Traducido por Ichigo
Editado por Sakuya
—Hace demasiado calor.
Nacht, con su cara pegada a la ventana de cristal, se quejó en silencio. Arqueó sus labios con dificultad y se podía ver una arruga formándose entre sus cejas. Se consideraba normal que pusiera una cara hosca, pero si se miraba de cerca, parecía que su expresión también tenía un toque de fatiga. No podía culparlo por sentirse así, porque habíamos sido arrojados en el interior del carruaje hace bastante tiempo.
—Hace demasiado calor. Está muy apretado. Me estoy asfixiando.
—En ese caso, ¿preferirías montar a caballo fuera?
Presenté mi generosa oferta con una sonrisa, y pareció aplastar aún más su hosco rostro.
—No bromees con lo de ponerme al sol. Salvo nuestros robustos soldados, ¿hay alguna realeza protegida que pueda soportar este calor? Probablemente se secarán en cuanto pongan un pie afuera.
—Pero parece que tu hermano se está divirtiendo como nunca.
—Es un caso especial.
Al Príncipe Licht, el hermano mayor de Nacht, no le gustaba sentarse en carruajes tirados por caballos y estaba montando a caballo desde que salimos de la capital. Aunque parecía estar en forma para la tarea, ciertamente preocupaba a muchos de sus acompañantes.
—Qué tipo tan problemático. Me encantaría encerrarlo aquí, pero entonces nos molestaría desde adentro. Realmente no puedes ponerlo en ningún sitio.
Qué manera de describir a tu propio hermano. Sin embargo, estoy totalmente de acuerdo con él.
Para describir al Príncipe Licht con una palabra; sería alegre. Y eso fue exactamente lo que lo hizo molesto y a veces insensible. Incluso la princesa Julia, que intentaba ganarse su corazón, rechazó la idea de ir juntos.
Ella había sonreído en ese momento, pero sus ojos cantaban una melodía diferente. Incluso yo podía ver que no quería quemarse con el sol, pero ese imbécil no era consciente de ello en lo más mínimo. Era lo mejor de él, pero también lo peor.
—Llegaremos pronto de todos modos. Le dejaré que se divierta.
Nacht puso los ojos en blanco y murmuró sin interés.
La ciudad que se encuentra junto a la frontera de Wind, Grenze.
Ahí es donde nosotros, el Príncipe Licht, la Princesa Julia, Nacht y yo, Johan von Wervard, nos dirigíamos.
—Pero… hace mucho calor aquí. No esperaba que la temperatura cambiara, ya que la ciudad está un poco al sur de la capital.
—No, la temperatura no cambia mucho en todo el reino cada año. Este año debe ser una excepción.
—¿Ha estado aquí antes?
Nacht, que hasta ahora tenía todo el rostro en la ventana, levantó su rostro ante mis palabras. Sus ojos abiertos parecían más adecuados para alguien de su edad.
—Varias veces, hace varios años. Recuerdo haber venido aquí a principios de verano, pero no hacía tanto calor.
—Eh, ¿en serio? Si tuviera que juzgarte solo por tu cara, diría que eres una realeza muy mimada. Pero parece que en el momento en que quito los ojos de ti, vas a donde te apetece, ¿eh?
¿Estoy siendo alabado? Sigamos sonriendo para estar seguros, sí. Pero lo más importante es que tengo curiosidad por la parte que dijo sobre mi rostro. ¿Realmente parezco una realeza mimada?
—Este calor puede estar realmente relacionado con la enfermedad que se está propagando en este momento.
—Si eso es todo, entonces la medicina que trajimos de la capital debería hacer el trabajo. Estaba un poco preocupado por esta nueva enfermedad, pero si termina como un rumor, entonces todo está bien.
Nacht relajó un poco su expresión.
Y, entonces, mientras teníamos nuestra conversación casual, el carruaje finalmente llegó a Grenze.
Siendo la primera línea de defensa del país hacia un antiguo país hostil, Scherz, Grene era una ciudad castillo rodeada por altas murallas. Aunque es una ciudad dirigida por las fuerzas militares, era un establecimiento próspero que tenía mucha influencia e importancia económica debido a que era la base para el comercio con Flamme.
Cuando vine aquí hace unos años, solo vi sólidos muros de castillo y esperaba un ambiente abatido y deprimente. Contrariamente a mis suposiciones, los ciudadanos de esta ciudad eran animados y alegres.
Los borrachos que a menudo empezaban peleas por tontas discusiones, terminaban cantando juntos la noche siguiente. En aquel entonces, no podía entender cómo alguien podía ser tan simple, pero el Margrave Heinz von Geister acababa de reírse y me dijo que todos los militares eran así. Él era el hombre que gobernaba esta tierra.
Intercambiamos cartas unas cuantas veces, pero no lo he visto en persona en los últimos dos años. ¿Cómo se encuentra? Espero de verdad que le vaya bien.
Cuando piensas en un hombre que puede sonreír como él, no puedes evitar hacerlo tú mismo.
Ha pasado un tiempo desde la última vez que hubo alguien que podía excitarme como un niño otra vez.
Aunque, de forma decepcionante, la oportunidad de encontrarme con él en la ciudad fronteriza no se hizo realidad.
Lo que nos saludó en la casa principal no fue el viejo musculoso del pasado, sino alguien que parecía mucho más joven: Philipp von Geisster.
Afirmó que era el hijo de Heinz y me contó el estado actual de su padre que estaba postrado en la cama.
Parecía que Heinz había contraído una enfermedad y estaba descansando.
Detrás del Príncipe Licht que expresaba su sincera tristeza y lástima, Nacht y yo nos miramos.
La tez pálida de Nacht bañaba su rostro, y era probable que me viera algo similar.
¿Qué enfermedad podría caerle a ese viejo invencible? Sólo pensarlo era verdaderamente aterrador.
—Había oído que había una nueva enfermedad propagándose por estas partes. ¿Sir Geisster también la ha contraído?
Cuando Nacht preguntó, Philipp abrió los ojos con sorpresa.
—¿Cómo es que sabe de la enfermedad?
—Sólo unos rumores de algunos comerciantes… ¿Hay algún problema?
—Nada de eso. No esperaba que alguna noticia llegara tan pronto a la capital —sonrió Philipp y sacudió lentamente la cabeza—. La fiebre ya ha seguido su curso natural en esta zona. Mi padre está postrado en cama por su edad, nada más.
Sus palabras despertaron mi interés.
El hecho de que la enfermedad haya dejado de extenderse y que Sir Heinz estuviera enfermo, me sorprendió.
—¿Correr su curso natural? ¿Está seguro de esto? —preguntó Nacht con una expresión difícil.
—Sí. Hacía calor este año, así que la enfermedad se había extendido más de lo habitual. Probablemente por eso los rumores eran exagerados. Una vez que la ola de calor termine, estoy seguro de que todos se sentirán mejor en poco tiempo.
—Es así…
Dudando, Nacht finalmente asintió, aunque su cara me dijo que claramente no estaba convencido.
Fue demasiado repentino y pude entender por qué Nacht se sentía así. Sin embargo, no nos preocupemos demasiado por ello, ya que es una cosa menos de la que tenemos que preocuparnos.
La única tarea que quedaba era tratar el tema de la deforestación.
Pero, ¿es ese realmente el caso?
La voz de una adorable chica resonó en mi mente. No era nadie más que mi querida hermana a la que he echado de menos durante varios años.
Su voz usualmente me llegaba cuando trataba de evitar problemas o tomar decisiones irresponsables. Tal vez sea la voz de mi pequeña conciencia.
En esta situación, ¿qué haría mi hermana?
Probablemente haría lo contrario de lo que yo estaba a punto de hacer.
Si fuera ella, se apartaría e investigaría hasta que estuviera satisfecha; hasta que no quedara nada que buscar. Lo haría sin buscar fama ni reconocimiento y llevaría su tarea hasta el final.
Nunca haría la vista gorda ante el asunto que tenía delante, especialmente si era algo que amenazaba la vida.
Suspiré.
Como príncipe de un país aliado de Wind, debería evitar hacer algo precipitado. No causemos ningún problema al sucesor de nuestro Margrave.
Pero, ya saben.
Mientras no se enteren….
Hay más de una manera de conseguir lo que quiero.
Mientras me guiaban el príncipe Licht y la princesa Julia, susurré en voz baja en mi corazón.
