La dama bebé – Capítulo 2: La dama que se convirtió en un bebé

Traducido por Shaey

Editado por Sakuya

Los “cursiva” son los pensamiento/narración en primera persona y los “normal” son parte de la narración (•‿•)


— ¿Waah?

Calíope se sorprendió mucho soltando asi un grito. Pero no importaba cómo tratara de hablar, todo lo que salía de su boca era el sonido “waah waah” de un bebé.

Aturdida, intentó girar la cabeza y mirar a su alrededor, pero no pudo. Ni siquiera podía decir si sus ojos estaban abiertos o no. Una criada que había estado trayendo agua caliente comentó.

—Oh Dios, el bebé debe estar muy sano. Mira cómo lloró en el momento en que nació. Este es un caso muy raro.

Por lo general, a los bebés se les da una palmadita en el trasero un par de veces antes de que empiecen a llorar.

— ¡Es una hermosa señorita!

— ¡Felicidades, Condesa Rustichel!

La partera, que había estado llevando a Calíope, se volvió hacia la madre del niño.

— ¿Cómo está el bebé?

Tan pronto como pudo hablar, preguntó por su hijo.

—Es una niña saludable.

La partera miró los dedos de los pies y de las manos del bebé, comprobando si tenía diez de cada uno, y después de una inspección del cuerpo en general, respondió como tal. A la señal de la condesa, la partera colocó al niño en sus brazos. El rostro cansado de la madre se iluminó como un rayo de sol al ver a su pequeño bebé.

—Mi bebé…

La condesa sonrió llorando. Con una mano temblorosa, acarició la pequeña nariz del bebé.

— ¡Oh, señor conde, no puede entrar todavía…!

La puerta se abrió de golpe y un hombre entró rápidamente en la habitación. Un hombre que parecía tan grande como un bisonte[1] de agua pareció llenar la habitación tan pronto como apareció. Cuando se giró y miró a la mujer que sostenía al niño, sus ojos se iluminaron. No importaba cuántas veces su esposa hubiera dado a luz, esta visión siempre le traía lágrimas a los ojos.

Después de haberse cansado de mirar a su esposa, el padre pareció mantener su deseo de tocar al bebé y lo miró fijamente en su lugar.

— ¿Cómo te sientes, querida? ¿Cómo está el niño?

—Es una niña sana.

—Una hija…

Su familia ya tenía dos hijos. Así que finalmente, a su casa que parecía ser sólo de varones, por fin le habían dado una niña. El conde quería una hija desde el principio.

—Gracias, gracias.

El conde conmovido dejó caer besos consecutivos en la mejilla de su esposa.

— ¡Waaah!

La bebé lloró, y los ojos de los dos padres se humedecieron al verla. No importa cuántas veces la vieran, el nacimiento de sus hijos era muy conmovedor. Los sirvientes que rodeaban a la feliz pareja los miraban con suaves sonrisas.

—Los llantos del bebé son claros y refrescantes para los oídos. Nunca había oído un llanto tan hermoso de un bebé.

Por las palabras del conde, nadie pensó con desprecio que el llanto de un bebé no sonaría bien. Por otro lado, asintieron con la cabeza. Porque esta noble familia apreciaba a sus sirvientes y los trataba bien.

Y no era sólo la bonita voz, la pequeña y lindo rostro, los dedos de las manos y los pies y los ojos que aún no se habían abierto, todo esto, combinado, formaba un hermoso bebé.

—Hmm, entonces que tu nombre sea Calíope.

—Calíope. Es un buen nombre.

Las risas y las sonrisas llenaron la habitación.

Calíope había regresado al día en que había nacido.

Shaey
No estoy llorando, simplemente el momento fue tan conmovedor (ಥ﹏ಥ)

♦ ♦ ♦

Un mes después de haber regresado al pasado, pudo darse cuenta de su situación.

“Volví atrás en el tiempo. ¿Pero cómo? “

Recordó a la mujer que había conocido en sus últimos momentos.

[—Te daré un regalo…]

¿Era esta vida el regalo que esa mujer le había dado? ¿Era eso posible? Bueno, fue posible porque ahora estaba acostada en una cuna.

“¿Cómo…? ¿Supongo que no era una persona? ¿Una diosa tal vez? o ¿un demonio?”

[—Así que, en el futuro, déjame oír tu voz un poco más.]

Ella le había dado una nueva vida sólo porque quería escuchar más la voz de Calíope. No tenía sentido. Después de todo, Calíope nunca había sido elogiada por su canto en su vida pasada.

“Aunque no es como si hubiera cantado delante de nadie.”

Por supuesto que no lo hizo, porque las canciones que conocía eran los himnos que aprendió en su educación general como noble. A diferencia de los estándares religiosos de la sociedad, Calíope no era una profunda creyente, y definitivamente no tenía una gran personalidad para actuar frente a los demás.

“Pero a diferencia de mi vida pasada, probablemente no podré permanecer soltera.” Calíope pensaba penosamente.

Sus dos ojos redondos se cerraron, y cada vez que su boca se movía, sus mejillas temblaban un poco.

—Oh Dios, nuestra señorita debe estar durmiendo.

—…

Tenía pensamientos blasfemos sobre la religión y el matrimonio, y ahora tenía sueño. No sabía si eso era algo bueno o malo.

—Mecer al bebé en la copa del árbol…~~

Su nana la acunó en su cuna mientras cantaba una canción de cuna. Calíope necesitaba tiempo para pensar en su situación, pero su entorno lo hacía claramente imposible en este momento.

Suspiro. “Los bebés no tienen privacidad, en serio.”

No se rindió al toque relajante de su niñera y trató de pensar. Esa mujer que había sido capaz de enviarla al pasado. Era alguien importante.

Calíope miró al techo con un profundo pensamiento. El mueble que colgaba sobre ella tenía pájaros y nubes que se agitaban y subían y bajaban. No importaba cuánto reflexionara sobre esto, no sería capaz de llegar a una respuesta definitiva. Se le había dado una nueva oportunidad de vida. Así que…

“Tengo que estar preparada para lo que se avecina.”

Mientras seguía pensando, se cansó. Sus párpados comenzaron a cerrarse solos.

Calíope comenzó su 73ª lucha contra su somnolencia.

Los resultados fueron bastante obvios. Perdió el sueño por 73ª vez consecutiva. Un nuevo récord.

♦ ♦ ♦

—Vaya, que pequeña. Realmente pequeña. Mira esa mano.

—…Es pequeña.

— ¿Verdad? Aunque las manos son así de pequeñas, también hay uñas diminutas, no puedo creerlo.

Murmullo, murmullo.

Se despertó con el débil sonido de las voces. Sin pensarlo, Calíope soltó un gemido molesto por el hecho de que se despertó de su sueño.

Las voces susurrantes cesaron con un sonido “hap”, como si los que hablaban se hubieran cubierto la boca, y su entorno se volvió pacífico y tranquilo una vez más.

La ligera arruga de Calíope en su frente se aflojó lentamente cuando se volvió a dormir.

Y entonces…

3, 2, 1.

—Supongo que se volvió a dormir. ¡Es tan linda! Probablemente porque se parece a mí.

—Mírate en el espejo antes de decir eso.

— ¿Qué quieres decir? ¡Tengo un aspecto único!… ¡Ajá! ¿Estás celoso? ¿Estás celoso de que Lippe y yo tengamos los mismos ojos?

—No hay necesidad de discutir sobre quién se parece a ella…

Un niño con el pelo azul-violeta como el cielo nocturno, levantó la cabeza en señal de desprecio, y continuó hablando en voz baja.

—…Porque Lippe y yo tenemos el mismo color de pelo.

Ante esas palabras, los ojos del otro chico se abrieron de par en par, sorprendido.

¡¿Su siempre frío hermano mayor había dicho una cosa tan infantil?!

— ¡Waaah!

En el interminable flujo de voces, Calíope finalmente comenzó a llorar al despertar. Los dos hermanos no sabían qué hacer con sus lamentos.

— ¡Oh, cielos, se despertó por ti, hermano mayor Lucius!

—No, es porque tú fuiste demasiado ruidoso.

Lucius miró impotente a Calíope.

Sabía que no era muy querido, mucho menos popular, con niños pequeños y bebés. Por alguna razón, cada vez que se acercaba a ellos, sus caras se ponían rojas como la remolacha, y entonces estallaban en llantos, aparentemente asustados.

Pero no quería dejar al bebé en manos de su hermano menor Robert, por esa razón. Con esa personalidad traviesa suya, sólo hacía que el bebé llorará más fuerte en lugar de ayudar a que sus llantos cesaran.

Sin ninguna otra opción, incómodamente extendió la mano de Calíope. Aunque le preocupaba cómo conseguiría que el llanto parara, su rostro en blanco no mostraba nada de esta confusión interior.

Como no sabía qué hacer, le dio unas palmaditas al estómago del bebé. Pero entonces ocurrió algo sorprendentemente maravilloso.

—Agu-aaguuuuuu…

Como si hubiera sido consolada por el consuelo de su hermano, los gritos de Calíope cesaron casi inmediatamente. Los ojos de Lucio se abrieron ligeramente. Su mano se detuvo por un momento antes de continuar acariciando a su hermana menor.

Palmadita, palmadita, palmadita.

Menos incómodo que antes, sus manos encontraron un ritmo para dar palmadas. Calíope miró a Lucio y sonrió, sin mostrar rastros de su anterior llanto. Sus gordas mejillas parecían dulces bollos al vapor.

—Bonito.

Los ojos de Lucius se calentaron. Su cara, normalmente fría, parecía descongelarse un poco, y se parecía más a un niño de su edad.

Calíope miró esta versión de Lucio con una mirada interesada en su rostro. Ella había estado anhelando ver a este hermano suyo, cuyo apodo era “El Caballero de Hielo” en su vida pasada.

Tan pronto como se dio cuenta de que había estado llorando, dejó de hacerlo, sólo para sorprenderse al ver a Lucius parado frente a ella. Sonrió, feliz de verlo.

Hasta hace unas semanas, derramaba lágrimas al ver a los miembros de su familia. Ella había anhelado verlos y estaba feliz de hacerlo de nuevo, sus rostros de su vida pasada se habían superpuesto, y no podía contener sus lágrimas.

Shaey
Estoy igual que Caliope (ಥ﹏ಥ)

Había vivido pensando que nunca podría volver a ver a su familia. Cuando los perdió, sintió como si su estómago hubiera explotado, y no importaba cuánto tiempo pasara, ese agujero en su estómago nunca podría ser llenado. Nadie podía reemplazarlos como su familia.

Ella había vivido sin poder enterrar a su familia, sin poder dejarlos ir en su corazón.

Así que, después de renacer, lloraba de alegría y tristeza cada vez que veía a sus familiares, pero había trabajado duro para dejar de hacerlo después de ver las expresiones de preocupación de su familia. Se habían reunido de nuevo, y no quería tener malos recuerdos innecesarios con ellos.

Ni siquiera había suficiente tiempo para hacer buenos recuerdos.

— ¡Lippe! ¡Mira hacia aquí, mírame! ¡Es tu hermano el que es el más guapo y genial del mundo! ¡Tu hermano es el que más te quiere, justo aquí!

Robert agitó su mano para llamar su atención, y luego se cubrió la cara para jugar al escondite con Calíope, mostrando y ocultando su cara repetidamente. Calíope sonrió al verlo.

El satisfecho Robert no tenía ni idea de que su hermanita sonreía porque pensaba que era guapo.

— ¡Me está mirando!

—Eso es lo que piensas.


Tan grande cuanto un bisonte[1] Aquí se define como comparación de cuan grande/tamaño tiene el conde Rustichel en aspecto fisico. No sabía cómo traducirlo y mucho menos como ponerlo o compararlo con el padre de Caliope, así que fue lo más cerca que llegué a una traducción fija y que concuerde con la descripción original ´・ᴗ・`

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