos al café.

— ¿Ya te sientes mejor? Sino es mejor que te quedes y descanses un poco más —Ji Zheng lo devolvió a su silla, negándose a que lo acompañase.

Para cuando éste se fue, Gu Xia recordó el evento que había ocurrido entre ambos, las comisuras de sus labios se curvaron formando una sonrisa boba, mientras tamborileaba la superficie de la mesa con sus dedos. Sentía que debía esforzarse más. Ji Zheng es un hombre asombroso, por lo que no había duda de que, seguramente, tiene muchos admiradores persiguiéndolo. Debe dar su mejor si espera ser el afortunado en ganar el corazón del otro.

♦ ♦ ♦

Era el final de un proyecto, y los dos equipos deliraban con poder salir a relajarse y divertirse.

Ji Zheng fue el primero en sucumbir, lo que llevó al líder del equipo de Gu Xia a seguir su ejemplo. De ese modo, un gran grupo de personas comenzó a dirigirse al KTV[1] animadamente.

Durante la sesión de bebidas, alguien preguntó por el tipo de chica en la que Ji Zheng está interesado. Acurrucado en un rincón, Gu Xia fingía escuchar a alguien cantar cuando, en realidad, había estado aguzando sus oídos para escuchar la conversación.

Éste aparentaba estar mirando absorto la pantalla en el KTV. Sin embargo, el aludido, al escuchar la pregunta, miró en su dirección, antes de contestar:

— ¿El tipo de chica que me gusta? Bueno, no importa, siempre y cuando me guste.

Aun así, sus colegas se burlaron, insistiendo en que diera una respuesta directa.

—Ojos grandes y redondos con activos pequeños —continuó casualmente con su mentira diciendo: —Ser linda es un requisito.

—Me sorprende saber que tengas un gusto tan único.

—Hmm —respondió distraídamente, su mente estaba divagando —puedes decir eso.

— ¿Así que te gusta alguien que sea inocente y genuina?

—Sí.

Él seguía escondido en la esquina, escuchando disimuladamente la conversación. ¿Oh? ¿Inocente y genuina? Entonces, es un candidato poco probable, porque justo ayer, había soñado con el hombre arremetiendo con fuerza contra su persona.

Inclinó su cabeza a un lado para escuchar un poco más, pero el tema de conversación ya había cambiado. Su colega, quien acababa de terminar de cantar una profunda canción de amor, había bajado del escenario, dándole una palmada a a Gu Xia en el hombro en el proceso, mientras le pregunta:

— ¿Qué te pareció mi voz? ¿No es agradable a tus oídos?

Él era el más joven del equipo, por lo que una gran parte de sus compañeros disfrutaban molestarlo.

—Excelente —le respondió a medias. Desafortunadamente, no estaba prestando mucha atención.

—Entonces, cantaré otra para ti —contestó riendo.

Mientras tanto, Gu Xia se estaba atormentado con el hecho de que a Ji Zheng le gusta alguien que sea inocente y genuino. ¡Pero él no era nada de eso! ¿Qué puede hacer? ¿Fingir?

Absorto en sus preocupaciones, no se dio cuenta de que el responsable de su desasosiego acababa de sentarse a su lado. Cuando su colega, quien había regresado al escenario, finalmente, comenzó a cantar de nuevo, fue que despertó de su ensoñación con una sacudida, mirando de inmediato al tipo. ¿Qué demonios? Sus oídos sangraban.

A Ji Zheng le molestó ligeramente, verlo mirar al hombre que interpretaba en la plataforma. Así como tampoco le había agradado el verlos hablando. Le costó mucho evitar que lo obligaran a beber para poder venir a sentarse al lado de Gu Xia. Por lo que ahora, el ver que mira al colega en trance, le molesta aún más. Extendió su mano para darle una palmada en el hombro y así llamar su atención.

Tras esto, el aludido se giró. Al ver al hombre con el que ha estado soñando día y noche sentado a su lado, sentimientos llenos de euforia y nerviosismo lo inundaron. La primera palabra que pasó por su mente en ese momento fue “inocente”.

Tal vez, estaba realmente obsesionado.

— ¿Qué estás haciendo? —Preguntó Ji Zheng.

—Escuchando —respondió.

Entrecerrando ligeramente sus ojos, el primero escuchó cómo el compañero de trabajo en el escenario desentonaba continuamente.

— ¿Te gusta? —Siguió inquiriendo, mientras se reclinaba contra el sofá.

Silenciosamente, Gu Xia se acercó a su oído, y rozándolo con su cálido aliento dijo:

—Súper horrible.

Ambos estallaron en carcajadas simultáneamente. De hecho, Ji Zheng se encontraba muy satisfecho con su respuesta, pero no pudo evitar preguntar en broma:

— ¿Estás hablando mal de alguien a sus espaldas?

La sonrisa en el rostro del otro se congeló, sintiendo que su pura e inocente persona había sido expuesta, sin saber cómo recuperarla.

Afortunadamente, el hombre escogió este momento para hablar:

— ¿Quién elige las canciones?

— ¿El jefe también quiere cantar? Todos, ¡abran paso! ¡Muevan la canción del jefe a la cima!

Éste los reprendió ligeramente, antes de tomar el micrófono. Luego se giró hacia Gu Xia y le preguntó:

— ¿Te interesa escucharme cantar?

Temiendo que su máscara se deteriorara aún más, permaneció en silencio y sólo asintió con la cabeza.

Ji Zheng no subió al escenario. En lugar de eso, permaneció sentado a su lado. Su voz al cantar era agradable y llegaba a las notas correctas. Sin embargo, la balada que escogió no era lo suficientemente emocionante para mantener la atención del grupo, por lo que después de un par de versos, la mayoría optó por un juego de póquer y siguió bebiendo.

Gu Xia en cambio lo siguió escuchando, mientras seguía sentado.

—Eres muy bueno —lo elogió cuando terminó de cantar.

El aludido, respondió evasivamente con un sonido, antes de entregar el micrófono a alguien más. Luego, tomó un puñado de cacahuetes y comenzó a comerlos uno a la vez.

Pensando que ya que estaba decidido en capturar el corazón de Ji Zheng, debía actuar pronto.

Mientras esto pasaba por su mente, miró distraídamente al hombre comer.

— ¿Quieres un poco? —Le preguntó el susodicho al ver su reacción.

Sintiéndose acalorado repentinamente, el joven se inclinó hacia adelante, sus dientes rozando los dedos del otro, mientras curvaba su lengua en el objeto ofrecido para llevarlo a su boca, tragándolo en un bocado.


[1] KTV le llaman los chinos al karaoke.

Shiro
¡Uff! Se me hizo la sopa más larga de mi vida. XD Pero en fin, espero hayan disfrutado el capítulo. Este es el primero de cuatro que conforman una historia corta que será mi regalo para ustedes esta navidad. Estén atentos~

2 respuestas a “Juego de Seducción – Capítulo 1”

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