Traducido por Selena
Editado por Shiro
Murong Qing Lian siempre tuvo una actitud ambigua, lo que molestó a Su Mei. Antes, de no haber sido por la intromisión de Wanyan Kang se habría librado de ella. Ahora, al verla enfrentarse a su señorita nuevamente, no pudo aguantar más.
—¡Si tienes las agallas dilo una vez más! ¡Crees que te voy a sacar un diente!
—Señorita Murong, ¿podría hablar menos? —Esta vez fue Longze Jing Tian, quien una vez más abrió la boca—. ¡¿Cómo es que no aprende a comportarse?!
—¡Sí, príncipe! —Murong Qing Lian apretó los dientes e inclinó involuntariamente la cabeza.
¡Paciencia! ¡Paciencia! No importa qué, necesito pasar la competencia eliminatoria. Para entonces, puedo vencer a Murong Qi Qi honorablemente en el torneo. ¡Pisotearé su orgullosa cara!
—¡Qué aburrido! —dejó escapar un suspiro y puso los ojos en blaco al ver que Longze Jing Tian volvió a detener su provocación—. La señorita lo dijo bien. Si un perro me muerde, ¿lo tengo que morder? No hay necesidad de razonar con un animal. ¡Es mejor matarlo directamente y guisarlo! Lamentablemente… ¡Ah! Fue salvada, ¡qué aburrido!
Las palabras de Su Mei estaban llenas de espinas, haciendo que Murong Qing Lian, quien ya estaba bastante enojada, no pudiera evitar apretar aún más los dientes. En ese momento, Wanyan Kang miró a Su Mei. Cuanto más la miraba, más mejoraba su estado de ánimo, y no pudo evitar reírse a carcajadas.
—¡Jajaja! Mei-er, ¡realmente eres un pimiento pequeño! ¡Demasiado linda! ¡Me gusta que seas tan elocuente!
—¿Quién quiere gustarte? ¡Mujeriego!
Aquí, los dos estaban en una batalla verbal. Al otro lado, Murong Qi Qi estaba analizando todo el diseño.
Parecía que a quien se le ocurrió esta prueba era un sin duda un maestro. Estos hilos de seda dorados estaban organizados de una manera extremadamente inteligente. Si alguien era descuidado, no tenía resistencia física, no supiera de artes marciales o tuviera un cuerpo débil, entonces el único final que le esperaba era la muerte.
—Pequeña prima hermana, ¿tienes una manera de cruzar?
Li Yun Qing había estado observando a Murong Qi Qi. Justo ahora, ella se encontraba en silencio con el ceño fruncido, estudiando estos hilos de seda dorados a un lado. Aunque poco después, sus cejas se relajaron y su sonrisa se hizo más radiante. Ciertamente había encontrado una solución.
—Primo hermano, sólo tengo una idea preliminar. Sin embargo, si no hay nadie que trabaje conmigo, no hay manera de que pueda encontrar la forma correcta de cruzar.
Li Yun Qing se sorprendió al ver que Murong Qi Qi sí sabía cómo atravesar la habitación. Esto hizo que sintiera más curiosidad sobre ella. Teniendo a tanta gente, ellos, en cambio, no pudieron encontrar una manera para cruzar. ¿Cómo era posible que la muchacha en un lapso de tiempo tan corto fuera capaz de encontrar una forma?
—Si no te importa, estoy dispuesto a cooperar. —Sonrió Li Yun Qing. Seguía usando una túnica verde y su cabello estaba parcialmente atado con un palo de bambú. Lucía como un bambú de jade verde azulado en la montaña; fresco y verde, alto y recto.
—¡Muy bien, primo hermano, prepárate!
Murong Qi Qi dejó que Li Yun Qing se atara la ropa y también anudara su cabello suelto. En un momento, el hombre guapo original estaba listo para poner manos a la obra.
—Primo hermano, sigue mis instrucciones. Su Mei, recuerda todos los pasos.
—Joven maestro Li, ¿realmente quieres ir? ¿Le crees? —La voz incapaz de ignorar de Murong Qing Lian una vez más se interpuso entre ellos—. ¡Si te quedas atrapado en el medio, entonces el que morirá serás tú!
Después de escucharla, Li Yun Qing se rió entre dientes. Sus rasgos hermosos tornándose aún más encantadores.
—Pongo mi vida en manos de mi prima. Por supuesto, estoy seguro. ¡Vamos a empezar!
Todos miraron a Li Yun Qing en silencio. En la palma de Murong Qi Qi también apareció sudor. Originalmente, ella quería ser la primera en cruzar. Sin embargo, si lo hiciera, ¿qué pasaría con Su Mei y los demás? Necesitaba que recordaran el método para cruzar. Ahora, este hombre estaba dispuesto a intentarlo, cosa que era de gran ayuda para ella.
—Primo hermano, debes tener cuidado. No toques los hilos de seda dorada. Además, debes esparcir estos polvos en el suelo mientras cruzas. Entonces, más tarde podremos seguir el mismo camino.
—¡Bien! —Li Yun Qing empacó todo y respiró hondo. A continuación, su mirada cayó suavemente sobre la cara de Murong Qi Qi—. Necesitas concentrarte. Soy joven y aún no me he casado. La línea de la familia Li todavía me necesita para continuar. Si cometes un error no podré volver.
Sus graciosas palabras mostraban que era el mismo de siempre, e hizo que el corazón nervioso de Murong Qi Qi se relajara.
—Primo hermano, ¡te lo aseguro! ¡No dejaré que te pase nada! Quiero verte casado. ¡Aún estoy esperando tener un sobrino! ¡Confía en mí, no te preocupes!
Después de mirar profundamente a Murong Qi Qi una vez más, Li Yun Qing se volvió y caminó hacia la red de hilos de seda dorada.
Si puedo, espero tú seas mi novia. Este deseo se ha convertido en un lujo y como no puedo estar a tu lado, haré algo por ti…
—Levanta el pie izquierdo. Uno, dos, baja. Deslízate con el pie izquierdo. Uno, dos, para. Rueda por el suelo. Detente. Gira a la izquierda. Paso de arco y flecha…[1]
Murong Qi Qi miró los hilos de seda dorada en el aire. En su frente había una fina capa de sudor. Li Yun Qing, bajo su dirección, era como un gimnasta, viajando de un lado a otro en la red de seda dorada. Ni siquiera su ropa tocó un solo hilo. Y a medida que avanzaba, iba rociando el polvo por el suelo, tal como ella le había ordenado; dejando un camino negro tras de sí.
Pasaron tres minutos muy lentos. Cuando Li Yun Qing saludó a Murong Qi Qi en la escalera de piedra, Wanyan Kang saltó emocionado.
—¡Cruzaste! ¡Realmente cruzaste! ¡Prima, eres demasiado increíble!
Murong Qi Qi suspiró de alivio y se limpió el sudor de la frente. También se ató el vestido y el cabello.
—Su Mei, ¿memorizaste todos los pasos? ¡Todos, recuerden los pasos! Si desean cruzar, deben hacerlo de acuerdo a los pasos-
—¿Por qué? —Sin esperar a que terminara, Long Duo abrió la boca—. La princesa podría haber cruzado sola. No necesitabas molestarte con nosotros. ¿Por qué nos muestras los pasos? ¿No somos competidores?
Sus palabras vociferaban las preguntas que todos querían hacer. Lo más conveniente para ella era enseñarle los pasos a sus compañeros de equipo. Entonces, Bei Zhou tendría el primer lugar en el torneo de los cuatro países. ¿No era esto lo que ella quería?
Después de escuchar las preguntas de Long Duo, Murong Qi Qi no explicó nada más.
—Aquéllos que quieran cruzar, sigan los pasos. Los que no quieran, quédense aquí. —Después de decir eso, se dio la vuelta y entró en la red de hilos de seda dorada.
Aunque hacía un momento Li Yun Qing cruzó bajo su guía, todos sus movimientos fueron muy rígidos, apenas podía pasar. Pero ahora, al verla moverse como una corriente de agua, todos los misioneros no pudieron evitar alabarla en sus corazones.
—¡Demasiado increíble! —Wanyan Kang miró aturdido lo rápido que desapareció su figura, estaba muy sorprendido—. ¡Mi primo hermano se casó con un tesoro!
Estas palabras fueron especialmente desagradables para los oídos de Longze Jing Tian. El príncipe ahora era consciente de qué tipo de tesoro había perdido. En este momento, se arrepentía mucho.
Su Mei, Ruyi y Wanyan Kang siguieron a Murong Qi Qi y atravesaron con éxito la red de hilos de seda dorada. La gente de Xi Qi también pasó con éxito. Incluso Murong Qing Lian, quien estaba celosa de su hermana, siguió honestamente las instrucciones. Se ató el pelo e hizo que alguien la guiara para llegar al otro lado.
Después de que la gente de Nan Feng también cruzara, los misioneros de los tres países se reunieron una vez más. Además, las cinco personas de Dong Lu fueron obligadas a cruzar por Longze Jing Tian y los demás.
—¡Finalmente pasamos el segundo nivel! —Helan Lian Yi se limpió el sudor de la frente. Justo ahora, cuando pasaba por la red de hilos de seda dorada, estaba muy asustado. Afortunadamente, recordó todos los pasos y llegó sano y salvo.
—¡Agradecemos a la princesa Zhao Yang! —Longze Jing Tian llevó a los demás a inclinarse ante Murong Qi Qi. Los demás no dijeron nada, sólo bajaron la cabeza y se inclinaron ante ella. Todos sabían que en este segundo nivel, ella pudo haberlos ignorado. Sin embargo, no sólo no lo hizo, además dejó que todos pasaran el segundo nivel sin problemas y seguros.
—¡De nada! Si tienen algo que decir, ¡esperen hasta que pasemos los cinco niveles! ¡Quizás, la próxima vez, todos seremos competidores!
¡Sus palabras les recordaron a todos que habían cinco niveles más! ¡Cinco niveles! En el primer nivel ocurrió el ataque de la gente de Dong Lu. El segundo nivel fue una batalla contra los hilos de seda dorada. ¡No se sabía qué tipo de trucos habría en los próximos cinco niveles! Pensando en esto, subieron con sus corazones llenos de desánimo.
En el momento en que llegaron al tercer piso, todos comenzaron a temblar. ¡Estaba demasiado helado! Miraron a su alrededor, pero sólo veían blanco adonde quiera que miraran, ya que todo estaba cubierto por una gruesa capa de nieve. También había valles y pinos cubiertos de nieve. Todo era tan realista, como si no estuvieran dentro de un templo. Si no fuera porque el techo estaba construido con piedras y ladrillos habrían creído que estaban fuera de la Gran Muralla.
—¡Oh, Dios! ¡Realmente es mágico! —Murong Qing Lian comenzó a exclamar—. Esta vez, Dong Lu realmente se esforzó e invirtió muchos recursos, ¡ah! ¡Estos árboles son tan reales! —Mientras hablaba, pateó la nieve.
—Esta nieve… —Li Yun Qing tocó la nieve en el suelo y se la puso en la nariz. También lo probó—. Es nieve real.
—¡Demasiado mágico!
Cuando todos entraron al tercer piso, miraron con curiosidad a su alrededor. Todo estaba envuelto con una capa blanca. No importaba si eran los árboles, los valles o la nieve, todo era real. No sabían qué clase de trampas estaban escondidas en esta nieve.
Justo cuando todos concentraban su atención en esto para estar en guardia, tres flechas heladas salieron disparadas del techo.
—¡Su Mei, sígueme! A-Kang, Ruyi, ustedes dos formen un grupo. ¡Recuerden tener cuidado! —Murong Qi Qi gritó y luego rodó sobre la nieve. Su Mei la siguió detrás y también se escondió.
Los demás volvieron en sí por el repentino ataque. También formaron grupos con sus respectivos equipos y se escondieron dentro de las delgadas capas de nieve.
El arma de Su Mei era un pequeño arco y flecha, el cual era lo suficientemente cómodo para llevar en la mano izquierda. Murong Qi Qi se escondió detrás de un valle, buscando el lugar de donde habían salido las flechas. Resultó que venían de una pequeña ventana negra.
Entonces, las contó. Había cuatro ventanas en total, respectivamente en las cuatro direcciones; norte, sur, este y oeste. Desde allí controlaban el tercer piso por completo.
—¡Ah!
Se escuchó un grito. Una de las personas de Nan Feng había recibido un disparo.
—¡Hay veneno en las flechas! —Long Duo miró a su compañero, quien había recibido el impacto de la flecha envenenada y su rostro se había ennegrecido. Entonces, gritó—: ¡Realmente despreciable! ¡Todos, tengan cuidado!
Con su recordatorio, los demás pasaron a estar particularmente alertas. Sin embargo, las flechas no se detuvieron, por el contrario, continuaron atacando a las personas escondidas en el suelo nevado.
Una hilera de flechas negras silbaron en el aire aterrizando junto a los pies de Wanyan Kang, a sólo media pulgada de los dedos de sus pies.
—¡Mierda! ¡Bastardo! ¡Afortunadamente, tengo una vida próspera! —Rodó hacia otro lado y escapó del siguiente ataque—. Desvergonzado. ¿Quieren probarnos o matarnos, ah? ¡Incluso usaron las ballestas del ejército! Maldición Dong Lu, no me dejes salir. ¡Si lo hago, te destruiré! ¡A la mierda! —dijo, expresando lo que había en los corazones de todos.
Las competiciones eliminatorias anteriores también habían sido emocionantes, pero ninguna tan terrible como esta.
¡La gente de Dong Lu es verdaderamente vil!
Pensando hasta aquí, todos miraron a los cinco misioneros de Dong Lu que todavía seguían con vida, estaban tan asustados que temblaban. Uno de ellos no prestó atención y fue herido por una flecha, tropezó y al segundo cayó muerto.
—Jaja, se lo merecía. ¡Qué gran satisfacción, ah! —Wanyan Kang se echó a reír.
Su Mei no pudo evitar poner los ojos en blanco.
¿Este hombre es estúpido?
En este momento, no pensaba en cómo pasar el nivel. En cambio, se estaba riendo de los demás.
Realmente no sé si es ingenuo o no.
—Señorita, ¿qué debemos hacer? —Su Mei miró los cuatro agujeros negros en la parte superior—. Señorita, los conté. Detrás de cada hoyo, hay dos personas. Se turnan para disparar las flechas. ¿Deberíamos matarlos?
—Veamos primero la situación. —Murong Qi Qi entrecerró los ojos.
La competencia eliminatoria que trajo Dong Lu era demasiado sorprendente. Habían habido sorpresas en todos los niveles de la pagoda. Justo ahora, Murong Qi Qi descubrió algo; desde estos cuatro agujeros no habían atacado a ningún grupo en particular, ni siquiera dejando escapar a los suyos. ¿Acaso no les importaba su gente? ¿O podrían haber más secretos?
Aunque las flechas provenientes de los cuatro agujeros eran disparadas a los concursantes de los cuatro países, las escaleras hacia el cuarto piso eran el foco principal. En el momento en que alguien se acerque a ellas, los cuatro pares de personas dispararán flechas al mismo tiempo. Para entonces, habría una brecha.
Pero había un problema, necesitaban un cebo. Después de atraer a los cuatro pares de personas, todos tendrían que subir las escaleras al mismo tiempo.
—Prima, piensa en algo, ¡ah! —Wanyan Kang y Ruyi rodaron hacia Murong Qi Qi—. Varias personas ya han muerto. ¡Prima, si no se te ocurre algo todos moriremos aquí! —La voz de Wanyan Kang hizo que la mirada de todos cayera sobre ella. Antes, había sido capaz de desentrañar el secreto de los hilos de seda dorada sin dificultad. ¿Podría haber encontrado ya una salida?
Al ver que esas personas contaban con ella para salir de la situación, una de las cejas de Su Mei se levantó.
—Tú, un hombre tan grande, ¿no puedes pensar en una manera con una cabeza tan grande? ¿Cómo es que cuentas con nuestra señorita para todo? ¡¿Acaso morirías si mi señorita no estuviera aquí?!
Las palabras de Su Mei fueron muy duras de escuchar. Wanyan Kang sonrió avergonzado. Aunque ella al regañarlo a él, de hecho, estaba reprendiéndolos a todos ya que esperaban que otros resolvieran el problema por ellos, cosechando donde no habían sembrado. Había algunas personas inteligentes, cuyos rostros ardieron después de escucharla, e inmediatamente bajaron la cabeza.
A Murong Qi Qi no le importaba cuántas personas murieran. Después de todo, este era un torneo y también la competencia eliminatoria. Naturalmente, habría muertos y heridos. Además, los otros tres países eran sus competidores. Si todos pasaran, ¿las finales no tardarían varios días en terminar?
Ahora eran como los ocho Inmortales que cruzaban el mar,[2] cada uno mostrando su propio talento especial. Si todos pasaran, ¿cómo podría entonces llamarse competencia eliminatoria? Sin embargo, la competencia en esta oportunidad era realmente extraña. ¿Cómo podría ser un torneo ordinario? Era más bien como un purgatorio.
Ahora no era el momento de luchar. Aunque entre estos misioneros había personas que no le gustaban e incluso odiaba, también había otras que le importaban y eran sus amigos. Incluso si ahora ella, Bai Yi Yue y Li Yun Qing estuvieran divididos en diferentes equipos, seguían siendo sus amigos y no quería que les pasara nada.
—A-Kang, tu Qinggong es bueno. Ve a las escaleras de piedra para atraer la atención del enemigo. Recuerda, no dejes que esas flechas te toquen. Su Mei y Ruyi, son responsables del lado este. Príncipe Jing, le pido a usted y a Qing Lian que se encarguen del lado norte. Primo hermano y señorita Bai, ustedes ocúpense del lado oeste. Joven maestro Helan, el sur es de ustedes. Cuando A-Kang llegue a las escaleras de piedra y atraiga todas las flechas, actúen al mismo tiempo con rapidez ya que no habrá otra oportunidad. ¡El resto de la gente ayudará a cubrirlos!
Nadie tuvo ninguna objeción. Justo ahora, Longze Jing Tian había encontrado también el problema. Aunque su proposición seguía siendo la mejor.
—¡Bien! ¡Hagámoslo así! —Longze Jing Tian abrió la boca, incluso si Murong Qing Lian tenía alguna objeción, sólo podía resoplar con frialdad.
El resto, incluida la gente de Dong Lu, no tenían objeciones ni segundas intenciones. Dos de los seis ya habían muerto. Ahora, los cuatro restantes hacía mucho habían olvidado que su misión era matar a sus oponentes y obtener el primer lugar. Desde su punto de vista, la mejor manera de sobrevivir era siguiendo al grupo. De lo contrario, ni siquiera sabrían cómo murieron.
Después de organizar todo, Murong Qi Qi observó de cerca la frecuencia de cada arquero detrás del agujero. Después de determinar todo, asintió con la cabeza a todos.
—¡Listo! ¡A-Kang, ve!
Inmediatamente, Wanyan Kang corrió como el viento hacia las escaleras de piedra que conducían al cuarto piso. Las personas detrás de los cuatro agujeros se dieron cuenta de que había alguien que quería escabullirse escaleras arriba y desde las cuatro direcciones apuntaron sus flechas hacia él.
—Aiyaya, nietos, sus habilidades de tiro con arco son normales, ¡ah! ¡Sean más rápidos, más rápidos! —gritó mientras su cuerpo escapaba de las flechas con agilidad.
—¡Ahora es el momento! ¡Comiencen! —En el momento en que se escuchó la orden de Murong Qi Qi, las personas a quienes les había asignado la tarea de observación llegaron a las cuatro esquinas.
La pequeña flecha que Su Mei disparó con precisión se dirigió silbando hacia el agujero negro.
—Ah… —Con un grito, esa persona dejó de disparar. Sin embargo, detrás de él alguien rápidamente tomó su lugar.
El dardo en la mano de Ruyi atravesó también el agujero negro inmediatamente después.
Parecía que alguien más también cayó. Desde la ventana en el lado este no se dispararon más flechas.
—¡Tuvimos éxito! —gritó con alegría Su Mei. Al mismo tiempo, las personas en los otros tres lugares también comenzaron a moverse, y en un momento, quienes los atacaban detrás de los agujeros negros fueron asesinados.
—¡Jeje, eso estuvo cerca! —Wanyan Kang se detuvo y se limpió el sudor de la cara—. Todavía estoy vivo, ¡qué bueno! ¡Todavía estoy vivo!
Lo que Wanyan Kang decía también era lo que los demás estaban pensando. ¡Finalmente habían pasado este nivel! En este momento, la forma en que todos miraban a Murong Qi Qi era particularmente diferente. Incluso Helan Lian Yi, a quien previamente había estafado con cien mil taels de oro, también estaba lleno de admiración hacia ella.
Si Murong Qi Qi no hubiera ideado este plan, ¡no sabían cuántas personas habrían muerto en este nivel! Aunque este no era el punto clave, ya que a alguien más también se le pudo haber ocurrido esta idea, pero posiblemente no habría tenido éxito de haber buscado la cooperación de todos.
Quizás se debía a que Murong Qi Qi los había ayudado sin pedir nada a cambio en el segundo nivel. Gracias a eso, ¡los misioneros desarrollaron confianza en ella y también escucharon sus órdenes!
—Vámonos. ¡Es hora de ir al cuarto nivel! —Murong Qi Qi subió las escaleras.
En este momento, todos sentían sus pies inusualmente pesados. No sabían lo que les esperaba. Incluso el estado de ánimo de los cuatro misioneros de Dong Lu era sombrío.
Cuando llegaron al cuarto piso, Murong Qi Qi de repente se volvió y miró a la gente de Dong Lu.
—¿Quién es Jia Lan? ¿Por qué sus pruebas son tan viciosas? ¿No son ustedes también ciudadanos de Dong Lu? ¿Por qué los dejó venir a morir aquí?
Sus palabras calaron hondo en el corazón de estos hombres. Habían entrado cincuenta personas y ahora sólo quedaban cuatro. Cuarenta y seis habían fallecido ya. Todos ellos eran los misioneros de Dong Lu, ¡ah! Eran vidas, ¡ah!
—El señor Jia Lan es…
—¡Cállate! —Uno de ellos, que estaba vestido de negro, intentó contestar pero el hombre gordo a su lado lo regañó—. ¿Son los asuntos del señor Jia Lan algo de lo que podemos hablar?
Habiendo sido reprendido por el hombre gordo, el que estaba vestido de negro bajó la cabeza y no habló más.
Al ver eso, Murong Qi Qi levantó las cejas y se burló:
—Ahora somos nosotros quienes estamos en el mismo bote. Dado que desean guardar secretos, luego, en el camino, pueden ir solos. No los ayudaré más. La vida y la muerte están regidas por el destino, las riquezas y el honor están en el cielo. Si pueden dejar la pagoda con vida, ¡entonces es su bendición! ¡Si mueren, no olviden agradecerle a su señor Jia Lan!
[1] Paso de arco y flecha: nombre de un paso de baile.
[2] Para los interesados en los ocho Inmortales que cruzaron el mar, más info aquí.