La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 118.1: La verdad es tan cruel (3)

Traducido por Selena

Editado por Meli


En el palacio los esperaban el emperador, la emperatriz viuda, la emperatriz, la consorte De y la princesa heredera Yu Shi Shi.

Con la gracia de Wanyan Lie, Murong Qi Qi no se inclinó antes de sentarse.

—¡No está mal! ¡Muy bien! —Wanyan Lie les sonrió—. ¡Zhen, se siente feliz por ustedes!

—¡Gracias tío! —Feng Cang le devolvió la sonrisa y sujetó con la mano el cuerpo de Murong Qi Qi.

La felicidad de Feng Cang fue como una espina que le atravesaba y le hacía sangrar el corazón, durante años sus planes jamás habían fallado, sin embargo, la zorra Yue Lan Zhi hizo que todo saliera mal.

Yu Shi Shi clavó sus uñas en la palma de la mano para reprimir su frustración al ver al hombre que le había pertenecido ser de otra.

—¡Emperador, sálvame!. —gritó Murong Qing Lian, su cabello estaba despeinado, su piel tenía marcas de mordidas y moretones y llevaba solo unos trozos de ropa encima—. ¡Sálvame! ¡Emperador, sálvame! ¡Emperador, sálvame!

La emperatriz viuda y Wanyan Lie fruncieron el ceño.

—¿No eres una concursante de Xi Qi? ¿Cómo es que estás así? —la interrogó Wanyan Lie.

—Emperador, ella es Murong Qing Lian. Es la hija menor de Murong Tai y hermana de la consorte de Nan Lin. —explicó  Lin Ke Xin.

Murong Qi Qi ya no podía fingir que no la conocía, así que pidió a los sirvientes que le trajeran algo de ropa.

—Gracias… —dijo luego de vestirse. Un escalofrío le recorridó el cuerpo, había huido sin percatarse de su estado.

—¿Qué pasó?

—Emperador, sálveme… su alteza el príncipe heredero, él…

—¡Padre Emperador, este hijo súbdito quiere casarse con la señorita Murong como su cefei [1]!

—¡No! ¡No quiero! —Tembló—. ¡No quiero casarme con él! ¡Es un enfermo! Él me violó…

Esas hermanas quieren ser poderosas, Lin Ke Xin miró a Murong Qing Lian y luego a Murong Qi Qi.

—¿No quieres? ¿Será que quieres ser la consorte principal? —preguntó Wanyan Hong, se acercó y ella tropezó al tratar de alejarse, pero él la sujetó.

—¡Déjame ir! ¡Enfermo! —Retrocedió de inmediato, no podía olvidar que la había torturado toda la noche por delante y por detrás.

—¿Soy un enfermo? ¿No lo disfrutaste mucho antes? —Le pellizcó la cintura y ella trató de golpearle los genitales sin éxito, él la sujetó con más fuerza—. Señorita Murong, tal vez, en su cuerpo ya esté la sangre y la carne de este príncipe heredero. ¿Será que quiere dejar que la sangre imperial de Bei Zhou vague por el mundo plebeyo?

—¡No! ¡Aunque muera, no me casaré contigo!

—¡Muy bien, entonces muere! —La empujó al suelo y le lanzó una daga—. ¿Quieres morir?, ¡dejaré que tu deseo se haga realidad! Sé limpia y pulcra, ¡no te quedes medio muerta y luego tengas que confiar en mí para terminar la hazaña!

—Al final, ¿qué pasó? —Wanyan Lie tosió dos veces—. Hong’er, ¿realmente hiciste cosas que debes lamentar hacia la señorita Murong?

—¡Padre emperador, somos el sol del otro! Este hijo súbdito se enamoró de la señorita Murong a primera vista. Me confesé y ella me aceptó, luego, ocurrieron cosas más tarde… Amo a la señorita Murong. ¡Le pido al emperador padre que decrete el matrimonio entre nosotros!

—¡No quiero!

—¿No quieres? Entonces, ¿quién te va a querer? Si no te casas con este príncipe heredero, ¿será que quieres casarte con otro con este cuerpo de flor rota y sauce marchito? ¿Habrá alguien que te quiera? —le susurró para que solo ella escuchara.

Sus palabras fueron como una daga, atravesando su corazón, ya no era virgen. Había muchos testigos de ello, era imposible que Longze Jing Tian la deseara.

¿Por qué era así? Ayer todavía tenía un futuro, ¿por qué se convirtió en esto hoy? 

—¡Sé buena! ¡No te enfades más! —La levantó y le acomodó cuidadosamente la ropa—. ¡Este príncipe heredero será amable contigo!

Murong Qing Lian lloró por sus adentros y su silencio se consideró un consentimiento.

¡Humph! ¡¿Se arrepintió de morir?!, Lin Ke Xin bebió té y continuó viendo la obra.

Yu Shi Shi, quien abía sufrido una tortura similar, sabía el origen de las lesiones de  Murong Qi Lian. Sin embargo, no entendía cómo había sucedido y sobre todo el hecho de que sería una cefei, la segunda después de ella. Si bien no amaba a Wanyan Hong, no podía permitir que le quitaran el poder.

—Su alteza, el matrimonio se concreta entre los padres y la casamentera. Los padres de la señorita Murong no están aquí y ella no es ciudadana de nuestro Bei Zhou. Me temo que deberíamos pedir al primer ministro Murong su opinión sobre este matrimonio. —anunció Yu Shi Shi.

—Eso no importa. ¿No está aquí el príncipe Jing de Xi Qi? Mientras él esté de acuerdo, estará bien.

Justo en ese momento un eunuco entró trotando y le susurró al oído a Jing De.

—¡Emperador, el príncipe Jing de Xi Qi, Longze Jing Tian, solicita permiso para entrar ! ¡La esposa del primer ministro Li Qiu Shui también vino con él!

—¡Anúncialos!

Entraron Longze Jing Tian y Li Qiu Shui.

Murong Qing Lian se separó de los brazos de Wanyan Hong y miró con lástima a Longze Jing Tian para que la salvara.

—Qing Qing, ¿qué pasa? —le preguntó Feng Cang.

—Nada. —Negó con la cabeza y fijó su mirada en Li Qiu Shui.

—Eres tú… —dijo Wanyan Lie sorprendido.


[1] Cefei: consorte lateral, esposa de segundo rango del príncipe de primer rango.

Selena
¡Parece que ahora están apareciendo las sorpresas!¿Qué piensan que vendrá a decir la madre de Murong Qi Qi? ¡Qué será!¡Hay que leer el próximo capítulo!

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